
𝗨𝗡 ; 𝖣𝖠𝖭𝖲 𝖫𝖠 𝖱𝖨𝖵𝖨𝖤̀𝖱𝖤
Dos pequeños cachorros que habían ido más allá de donde debían se habían conocido un invierno, hace cinco años, ambos pequeños solían frecuentar al mismo río sin importar el frío, calor, viento o lluvia. Ambos eran de manadas diferentes y por ende sus tierras estaban divididas lo que significaba que todos tenían un límite hasta donde podían acercarse. Claramente ellos habían ignorado esa regla hace mucho tiempo. Ambos pequeños sabían que se meterían en problemas por estar allí, pero estar juntos hacía que se sintieran felices y el castigo valía completamente la pena.
El pequeño alfa de pelaje café de la manada del norte; Han JiSung, era un niño divertido pero que solía meterse en problemas, por otro lado, sus padres encontraban en éste la última oportunidad de quedarse en el mando de la manada, así poniendo un peso en la espalda de su hijo y una vida llena de expectativas que éste se negaba a cumplir desde temprana edad.
Lee YongBok, era un bonito omega de la manada del sur y con su pelaje casi blanco pertenecía a uno de los pocos de su especie, éste había nacido en una manada con poca natalidad de omegas, por lo que en cuanto nació su destino estaba arraigado a algún otro alfa o familia que estuviera dispuesto a dar lo que sus padres pedían por el valor de su primogénito. Y aunque éste era muy educado y tranquilo, no deseaba la vida que tenía por delante.
Ambos jóvenes de ahora diecisiete años se encontraban reunidos a las orillas del río, ambos de la parte de la manada de Felix. El omega se disponía a juntar pequeñas hojas que caían de los árboles y las dejaba frente al alfa, para luego ambos buscarle alguna forma. Un pequeño juego que hacían desde que se conocieron.
- Hyung -Habló Felix, haciendo que el mayor lo mirara y dejara de mirar el montón de hojas que el omega había juntado- Oí a mis padres decir que en un par de meses dejarían que alguno de los alfas de mi manada me corteje. -Habló mientras se sentaba junto al mayor, dejando las hojas que acababa de reunir.
- ¿Y eso por qué? -Felix se encogió de hombros- ¿Acaso te gusta alguno de esos alfas? -Preguntó mientras fruncía levemente el ceño, recibiendo una respuesta negativa del menor.
- Claro que no, muchos me tratan como si fuese un niño pequeño y otros como si fuese el único omega de la manada -Negó con la cabeza,- Y odio eso, sé que tengo soy joven y que mis padres tienen planes para mi, pero no quiero nada de lo que me espera en ese futuro.
- Yo tampoco quiero eso -Soltó, el menor lo miró levemente confundido- Me refiero a que no quiero tener una responsabilidad tan grande como para tener que ser el "alfa de la manada" -Hizo comillas con sus dedos- Y mucho menos que me busquen pareja omega que yo no quiero -Finalizó, volviendo a ver las hojas frente a él, el omega asintió
Ambos se quedaron unos minutos en silencio, ambos sabían de las responsabilidades que de pronto tenían y todo lo que debían cumplir al estar cerca de sus dieciocho años, pero claramente siempre se habían negado a ello, y sobretodo ahora que estaban tan cercas de sentir que sus vidas se iban a arruinar.
- Yo... recuerdo cuando nos conocimos -Soltó Felix- Recuerdo que ambos caímos al agua -Rió, seguido de JiSung quien negó con su cabeza
- Yo-
- ¡Felix!
Ambos se sobresaltaron ante el llamado al omega, haciendo que JiSung se levantara de su lugar, ayudara al menor a hacer lo mismo y acercarse al río, para luego voltearse a mirar al menor.
- Nos vemos Lixie -Se despidió, para luego cruzar el río.
JiSung se escabullo en el bosque intentando no olvidar el aroma del omega hasta que pudieran volver a verse. Por otro lado Felix en cuanto no sintió el aroma del mayor cerca, movió las hojas con uno de sus pies y miró hacia donde oyó a uno de los alfas acercándose.
- Estoy aquí hyung -Habló, soltando un suspiro en el proceso
- ¿Qué haces aquí? -Preguntó el alfa, frunciendo el ceño.
Felix sabía que debía buscar alguna excusa que considerarán lógica y desde siempre a él le habían gustado los animales, por lo que miró hacía el bosque y pudo visualizar un pequeño conejito. Era la excusa perfecta.
- Es que seguí a ese conejo, hyung -Señaló con su mano, haciendo que el mayor volteara
- Deja de perseguir animales Felix, no debes estar aquí -Tomó la mano del menor- Tu madre le estuvo preguntando a todo el mundo si sabían dónde estabas.
- Hyung, no mienta, solo le preguntó a los alfas -Murmuró, bajando la cabeza
- Felix, estás creciendo y lo quieras o no tu madre sigue con la esperanza de que te interese un alfa de nuestra manada -El omega asintió levemente- Y no ese lobo el cual ves cuando vienes aquí -El menor iba a decir algo pero el alfa hizo un movimiento para que no dijera nada.
JiSung volvió un poco hacia el río manteniéndose sumamente cerca para poder ver al menor y ver al alfa que lo estaba llevando de regreso. En cuanto logró notar como el menor bajó su cabeza, algo se enfureció dentro de él, ¿Qué le había dicho ese alfa?
El alfa había deseado salir de allí y alejar a ese alfa de YongBok, pero sabía que eso sólo causaría problemas. Primero, porque no estaba en su territorio. Y segundo, porque no podía defender a un omega que no era suyo.
historia finalizada en corrección
los capítulos siguientes publicarán
en cuanto se terminen de editar
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