
CAPÍTULO 6: SEASON OF YOU
Me quedaba muy claro que el tiempo vuela y muchas cosas ocurren cuando menos te lo imaginas. Mi vida ha marchado muy bien, que digo bien, mi vida ha sido perfecta al lado del hombre que amo.
Llevo un año y medio de relación con Mew, estamos en el segundo ciclo de nuestro cuarto año de la universidad, no podría pedir nada más, desde que Mew llegó a mi vida esta dió un giro de 180°, estoy inmensamente feliz. No es mucho lo que nos falta para culminar nuestras carreras, en seis meses más seremos un gran economista y un gran administrador de empresas. Si bien ninguno está estudiando lo que le gusta, sino lo que fue escogido por nuestros padres, somos felices, pues en el camino hemos aprendido a convivir con nuestras carreras.
Yiwha ya no vivía conmigo, su padre es un gran empresario Francés, quien al darse cuenta de que Yiwha vivía conmigo le compró un apartamento cerca de la universidad. Nos vemos muy seguido, me alegra mucho que ella pueda estar viviendo en Bangkok después de lo de su madre, también me alegra mucho que haya encontrado a alguien que le gusta y así ya no mire a Mew.
Mi rubia favorita lleva alrededor de tres meses cacheteando las banquetas por un chico de su facultad, se llama Cho, eso fue lo que ella dijo. Y al parecer no es tan sociable que digamos, pero, vamos, es Yiwha de quien estamos hablando. Nada se pone en su camino cuando ella se propone algo.
Por otro lado, me alegra muchísimo la felicidad de mi mejor amigo y casi hermano, Mild lleva medio año de relación con P'Thorn.
El chico es primo de Mew, lo conocimos hace un año en la fiesta del cumpleaños de Mew. Mild y Thong crearon una cercanía e intercambiaron miradas desde la primera vez. A los meses se habían vuelto cercanos y pues aquí están, me alegra mucho que Mild por fin se encuentre en una relación estable pues se lo merece, P'Thorn lo trata sumamente bien, algo que por supuesto me alegra.
Estaba muy entusiasmado pues este día planeaba invitar a Mew a quedarse en mi casa, todo el tiempo, o al menos la mayoría de veces, era yo quien me quedaba en la suya ya que él vive solo y mi madre regresó a casa de su viaje a los nueve meses de haberse ido, cuando se suponía que serían solo dos. Quise hablar con ella acerca de mi relación con Mew, lo oculté no porque quisiera sino porque ella nunca me escucha, nunca tiene tiempo para su hijo, único hijo, por cierto. Viajó a Estados Unidos ayer, por unos negocios de mi padre, quien ya lleva un año viviendo allá. Así que aprovechando la situación traería a Mew para que pudiéramos estar juntos en mi casa de nuevo.
Quería que todo saliera bien pues llevamos los últimos seis meses viéndonos solamente una o dos veces en toda la semana, ambos estábamos en la recta final de nuestras carreras. El siguiente semestre iniciaremos prácticas en empresas, ya que nuestras carreras nos exigen dichas prácticas. Estaba tratando de hacer todo lo posible para quedar en la misma empresa que Mew, pero hasta el día de hoy no lo había logrado, Mew tiene muchas ofertas en cualquier empresa, al igual que yo, pero quería estar junto a él.
Siendo sincero, me daba temor que Mew encontrara a alguien mejor, sé que estas inseguridades no tendría que tenerlas, pero últimamente he sufrido mucho por no pasar tiempo como antes con él. Quería que todo saliera perfecto, quería que renovaramos nuestro amor justo antes de iniciar nuestras prácticas, ya que si por el momento solo con la universidad nos costaba pasar tiempo juntos ahora con las prácticas sería mucho más difícil.
──♡
──♡
──♡
[Pov: Mew]
Estaba por salir a casa de Gulf pues quería invitarlo a comer. Sé que llevamos mucho tiempo sin tener citas así como lo hacíamos al principio, realmente no quería que mi chico pensara que ya no lo amaba como antes, porque no es así. Amo a Gulf con cada día que pasa, llevamos un año y medio juntos, si bien nuestra historia no ha sido perfecta, para mí es lo mejor que tengo, con discusiones, malos entendidos, celos, pero mucho, muchísimo amor.
Tomé las llaves de la casa junto con las de mi auto y me dispuse a salir, al abrir la puerta me encontré con quien menos esperaba y a quien jamás imaginé tener frente a mi puerta, el mismo chico que hace tiempo se fué. Levantó lentamente su rostro y me miró con ojos cristalinos.
—H-hola, galán. —Sonrió cohibido. ni siquiera me dió oportunidad de reaccionar y se abalanzó hacía mí, para abrazarme fuertemente.
—... —Permanecí estático, tan inmóvil como una estatua o un témpano de hielo.
Mi mejor amigo había vuelto y no podía creerlo. En el fondo esperaba que no quisiera hablar acerca del pasado, pero sabía que cuando se fué prometió hablar el día en que volviera. Quién diría que esa plática sería casi tres años después. Siendo franco, realmente ni siquiera recordaba que existía esa plática pendiente, pues Kao solamente llegó a gustarme y con el tiempo pude volver a verlo como mi mejor amigo. Me alegraba mucho volver a verlo, pues mi cariño por él seguía intacto. Se separó de mí poco a poco y me miró tristemente.
—¿Puedo pasar? —preguntó, casi en un susurro.
—Adelanté —respondí con simpleza.
Le indiqué sentarse en el sofá, yo me senté en uno individual y quedamos frente a frente. Ni siquiera sabía qué decir, era mi mejor amigo pero eso no me volvía ciego a recordar que este chico fué cruel conmigo y que no estábamos bien.
—¿No te alegra verme, galán? —Guardé silencio mientras lo miraba, no había cambiado nada, pero por alguna razón se le veía muy triste.
—Solamente estoy sorprendido, Kaownah... realmente pasó mucho tiempo —dije, simple y desinteresado.
—Lo sé, galán, pero estoy aquí, he vuelto para que podamos ser felices juntos —dijo, como si nada, como si fuera lo más normal del mundo.
Abrió sus brazos a los costados y fijó su mirada en mí, dibujando una sonrisa en su rostro. Al escuchar lo que dijo me quedé en silencio y reí, es que... no podía creer su descaro.
¿Quién se va el mismo día que se te declaran y vuelve casi tres años después, queriendo ser feliz con esa persona a la cual rechazó? Por supuesto: Kao. No pude evitar soltar una sonora carcajada.
—¡¿QUÉ?! ¿Qué te hizo Chiang Mai, amigo? — Por supuesto que mi pregunta fue sarcástica, Kao me miró asombrado e incrédulo.
—Mew... p-pero, tú me dijiste que te... que te gustaba. ¿Acaso en tan poco tiempo me olvidaste? —Reí sarcástico, realmente no lo podía creer.
—¿Poco tiempo? —Alcé una ceja —¡¿En tan poco tiempo, dices?! Han pasado casi tres años, Kao. Te fuiste sin siquiera decirme por qué, lo único que dijiste fue que estabas confundido.
—¡Claro! ¡Por lo que pensé que me esperarías para hablar, Mew! —respondió furioso.
—¡¿Estás loco?! ¿Quién en su sano juicio no trataría de salir adelante después de eso, Kao? — El ambiente se había tensado en tan poco tiempo, ambos nos estábamos gritando.
—Entonces no me querías realmente, ¿eh? — Me miraba con sus ojos llenos de reproche.
—Te quiero, Kao, —musité —pero lo que sentí por tí en ese tiempo... ya no existe. Salí adelante, tú sabías muy bien que después de Charyung yo no quería arriesgarme, pero cuando me dí cuenta que tú me gustabas, aunque me llevó tiempo, reuní el coraje para confesarlo y si hubiera sido posible créeme que hubiera luchado por nosotros. Pero no fué así, y así mismo como tú me decías a diario que no debía de quedarme estancado por nada ni nadie, reaccioné y pensé que todo había quedado claro. —Guardé silencio. —Ni siquiera te pedí que nos casaramos o que construyeramos una vida juntos, tan solo te confesé que me gustabas, Kao... y aún así huiste.
—... — Él me miraba molesto, podía notar tristeza y desesperación en su rostro.
—Superé lo que sentía por tí, volví a verte como un amigo, mi mejor amigo. —Sonreí. —Eso es lo que nunca debió cambiar.
—N-no, Mew. Ésto no puede ser. ¡NO PUEDE SER, MALDITA SEA! —Golpeó con fuerza la pared —Tú jamás has sido lo suficientemente fuerte para salir por tí mismo de las cosas. — Esas palabras realmente me dolieron, sabía que Kao siempre había estado conmigo, pero yo jamás había sido dependiente de él.
—Puedes creer lo que quieras, Kao, pero las cosas cambiaron. Solo te veo como mi amigo —aclaré, un poco tosco.
—No Mew. NO. Yo vine para que estemos juntos, déjame reconquistarte, galán. —Tomó mis manos entre las suyas. —Sé que podré hacerlo. Me fuí a Chiang Mai porque estaba asustado, jamás pensé que podría gustarte, yo... ¡¡u-un chico!! Y eso me atemorizó, creía sentir algo por Nina... y lo intentamos cuando regresó, decidimos no decirte nada ya que queríamos esperar a que fuera serio para poder decírtelo, cuando te confesaste, Nina estaba esperándome en nuestra facultad. Luego de que te dejé fuí a buscarla, me sentía mal, no sabía qué hacer, no sabía qué sentía por tí, Mew... y quise irme para averiguarlo, terminé todo con Nina y me fuí —explicó rápidamente, exaltado, frustrado y desesperado.
—Misma razón por la cual ella se fué días después, ¿no? Escucha, Kao, está bien estar confundido, pero no creo que haya sido necesario irse, lastimaste a dos personas al mismo tiempo, únicamente por no entender que existe algo llamado co-mu-ni-ca-ción. Pudiste hablarnos a ambos por separado y aclarar todo, pero no lo hiciste, escogiste la opción más fácil y nos lastimaste. Y como si fuera poco, esas dos personas a las que elegiste lastimar era tus mejores amigos. —Mi voz era tranquila y pacífica, es que ni siquiera estaba molesto.
—Perdóname, Mew, al final fuiste tú el único al que lastimé —respondió cabizbajo.
—¿A qué te refieres? —cuestioné curioso.
—Nina vino a buscarme a Chiang Mai dos semanas después de haberme ido, me confesó que ella tenía fuertes sentimientos por alguien más, creo que ella no te ha olvidado aún, y no la culpo, todo este tiempo en Chiang Mai lo pasé pensando en tí, Mew. En nosotros... — Sus ojos se volvieron cristalinos.
—No hay un nosotros, Kao. Podemos volver a ser los mejores amigos que éramos, prometo hacer como que si esto nunca pasó, pero por favor, solo seamos amigos de nuevo.
—Mew... — Ni siquiera lo dejé terminar.
—Tengo novio, Kao. —Sonreí embobado al recordar a mi pelinegro y nuestros casi dos años de relación.
—Eso no puede ser, Mew. ¿Quién es? ¡Dime quién es! —Se volvió histérico.
—Gulf, —respondí molesto —llevamos un año y medio de relación... y lo amo, Kao. Él ha sido un gran apoyo, todo ha sido muy lindo. —Sonreí ampliamente al recordar mi relación con Gulf.
—N-no... no puede ser, Mew. ¡¡Ese estúpido!! —gritó molesto.
—¡No es ningún estúpido, Kao!, no lo vuelvas a insultar delante de mí, es el hombre que amo —advertí furioso.
—Solo estás confundido, lo ves como mi reemplazo, ese chico desde que te conoció quiso algo más contigo, Mew.
—Pues entonces fuí un idiota al no darme cuenta desde el principio. Gulf fué muy bueno conmigo, me ha ayudado mucho, nos volvimos amigos y luego la amistad creció y sucedió lo que tenía que suceder. No te atrevas a decir que es un reemplazo, porque cuando me enamoré de él yo ni siquiera recordaba lo que había sentido por tí. —Me miró sorprendido e incredulo. —Ahora, por favor vete, tengo que ir a ver a mi novio. — Le señalé la puerta para que saliera
—Escúchame bien, Mew, esto no se quedará así. No se va a quedar así —espetó furioso.
—Sí, sí. Adiós, Kao —Cerré la puerta y solté un suspiro. No podía creer que Kao haya actuado así, es decir, jamás pensé que él sería de esta manera.
Me acosté en el sofá y cerré mis ojos. Quería descansar de lo que acababa de ocurrir hace un momento, luego iría a ver a mi pelinegro y no quería darle malas vibras.
Al cabo de unos minutos mi sueño fué interrumpido por el sonido del timbre, me levanté somnoliento, refregando mis ojos con mis manos y abrí la puerta perezosamente. Mis ojos se abrieron grandemente al ver a mi Gulf frente a la puerta de mi casa, era primera vez que venía a visitarme sin que yo lo trajera.
—Por lo que veo, estabas dormido, cariño. —Sonrió tan ampliamente, era una de esas sonrisas que me volvían loco, esas que tanto amaba. —Lamento haberte despertado, bello durmiente. — Depositó un suave beso en mis labios.
—Te creo lo de durmiente. —Sonreí. —Por favor pasa, cariño. —Abrí por completo la puerta, dándole paso a Gulf.
—Pensé que nunca lo pedirías, ¿sabes? —Sonrió nuevamente y luego entró. De inmediato rodee su cintura con mis manos y comencé a besarlo. No nos habíamos visto en tres días y lo extrañaba demasiado, había planeado sorprenderlo pero el sorprendido resulté ser yo.
—Te extrañé mucho, amor —dije, al finalizar nuestro beso.
—Te he extrañado como loco. — Me abrazó fuertemente.
—¿Quieres ir a comer, bebé? — Gulf me miró lleno de sorpresa. —Sé que no te he llevado a comer durante varios meses, no quiero que pienses que ya no te amo. —Comencé a darle besos de piquito una y otra vez, y al mismo tiempo rozando la punta de mi nariz con la suya.
—Me encantaría, amor. —Me devolvió un beso. —Pero esta vez quiero que vengas a mi casa. — Lo miré sorprendió, habían pasado meses desde la última vez que estuve en su casa.
—Pero tu madr-- — Ni siquiera terminé mi frase cuando un dedo de Gulf ya se había posicionado en mi boca, deteniendo mis palabras.
—Viajó de nuevo ayer, tengo casa sola, ¿sabes? —Levantó su ceja maliciosamente y me dió un beso suave, ocasionando que pensamientos impuros vinieran a mi mente. Ya había perdido la cuenta de cuántos meses habían pasado sin que Gulf y yo tuviéramos un encuentro íntimamente amoroso.
—Déjame ir por unas cosas y nos vamos, bebé. —Lo besé y me apresuré a ir a mi cuarto para cambiar mi camisa por una más cómoda.
Llegamos a su casa e ingresamos tomados de la mano. El olor de la comida invadió mis fosas nasales, no se qué había cocinado mi pelinegro pero lo que sí sabía es que sea lo que sea, olía exquisito.
—Lo tenías planeado, ¿verdad? —Sonreí lleno de felicidad. Me encantaba cada que mi Gulf cocinaba para mí.
—Te extrañaba demasiado, amor. En un mes empezaremos nuestras prácticas y quería que tuviéramos un momento para nosotros, fuera de todo estrés y preocupaciones. Así que ahora ven y siéntate, comamos. —Cerró con broche de oro, con una de sus maravillosas sonrisas.
—Te amo. — No pude evitar reclamar sus suaves labios. Luego del beso me llevó hasta la mesa y sirvió los deliciosos platillos que había preparado.
