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CAPÍTULO 7: OSCURIDAD

No podía creer lo que mis oídos habían escuchado, Mew no podía estarme haciendo esto, tenía que arreglar esta situación cuánto antes. No podía permitir que eso se supiera ante los medios y mi único hijo fuera la desgracia y vergüenza de nuestra familia. No puedo permitir que mi esposo se entere de esto, tengo que solucionarlo por mi propia cuenta.

Al finalizar la llamada salí de mi oficina vuelta una furia. Mi esposo y yo llevábamos varios meses en Italia debido a negocios. Cerraríamos un trato con unos inversionistas Italianos, Eidrien ha pasado sumamente estresado, al igual que yo. No entiendo por qué Mew actúa de esa forma, ya no es un niño de dos años que no sabe lo que hace, tiene veintitres años ya y tendría que tener muy presente siempre que es el único heredero de este imperio.

Claramente no podía dejarme llevar solamente por las palabras de una persona que ni siquiera conozco, puede que únicamente busquen difamar el nombre de mi hijo y vayan tras la ruina de MSJ Entertaiment”. Pues somos la mejor empresa de toda Tailandia, tenemos contratos en Suiza, Francia, Corea del Sur y ahora en Italia. Nuestros aprendices siempre terminan siendo grandes idols, los mejores cantantes de Tailandia, nuestra empresa se expandió aún más cuando Eidrien decidió comenzar a patrocinar a aprendices extranjeros también.

Me sentía tan indignada por la situación, si Eidrien se daba cuenta de la situación de Mew se volvería loco, por lo tanto tenía que arreglarlo cuánto antes. Recordé que el mejor guardaespaldas que hemos tenido, aún estaba en Tailandia, y para mi fortuna, en Bangkok. Aunque Eidrien lo despidió hace años, yo continué teniendo comunicación con él. Sin pensarlo más saqué mi teléfono y le llamé.

Señora Supassit, ¿qué se le ofrece?

—Maxiin, quiero que investigues algo relacionado con mi hijo, por el momento no puedo regresar de inmediato y tratar la situación por mí misma. Vigilalo a diario, debes informarme qué hace, con quién pasa la mayor parte de su tiempo, y también qué lugares frecuenta.

—Así lo haré, señora, ¿usted cuándo vuelve?

—Si todo sale bien podré volver la siguiente semana.

—De acuerdo, señora. Cuente conmigo.—Finalicé la llamada, depositando todas mis esperanzas en que Maxiin me ayudaría a comprobar lo que me fue informado anteriormente.

Si bien no tan liberada de mi estrés, regresé a la oficina. Tuve que fingir alivio al ver a mi amado esposo esperándome sentado en el sofá de dos piezas, mirando directamente por el gran ventanal de tres metros que tenía frente a mi oficina. Giró un poco su rostro para percatarse de que era yo quien iba llegando.

—¡Eidrien! —exclamé sorprendida, terminé por llegar hacia él y comenzar a darle un rico masaje en sus hombros. —¿Qué tanto piensas, cielo?

—En mi hijo —Soltó un suave suspiro.

Nuestro hijo, querido. —Le recordé, haciendo énfasis en la primera palabra.

—Sabes que lo amo, ¿verdad Linda? —Me miró fijamente durante unos segundos.

—Lo sé, cariño, ¿pero a qué se debe tu actuar? —cuestioné dudosa.

—Últimamente siento que abandonamos mucho a Mew, Linda. — Se giró hacia mí —No recuerdo cuándo fué la última vez que me tomé el tiempo de jugar con él, de escuchar sobre sus gustos.

Cuando lo escuché decir "gustos" a mi mente de inmediato regresaron las palabras de aquel desconocido:

“—Su hijo es gay, está saliendo con un chico desde hace aproximadamente dos años.”

En ese momento quise poder decirle a Eidrien lo que estaba ocurriendo, pero primero quería confirmarlo antes de crear un alboroto y poner en riesgo la reputación del imperio que tanto trabajo le había costado a mi esposo construir.

—Él lo entiende, Eidrien. —Intenté consolarlo.

—Eso espero, Linda —respondió deprimido —. Mew es mi adoración, mi vida... todo lo que hago es por su bien. Cuando me toque partir de este mundo quiero dejarle la vida resuelta a mi pequeño, y es por eso que me mato en vida manteniendo firme este imperio para que cuando se llegue el día en que mi pequeño venga y lo reclame, esté todo en perfecta orden para él. —Suspiró ilusionado.

—Tu pequeño ya tiene veintitres años, cielo. —Besé su mejilla. —Por cierto, es uno de los solteros más codiciados de Tailandia.

—¿Soltero? —preguntó incrédulo, soltando una pequeña risa —. Cariño, ¿acaso crees que Mew esté soltero? Mi muchacho es un chico muy apuesto, no en vano es mi hijo. — Sonrió orgulloso.

—Es nuestro hijo, y pues sí, sí creo que sea soltero. Obviamente no descarto que ha de dormir con alguna que otra chica, pero ya sabes, placeres fugaces. —Enarqué una ceja y me encogí de hombros —Es momento de pensar en su futuro, tú quieres nietos, hay que arreglarle un matrimonio. —Sugerí directamente.

—Sí quiero nietos, pero solamente si Mew quiere dármelos, no lo obligaré a nada, ya mucho lo he hecho sufrir con nuestra ausencia como para obligarlo a casarse con quien no quiere, cielo. A diario patrocino la carrera de otros chicos como cantantes, mientras que mi hijo amando la música más que a nada en este mundo, está estudiando economía simplemente para tomar el mando de mi compañía. Fantaseo con mi Mew como CEO de MSJ Entertaiment, y por ello lucho —respondió con seriedad.

—¿Y si no lo casamos con alguien a quien no quiera? —Continué intentando.

—¿A qué te refieres? —preguntó con intriga.

—¿Recuerdas a Charyung?

—La chica que frecuentaba nuestra casa hace algunos años —respondió seguro.

—Esa misma, Eidrien. Mew estaba perdidamente enamorado de ella, pero no formalizaron su relación debido a que ella se fue de Bangkok.

—Linda, eso fué hace años, es imposible que Mew aún mantenga sus sentimientos por esa chica. Además, ella realmente nunca me agradó —dijo, con molestia.

—¡Aún la ama, Eidrien! Yo lo sé.

— ¿Ah sí? ¿Y cómo lo sabes entonces?

—Por que Charyung me contactó hace unos días, me dijo que la ayudara a recuperarlo, me explicó que tuvo que irse de Bangkok el mismo día que Mew le confesó sus sentimientos y que--

—¡¡Ya basta!! —gritó molesto. —¿Acaso no recuerdas lo deprimido que estuvo Mew por esa chica? Tardó meses en reponerse y volver a estar bien, ni loco dejaré que Mew esté con ella. Además, ¿por qué le crees así de fácil a esa chica? Primero pregúntale a tu hijo qué es lo que quiere. —Reprendió furioso, pero no iba a dejarme, yo tenía que arreglar esto.

—¡Por supuesto lo recuerdo! ¡Fuí yo quien estuvo con él, fuí yo quien lo consoló mientras tú estabas todo el tiempo en el extranjero! Soy yo quien conoce a la perfección los sentimientos de mi hijo, por lo tanto, déjame arreglar su compromiso con Charyung. —Bajé un tanto el tono de mi voz, pues sabía que había sido suficiente con sacarle en cara que él nunca estuvo para Mew.

—Haz lo que quieras, Linda —espetó furioso y salió de la oficina dando un portazo, dejándome con una victoria a medias.

Charyung regresaría a Bangkok la próxima semana al igual que yo, y entonces la ayudaría a recuperar a mi hijo. Sabía que la chica me había dado mentiras pensando que ingenuamente las creería, pero prefería verlo con ella que verlo con alguien de su mismo sexo, no estaba dispuesta a soportar tal aberración.












[Pov: Mew]

Estaba consumido por mis nervios, éste día iniciaremos las prácticas Gulf y yo, por más que intentamos quedar en la misma compañía no pudimos. Pero nos reuniríamos en el jardín de la universidad unos minutos antes de salir todos a nuestros respectivos lugares. Necesitaba tanto poder ver a mi pelinegro para que me diera la tranquilidad y seguridad que tanta falta me hacía.

Salí de mi casa muy temprano y pasé por casa de Gulf, me sorprendió ver a  Yiwha ahí, dijo que Gulf ya no estaba, seguí conduciendo hasta llegar al campo de la universidad en donde divisé a Thorn junto con Mild y a un costado se encontraba mi chico, al verme salió corriendo hacia mí y me dió un pequeño beso en los labios, yo felizmente lo tomé de la cintura. Lucía tan hermoso como siempre.

—Mew, amigo, déjame decirte que tenemos la fortuna de estar en la misma empresa —dijo Thorn, estrechando su mano con la mía.

—Eso me tiene muy feliz, — Interrumpió Gulf, sin dejarme responder —tú podrás cuidarlo de que no vea a nadie.

—Cariño, yo jamás vería a alguien que no fueras tú. —Lo besé —Mi única adicción eres tú. —Volví a besarlo.

—Eso espero, amor —respondió, feliz y emocionado —. Dile a todos que te pueden ver, pero no tocar. —Dió un suave apretón en mi trasero, causando que yo respingara en mi lugar.

—¡Ok, ok, ok — Nos interrumpió Mild —Mew, tú debes cuidar de que Thorn no vea a nadie más, ¿ok? Si lo haces cuidaré que Gulf te sea fiel. —Sonrió.

