Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝗢𝟱 𖥻 ❛ THE HASHIRA





   Soltó un suspiró de completa pereza, estaba en el suelo con sus extremidades extendidas mirando el techo con completo aburrimiento, así eran todas su mañanas, algo raro para cualquier otra persona. Apenas despertaba de un sueño pesado y se tiraba al suelo sintiendo el frío que se filtraba por sus delgadas prendas para dormir, teniendo dudas existenciales y pensando en un posible suicidio, típico de un adolescente funcional.

───¡Misión! ───su cuervo hembra entró por la ventana sin siquiera hacer ruido exaltando de sobremanera a su dueña

───¡Puta madre! ¡Ya te dije que no me asustes así, Junko! ───la regaño levantándose de golpe lo que provocó un mareo en su cabeza

───¡Lenguaje! ───se acercó a ella y le picoteó la cabeza

───¡Auch! ¡Para empezar, nadie te obliga a espantarme cuando estoy en plena crisis existencial! ───cubrió su cabeza con sus brazos

───¡Es tu culpa por tener el sueño tan pesado! ¡Vine aquí hace media hora y por más que lo intenté no pude despertarte! ───reveló enojada─── ¡Ah, pero no prendieran la luz porque ahí sí te despiertas! ───le reclamo indignada

───¿Hace media hora? ───preguntó exaltada corriendo hacia su armario sacando su uniforme de cazadora

───Si, hace media hora ───confirma───. Compartes tu misión con el pilar del viento, ¡Así que apúrate!

   El rostro de la albina pareció perder por completo su color, ya había escuchado algunos rumores de ese pilar y todos llegaban a la conclusión de que era la otra cara del diablo.

───Oh no ¡COÑO! ───su insulto se escuchó por toda la finca incluso llegando a oídos de los vecinos quienes barrían y platicaban como todas las mañanas

   Empezó a balbucear cosas inaudibles mientras se vestía lo más rápido que podía, ni siquiera se tomó la molestia de cepillar su cabello y solo lo peinó en dos coletas disparejas para salir corriendo tropezandose con algunas piedras.

   Su cuervo tenía sus ojos en ella, su mirada reflejaba la mirada de las mil decepciones, la cazadora ni siquiera se había dado cuenta de que tenía su cara embarrada de saliva por hablar mientras duerme.

───¡Espero que pueda ser de ayuda en esta misión! ───se inclinó ante su superior pero regresó a su postura anterior en un segundo y presa de los nervios por salir sin vida empezó a divagar sin sentido───. Aunque bueno no creo ser mucho de ayuda, así que cualquier cosa puede usarme de carnada o también soy buena creando distracciones ───hablaba nerviosamente y con una gran velocidad que apenas se le entendía───. P-pero sin duda soy mucho mejor para valer madre- digo ───al darse cuenta del aura amenazante del albino empezó a tener más por su vida, solo empeoró cuando el pilar comenzó a caminar a su aparente dirección─── t-también soy suicida y-y ¡No me mates! ───puso sus manos cubriendo su cara pero el Pilar solo pasó por su lado ignorandola por completo

   Al no sentir ninguna puñalada bajó sus brazos lentamente y suspiró de alivio al darse cuenta que sobrevivió al pilar más aterrador de todos los tiempos, ¿eso significa que le había agradado al famoso pilar del viento? (Definitivamente no) inhaló profundamente y empezó a caminar por detrás de el ahora con más confianza.

   Se dió cuenta de que Sanemi tenía una postura y forma de caminar un poco intimidante, todo lo contrario a la postura de ella así que sin pensarlo mucho trató de imitar su estilo, alzando la cabeza con una sonrisa arrogante y ampliando su pecho posicionando sus hombros hacia atrás y colocando sus manos en la cadera.

───¿Qué se supone que haces? ───su superior la miraba como el bicho raro que es

───¡Nada! ───regresó a su antigua postura nerviosamente

───Rarita ───murmuró y rompió el contacto visual───. Éste pueblo ha estado intranquilo, dicen que se escuchan ruidos por debajo del suelo. Hoy en la noche los atacaremos ───contó el """plan"""

───¿Así como si nada? ¿Qué hay de las desapariciones? ───preguntó con curiosidad

───Estoy seguro que están muertos, hace dos días encontraron las ropas con las que se les vió por última vez, amontonada cerca de un pozo ───respondió

───E-Entiendo, y... ¿Creé que se trate de una Luna inferior? ───cuestionó con un poco más de seriedad───. Tengo entendido que fueron veinte personas las que desaparecieron.

