ʚ Luna llena ɞ

—¡Mira, BoBo, empieza a nevar!— Gritó emocionado Zhan mientras trataba de sacar su mano por la ventana para atrapar un copo de nieve.

Tocó el copo con su dedo índice pero este se derritió al tacto, sonrió como un niño pequeño, soltando risillas y alegrando el ambiente, llenando cada rincón de un color amarillo y de un calor hogareño.

Zhan era así, su presencia llegaba a pintar cada esquina de las habitaciones, llenando el lugar de su ligero perfume y de sus lindas risillas,  alegrando la vida de todos. Zhan era la felicidad de muchos, era el sol en la mañana y la luna en la noche, las estrellas y las nubes, cada pequeño detalle que hiciera feliz a alguien.

Era todo.

Yibo lo veía así y no solo era por estar completamente enamorado de Zhan, sabia que su buena reputación entre todo el mundo, todos tenían algo bueno que decir de Zhan, todos contribuían con un pequeño grano para añadir a las cosas que los había hecho amar a Zhan.

¿Cómo no podrían hacerlo? Si tan solo ver sus ojos te provoca muchos sentimientos.

Se sentía muy suertudo el tener a alguien como Zhan a su lado. Agradecía mucho el haberse fijado en JiYang, si no fuera por eso, nunca sus caminos se hubiesen unido. Aunque a veces creía algo contrario, que no importaba que, en algún momento de sus vidas sus caminos se unirían, porque en algún momento tendrían que estar tan enamorados como ahora.

El amor joven, tan dulce, tan arrebatador, lo vivían en sus pieles con intensidad.

Zhan recostó su cabeza en el hombro de Yibo cerrando un poco sus ojos para así poder descansar algo antes de llegar a su destino, Yibo siempre recostada su mejilla contra los cabellos rosados de su amor. Ambos sintiendo el palpitar de sus corazones muy de cerca.

—Ah.— Lloriqueo, metiendo sus manos en sus bolsillos y sacando una cajetilla de metal donde escondía sus cigarros. Saco uno y lo encendió, el cigarro podría darle calor.— Hace demasiado frío.

—¡Es tan hermoso!— Gritó Zhan a lo lejos alzando entre sus manos cubiertas de lana una bola de nieve.—¡Mira esto, LiLi!

Yibo echo el humo de sus pulmones mientras veía a Zhan, como una sonrisa veía como aquella persona llena de luz correteaba por la nieve mientras jugueteaba con las bolas de nieve que había formado, jugando un momento con sus amigos mientras su risilla era la música de ambiente.

Era increíble, que la alegría de Zhan, le trajo más calor a su cuerpo que el cigarro entre sus dedos.

Con una sonrisa algo boba lo miraba, muy enamorado, muy feliz.

—Vas a desgastar a Zhan, pídele una foto así tienes algo que mirar para siempre.— Dijo YuChen a su lado.

—Cállate y ayúdame a abrir la puerta.— Empujó con su codo a su mejor amigo.

—Tantos años y aun no puedes abrir esa puerta. Tus padres estarían avergonzados.— Se burlo YuChen.

—Por favor, abran las puertas que me estoy congelando aquí.—Se quejo Xuan Lu abrazándose a su propio torso.

—Vamos a abrir esa puerta.— Susurró YuChen tomando las llaves de las manos de Yibo.

Yibo solamente ahogo su risa y evito burlarse, tomando sus maletas y las de Zhan para meterlas dentro. Una vez la puerta fue abierta dejo las maletas en la sala y prendió el aire condicionado, frotaba sus manos mientras aún tenía la mirada pegada en Zhan; era hipnotizados verlo tan feliz. Zhan desde las afueras le sonrio mientras sacudía su mano.

—Fue una buena cena.— Sonrió Zhan limpiando sus labios.— Pero estoy muy cansado, así que buenas noches a todos.

Zhan se levantó de la mesa recibiendo las buenas noches de sus amigos y tomó debla mano a Yibo levantandolo también de la mesa, su novio tatuado se despidió de todos también recibiendo muchos silbidos por parte de todos, molestandolos y sugiriendo que harían muchas cosas interesantes allá arriba.

Ambos sonrieron algo avergonzados y sonrojados, entrelazando sus manos mientras subían por las escaleras. Al entrar a la habitación se quitaron los zapatos y se deshicieron de sus chalinas pues la alcoba ya estaba bien ambientada. Se dieron un corto beso en los labios y se tiraron a la cama de espaldas. Se quedaron en silencio por muchos minutos mientras veían la pared encima de ellos; estaba llena de estrellas fosforescentes que Yibo había pegado en su niñez mientras visitaba a sus abuelos. Zhan rodó por la cama hasta llegar a la mesa de noche a lado de la cama, husmeó en los cajones y encontró un libro pesado, lo sacó de su sitio y lo miró desde su cómodo lugar dándose cuenta que era un lindo álbum de fotos.

—¿Te hiciste este álbum?— Preguntó Zhan señalando las coloridas pegatinas de autos y estrellas que estaban adornando cada foto.

—Oh, si. Siempre mi papá imprimía las fotos que tomaba de las cámaras desechables que vendían en las tiendas cercanas, tengo todas esas cámaras guardadas en algún lugar, tenía una que era de Winnie Pooh.

—Yo también tenía de esas cámaras, pero nuca supe que las fotos se podían imprimir, he desperdiciado la mitad de mi vida.

Ambos rieron, Zhan siguió hojeando el álbum riendo por las fotos graciosas que Yibo tomaba cuando era un niño, muchas de ellas eran fotos de sus juguetes y de él mientras apuntaba la cámara a su rostro.

—Eras muy tierno de niño, parecías un pequeño leoncito.— Sonrió Zhan señalando la sonrisa y dientes de Yibo.

—¿Y ya no soy tierno?—Pregunto Yibo fingiendo estar ofendido.

—Eres tierno.— Pellizco una de las mejillas de Yibo, haciendo que ambos rieran.— ahora eres un leoncito con tatuajes y una chaqueta de cuero.

—Que lindas descripciones das.— Sonrió con los ojos cerrados acurrucadose del lado para estar cerca de Zhan.

Zhan dejó el álbum de fotos en el piso mientras se acurrucada de lado, estando nariz con nariz con su novio, sonriendo tímido mientras veía y contaba los lunares de Yibo. Pasó una de sus manos a la mejilla de Yibo y lo acercó a sus labios; beso primeramente su nariz, justo en uno de sus lunares y luego dio un beso sobre sus labios. Yobo profundizó el beso acercandolo más hacia su cuerpo por la cintura.

Pronto el inocente beso se convirtió en uno más apasionado, comenzaban a acariciar su cuerpo suavemente contra la tela, acalllado gemidos y suspiros contra sus labios.
Yibo comenzó su camino de besos desde los labios de Zhan hasta su cuello, mientras lo besaba acariciaba su cintura y su espalda baja logrando que los suspiros de Zhan se agravaran.

—Te amo mucho.— Susurro contra los labios de Zhan, logrando que su novio sonriese tímidamente.— Eres tan hermoso.

—Yo también te amo.—Sostuvo su rostro, elevando su menton y haciendo que lo mire a los ojos, para que vea toda la sinceridad con la que repetía aquellas palabras; hablando con el corazón y el alma.— Te amo mucho, YiBoBo.

Ambos sonrieron mirándose a los ojos, con un leve sonrojo sobre sus pómulos y entrelazando sus manos por debajo. Nuevamente se dieron un beso sobre sus narices y los besos siguieron.

Pronto ambos tenian pocas prendas sobre sus cuerpos, las manos suaves hacían calor contra su desnudez, acariciaban con tanta delicadeza y con tanta dulzura; como su fueran los pétalos de un tulipán. Los gemidos siendo ahogados contra sus labios mientras sus manos estaban entrelazadas. El dulce sentir en su vientre bajo se hizo represente una vez sus cuerpos empezaron aquella fricción placentera, quitándose las prendas bajas Yibo hizo su camino de besos haciendo gemir a Zhan contra sus labios, llegando hasta sus muslos para besar el interior de ellos; besando cada porción de piel y delineando con sus dedos la suave piel de Zhan. Preparo a Zhan entre besos y caricias, deleitando sus oídos con los suaves gemidos de Zhan, trataba de ser algo sigiloso pues sus amigos aún se encontraban en la planta baja jugando juegos de borrachos. Cuando Zhan estuvo lo suficientemente preparado Yibo con un beso en su pecho entró en él, entrelazando sus manos lado a lado de sus cuerpos.

La sensación de estar juntos siempre era la misma, cálida y hogareña, entre los brazos del otro podrían sentir aquello llamado hogar, uno tan seguro y cálido que les ponía las mariposas en sus estómagos.

Sus cuerpos se enredaron uno contra otros con las manos entrelazadas sobre las sábanas mientras gemidos suaves y roncas eran sentados, sus cuerpos se merecieron al ritmo del otro, sus cuerpo se mecieron al ritmo del otro, besando la piel que podían mientras se miraban a los ojos y sonreían. Se amaban tanto. Tanto que les hacía demasiado feliz, el haber encontrado a alguien que les mirara a los ojos sonriendo y con él sonrojó sobre sus mejillas. Se sentían afortunados de poder estar juntos y ser compañeros en la corta vida que habían recorrido.

Con un beso profundo ambos llegaron a su esperado orgasmo, desplomandose contra el cuerpo contrario y abrazándose mientras recostaban sus cabezas en sus cuerpos.

La luna iluminaba sus cuerpos desde lo alto, alumbraba el piso de la habitación mostrando las prendas regadas junto al álbum de fotos. Yibo extendió la sabana contra sus cuerpos y los Cubrió mientras aún se seguían abrazando. Zhan se recostó aún más en el pecho de Yibo delineando los tatuajes que tenía sobre su pecho haciendo pequeñas cosquillas en su novio.

—Me gusta mucho cuando estamos acurrucados, se siente muy bien.— Susurro Zhan.

—Se siente como si estuviera en casa.— Dijo  Yibo acariciando la cintura desnudarte de Zhan.– Te sientes como mi hogar.

—Ya~— Rió avergonzado Zhan, ocultando su rostro en el pecho de su novio.— Me sonrojas.

—Que suertudo, yo al hacerte sonrojar.— Rió de vuelta Yibo.

—Presumido.

—Un poco.

Ambos rieron y una última vez se miraron a los ojos antes de volver a recostarse el uno contra el otro. El latino de sus corazones era la mejor canción de cuna, les pudo dar tranquilidad profunda e imperturbable con la que pudieron llegar a dormirse. Estando a salvo entre sus sueños.

Bajo la luz de la luna llena; ambos encontraron la tranquilidad sobre el cuerpo de su amado. Bajo la luz de luna soñaron con tomar té mientras leían o recitaban poesía.
Bajo la luz lunar entrelazaban sus manos por debajo de las sábanas.

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