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013. "Pasantías con Endevor"

______Corazón de Héroe

El primer día de nuestras pasantías llegó rápidamente para nosotros. Aún con el encuentro con Stain fresco en mi mente, intenté concentrarme en las instrucciones que nos daban.

—Todos tienen sus trajes, ¿verdad? Recuerden que no pueden usarlos en público —dijo Aizawa con su habitual voz perezosa.

Mina y yo gritamos un fuerte "¡Sí!" emocionadas, levantando nuestros maletines con alegría.

—Hablen claramente. Es "sí", Ashido e Ito —nos regañó Aizawa.

—Sí... —dijimos las dos a la vez con una voz suave llena de vergüenza.

—Asegúrense de cuidar sus modales con los héroes en sus pasantías. Vayan... —dijo esta vez, cambiando su tono habitual por uno firme y una mirada llena de responsabilidad.

—¡Hai! —respondimos todos al unísono, listos para comenzar nuestras pasantías.

Cuando Aizawa terminó de hablar, todos comenzaron a moverse rápidamente hacia sus destinos. Vi a Todoroki un poco adelante, y decidí aprovechar la oportunidad para charlar un rato con él. Aceleré el paso hasta ponerme a la par con él. Todoroki notó mi presencia pero no dijo nada, simplemente continuó su camino en silencio.

Después de unos momentos, rompí el hielo.

—¿A qué agencia vas, Todoroki? —pregunté, tratando de sonar casual.

Todoroki se quedó callado por unos instantes, como si estuviera decidiendo si responder o no. Finalmente, habló, y su tono tenía una pizca de retador, casi como si las palabras fueran veneno.

—A la de Endeavor.

Su respuesta me hizo caer en la cuenta. ¡Claro! Todoroki es hijo de Endeavor. La tensión era palpable, y para tratar de reconfortar la situación.

—Yo también iré a la agencia de Endeavor.

Nos quedamos en silencio después de eso, ambos sumidos en nuestros pensamientos mientras caminábamos.

...

Sentada frente a Todoroki, disfrutaba una crepe de chocolate con fresas. Los sabores dulces y frescos eran un pequeño consuelo mientras nos dirigíamos a la agencia de Endeavor. Todoroki me miraba sin ninguna expresión, su rostro imperturbable como siempre.

Decidí intentar romper el silencio incómodo.

— ¿Sabías que este tren puede ir a más de 300 km por hora? Es increíble, ¿verdad? —dije, esperando alguna reacción.

Todoroki asintió levemente, sin apartar la vista.

— Y las crepes de aquí son realmente buenas. Esta de chocolate con fresas es mi favorita —añadí, tratando de mantener la conversación.

Otro leve asentimiento.

— ¿Tienes algún dulce favorito, Todoroki? —pregunté, buscando cualquier tema que pudiera interesarle.

Él solo negó con la cabeza.

Me reí nerviosamente, intentando aligerar el ambiente.

— Bueno, a veces creo que el chocolate puede resolver cualquier problema. Tal vez no sea tan efectivo como un buen quirk, pero seguro que ayuda a levantar el ánimo.

Todoroki no respondió, pero noté un pequeño destello de curiosidad en sus ojos. Aunque la conversación era unilateral, sentía que poco a poco iba logrando conectar con él, aunque fuera de una manera muy sutil.

Llegamos finalmente. Un poco tarde de lo esperado, pero llegamos. El tren se detuvo con un suave chirrido, y la puerta se abrió para dejarnos salir. Bajamos del tren y nos encontramos en la estación, rodeados por la bulliciosa actividad de la ciudad.

Todoroki y yo caminamos juntos hacia la salida, nuestras maletas en mano. La agencia de Endeavor no estaba lejos, pero el peso de la expectativa hacía que cada paso se sintiera más pesado.

— Entonces... ¿estás nervioso? —pregunté, tratando de romper el hielo nuevamente mientras atravesábamos la estación.

Todoroki me miró de reojo, su expresión serena pero sin rastro de nerviosismo.

— No realmente —respondió con calma.

— ¿En serio? —dije, sorprendida—. Yo estoy un poco nerviosa, la verdad.

Él asintió, como si entendiera mi nerviosismo pero no lo compartiera.

— Es comprensible. Pero no tienes por qué preocuparte tanto.

— Supongo que tienes razón —admití, tratando de calmar mis propios nervios.

Seguimos caminando en silencio por un rato. Finalmente, llegamos al edificio de la agencia de Endeavor. Era imponente, con su diseño moderno y sus enormes ventanales que reflejaban el cielo.

Al entrar, fuimos recibidos por uno de los asistentes de Endeavor, quien nos guió a una sala de espera. Mientras esperábamos, intenté relajarme, tomando un par de respiraciones profundas.

— Todo saldrá bien —me dije a mí misma, tratando de infundirme confianza para lo que estaba por venir.

Al entrar, podíamos ver un espacio bastante grande con algunos detalles dorados. En el fondo de este espacio estaba Endeavor, un tipo muy alto y robusto. Su presencia imponente llenaba la habitación, y su mirada penetrante parecía analizar cada uno de nuestros movimientos mientras nos acercábamos.

Todoroki y yo intercambiamos una mirada rápida antes de seguir al asistente de Endeavor hacia donde él estaba. El suelo de mármol resonaba con cada paso que dábamos, y el silencio tenso parecía envolvernos mientras nos acercábamos más al héroe número dos.

Endeavor nos recibió con una inclinación de cabeza, su expresión seria y determinada. Parecía evaluar nuestras habilidades con solo mirarnos, y eso me hizo sentir aún más nerviosa.

—Parece que finalmente estás listo para tomar el camino de la grandeza —dijo Endeavor con un tono soberbio mientras me observaba con su penetrante mirada.

—Te equivocas, no tengo intención de seguir el camino que tú quieres. Seguiré mi propio camino —respondió Todoroki fríamente, poniendo fin a esa discusión de padre e hijo.

Endeavor relajó su expresión y continuó con un tono burlón:

—Espero que estés lista para lo que te espera, aquí no vamos a tomar tu taza de té, niñata.

Ignoré su comentario y me mantuve en silencio, no caería tan bajo con alguien tan descerebrado.

—Nos vamos —dijo Endeavor, cortando la conversación.

—¿A dónde? —preguntamos Todoroki y yo al unísono.

—Os mostraré lo que es ser un héroe de verdad —dijo Endeavor con determinación.

Endeavor nos guió a través de varios pasillos hasta llegar a una puerta enorme. Al abrirla, reveló un vasto espacio de entrenamiento, equipado con todo tipo de herramientas y obstáculos.

—Este es el Campo de Entrenamiento Inferno.—anunció con orgullo—. Aquí es donde realizamos todo tipo de entrenamientos: desde combate cuerpo a cuerpo hasta pruebas de resistencia y control de quirks.

Observé el lugar, impresionada por su tamaño y por la cantidad de equipo especializado. Había zonas para entrenamiento físico, áreas de práctica de quirks y una sección con simuladores de rescate.

—Este lugar es increíble... —murmuré.

Endeavor asintió, cruzándose de brazos.

—Aquí aprenderán lo que significa ser un héroe de verdad. Prepárense para ser llevados al límite.

Endeavor nos miró a ambos con una sonrisa que parecía casi cruel.

—Para comenzar, creo que lo mejor es un enfrentamiento entre ustedes dos —dijo, señalando el centro del campo de entrenamiento—. No tuvieron la oportunidad de enfrentarse adecuadamente durante el festival deportivo, así que quiero ver de qué son capaces.

Me quedé mirando a Todoroki, quien mantuvo su expresión tranquila y seria. Asentí, aceptando el desafío. Sabía que este enfrentamiento no sería fácil, pero también era una oportunidad para demostrar mi valía.

—Listos cuando ustedes lo estén —anunció Endeavor, dando un paso atrás para observar.

Me dirigí al centro del campo y me preparé, adoptando una postura defensiva. Todoroki hizo lo mismo, su rostro inmutable pero sus ojos llenos de determinación.

—Vamos a dar lo mejor de nosotros, Todoroki —dije, intentando ocultar los nervios en mi voz.

—Eso es lo que espero —respondió él, con una voz firme

El aire se llenó de tensión mientras Todoroki y yo nos enfrentábamos. Sentí cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Todoroki no perdió tiempo y lanzó un enorme bloque de hielo hacia mí. Ahora no estaba del todo segura de usar conjuros, quizás más adelante sería una mejor opción, pero por ahora necesitaba concentrarme en defenderme. Con rapidez, creé una barrera protectora, dispersando el hielo en una nube de vapor.

El comentario de Endeavor no pasó desapercibido, aunque me mantuve enfocada en el combate. Aprovechando su breve pausa, lancé una serie de ráfagas de energía hacia él. Todoroki se deslizó hacia un lado y contraatacó con una pared de llamas, mostrándome su lado de fuego. Sabía que Todoroki era fuerte, pero enfrentarme a su poder directamente era otra cosa.

Nos movíamos rápidamente, intercambiando ataques con una precisión y velocidad que desafiaban la vista. Sentí el calor de sus llamas y el frío de su hielo, tratando de mantenerme en equilibrio. Me esforzaba por encontrar una apertura en su defensa, pero Todoroki parecía estar siempre un paso adelante.

La orden de Endeavor resonaba en el campo de batalla, un recordatorio constante de la importancia de superarme a mí misma. Mientras esquivaba sus ataques, me sentí motivada a dar lo mejor de mí.

—¡Tienes que hacerlo mejor que eso! —gritó Endeavor, su voz retumbando en el aire.

Salté hacia un lado, rodando para evitar las llamas. El escudo me protegió del calor, pero sabía que no podría mantener ese ritmo por mucho tiempo. Necesitaba encontrar una manera de desequilibrarlo. Concentré mi energía y lancé un ataque más fuerte, una explosión de energía que cortó el aire como una cuchilla.

Todoroki apenas tuvo tiempo de esquivar, y vi una breve expresión de sorpresa en su rostro. Sabía que tenía que aprovechar ese momento. Me lancé hacia adelante, pero de repente, Todoroki contrarrestó con una ráfaga de hielo que me atrapó el pie, inmovilizándome.

Me esforcé por liberarme, pero el hielo era demasiado fuerte. Sentí la presión aumentar mientras Todoroki se acercaba, su mirada decidida. Desesperada, canalicé más energía en mis manos, tratando de derretir el hielo, pero entonces algo extraño sucedió.

El mundo a mi alrededor comenzó a ralentizarse. Podía ver cada movimiento de Todoroki en cámara lenta, cada chispa de sus llamas y cada cristal de hielo formándose. Sentí una extraña calma, como si todo mi ser estuviera en sintonía con mi entorno.

Aproveché esa extraña sensación y canalicé toda mi Energy Force en un solo punto. El hielo alrededor de mi pie se derritió al instante, y me lancé hacia Todoroki con una velocidad que ni siquiera él esperaba. Lo vi abrir los ojos sorprendido mientras yo atacaba, mi energía envolviéndolo.

Todoroki reaccionó rápidamente, bloqueando con una barrera de hielo, pero mi ataque fue demasiado rápido. Rompí su defensa y lo empujé hacia atrás, obligándolo a retroceder. La sensación de lentitud desapareció tan rápido como había llegado, dejándome jadeando por el esfuerzo.

—¡Increíble! —exclamó Todoroki, recuperando el equilibrio—. Nunca había visto algo así.

—Ni yo... —respondí, aún tratando de comprender lo que había sucedido.

Endeavor, que había estado observando en silencio, finalmente habló.

—Parece que tienes más potencial del que pensaba, Ito. Este es el tipo de entrenamiento que quiero ver. —Su tono era serio, pero había un destello de aprobación en sus ojos.

Sabía que esto era solo el comienzo. El camino para convertirme en una heroína de verdad estaba lleno de desafíos, pero este enfrentamiento con Todoroki me había demostrado que tenía la fuerza para enfrentarlos..

Después de retomar el kung-fu, descubrí que mis habilidades físicas se fortalecían cada día más. Durante uno de los entrenamientos más intensos con Endeavor, algo sorprendente sucedió. Mientras canalizaba mi energía con mayor claridad y concentración que nunca, unas alas transparentes comenzaron a crecer en mi espalda. Eran como cristales etéreos, con destellos brillantes que reflejaban la luz del sol. Fue un momento asombroso que me recordó el potencial oculto que aún tenía que descubrir en mí misma.

Pude sentir la ansiedad en la voz de Izuku mientras hablaba sobre la situación de su hermano. Temía que, en su afán por proteger a los demás, Iida pudiera hacer algo que pusiera en peligro su propia seguridad. Era comprensible su preocupación, ya que la línea entre la valentía y la imprudencia a veces puede ser muy delgada, especialmente en el mundo de los héroes. Traté de reconfortarlo, recordándole que Iida era fuerte y que, con el tiempo y el apoyo adecuado, encontraría la forma de superar esta difícil situación.

...

Había un silencio tenso en el campo de entrenamiento mientras Todoroki y yo descansábamos en el suelo, agotados por el intenso entrenamiento. El sudor goteaba por mi frente, y podía sentir el calor de mi propia energía aún zumbando en mis manos. Todoroki, por otro lado, estaba envuelto en una capa de hielo, su aliento congelado en el aire.

Fue entonces cuando Endeavor se acercó a nosotros con pasos firmes, su presencia imponente llenando el espacio a su alrededor.

—Pónganse sus trajes —dijo con voz firme—. Es hora de que le muestren al mundo de lo que están hechos.

Sus palabras resonaron en el aire, llenándome de determinación mientras me ponía en pie, lista para enfrentar lo que sea que viniera a continuación.

Tan pronto como Endeavor nos instó a ponernos nuestros trajes, me apresuré a hacerlo, sintiendo la urgencia en sus palabras. Mientras ajustaba las correas, podía sentir la anticipación creciendo en el aire. Cuando salimos al exterior, el cielo estaba teñido de tonos oscuros, indicando que la noche había caído sobre la ciudad.

Endeavor nos esperaba afuera, con los brazos cruzados sobre el pecho, su mirada fija en el horizonte. Me acerqué junto a Todoroki, ambos listos para lo que fuera que estuviera por venir.

Fue entonces cuando vimos a lo lejos las sombras de unos individuos merodeando en la oscuridad. Eran los villanos, causantes del caos en las calles.

—Allí están —murmuró Todoroki, señalando con gesto firme hacia donde se encontraban los villanos.

—Entonces, ¿qué esperamos? —respondí, sintiendo la adrenalina correr por mis venas.

Con un gesto de acuerdo, nos lanzamos hacia adelante, cada uno utilizando sus respectivos poderes para cerrar la distancia entre nosotros y los villanos. La lucha fue intensa, pero juntos, Todoroki y yo logramos contener a los villanos, trabajando en perfecta sincronización.

Entre el estruendo de los enfrentamientos, intercambiamos miradas fugaces, comunicándonos sin palabras, cada uno confiando en el otro para cubrir sus espaldas. Fue un baile caótico de poder y habilidad, pero en medio de la oscuridad, encontramos una luz en la forma de nuestra unidad como equipo.

Finalmente, con los villanos derrotados y entregados a las autoridades, nos quedamos en silencio por un momento, recuperando el aliento mientras observábamos el horizonte.

—No estuvo mal para una noche de entrenamiento —comentó Todoroki, con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Asentí con una sonrisa propia, sintiendo una oleada de orgullo por lo que habíamos logrado juntos.

—Definitivamente —respondí—. Pero esto es solo el principio.

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