───Puede ser, no por algo me asignaron está misión ───esto hizo que Tsukiko tragara saliva

───Oh, okey...

   Y fue así como un silencio incómodo   abundó en el lugar mientras recorrían los alrededores, observando cualquier indicio de que había movimiento de un devorador de humanos.

   Y claro, no faltaban los pensamientos super positivos de Tsukiko deseando con todo su ser morirse en esa misión.





───¡Cuidado! ───el repentino grito de Sanemi la hizo desviar su atención a un ataque que por suerte pudo esquivar

   La misión estaba siendo un éxito, lograron acceder al escondite de los demonios el cual era subterráneo, como si fuera un tipo de cueva.

───¡Mierda! ───Tsukiko miró como a Sanemi se le escapaba un demonio, después de pensarlo un poco y darse cuenta que estaban a nada de terminar con toda la manada decidió gritarle───¡Ve por él, yo me encargo de estos! ───sonrió con confianza

   Sanemi hizo un movimiento con la cabeza, Tsukiko salió en busca de ese demonio el cual a duras penas había podido sobrevivir aunque no por mucho, Tsukiko cortó con más rapidez y agilidad los cuellos de aquellos seres. Aunque estaba cansada pudo dar el corte final a una demonio quien empezó a insultarla.

   Claramente no le dió la más mínima importancia y simplemente se dedicó a salir  de ese gran hoyo de tierra ensuciando su Haori en el proceso, finalmente pudo asomar su cabeza mirando a todos lados esperando toparse con su compañero pero todo estaba silencioso, sin esperar a más salió completamente de ahí sacudiendo sus ropas.

   Suspiró de cansancio limpiando su frente llena de sudor, guardó su katana en su respectiva funda y miró el cielo, aún faltaba un poco de tiempo para que amaneciera así que estaba dispuesta a regresar a su finca lo más rápido posible o en todo caso, reservar alguna habitación de ese pueblo aunque realmente era poco probable que le abrieran la puerta a esa hora.

───¿Terminaste con los demonios? ───la voz de Sanemi la asustó lo suficiente para lanzarle su katana, la cual por pura suerte se clavó en el árbol que estaba justo unos centímetros al lado de él───. ¡¿Qué mierda?! ───se alejó del arma

───¡Shinazugawa! ¡Perdón! ───se disculpó al instante corriendo a su dirección───. ¿Le hice daño? ───empezó a mirarlo de todos los ángulos posibles

───No, ten más cuidado o algún día matarás a alguien, idiota ───solo pasó a su lado tratando de olvidar que un rango más bajo que el estuvo por matarlo

───¡Lo que usted diga! ───respondió al instante, tratando de sacar su katana del árbol

   Sin embargo y para su sorpresa el arma estaba más enterrada de lo que parecía, siguió jaloneando para que ésta misma pudiera liberarse.

   Fue hasta unos intentos más en los que por fin había podido dejar libre su arma, suspiró con cansancio empezando a tomar camino rumbo a su finca, ni siquiera guardó su Katana, la iba arrastrando por e suelo mientras caminaba con la espalda jorobada.

   Iba perdida en sus pensamientos, el viento movía sus cabellos sueltos en un vaivén mientras escuchaba algunos grillos hacer su característico sonido. No había otra cosa en su Mente que no fuera aquellos recuerdos de esa noche sangrienta en la que encontró a su familia muerta, a pesar de haber pasado hace pocos años los traumas siempre la perseguirán por el resto de su vida. Y eso era algo que a ella no le agradaba en lo absoluto, esa noche gritó hasta que sus cuerdas vocales casi se rompieron, lloró hasta que sus párpados estaban tan hinchados que apenas se podían ver sus ojos, se lamentó tanto que, estuvo por matarse.

   Nunca, jamás olvidaría la sensación de tener el cuerpo sin vida de un familiar en sus brazos, esos recuerdos estarán presentes con ella hasta que su corazón deje de latir. Y ella odiaba eso, porque a pesar de seguir viva y parecer que había superado sus pérdidas, nunca siguió adelante.

   Por mucho tiempo de creyó culpable, se lesionó a si misma en algunas ocasiones, una vez trato directamente matarse, y por su triste cobardía siempre terminaba luchando por vivir.

   Porque, ella quería vivir, pero no esa vida que le tocó.




Estaba lloviendo, y kokushibo estaba debajo de un árbol con una vena resaltando su cuello. Llevaba tres horas esperando el momento perfecto para cazar a la cazadora.

Pero ahí estaba, como perro bajo la lluvia.

Definitivamente le daría satisfacción ver cómo la cazadora moría por todo lo que le hizo pasar.





























Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro