19. SU CUERPO LE HABLA A LA BRUJA

—¿Y exactamente cómo podría ayudarnos?—pregunta Kate, devolviéndole la imagen de la chica rubia a Jess quien mira una vez más antes de dejarla debajo de la mesa y cruzarse de brazos, apoyándose en la madera.

—Ella era una de las viudas controladas en el Red Room...

—Como Natasha—piensa la pelinegra en voz alta, recibiendo un asentimiento de Jess como respuesta.

—Yelena ha vivido toda su vida rodeada de las personas con las que tratamos ahora. Definitivamente es alguien que puede ayudarnos—explica mientras tiene toda la atención de Kate sobre él.

—¿Y cómo la vamos a encontrar?—Jess da una sonrisa condescendiente antes de volver a responder.

—No estamos en este hotel por nada, amor... Llevo un tiempo investigando a Yelena, sé que ahora tiene la misión de liberar a las viudas que aún están bajo control.

—Pensé que todos habían sido liberados cuando Nat soltó eso.

—No, todavía hay algunos que estaban en misiones o incluso pertenecen a personas privadas.— explica Jess, tratando de no poner los ojos en blanco al recordar el tipo de personas que participan en el mercado de personas—Sé que habrá un evento Mañana cerca de aquí, y Yelena estará allí porque quienquiera que haga la fiesta tiene una viuda al mando.

—Entonces mañana vamos a invadir un evento para gente supuestamente peligrosa, ¿probablemente metiéndonos en más problemas?—recapitula Kate mientras gesticula con sus manos, perdiéndose en sus propios razonamientos.

—Básicamente, pero si podemos conseguir la ayuda de Yelena. Valdrá la pena.

—Está bien—responde Kate simplemente, encogiéndose de hombros con indiferencia—Pero ¿y si no lo logramos?

—Así que al menos vamos a comer gratis, escuché que la comida va a estar buenísima—bromea la pelirroja, tratando de mantener una actitud positiva.

—¿Cómo sabes todo esto?—pregunta Kate, frunciendo el ceño ante la cantidad de información que la bruja ya tenía, a pesar de que llevaba tan poco tiempo aquí.

—Bajé las escaleras a la zona de ocio. No es difícil conseguir información cuando has estado entrenado para ello casi toda la vida, también está lo de la mente, hace que todo sea más fácil— responde encogiéndose de hombros.

—¿Por qué no me pediste que fuera contigo?

—Estabas durmiendo, no quería despertarte... Necesitabas descansar después de pasar casi toda la noche despierta.

—Yo... no me quedé despierta casi en toda la noche— Kate se defiende, recibiendo una mirada condescendiente por parte de la bruja.

—No sabes mentir, Kate—dice Jess levantándose de la mesa mientras se dirige al refrigerador para tomar un vaso de agua—Y otra cosa... Escuché tu respiración agitada, es muy difícil dormir cuando estás emocionada—la declaración de la bruja hace que Kate sienta que le arden las mejillas, asegurándose de que se estaba sonrojando tanto que incluso podría resultarle avergonzado.

—¡Primero!—dice la pelinegra levantando su mano señalando el número uno— Debiste haberme llamado de todos modos., ¡y segundo!... N-No estaba emocionada..—se defiende, ajustando su postura, rodeándose con sus brazos.

—Claro... debí de confundirme cuando vi que se te erizaba el vello de la nuca con mi respiración, o cómo cruzabas las piernas en el auto... —menciona los hechos, haciendo una mueca, tomando un último sorbo del vaso de agua.

—Me sentí incómoda, mis piernas son largas—inventa una excusa, pero termina recibiendo solo el silencio como respuesta, lo que lo hace continuar— Y sabes en quién estaba pensando...

—Oh por favor, no me digas que mirar mi mano en el volante te recordó a esa criatura—dice poniendo los ojos en blanco, haciendo que Kate abra y cierre la boca un par de veces buscando una respuesta— Y no me digas que estabas pensando en ella cuando su cuerpo estaba pegado al mío...—habla la pelirroja mientras tranquilamente da pasos hacia Kate.

—Lamento decepcionarte, pero sí, lo estaba—ni siquiera Kate sabía por qué seguía mintiendo, pero algo dentro de ella le impedía simplemente ceder.

—No, no lo estaba...—afirma Jess, deteniéndose cuando pone una distancia razonable entre ella y el arquero—Porque sé muy bien que ella no te causa ni una fracción de lo que yo hago. .

—Estás muy convencida—afirma la arquera, sin poder pensar mucho en lo que diría. Sintiendo que se le cortaba el aliento cuando notó que Jess rompía casi por completo esa distancia restante que existía entre ellos.

—¿Estoy convencida?—pregunta inclinando ligeramente la cabeza mientras seguía avanzando hacia la morena, quien ahora daba lentos pasos hacia atrás— ¿O no quieres admitir que no puedes dejar de pensar en mí?

—¿Qué te hace pensar eso?—pregunta Kate, haciendo que la pelirroja ponga los ojos en blanco en broma—Ya te dije que no leyeras mis pensamientos.

—No lo estoy haciendo, no necesito... No necesito nada para saber que ni siquiera necesito tocarte, y ya tengo más efecto en ti del que Annie alguna vez podría—la bruja afirma, y ​​Kate, debido a la conversación, termina sin darse cuenta de que no tenía otro lugar adonde ir.

Luego, en un ligero susto, la arquera deja escapar un grito bajo mientras se ve obligada a sentarse cuando sus piernas golpean el sofá.

—Ni siquiera te dije lo que me imaginaba haciéndote esa noche en tu casa—dice Jess manteniendo la voz baja, haciendo que el corazón de Kate se acelere.

—Estoy segura de que no es gran cosa—la pelinegra encuentra un coraje que no sabía que tenía para provocar a la pelirroja. Había sido simplemente un instinto decir eso, como si comenzara a hablar antes de siquiera pensar. Casi un instinto de saber hasta dónde llegaría Jess—Nada que Annie no haría - afirma Kate con certeza, provocando una sonrisa salvaje en el rostro de la bruja quien lentamente apoya sus manos a ambos lados del arquero, haciendo aún mayor su proximidad.

—Me encanta cómo me provocas, vas a terminar volviéndome loca—dice la pelirroja acercando su rostro al de Kate, su mejilla se arrastra por la de la pelinegra dejando un mordisco en el lóbulo de la arquera—Pero ahora es mi turno...

—Jess...

—Tranquila—ordena suavemente la pelirroja, recibiendo automáticamente el silencio de Kate como respuesta—Si realmente no me meto contigo, entonces no hay que tener miedo, pero puedes quedarte tranquilo... No te tocaré—Jess advierte, alejando levemente su rostro del del arquero para poder mirarla a los ojos.

Como si estuviera buscando un permiso silencioso para detenerse, pero todo lo que obtiene como respuesta es la visión perfecta de las pupilas de Kate dilatándose, como si fuera un gato que acabara de encontrar un juguete nuevo.

—Ahora quiero que me digas si esto te excita...—susurra la pelirroja al oído de la mujer mientras sus dedos fantasean con un toque fantasmal en la zona expuesta de la clavícula de la chica, quien siente que se le ponen los pelos de punta con solo ante la idea del caricia de la chica Jess—Eso espero, porque pensé en hacer dos cosas contigo... La primera de ellas es amor, lento y cariñoso... Tan delicadamente que hasta tus gemidos serán. dulce. Justo como crees que te gusta.

—¿Y luego?—Kate encuentra una voz que no sabía que aún tenía que matar la necesidad de saber, necesitaba escucharlo todo.

Una sonrisa carnal aparece en los labios de Jess al escuchar el fallo en la voz de la chica, cuya respiración era desigual solo con el cálido aliento de la voz de la bruja golpeando la suave zona de su cuello.

—Más tarde... Entonces haré lo que quiera—la pelirroja usa sus habilidades para enviar imágenes específicas a la mente del otro— Te follaré rápido, fuerte y fuerte... Y me obedecerás, ¿Sabes por qué? Porque eres una buena chica, ¿no?—la pregunta de Jess no recibe respuesta verbal, sólo respiración agitada y las tonificadas piernas de Kate ahora cruzadas con fuerza. Lo que hace que tu ego y tu deseo aumenten por la respuesta positiva—Como dije, una buena chica.

La proximidad de sus cuerpos y el hecho de que Jess se inclina hacia ella con una camiseta más grande que ella. Termina dándole a Kate la vista perfecta debajo de la blusa, donde la arquera vio el sostén negro que llevaba la bruja.

—Mis ojos están aquí arriba, amor— Jess lleva ligeramente uno de sus dedos a la barbilla de la morena, elevando su mirada hacia la de ella—No tiene sentido mentirme, Kate...—la pelirroja rompe el contacto visual para poder susurrar cerca del oído de la otra mujer.

—Puedo ser muy convincente—bromea Kate al escuchar el sonido de una risa reverberar en la zona de su cuello, donde la bruja comenzó a dejar vagar sus labios con calma.

—No, no lo eres... Tu lenguaje corporal te delata—dice Jess divertida mientras lleva una de sus manos al abdomen de la pelinegra, dejando allí una suave caricia con sus uñas. Haciendo que Kate pusiera los ojos en blanco ante la sensación, mientras su cuerpo se estremecía por completo—Tu cuerpo... Él me habla.

Susurra la pelirroja dejando que sus labios recorran el cuello de Kate, llegando hasta la zona de su mandíbula, donde deja un ligero arrastre de sus dientes hasta llegar a la boca de la morena. Donde Jess aprovecha para dejar ligeramente un mordisco en el labio inferior de la ojiazul.

—Eres mía, arquera.

Kate siente que todo su cuerpo responde al discurso posesivo de la bruja, lo que resulta en un gemido ahogado por parte de la pelinegra. Lo cual solo recibe una sonrisa engreída de Jess como respuesta.

—Pero no me meteré tanto contigo, verdad—afirma la bruja alejándose por completo, dando unos pasos hacia atrás y pudiendo ver la imagen confusa de Kate sentada— Después de todo... Es Annie quien tu deseas.

Dice encogiéndose de hombros mientras se cruza de brazos esperando una respuesta. Kate sabía que Jess estaba jugando con ella, y el arquero era muchas cosas en la vida, siendo competitivo una de las más importantes.

—Y...—Kate siente que se le quiebra la voz al intentar hablar, lo que la hace detenerse un momento para respirar profundamente y recomponerse— Exacto.

—Bueno, me alegro de que nuestros deseos se hayan impuesto—dice la pelirroja dándole la espalda y yendo hacia su maleta—Ahora cámbiate, tenemos que bajar.

—¿Por qué?—pregunta la pelinegra levantándose y tratando de mantener firmes sus piernas, que amenazaban con ceder.

—Necesitas desayunar, y yo lo hago porque cuando estaba afuera descubrí que a la persona que está con la viuda le encanta ir a la piscina y tomar el sol de las once— Jess explica rápidamente mientras saca algo de ropa. de su maleta antes de ir al baño— ¡Pon algo fresco, que hace calor!

—Y cómo...—susurra Kate antes de obligarse a moverse—Dios, me voy a volver loca.

ᗢ

EN ESE MOMENTO LAS DOS ESTABAN sentadas en una mesa en el área de la piscina, y Jess tenía razón. El mundo fuera de una habitación con aire acondicionado era realmente caluroso.

Pero probablemente lo que más le calentó el cuerpo fue ver lo que nunca imaginó que vería. Jess vestía un bikini negro, cubierto únicamente por unos shorts y una camiseta de vestir blanca que estaba desabrochada, dejando al descubierto su abdomen.

Kate ya había visto a la bruja sin top antes, pero a la luz del sol le permitió notar perfectamente la definición de esa región, y que Jess tenía una cicatriz en la región de las costillas que bajaba hasta el centro de su abdomen.

La pelinegra había optado por una camiseta casual de alguna banda al azar, con unos pantalones cortos sencillos. Hacía mucho calor, pero Kate realmente no tenía ganas de usar trajes de baño.

—¿Has decidido qué quieres comer?—la voz de Jess saca a Kate de sus pensamientos, haciendo que la arquera vuelva a mirar a la pelirroja que estaba mirando a la multitud tomando el sol.

—Creo que pediré un trozo de tarta—dice mirando las opciones del menú digital— ¿O debería pedir pizza?

—Estamos en Cancún... Tu dieta ya se basa en pizza casi todos los días, pide algo diferente— Kate frunce levemente los labios mientras asiente ante la sugerencia de Jess.

—Aunque la pizza siempre es la mejor opción, aceptaré tu sugerencia.

—¿Alguna vez has comido pan de queso?—pregunta Jess, llevando su atención al de Kate, recibiendo una negativa como respuesta— Pues entonces será el primero hoy—afirma la pelirroja, llamando a uno de los camareros para hacer el pedido.

Kate simplemente observa a la bruja pedir la comida en español. Y es en ese momento que Kate se da cuenta de que necesitaba prestar más atención en sus clases de lengua extranjera.

—Necesito descargar Duolingo—dice la chica Bishop, haciendo sonreír a Jess, pero pronto se desmorona cuando su visión capta a alguien.

Kate sigue los ojos verdes de Jess, frunciendo el ceño al notar que la bruja está concentrada en una mujer que entra a la habitación.

—¿Es ella?—pregunta recibiendo un murmullo como respuesta.

—Ya vuelvo—dice Jess sin molestarse en mirar a Kate por última vez.

—Pero no sé cómo comunicarme con los asistentes—advierte la pelinegra con los ojos muy abiertos viendo salir a la pelirroja.

—La mayoría habla inglés también—responde mentalmente, haciendo que la arquera resople de frustración al ver a Jess llegar hacia la mujer con una sonrisa en el rostro.

—Era justo lo que me faltaba—dice sacudiendo la cabeza sin dejar de mirar a ambos.

—¿Señorita?—una voz femenina desvía la atención de Kate de las mujeres para ver a una asistente sosteniendo su pedido con una sonrisa en su rostro.

—Oh, muchas gracias... quiero decir... ¿Muchos gracias? Lo siento, no sé hablar español — Kate intenta recordar el mínimo de clases a las que había prestado atención, pero lo único que se dio cuenta fue que realmente necesitaba un traductor de Google.

—No hay problema, hablo inglés—dice la mujer con humor, haciendo que la arquera suspire aliviado mientras la chica deja su orden en la mesa y se va con una sonrisa en el rostro.

Kate no esperó mucho para comer lo que imaginaba que era pan de queso, y realmente... Era una de las mejores cosas que había probado en su vida. Jess realmente acertó con esta sugerencia...

Al recordar a la bruja, la arquera inmediatamente se giró apresuradamente con la boca aún llena de comida hacia las mujeres que la habían distraído por unos segundos.

Ve el momento en que Jess se ríe de algo que dijo la mujer, lo que hace que Kate ponga los ojos en blanco ante la escena. No debería haber dicho nada tan gracioso.

—¡Qué sorpresa!—piensa Kate en voz alta al ver a la mujer reír mientras apoya su mano en el muslo de Jess, haciendo que la arquera sienta algo a lo que no estaba muy acostumbrada. Un malestar en el pecho que provoca malestar, junto con mariposas en el estómago.

La mujer se acerca, diciendo algo al oído de la bruja que hizo sonreír a Jess, y para entonces Kate ya había decidido que ya era suficiente.

—Sal de ahí— envía el mensaje mentalmente, asegurándose de que Jess la escuche.

—Su compañía me parece agradable—la pelirroja tarda unos segundos en responder, pero cuando lo hace, Kate siente su cuerpo casi arder—No puedo ahora, estoy averiguando más sobre el evento.

—Veo como vas descubriendo cosas nuevas—responde escuchando una risa resonar a través de la conexión mental.

Después de eso, se hace un silencio y Kate decide que sería mejor concentrarse en el pan de queso que en esa escena que está segura la haría sentir mal.

Unos minutos más tarde, la arquera ve a Jess regresar a la mesa y ocupar nuevamente su lugar en la silla frente a Kate.

—¿Estás cansada de su agradable compañía?—pregunta la pelinegra, recibiendo una sonrisa como respuesta, junto con un movimiento de cabeza.

—Acabo de descubrir lo que necesitaba—dice encogiéndose de hombros—Ya sé todo lo que necesitamos para el evento de mañana.

—No necesitabas montar todo ese espectáculo para descubrir eso, simplemente podrías haber entrado en su mente.

—No... no me gusta invadir la mente de otras personas—niega Jess, intentando conseguir un pan de queso, pero recibiendo una palmada en la mano— ¡Oye!

—¡Ve a preguntarle! No toques mi pan de queso—dice Kate tomando el cuenco y colocándolo en su regazo, haciendo que la bruja suelte una risa sincera.

Algo que hace que Kate levante las cejas al escucharla, sintiendo una calidez diferente al escuchar la risa de Jess.

—Es la primera vez que te escucho reír—concluyó haciendo que la pelirroja ladeara ligeramente la cabeza con el ceño fruncido.

—Me has visto sonreír antes, arquera.

—No, así no... Nunca antes había escuchado tu risa—dice con una sonrisa tonta en su rostro. Y como si no la hubieran descubierto lo suficiente por un día, Kate ve algo que tampoco imaginó— ¡Dios mío, te estás sonrojando!

—No, no lo estoy—dice la pelirroja con el ceño fruncido— Y dame esto—dice inclinándose sobre la mesa y tomando rápidamente uno de los panes de queso.

—¡Oye!—se queja Kate, intentando robárselo, pero Jess es más rápida, metiéndoselo en la boca y encogiéndose de hombros victoriosamente de antemano.

—Eres muy posesiva con tus cosas, arquera—había algo en el tono de Jess que insinuaba que no estaba hablando solo de la comida, pero Kate simplemente decidió tomar un generoso sorbo de su jugo como respuesta.— ¿Lo eres? ¿Ya terminaste?—pregunta la pelirroja, recibiendo un asentimiento como respuesta—Entonces ven—habla poniéndose de pie.

—¿A dónde vamos?— pregunta Kate levantándose para seguir a la pelirroja.

—Una de las cosas que descubrí con esa mujer es el estilo de evento al que vamos—dice Jess sin dejar de caminar—Y créeme, es muy excéntrica.

—¿A qué te refieres?—pregunta Kate con el ceño fruncido por la curiosidad.

—Prepárate, amor... Tenemos que ir a un baile de máscaras.