Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝗗𝗘𝗨𝗫 ; 𝖢'𝖤𝖲𝖳 𝖬𝖠𝖫 𝖠𝖨𝖬𝖤𝖱

Felix mantenía su vista en el suelo mientras su madre lo regañaba por nuevamente haberse acercado al límite de su territorio, el omega conocía todas las palabras que salían de la boca de su madre, siempre le decía lo mismo y a pesar de que a él no le interesaba lo que su madre le pudiera decir —sobre todo la aclaración de los peligros que eso conllevaba y demás cosas—, a lo largo de esos cinco años nada de lo que su madre le decía había sucedido.

Lentamente el recuerdo de la primera vez que se vió con JiSung llegó a su mente, intentó ocultar su sonrisa, haciendo que su madre dejara de hablar al ver el gesto que su hijo intentaba ocultar.

— ¿Crees que lo que digo es gracioso? —Felix negó repetidas veces— ¿Entonces por qué te ríes?

— Es que... —Apretó un poco sus labios pero en cuanto quiso responder la puerta de la casa fue abierta.

Su hermano mayor había entrado y llamado la atención de su madre, haciendo que ahora la mujer mirará a su hijo mayor quién tenía moretones en su rostro y emanaba un aroma de molestia que había hecho que YongBok cubriera su nariz.

— ¿Qué te sucedió? —Preguntó con rapidez la mujer, acercándose a su hijo mayor.

En cuanto ambos salieron de la sala donde estaban regañando al omega, éste logró escapar de allí sin represalias o castigos, haciendo que subiera las escaleras para ocultarse un par de horas en su habitación. Ese pequeño lugar era su mundo entero, un mundo el cual sus padres controlaban incluso si sólo se trataba de una llave para cerrar la puerta bajo la excusa de que debían asegurarse de que nada le pasara, claro que nada pasaría si en casa sólo estaban ellos. En cuanto entró se recostó en su cama y miró el techo, soltando un leve suspiro.

— ¿Porque es tan... agobiante? —Murmuró mientrad cerraba sus ojos y apreciaba la bella luz que entraba gracias a la puesta del sol.

En ese momento solo esperaba que el alfa ya estuviese en casa y sin algún castigo que provocara que no pudiesen verse por un tiempo.

JiSung recorrió un poco más el bosque antes de dirigirse a su casa, no quería volver, y eso le pasaba siempre que se veía con el menor, deseaba quedarse con él sin que nadie los molestara ni tengan que ocultarse por miedo a que los descubran. Pero él sabía que eso era imposible, y aunque le doliera sabía que nunca pasaría. Finalmente luego de sentir su corazón doler, decidió ir por el camino hacia su hogar.

En cuanto entró a su casa sus padres no estaban, por lo cual sólo vió a su hermanita pequeña quien en cuanto notó su presencia se acercó a él para abrazarlo y luego lo siguió como un pequeño perrito a su dueño. Ahora ambos estaban en la habitación del alfa, recostados en la cama de éste.

— Oppa —JiSung la miró— Me gusta el aroma de ese omega, es bonito. —Ambos sonrieron

— Que bueno que te guste también —Movió un poco el cabello de la menor

— Pero... ¿Por qué no lo ha traído a casa? —Frunció el ceño— Yo no entiendo porque mamá y papá lo regañan por estar con su omega — Negó con su cabeza, JiSung rió levemente

— Bueno... —Suspiró— Es de otra manada, pequeña, y eso es malo —Apretó sus labios— Supongo que sí lo es.

— Pero si se quieren ¿Por qué es malo? —La menor se sentó en la cama y mirando al mayor, esperando que lograra responder

— Aún no lograrías entenderlo pequeña —Ambos miraron hacia la puerta de la habitación, al oír la puerta principal abrirse.

La menor salió corriendo de la habitación, bajando las escaleras. JiSung miró el techo y apretó sus labios, el tampoco entendía porque era malo querer a un omega de otra manada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro