___Corazón de Héroe

Regresé a aquel imponente edificio que tantas personas anhelaban y deseaban ingresar, yo incluida. Estaba decidida no solo a admirarlo desde lejos, sino a entrar y pasar los próximos tres años en esa prestigiosa academia.

Cada paso que daba, dejaba una huella que recordaría con amor y orgullo...

Narrador Omniscente

Guiándose por el papel que tenía en la mano, la heterocromática llegó a una imponente puerta marcada como 1-A. Con paso firme, poco a poco cruzó el umbral, con la esperanza de encontrarse con aquellos compañeros que solo existían desgraciadamente en su imaginación.

Al abrir la puerta de par en par, se encontró con unos cuantos compañeros que le dirigieron la mirada rapidamente desde que cruzó aquella gigantesca entrada. Sintiéndose incómoda, rápidamente se dirigió hacia el asiento que le asignaron, o mejor dicho, hacia aquel que le pareció más adecuado para sentarse.

Repentinamente se escucho un portazo el cual se sobresalto por aquel ruido, dirigio su mirada al causante del ruido y se encontro a un cenizo de ojos rubí, con una cara no tan amigable que digamos.

Alejando su mirada del chico con cara de pocos amigos, la joven sacó unos auriculares de sus bolsillos conectandolos a su dispositivo, sumergiéndose en la música y sin prestar atención a nada más.

Un ruido repentino la sacó de su pequeño momento de relajación, y su mirada navegó hasta posarse en dos individuos que uno de ellos reconocía perfectamente.

Aquel individuo de ojos rubíes, junto con el chico de postura erguida, parecían estar inmersos en una discusión acalorada por motivos que, a decir verdad, parecían un tanto insignificantes.

Bajando el volumen de su dispositivo, se dispuso a escuchar atentamente aquella discusión, que a decir verdad no entendía por qué le daba tanta atención.

- Baja los pies inmediatamente del pupitre; es una falta de respeto hacia aquellas personas que dedicaron tiempo y esfuerzo para fabricarlo y mantenerlo limpio.-, dijo con un tono decepcionante hacia el chico de cabellos cenizo.

El chico de cabello cenizo chasqueó la lengua, molesto por el comportamiento educado e impecable de su nuevo compañero de clase.

Otro ruido desconocido atrajo su atención, y su mirada se desvió una vez más hacia un pecoso en cuestión. Con una sonrisa en el rostro, se acerco hacía él decidida a saludarlo y, de paso, descubrir finalmente su dichoso nombre.

Hasta que, de repente, una ¿oruga amarilla? comenzó a hablar. Parecía que sería su profesor durante los tres años que les quedaban para estar en la academia y graduarse.

- Vayanse a otro lado si quieren hacer amiguitos.-, dijo con una voz imponente pero al mismo tiempo cargada de cansancio y pereza.

Se quedaron paralizados ante una situación tan extraña y poco común.

- Vaya, les tomo 8 segundos en quedarse quietos.- Dijo mientras salia de aquel saco de dormir.

Himari Narrador

Rápidamente regresé al asiento en el que momentos antes me encontraba sentada.

- Se que es repentino, pero pónganse esto.-, dijo mientras sacaba un traje deportivo de su saco.

Mientras todos gritaban, me quedé asombrada por tal respuesta. Estoy segura de que mi rostro debió parecer un poema.

-¡Y la ceremonia! ¿Y-y la orientación?.-dijo, muy agitada, una chica castaña muy linda. Estaba convencida de que debe ser la favorita de los dioses.

- Si quieren ser héroes, no tendrán tiempo para esos tontos eventos.-, espetó nuestro ahora profesor, lo que provocó la indignación de la mitad de la clase, incluida aquella chica de mejillas regordetas.

-Bakugo Katsuki, fuiste el primero en el examen de ingreso, ¿verdad?.-

Todos se giraron hacia lo que podría ser Bakugo antes de dirigir mi mirada hacia aquel chico de cabello cenizo, quien asentía ante las palabras del adulto.

Asi que era el primero...

Una gran rivalidad estaba naciendo entre aquellos dos adolescentes.

-¿Cuántos metros lograste en el lanzamiento de la pelota de softball en la secundaria?.-

- 67 metros.-

- Bien, ven y puedes dispones de tu quirk.-

Avanza hacía la plataforma mientras yo le miro fijamente.

- SHINEEEEEE.- Grito el chico mientras tiraba la pelota con una explosión surgida de sus manos.

¿Shine?, acaba de decir ¿muere?.

-Antes que nada deben saber de que son capaces para ser heroes.- Dijo mientras mostraba su celular.

Todos gritaron al unísono por el resultado tan impresionante que obtuvo el mencionado anteriormente.

¡Qué divertido! Oh sí, hacer todo con nuestros quirks será aún más emocionante. Parecía divertido para todos, pero algo en Himari hizo que su distintiva alegría se desvaneciera, sustituida por un sentimiento muy, pero muy familiar. Este se apoderó de todo su ser.

- 705.2...-, murmuré mientras apretaba mis puños con determinación. Himari, con su naturaleza competitiva, observaba con ojos centelleantes, enfocándose especialmente en el rubio, sintiendo una intensa rivalidad hacia él.

- ¿Os parece divertido? Bien, quien quede último será expulsado permanentemente de la academia-, dijo con severidad, su voz resonando en el oído de todos.

-¿Será expulsado? ¡Eso es injusto! Muchos de nosotros nos hemos esforzado para entrar y aprobar-, dijo con un tono confundido y espantado, su voz temblando ligeramente por la preocupación.

- Accidentes, homicidios, choques de cadenas, villanos... La injusticia reina en Japón, es el pan de cada día. Si piensas que aquí estará pintado de rosa, siento decirte que este no es tu lugar, o el lugar exacto para que estés aquí-, dijo con un tono demasiado serio que hizo estremecer a todos los presentes.

Lo que dijo aquella chica tenía toda la razón. La gente desde siempre, o eso creo, ha estado muy obsesionada e inspirada en entrar a YUUEI, y que el primer día que entras te expulsen no es sinceramente no es una anécdota muy bonita que digamos. Que venga el a querernos quitar ese sueño que hemos construido con esfuerzo, sudor, y lagrimas era inaceptable.

50 metros

Mientras miraba asombrado, observaba las distintas maneras en que mis compañeros se las arreglaban para llegar lo más rápido posible en ese momento.

De repente, llegó mi turno junto a Todoroki, reconocido por ser el hijo del siempre número 2. Me sorprendió, era un chico muy guapo, siendo sincera. Nos posicionamos y, de repente, una fría ráfaga llegó a mi piel, dándome un escalofrío. Al girar, vi a aquel chico creando... ¿una rampa? Bueno, da igual.

- Himari, tienes que superarlo al correr.-, me dije a mí misma. Me posicioné y preparé mi Quirk, maximizando un rayo potente.

1,...2,...3,...

Me disparé lo más rápido posible hacia el final de la pista.

Con mi energía, sintiendo un leve escozor en mis manos, pero eso no me detuvo. Avancé decidida a llegar segundos antes que aquel chico con el pelo dividido en dos colores.

2.56 segundos

Al terminar mi prueba, muy satisfecha, me acerqué al peliverde para ver si tenía una oportunidad si podría saber au nombre. Al posicionarme a su lado, el pobre chico estaba tan concentrado y preocupado que no se dio cuenta de mi presencia. Se giró hacia mí con sus ojos esmeralda. Abrí mi boca para pronunciar un simple "Hola", pero alguien me ganó.

- Izuku Midoriya, y Bakugo Katsuki a la pista.- Anunciaron

Izuku Midoriya...- Susurre para luego sonreir, con un sonrojo en mis mejillas.

Fuerza de agarre

En la segunda prueba, se trataba de apretar un dispositivo de agarre para medir mi fuerza, en el cual obtuve una puntuación de 995 kg gracias a mi Quirk.

A mi lado tenía a un chico bastante alto y fornido, con una cantidad impresionante de... no tengo una palabra exacta para describirlo. Él sacó 540 kg, lo cual es muy admirable.

- Woah, se ve que eres un chico fuerte - le dije sin pensarlo demasiado.

Dos chicos, uno con semblante de niño pequeño y otro rubio con un mechón en forma de rayo, gritaron sorprendidos por el número que marcaba mi dispositivo.

Ya habíamos pasado cuatro pruebas y lo único que nos quedaba para terminar aquella exhaustiva clase era lo que comenzamos y debíamos terminar cada uno de nosotros.

- Himari Ito, adelante.- Dijo el con una voz con iconica voz de perezoso.

Me acerqué a la plataforma, respiré hondo, agarré con fuerza la pelota y con toda la energía que mi Quirk me permitía, la lancé lo más fuerte que pude.

- 805.4 metros.-, me dije a mí misma con orgullo mirando el celular, mientras sentía un brillo aún más potente en mis pupilas heterocromáticas.

Todos gritaron y me felicitaron. Ahora solo faltaba Izuku-kun, se le veía muy preocupado y no paraba de murmurar.

- ¡Vamos, Izuku-kun! ¡Tú también puedes hacerlo! - exclamé, animando a mi compañero mientras le daba palmaditas en el hombro. - Confía en ti mismo y en tu Quirk. ¡Estoy segura de que puedes lograrlo!.- Mientras le daba una sonrisa de oreja a oreja con los ojos cerrados.

- ¿En serio crees que puedo hacerlo, Ito-san? - preguntó Izuku, mirándome con ojos llenos de duda y nerviosismo, notando que me acercaba un poco demasiado. Su cercanía le hizo sonrojar levemente.

- ¡Claro que sí! Tienes el potencial y la fuerza necesaria. Solo necesitas confiar en ti mismo y en tu Quirk. ¡Tú puedes hacerlo! - respondí con una sonrisa alentadora.

Izuku asintió, su expresión cambiando de una mezcla de nerviosismo a una más decidida. Dio un profundo suspiro y se preparó para el desafío que tenía por delante.

Al notar dos presencias justo a mi lado, me acerco un poco más con la intención de saludar a uno de ellos. El chico de cabello cenizo parecía tener una actitud rebelde, pero aún así, decidí acercarme.

- Viendo el estado del Quirk de Midoriya, parece que va a tener un camino muy complicado por delante.-, dijo Iida mientras analizaba la situación. - Esta gente parece observarlo todo demasiado detenidamente.- Pensé por mis a dentros.

- Eso ya estaba previsto. Tsk, Izuku es un débil sin particularidad.- Dijo con egoismo.

- Yo creo en él. Si ha logrado llegar hasta aquí, estoy segura de que podrá alcanzar aún más si se esfuerza.- Dije con motivación.

- ¿Qué te pasa, Brillitos? ¿Estás tan cegada por tu obsesión por Deku que no puedes ver lo patético que es?.- Dijo el de ojos rubí.

- ¡No es una obsesión! Simplemente confío en su potencial, algo que tú nunca entenderías.- Le respondí con tranquilidad y burla en mi tono.

- ¡Ja! Confías en un inútil que siempre está buscando ayuda. Deberías dejar de defenderlo y preocuparte por tu propia mediocridad, Brillitos.-

¿'Brillitos'? ¿Qué rayos significa eso? ¿Acaso piensa que soy una especie de estrella de cine o algo así? No entiendo de dónde saca este tipo estos apodos extraños. Pero en serio, ¿qué tiene que ver eso con defender a Izuku? Este chico realmente tiene una forma única de expresar su frustración.

- Bakugo, ¿realmente crees que llamar a Ito-chan 'Brillitos' es una forma adecuada de expresarte?.- Dijo Iida , diciendo mi nombre mal.

- ¡A quién le importa!.-

- No es apropiado insultar a los demás de esa manera. Harumi tiene derecho a defender a quien quiera sin ser ridiculizada.-

Bakugo gruñe con frustación, suspiré con decepción.

- Espero que reconsideres tus palabras la próxima vez, Bakugo. Todos merecen respeto, independientemente de sus opiniones.- Dijo para luego centrarse en Midoriya

En el tiempo que estuvimos discutiendo, un destello rojo pasó rápidamente ante nuestros ojos, girando en la dirección de donde venía.

En el momento del lanzamiento, su Kosei fue anulado. Me sorprendí y fruncí el ceño.

- He anulado tu Quirk. Si piensas que todos vendrán corriendo para salvarte cuando te lesiones, estás muy equivocado - dijo Aizawa con su característico tono serio y directo.

- N-no, por supuesto que no.-, balbuceó nervioso Izuku, gesticulando con las manos en un intento de explicarse.

- ¿Se puede creer que un examen de ingreso acepte a gente como tú? Lo siento, pero no tienes futuro como héroe. - Cada palabra era un veneno para aquel joven pero una voz le desconcerto.

- No te preocupes, Izuku. Tú puedes hacerlo, yo creo en ti,- dijo la chica de mechones platinados, animándolo.

Se preparó para volver a tirar y con todas sus fuerzas lanzó aquella pelota, rompiéndose un dedo en el proceso.

La pelota surcó el aire con una velocidad vertiginosa, dejando una estela de humo a su paso, antes de finalmente desaparecer en la distancia.

- 705.3 metros.-

- Deku...- Dijo el rubio para correr hacía al pobre peliverde coon furia

- ¡Maldito nerd, ¿como puedes tener un quirk de repente?!.-

Una bandas le agarraron por todo el cuerpo inmovilizandolo.

- Dejen de hacer un escandalo.- Dijo cansado como si odiara su trabajo, que con su actitud lo demostraba.