Cenamos amenamente y al final yo recogí los platos para lavarlos mientras Gulf buscaba una película para ver. De pronto me dí cuenta como todo quedó en silencio, mi curiosidad despertó debido a que ya no escuchaba el ruido de Gulf moviendo los CD.
Salí de la cocina lentamente, mirando hacia todos lados. Al mirar en la sala divisé una pequeña notita en la mesa, que decía "sube". Sonreí y guardé la nota en mi bolsillo, no sé a qué se debía todo esto pero estaba feliz y emocionado.
Al encontrarme frente al cuarto de Gulf pude darme cuenta que la puerta estaba abierta. Avancé los tres pasos que me separaban de la puerta y justo en ese momento sentí como dos manos se deslizaban por mi cabeza y llegando a mi rostro cubrían mis ojos. Felizmente sonreí, tenía ganas de llorar, Gulf siempre me ha demostrado su amor, pero era primera vez que hacía algo como esto.
—Entra, bebé... —susurró en mi oído y comenzó a dirigir mi camino —yo te guío. — La vibración de sus palabras en mi oído hacían que se enchinara la piel. De la nada empecé a escuchar una canción que me parecía familiar, era una de mis favoritas, pero no recordaba haberle dicho ese detalle a Gulf. —Te amo, Mew. —Volvió a susurrar. —Esa canción es para tí amor.
Deslizó su mano de mis ojos, dejándome ver la decoración tan hermosa que tenía su cuarto: luces doradas rodeaban la habitación, del techo colgaban lanas con fotos nuestras. Me quedé maravillado ante tal detalle, todo era hermoso. Busqué su mirada con la mía y fue entonces cuando noté que Gulf se acercaba hacia mí con una caja de regalo en sus manos.
—G-Gulf — Mis ojos estaban cristalinos.
—Tal como lo dice la canción: para mí tú eres la cálida brisa que calma mi corazón cuando está frío, P'Mew. Desde que llegaste a mi vida has sido el amanecer que eliminó toda la oscuridad en ella, eres mi lluvia, mi brisa, alegras mi corazón y mi vida. Eres la estrella que disipa cualquier oscuridad, eres como cada estación del año al que espero encontrar. Mew, eres la única persona por la cual mi corazón espera, quiero estar siempre contigo para poder repetirte lo bien que me haces sentir, todo lo que siento por tí. Mew... mi corazón te pertenece por completo.
No pude evitarlo, estaba envuelto en llanto. Estaba tan feliz, abracé fuertemente a mi chico. Mis lágrimas caían una por una por mis mejillas, todo había sido maravilloso. Gulf había tomado partes de la canción y las combinó con sus propias palabras.
— Gulf... —Sollocé —muchas gracias por este detalle tan hermoso, no lo esperaba, pero me hace muy felíz. —Limpió mis lágrimas.
—Te mereces esto y más, Mew, eres una maravillosa persona, un ser humano inigualable y... no sabes cuánto te amo, amor. —Nos besamos suavemente. —Ahora ven aquí. —Sujetando mi mano me llevó a la cama, me indicó que me sentara pero él permaneció de pie. —Quiero que siempre me recuerdes, cariño —susurró con dulzura.
—Yo siempre te recuerdo, amor. —Le lancé un beso al aire. Gulf rió enternecido.
—Lo sé, pero quiero darte algo. Quiero que el mundo sepa que eres mío y yo soy tuyo. —Extendió sus manos con la caja de regalo, con una sonrisa tímida me la entregó. —Espero te guste, amor. —Besó mi mejilla.
—Siempre amaré todo lo que venga de tí, bebé. —Besé suavemente sus labios.
—Eso espero. —Sonrió nervioso. Emocionado procedí a abrir la caja, en ella encontré collages de nuestras fotos juntos de nuestras últimas vacaciones.