—¿Tú y él harán sus prácticas juntos? —cuestioné emocionado.

—Así mismo, lo logré a último minuto —Rió de manera dramática, algo bastante característico de Mild. Me lancé a él y lo abracé de la emoción de saber que mi Gulf no estaría solo.

—No entiendo la insistencia de estos amigos de ser tan inseguros —comentó Thorn, rodeando mis hombros con su brazo.

—Ya basta, —intervino Gulf, separándome de Mild y abrazándome —Es tarde y ya debemos irnos.

—Antes que nada, hay que capturar el momento —dijo Mild —. Tomemos una foto. —Sacó su teléfono y se lo dió a Yhiwa, quien afortunadamente iba llegando en ese preciso momento.

Todos nos abrazamos en línea y sonreímos. Realmente me sentía muy feliz, mi vida había tomado sentido desde que Gulf llegó. Luego de tomarnos la foto, Yhiwa le entregó el teléfono a Mild y todos nos acercamos a él para ver el resultado.

—¡Aaaw, mis chicos se ven sumamente guapos! —dijo, Yhiwa haciendo su cara tierna.

Seguidamente abrazó a Gulf y luego a mí. Se despidió de Thorn y Mild y se retiró con Cho, quien había llegado a esperarla para entrar juntos.

Me despedí de Gulf con un beso y con Thorn nos dirigimos hacia el parqueo. De pronto sentí una extraña sensación, como si alguien me estuviera vigilando.

—¿Qué ocurre, Mew? ¿Todo bien? —preguntó Thorn.

—Ehm... si.. —respondí, no tan seguro de ello.

Llegamos a la empresa en la que realizaríamos nuestras prácticas, me reconocieron de inmediato ya que toda Tailandia conocía el nombre y puesto de mi padre, ser hijo de Eidrien Suppasit no me hacía pasar desapercibido, pero al menos me alegraba haber conseguido mis prácticas en ese lugar por mis propios méritos. Por suerte a mí me tocó en el departamento de economía y a Thorn le tocó en el departamento de distribución.

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[Pov: Gulf]

Sentía las horas eternas a pesar de que mi labor no era pesada pues me permitieron hacer mis prácticas en archivos, mientras que a Mild lo asignaron para tareas diversas. El reloj marcó las doce del mediodía y no era solamente hora de almuerzo sino que también de salida, nuestras prácticas al principio serían solamente de medio tiempo y un mes después serían las doce horas, cinco días a la semana.

Mild estaba cumpliendo su último recado, por lo cual decidí salir y esperarlo frente a la empresa, de pronto divisé como un auto blanco parecido al de Mew se acercaba a mí, en ningún momento pensé que fuese Mew ya que su auto brilla mucho más bonito y lo reconozco dónde sea. Creí que solamente estaba imaginando que se dirigía hacia mí, así que desvié mi mirada hacia otro lugar.

De pronto una figura masculina se bajó de ese auto, al principio no pude diferenciarlo de inmediato, no fue hasta que se acercó a mí y me habló, ahí supe quien era. Conocía esa voz, esa voz chillona que me provocaba rabia y ganas de partirle su cara bonita.

—Cuanto tiempo, Gulf... —dijo, de manera sarcástica.

—Kao —respondí pedante, y elevé mi rostro para poder verlo a los ojos —. ¿Qué estás haciendo aquí? — No pude ocultar la molestia y disgusto que sentía.

—Que amable eres, Gulf. —Rió con autosuficiencia y altanería. —Digamos que regresé por lo que es mío. —Encogió sus hombros. —Pero tú me lo quitaste. —Lo miré sorprendido y confundido. —No te hagas, Gulf, sabes que me refiero a Mew. —Su semblante volvió a ser uno molesto, al escucharlo apreté mis puños lleno de rabia, se refería a Mew como si fuese un objeto y eso me enfurecía

—Escucha, imbécil, Mew no es un objeto, mucho menos alguien a quien puedes desechar y luego querer tomar nuevamente como si nada —espeté furioso. —¿Que no te habías ido? ¿Por qué mierdas volviste?

—Tal parece que mi presencia te sorprende, eso quiere decir que Mew ni siquiera te dijo que yo regresé hace unos días y estuve en su casa... ¿o me equivocó? — Su tosquedad y prepotencia no podían hacer más que incrementar mi molestia. Al escucharlo decir eso sentí mi rabia crecer, pero no cedería ante las provocaciones de este idiota. Si Mew no lo había mencionado era por algo, ¿cierto?

—Me lo dijo, — Noté como mis palabras lograron descolocarlo —¿acaso crees que mi novio no me cuenta todo? Por algo llevamos casi dos años de relación, Kao. Yo SÍ lo valoré, cuando tú simplemente lo dejaste sin siquiera luchar por él —dije, molesto, sentía que si pasaba un momento más con este imbécil le partiría la cara. 

—Da igual, Gulf. —Rodó sus ojos —Lo único que sé es que si Mew no está conmigo, tampoco estará contigo.

—¿Y que harás? — Le pregunté furioso. —¿Acaso esperas que me asuste y te suplique? No me hagas reír.

—¿Yo? Pufff — Se encogió de hombros y llevó sus manos a sus bolsillos —Yo no haré nada, pero alguien más sí. —En ese momento miro en dirección al auto que continuaba estacionado frente a nosotros.

De pronto ví una figura femenina salir de ahí. Una chica que parecía estar entre sus diecinueve o veinte, cabello lacio y negro que le llegaba hasta sus hombros, piel blanca pero no al exceso, su altura era como de 1.70 cm. Al terminar de salir del auto se dirigió a nosotros e instantáneamente me miró fijamente, estudiándome detenidamente de pies a cabeza. Alzó una ceja y sonrió altaneramente.

[Les presento a Charyung Chantara]

—¿Es él? —Le preguntó a Kao, quien solamente asintió con una sonrisa de lado.

—Así que eres tú. —Me dijo, burlonamente. —No creo que seas lo suficiente para competir conmigo. —Rió autosuficiente.

—¡JA! Competir, ¿dices? ¿Por qué me rebajaría a un nivel tan vil como para competir contra alguien como tú? —respondí molesto, aunque no entendía nada. Si bien ni siquiera conocía a la chica, se empeñaba en ser un mal sabor de boca.

—Verás, Gulf... —Cruzó sus brazos a la altura de su pecho —mi nombre es Charyung Chantara, y soy el primer amor de Mew. — El tono de su voz era orgulloso y tajante.

—¡Aaaah! — La miré de abajo hacia arriba, estudiando cada detalle de su aspecto. —Así que eres tú la sinvergüenza interesada que rechazó a Mew, eh. —Sonreí ladinamente —¡Vaya! ¡Vaya!, entonces estás en el mismo nivel de estupidez que éste idiota. —Miré a Kao.

La expresión en el rostro de la chica era épica, y combinándola con la de Kao, lo era aún más, hubiese querido poder fotografiarlas. De pronto cuando la chica tuvo la intención de responderme, se acercó Mild a nosotros y juro que nunca en la vida lo había visto tan serio.

—¿Qué ocurre?

—Solamente un par de estúpidos —respondí, riendo. —Escucha, Charbiun o como rayos te llames--

—¡CHARYUNG! —dijo ella, frunciendo su ceño y golpeando el suelo con su pie.

—Me importa una mierda, —Crucé mis brazos —quiero que sepas que el hecho de que seas mujer no me detendrá para decirte tus verdades, y sobre todo para proteger a mi hombre. Haciendo incapié en que Mew estaba conmigo.

—Maldito seas —Bufó, pero de pronto el semblante de ambos cambió inmediatamente.

Kao y Charyung se quedaron viendo fijamente en dirección a mi lado derecho, siguiendo su mirada pude darme cuenta que a lo lejos se acercaba Mew. Seguramente estaba viviendo por mí para volver juntos a la universidad, así que aproveché esta oportunidad para restregarles su miseria en la cara.

—¿Lo ves? —Sonreí triunfante —Mi novio ha venido por mí para irnos juntos a la universidad y luego a su casa, como siempre lo hacemos. —Arqueé una ceja y sonreí victorioso.

Ella solo me miró como si quisiese matarme, pero mantuvo su cara de niña buena hasta que Mew llegó, lo cual me llevó a un nivel de celos extremo. A unos pasos de que Mew se acercara a mí, esta chica se lanzó a sus brazos sujetándose fuertemente de la cintura de Mew, la hubiese agarrado de sus cabellos de no haber sido porque Mew la soltó bruscamente al instante.

—¿Charyung? ¿Que haces aquí?  —cuestionó sorprendido, realmente me sentía asustado de pensar de qué forma reaccionaría Mew al ver a la chica que años atrás le destrozó el corazón y lo hizo no querer  enamorarse nunca más. Me concentré muy bien en sus ojos, pero estos parecían simplemente reflejar asombro.

—¡Volví, Mew!, estoy aquí para que estemos juntos, yo sé que aún me amas. —Finalizó, con voz lastimera y tomando las manos de Mew entre las suyas.

Mew miró hacia el cielo y seguidamente pataleó como un niño pequeño en pleno berrinche. Aunque me pareció extraño, no pude evitar reír.

—¡Aish! ¿También tú? —Cruzó sus ojos. De pronto caminó hacia mí, me tomó de la cintura y me besó suavemente. —Yo no necesito que nadie venga por mí, yo estoy tomado y completamente enamorado. —Sonrió y me miró fijamente. Amé tanto ese momento, ni siquiera perdí mi tiempo en las reacciones de Charyung y Kao, solo me perdí en los intensos ojos de mi castaño. —No necesito nada más, así que pueden irse... y de tí... —Volvió a ver a Kao —me decepciona, en serio, Kao.

—¡Eres un idiota, Suppasit! —gritó Charyung —¡Éste estúpido no se compara conmigo! —Comenzó a burlarse de mí, le hubiese respondido de no haber sido porque Mew respondió antes.

—¡¡A GULF NO LO INSULTAS!! —Nunca antes lo había visto así de molesto. —Y claro que no se compara contigo, por supuesto que no, porque tú no le llegas ni a los talones, ingenua. —Me tomó de la mano y salimos de ahí como si la presencia de ambos fuera inexistente. Mild y Thorn venían junto con nosotros.








Ya había transcurrido una semana desde nuestro encuentro con esa chica, Mew me habló acerca de Kao y que no me lo dijo porque fué el día que le dí la sorpresa y temía arruinarla, la verdad lo comprendí y no me molesté.

Ya llevábamos una semana en nuestras prácticas y milagrosamente nos veíamos más que antes ya que Mew y Thorn siempre pasaban por Mild y por mí para ir a almorzar y luego volver todos juntos a la universidad.

Era sábado por la mañana, eran  exactamente las once de la mañana y quería llegar a casa de Mew para darle una sorpresa. Quería pasar junto a él mi fin de semana así que me preparé rápidamente y tomé un taxi, definitivamente cuando trabaje mi primer sueldo lo usaré todo para comprar un auto, lo necesito.

Gracias a que no había demasiado tráfico, al cabo de unos minutos ya había llegado a casa de Mew. Toqué una vez, dos veces, pero parecía que no había nadie ya que todo estaba en un completo silencio. De pronto escuché el sonido de un auto, me giré para ver y efectivamente era el auto de Mew, le regalé una amplia y alegre sonrisa, la cual él gustosamente correspondió. De inmediato bajó del auto y se acercó a mí, me tomó de la cintura y me besó suavemente, sabía que le había tomado por sorpresa encontrarme aquí. No podía estar más que feliz.

Pero bien dicen que nada dura para siempre, y la felicidad no es la excepción.

Una desconocida voz que llamaba histéricamente el nombre de Mew, nos interrumpió. Ambos nos giramos para identificar al portador de esa voz, era una mujer que se encontraba entre sus cuarenta o cuarenta y cinco años, cabello castaño, piel blanca, estatura de al menos 1.75, tenía un singular parecido a Mew, por lo cual imaginé que podría ser algún familiar lejano, o al menos eso creí hasta que las palabras de Mew me sacaron de mi ignorancia.

—¿Ma-m-mamá!? —titubeó, con voz temblorosa y entrecortada.

Aquella mujer de aspecto amenazante y bastante intimidante, se acercó a Mew y lo abofeteó de un momento a otro. Yo no lo podía creer. Sujeté más fuerte el agarre de Mew y la miré molesto, ella únicamente me lanzó una mirada incineradora y se giró de nuevo a su hijo para darle otra bofetada.

Mew no decía nada y simplemente recibía los golpes de esa mujer y así mismo sus insultos. Podía sentir como el cuerpo de Mew temblaba, pero no encontraba qué más hacer, simplemente presioné más su mano con la mía, dándole a entender que no lo soltaría sin importar nada. Al momento en que noté en la femenina mirada que tenía la intención de darle otra bofetada a Mew, interferí poniéndome en frente suyo y de esa manera fuí yo quien terminó por recibir la bofetada esta vez.

—¡YA BASTA! —grité, aún asustado y aterrorizado, Mew rápidamente me tomó y acarició suavemente mi mejilla.

—¡¿PERO QUÉ TE PASA, MAMÁ?! —habló por fin.

—¡¡¿QUE TE PASA A TÍ?!! —gritó ella en reproche. —¿POR QUÉ, MEW? ¿POR QUÉ NOS AVERGÜENZAS ASÍ? —espetó furiosa.

—¿Avergonzarte? —replicó Mew.

—¡¡ASÍ ES!! —Volvió a gritar —Al principio no quise creerle al chico que me lo dijo, PERO VUELVO Y TE ENCUENTRO BESÁNDOTE... CON UN... CON UN CHICO!! —Elevó aún más su voz.

A este punto los vecinos observaban el espectáculo, en ese momento solamente quería sacar a Mew de ahí, ni siquiera me preocupaba que alguien filmara y le mostrara el vídeo a mi padre, solo quería proteger a Mew e irnos de este lugar.

—Señora, por favor cálmese —traté de mediar, pero la mujer simplemente me miró más furiosa, como si yo fuera su peor enemigo en este momento.

—Ya basta, mamá —habló Mew —. No tengo nada de qué avergonzarme, ¿si? Por favor, entremos y hablemos tranquilamente —Sugirió, con voz suplicante y ojos cristalinos.

—QUE NO TE AVERGÜENZAS, ¿DICES? ERES UN MALDITO MARICA, ¡¡¿Y NO TE AVERGÜENZAS?!!

—¡¡SEÑORA!! —Interrumpí furioso.

Si bien Mew debía guardarle respeto porque era su madre, yo no podía permitir que lo tratara de esa forma. Sé que debo guardarle respeto porque es mayor que yo, pero, respeto quiere respeto, y ella no nos lo estaba dando, me importaba poco si me humillaba como se le antojase, pero no dejaría que insultara a Mew, a su hijo. Me sentiría del diablo cuando todo esto acabara pues siempre he respetado a mis mayores, pero al diablo, en este momento solamente me importaba Mew.

—C-cálmate, Gulf. N-no tiene caso —dijo, con voz temblorosa —. Está bien, mamá, soy un marica si eso quieres, pero por favor entremos. Entiende que estás haciendo un escándalo y esto puede afectar a padre y a la compañía, por favor. —Ver a Mew suplicar me partía el corazón.

—¡¡¿AHORA SÍ PIENSAS EN TU PADRE?!! ¿POR QUÉ NO PENSASTE EN ÉL, EN NOSOTROS, ANTES DE RELACIONARTE CON SEMEJANTE PORQUERÍA? —Me señaló.

—¡¡YA, MAMÁ!! —gritó Mew —ESO SÍ NO TE LO PERMITO. RESPÉTALO, NO LO INSULTES, ES EL HOMBRE AL QUE AMO, Y ESO NI TÚ NI NADIE PODRÁN CAMBIARLO, ¡¡¿ME OÍSTE?!! —Por más furioso que pareciera, las lágrimas no dejaban de rodar por sus mejillas. Sabía que hablarle así a su madre estaba siendo difícil para él. La madre de Mew guardó silencio un momento, pero fue muy fugaz para mi gusto.

—¿Te atreves a gritarme a MÍ, A TU madre, Suppasit, SOLO POR UN CHICO? —Dejó caer unas cuantas lágrimas, muy de cocodrilo en mi opinión.

—Perdóname, mamá —Sollozó, iba a arrodillarse pero yo no sé lo permití. Apreté con más fuerza su agarre y lo apegué a mí, la madre de Mew al ver esto comenzó a golpearlo hasta que finalmente me tomó del brazo y me empujó lejos de su hijo. —¡Gulf! ¿E-estás bien, cariño? —Asustado corrió hacia mí rápidamente, acariciaba mi rostro y buscaba que no tuviera algún golpe o herida. —Lo siento, lo siento tanto, amor, perdóname —susurraba, recostando su frente en la mía y acunando mi rostro con sus manos.

—¡¡DEJALO!! ALÉJATE DE MI HIJO —gritó, cuando se dió cuenta de como me aferraba a Mew. Intenté, juro que intenté mucho el contener mis lágrimas, pero ya no pude más y estas comenzaron a bajar unas tras otras por mis mejillas.

¿Qué habíamos hecho mal para que esto nos pasara? Hace tan solo un momento todo estaba bien, ¿qué fue lo que sucedió? ¿Tan desagradable era que nos amaramos? ¿Por qué las personas son tan crueles? ¿En verdad merecemos este trato?

Ver a Mew devastado, me dolía, me rompía el alma que fuera su madre quien lo estaba tratando de esta forma, humillandolo delante de todos. Si yo me sentía tan mal y ni siquiera la conocía, ahora de tan solo imaginar cómo se sentía Mew, me lastimaba aún más.

—¡YA BASTA, MAMÁ! ¡BASTA! —La detuvo, con voz firme. —Gulf...—Rápidamente lo miré, —sube al auto. —Limpió suavemente mis lágrimas y besó delicadamente mis labios, provocando que su madre gritara con más rabia.

—¿QUÉ HACES? —gritó —¡¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO?!

—Bien, mamá, es sencillo: si tú no quieres hablar, está bien, no hablemos. Pero no pienso seguir montando un show aquí. No seré comida de todos esos buitres que quieren ver caer a mi padre. Hablaremos cuando te calmes. —Dando la vuelta volvió al auto. Cerró la puerta y subió el parabrisas, el cual ahogó un poco los gritos de su madre. Su mirada, su semblante en general era tan lamentable, yo continuaba llorando, aún estaba asustado. —Perdón, cariño, perdóname —decía, mientras lloraba y escondía su rostro en mi cuello, era capaz de sentir sus lágrimas caer.

—No hay nada que perdonarte, amor —respondí apenas, forzando a mis palabras a salir —. Tranquilo, ¿sí? —Besé fugazmente sus labios —Tomemos un taxi, Mew, tengo miedo de que no estés en condiciones de manejar. —Sugerí preocupado.

—N-no te preocupes, cariño. —Encendió el auto y arrancó, por el retrovisor pude observar cómo su madre ingresaba al mismo auto en el que llegó y comenzaba a seguirnos. Tragué grueso y sentí como mi corazón volvió a latir acelerado.

—C-cariño... nos está siguiendo —Lo miré asustado.

—Tranquilo, Gulf. Está bien, estará bien. —Sollozó.

Mew subió la velocidad y aceleró para poder tomar ventaja, pero quien fuera que conducía el otro auto parecía ser mejor pues rápidamente se acercaron a nosotros. Por más que tratamos de alejarnos y perdernos entre los demás autos, la madre de Mew lograba alcanzarnos. Luego de varios minutos me percaté de que nos estábamos aproximando a una cruz calle, a lo lejos pude observar el semáforo, y todavía ambos carros iban juntos.

De pronto el auto de la madre de Mew frenó derrapando sus llantas en el asfalto, lo cual nos distrajo de inmediato, al mismo tiempo la escuchamos gritar el nombre de su hijo de forma despavorida, al mirar al frente ambos nos percatamos que en ese tramo de milisegundos un auto sin control venía a chocar contra nosotros, por suerte Mew fué más rápido y lo evadió con una ágil maniobra. Logramos estabilizarnos quedando nuestro auto horizontalmente en el centro de las cuatro vías.

Mi cuello dolía un poco debido al impulso y el brusco movimiento al momento de evadir el auto con el que estuvimos a punto de chocar. Preocupado, giré mi rostro en dirección a Mew, pero al contrario de lo que esperé a ver en su rostro, había una sonrisa... tan solo eso.

Mew me sonreía, esa sonrisa tan bella, tan perfecta, la muy tierna expresión en su rostro, sublime y tranquila, pero había algo que no encajaba... sus ojos, sus ojos parecían estarse despidiendo de mí, lo cual me inquietó de inmediato... y fué entonces cuando me dí cuenta, fue ahí cuando me percaté de lo que en realidad ocurría.

Al fondo del parabrisas de Mew pude ver como una rastra venía a impactarse contra nosotros justamente del lado del asiento del conductor. Debido a su máxima velocidad y a la proximidad que tenía con nuestro auto, era imposible siquiera pensar en evadirla.

Mew me miró y sonrió... sonrió por última vez.


El impacto fué tan estruendoso y fuerte, sentí el peso de la bolsa de aire sostenerme y apaciguar los golpes en mi cabeza y hombros. Mi rostro estaba ileso, a lo mejor tan solo tenía moretones, pero mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho. Aún en medio del choque giré mi rostro hacia Mew y pude observar cómo éste con sus pocas fuerzas sostenía la bolsa de aire para que no dejara de protegerme. Lloré y grité como un loco, sintiendo la impotencia martillar cada parte de mi pecho. Mew, mi amado Mew buscó protegerme sin importar que él había llevado el impacto directo por el lado en el que fue el choque.

Sentía mis latidos extremadamente erráticos y mi cuerpo dolía como nunca. La rastra nos había movido a una cierta distancia, unas tres o cuatro cuadras por lo mucho. A duras penas recuperé mi aliento y retiré la bolsa de aire, quería encontrar a Mew. La angustia y desesperación me estaban matando. Yo no podía perder a Mew, no así, NO ASÍ. Mirando hacia atrás de mí pude ver el parabrisas roto, sentí como todo mi cuerpo entraba en pánico y un temor enorme se apoderaba de mí.

—¿M-Mew?... ¿MEW? MEW... ¿DÓNDE ESTÁS? —comencé a gritar desconsoladamente, mientras me arrastraba para salir del auto.

Sentí mi corazón detenerse cuando por fin divisé la figura de mi amado, tirada a unos cuantos metros de mí. Había salido volando por el cristal, yo solo podía pensar en que él llevó el peor impacto y que las posibilidades de no sobrevivir a eso eran infinitas. Mis lágrimas continuaron incesantes en mi rostro.

¿Está muerto? Fue lo que me pregunté. “N-NO. ¡NO! NO PUEDE ESTAR MUERTO, gritaba en mis adentros.

—A-ay-yud-da.... p-por favor... —titubee a duras penas.

Obligué a mis piernas a caminar, sintiendo inmediatamente un horrible dolor en una de ellas. El dolor era tormentoso, tanto así que me obligó a caer al instante al suelo, golpeando mi espalda y mis codos. Pero no me importó y comencé a arrastrarme hacia donde se encontraba su cuerpo. Sentía como varias partes de mi cuerpo ardían, mi cabeza parecía que iba a explotar, mis ojos ardían tanto como si fuera una tortura mantenerlos abiertos, incluso podía sentir la sangre bajar por mi rostro. También habían moretones que marcaban mis manos y brazos.

——LL-LLAMEN UNA AMBULANCIA —grité lo más histérico que pude, al llegar por fin a su cuerpo. — ¿M-MEW? C-cariño... — Mis lágrimas incontrolables corrían por mis mejillas —d-despierta...  ¡¡DESPIERTA!!... ¡¡POR FAVOR, DESPIERTA!! —Tomé una de sus muñecas y chequé su pulso, estaba muy débil, llevé tres de mis dedos a su cuello y de igual forma su pulso era muy débil. —Ll-llamen una ambulancia... por... por favor... —Continué suplicando, mientras tomaba la mano de Mew entre las mías.

Nadie se acercaba.

Acaricié su rostro manchado en rojo, mi mente me decía que no había sobrevivido, pero todavía estaba vivo, yo sabía que estaba vivo. Mi cielo seguía vivo porque no podría dejarme, no debe dejarme. Lloré aún más al observarlo detenidamente, su cuerpo y su rostro estaban ensangrentados, tenía muchos golpes. Entre ellos una pierna y un brazo rotos, su mano derecha estaba morada desde el codo hasta su muñeca, su rostro estaba herido casi todo debido a los cristales del auto.

—N-no m-me dejes, Mew... por favor, no me dejes. —Jadee de dolor, entre llanto y agonía —Sigue luchando, amor... sigue luchando conmigo, por favor... no me dejes... te lo suplico. — Fué lo último que dije, antes de que todo se volviera oscuridad.

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Desperté sudando frío y con los latidos de mi corazón acelerados, por alguna razón tenía mi pierna derecha enyesada y estaba recibiendo suero intravenoso. Aún parpadeando y acostumbrando mis ojos a la intensidad de la luz del día, miré a mi alrededor, estaba entre paredes blancas, pensé que estaba solo, pero a lo lejos divisé una figura familiar.

—¿M-Mild? — Mi voz salió apenas audible, mientras intentaba casi vanamente acomodarme en la cama.

—¡Gulf! Despertaste, amigo. —Corrió hacia mí, tenía sus ojos rojos e hinchados. Yo aún no comprendía nada, no lograba recordar nada.

—¡¿Despertó?! —Escuché la voz de Thorn llenar la habitación, de inmediato se acercó a mí y me abrazó con delicadeza. —Me alegra mucho que estés bien, Gulf. — Acarició mi mejilla.

—G-gracias... pero...  —Confundido, miré a un punto fijo en la habitación. Fue entonces cuando los recuerdos volvieron a mí, la discusión con la madre de Mew, el auto a punto de chocarnos, la rastra que nos impactó, la sonrisa de Mew antes del choque y por último, su cuerpo agonizando en el suelo.

Mis lágrimas empezaron a brotar por inercia, mi corazón otra vez se aceleraba rítmicamente, comencé a llorar sin poder detenerlo y de inmediato tomé con fuerzas las manos de Mild.

—¿DÓNDE ESTÁ? ¿CÓMO ESTA ÉL, MILD? ¡¿DIME DÓNDE ESTÁ?! ¡NECESITO SABER CÓMO ESTÁ MEW! MILD, DÍMELO POR FAVOR — Apretaba con fuerzas sus manos,  mientras que Mild solamente podía llorar. —TENGO QUE ESCUCHARTE DECIR QUE VIVE, POR FAVOR, MILD —Suplicaba entre sollozos.

Mild me miró envuelto en llanto, luego miró a Thorn quien también tenía sus ojos levemente hinchados y rojos, fue él quien me miró y dijo las palabras que detendrían mi vida en ese instante.

—Lo siento mucho, Gulf... Mew está en coma y... el doctor no le da muchas esperanzas de que sobreviva.





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Ahora sí, vengan y lloren conmigo 💔 porque yo me iré a llorar a un rincón.

¿Podrá Mew despertar del coma?
¿Qué pasará con Charyung, Kao y la madre de Mew?
¿Le darán el apoyo a Gulf?

Sigamos leyendo esta interesante historia para descubrirlo.

Me disculpo por la tardanza, realmente siento muchísimo haberme atrasado tanto en actualizar esta historia, pero tuve ciertos inconvenientes.

Por cierto, pueden ir y seguirme en Instagram, como: @jeff_suppasit.

Bueno, pido disculpas por el capítulo tan largo pero es en recompensa por mi tardanza. No olviden que también tenemos cita en The dark and gloomy detective”, se nos pone cada vez más interesante.

Espero les guste el capítulo, no se olviden de comentar y dejar su estrellita, eso me anima mucho.

Sin más que decir, nos leemos a la próxima.

Bye

[Publicado: 25/05/21
Corregido: 11/08/23]

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