Pero no era solo eso, había también dos brazaletes de pareja, eran plateados con una cadena por encima. En ambos se tallaba la frase: "Con deseo, amor y felicidad". Al unirlos, ambos formaban un corazón, una mitad estaba detallada con piedras negras y la otra con piedras plateadas.
No pude contener mis lágrimas y miré a Gulf, sin perder ni un segundo lo acerqué a mí y lo besé, todo era muy hermoso.
—Wow, me encanta, Gulf. —Mantuve mi agarre en su cintura e hice un puchero. La canción continuaba sonando y las luces nos brindaban un ambiente muy hermoso.
—Eso era todo lo que pedía, cariño. —Tomó la pulsera que tenía perlitas negras y la puso en mi mano izquierda, yo guardé silencio mientras me la colocaba. —Éste será nuestro lienzo adicional, Mew. Nuestra segunda unión, jamás te la quites. — Me miró fingiendo seriedad.
—Jamás lo haré, bebé. Ahora ven aquí, que es mi turno. —Tomé la pulsera que quedaba en la caja y la coloqué en su muñeca derecha para que así cuando nos tomáramos de la mano nuestros brazaletes se unieran.
—Te extraño, Mew. —Cruzó sus brazos en mi cuello y comenzó a dejar suaves besos en mis labios. Sabía a qué se refería con eso, por supuesto que yo también lo extrañaba.
—Te deseo... te necesito, Gulf. —Comencé a adentrar mis manos por debajo de su camisa.
[Pov omnisciente]
Ambos chicos continuaron besándose apasionadamente, poco a poco Gulf se posicionó en las piernas de Mew. El mayor comenzó a subir la camisa de Gulf con lentitud hasta que la separó de su piel, acto que imitó el pelinegro con la camisa del castaño.
Mew hizo un movimiento para por fin quedar sobre Gulf, devoraba sus labios apasionadamente y poco a poco fue bajando hasta su cuello. Luego se detuvo en sus pezones y los lamió con fervor, hambre y deseo, al mismo tiempo desabrochaba la bragueta del pantalón de Gulf, se deshizo de este y de inmediato Gulf le ayudó a quitarse el suyo. En cuestión de segundos ambos cuerpos se encontraban desnudos en una danza de pasión y excitación.
Mew preparó a su chico con entrega, cuando este ya estuvo listo ingresó en el interior de su amado y comenzó con los vaivenes que les regalan el placer a ambos, embistiendo profundamente, llevando a su novio a la locura y sumergiendolo en la lujuria.
Entre besos, abrazos y pasionales gemidos, ambos sin necesidad de palabras se decían lo mucho que se amaban y lo plenos que se sentían con el otro. Con el deseo de detener el tiempo justo ahí, vibrando dentro de sus corazones. Pero, el destino a veces no planea o desea lo mismo que nosotros.
──♡
──♡
──♡
Llamada:
—¿Diga? ¿Quién habla?
—Muy buenas tardes, ¿es usted Linda Suppasit?...
—Sí, soy yo. ¿Qué se le ofrece? ¿Llama por negocios? — Hubo un suspensivo silencio al otro lado de la línea.
—No, pero... tengo algunas noticias acerca de su hijo, las cuales creo que podrían interesarle. —Sonrió —Solo espero no se decepcione mucho...
—¿En serio? ¿Qué ocurre? ¿Mi hijo está bien?
—Antes que nada, le aconsejo que mantenga la calma. Espero que lo que le diré no manche su reputación y mucho menos la de su esposo y su empresa, claramente nadie querría eso, ¿verdad?
—Espera, ¿quién eres?
—Digamos que tan solo soy alguien que está de su lado... —Volvió a sonreír.
_____________________________________________
¿Quién será la persona que realizó la llamada?
¿Qué información le habrá dado a la madre de Mew?
¿Qué ocurrirá con nuestros chicos? ¿Seguirá intacta su relación?
Sigamos leyendo esta historia para descubrirlo.
Nos leemos a la próxima, espero que les haya gustado y no se olviden de comentar.
Bye
☀️🌻
[Publicado: 17/05/21
Corregido: 10/08/23]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro