15. POR ELLA COMENZARIA UNA GUERRA

ALGUNAS HORAS ANTES...

Descubrir lo que había descubierto definitivamente no fue algo fácil de procesar, aunque habían pasado algunos días, Jess sentía que su mente era un desastre. Simplemente reviviendo esos recuerdos que había pirateado y arrancado la información.

La pelirroja se sintió débil e impotente, incluso ingenua por haber creído cualquier palabra que Hydra le hubiera dicho.

Tal vez nunca lo creyó del todo, tal vez simplemente era más fácil aceptar lo que le entregaron que buscar la verdad. Pero ahora que la verdad le gritaba en la cara, le dolía... le dolía mucho.

Hacía días que la bruja no podía relajarse ni siquiera un segundo. Todo la inquietaba, no había ningún lugar que la hiciera sentir cómoda, ni siquiera alguien que la hiciera olvidar todo al menos por un corto período de tiempo.

Y es en esta desesperación que la bruja viene buscando su última esperanza de paz... Jess sabe que no debería estar aquí en absoluto.

Pero ver a Kate divirtiéndose fue sin duda el momento más reconfortante de estas dos semanas, solo ver a la arquera sonreír fue suficiente para que la mente de la pelirroja fuera un poco menos ruidosa, solo se relajó mientras se concentraba en sus poderes para poder escuchar su risa.

Los labios de la bruja se levantan levemente, en el fantasma de una sonrisa cuando ve al arquero riéndose de Peter que estaba cantando en el escenario junto a Ned.

Pronto los chicos bajan del escenario, dándole a Kate la oportunidad de actuar una vez más. Jess observó atentamente como la pelinegra tenía el ceño fruncido, concentrándose en qué canción elegir.

La bruja suelta una carcajada al escuchar la melodía de Don't Blame me comenzando a sonar por el lugar. Definitivamente fue una elección de canción interesante.

Jess estaba absolutamente segura que una de las ventajas de su poder era poder estar en la mente del arquero en ese momento. Pero no leer sus pensamientos, sólo escuchar a Kate cantar, eso por sí solo era suficiente.

Cuando Kate termina de cantar y comienza a caminar hacia sus amigas, Jess se retracta de todo lo bueno que dijo sobre su magia, pues en ocasiones la bruja odiaba cómo perdía el control de sí misma, dejando que sus emociones la controlaran, terminando enviando una ola de su propia presencia. para Kate.

La pelirroja puede ver el momento exacto en que la arquera deja de caminar y comienza a buscarla. Jess no se mueve, sabía que Kate no podría encontrarla allí. Era de noche y había un flujo muy alto de gente caminando por las aceras para localizar a alguien de esta manera.

Pero eso no impide que la arquera lo intente, Jess observa a Kate salir del bar, con una mirada desesperada mientras recorre con la vista todo lo que encuentra buscándola.

Por una fracción de segundo, la bruja da un paso hacia Kate, dudando si debería aparecer o no. Pero pronto su mente la traiciona al recordar lo que casi hizo, y eso es suficiente para que Jess se quede en el lugar, dejando la misma razón por la que no contestó ni contestó los mensajes de Kate, impidiéndole acercarse a la arquera.

Pronto la pelirroja ve a esa chica rubia aparecer detrás de Kate, solo reforzando la idea de que no debería acercarse. Entonces Jess simplemente decide darse la vuelta y regresar a su apartamento. Era mejor así.

ᗢ

QUEDARSE FUERA DE SU APARTAMENTO definitivamente dejó el lugar más polvoriento de lo que debería estar para que viva alguien con rinitis. Pero en ese preciso momento a la bruja ni siquiera le importó, lo único que Jess necesitaba era una ducha e intentar descansar un poco, aunque sabía que sería inútil intentar dormir.

El agua caliente de la ducha era cuanto menos reconfortante, la bruja se apoyó contra la pared dejando que sus músculos se relajaran, los cortes en su espalda ya no dolían tanto, aún quemaban, pero eran completamente soportables.

—¿Murió por ti? ¿Por qué para ti? ¿Qué tienes de especial?—los recuerdos de esa conversación iban y venían, cada vez con menos frecuencia, indicándole a Jess que tarde o temprano se acostumbraría a esa idea.

Pero lo que inquietaba a la pelirroja era lo que haría con él. Quizás sería la mayor estupidez de su vida, o incluso el final de ella. Debido a que definitivamente habría consecuencias, ahora Jess necesitaba saber si estaría dispuesta a lidiar con ellas.

Jess escuchó el sonido de su teléfono celular sonando, pero la bruja decidió ignorarlo, aún sin querer terminar el baño. Pero cuando suena el segundo timbre consecutivo, la pelirroja deja escapar un suspiro frustrado, cerrando la ducha y simplemente envolviendo su cuerpo en una bata de baño para ir al teléfono.

Ver quién brillaba el número de teléfono en la pantalla del dispositivo provocó que la bruja al menos pusiera los ojos en blanco, junto con una respiración profunda en preparación para escuchar esa voz repugnante nuevamente.

—¿Qué pasa?—la pelirroja no se esfuerza en ser amable al responder.

—Vaya, ya fuiste más educada.

—Y tú eres menos frecuente en mi vida, me gustaría que volviera a ser así. Ahora di lo que quieras, Valentina.

—No cumpliste tu misión—la declaración hace que la bruja permanezca en silencio por unos segundos, pensando si realmente debería hacer eso.

—Y no lo haré.

—¿Qué quieres decir?—aunque sonaba tranquila, Jess puede notar la diferencia en el tono de la otra mujer, mostrando su irritabilidad e impaciencia.

—Sabía que estabas envejeciendo rápidamente, pero no que ya te estabas quedando sorda—la bruja elige jugar con la mujer, el humor aún era una de las pocas cosas que Jess poseía, así que lo usaría—Creo que me entiendes ¿No es así? Terminaré la misión.

—No tienes esa opción—la pelirroja deja resonar una risa ante la llamada, asegurándose de que Valentina la escuche.

—Puede que no... Pero lo haré de todos modos, sabes que nunca he sido muy bueno con las órdenes. ¿Qué vas a hacer, amenazarme? ¿Cazarme? ¿Seguir mi magia?—Jess definitivamente apreció el entrenamiento para controlar sus emociones en este momento, porque definitivamente no estaba tan segura como parecía. Bueno, lamento decirte que ninguna de esas opciones es tan mala como continuar ser tu sabueso.

—Te arrepentirás, lo sabes...

—Mi libertad es lo único que tengo, ya basta de que me la quiten.

—¿Estás segura de esto?—la pregunta hace dudar a Jess por un momento, aunque la bruja sabe que ya no hay vuelta atrás. Ya no podía retractarse de lo que dijo en esa llamada y definitivamente habría castigos. Castigos que ya estaba cansada de sufrir.

—Claro... no voy a matar a los Vengadores—decir eso en voz alta de alguna manera le había quitado un peso de encima, siendo reemplazado por un alivio mucho más intenso de lo que imaginaba.

—Bueno, me parece gracioso cómo hasta esta rebelión tuya ya la había predicho, y digo que quizás no estés preparada para las consecuencias, niña.

—No tengo nada que perder.

—¿No te parece interesante cómo te conozco mejor que tú misma?—la mujer pregunta en tono risueño—Y me temo que debo estar en desacuerdo contigo, tal vez haya algo que te pierdas... O mejor dicho, un quién... De cualquier forma. Fue genial trabajar contigo, Jessica.

Valentina cuelga, dejando a Jess confundida con su última línea, haciendo que la bruja piense en lo que había dicho la mujer.

¿Qué podría saber Valentina sobre ella para que la bruja se arrepintiera? O mejor dicho, a quién podría perder Jess, lastimándola hasta el punto de hacerla arrepentirse de haber elegido su libertad.

Al pensar en esto, la bruja siente que su corazón se acelera cuando un nombre le viene a la cabeza. Había alguien a quien Jess no pondría en peligro, alguien a quien había estado encubriendo y protegiendo todas estas semanas. Alguien de quien la bruja pensaba que Valentina no conocía la importancia, pero claramente no era así.

Jess corre a su habitación y se viste lo más rápido que puede. Necesitaba encontrarlo antes que ellos. Necesitaba encontrar a Kate.

ᗢ

EL CELULAR DE LA ARQUERA INDICABA que estaría en casa, pero claramente no sería tan fácil. Y era obvio que no llegaría a tiempo, Jess no dudaba que Valentina ya había enviado soldados tras Kate antes incluso de llamarla.

Al ingresar al departamento y registrar el lugar, solo encontró vidrios rotos esparcidos por el piso debido a la ventana rota, junto con unas gotas de sangre. Jess siente que una sensación de desesperación comienza a alcanzarlo.

Sin embargo, la sangre en el suelo aún estaba seca, la bruja pudo identificar que había sido una pelea reciente, hacía unos minutos como mucho.

Jess saca apresuradamente su teléfono celular del bolsillo y llama a alguien que realmente no quiere. Y definitivamente nunca pensó que necesitaba pedir ayuda, su orgullo probablemente la dejaría morir antes de llamar, pero en ese momento ella no era la que estaba en juego. Era Kate y el arquero era más importante.

—¡Hola! ¿Quién habla?—Jess pone los ojos en blanco ante el irritante animó del chico.

—Peter, soy yo—con solo un profundo suspiro, la bruja está segura de que esa sonrisa estúpida ha desaparecido del rostro del chico, y eso hace que aparezca una en el suyo.

—¿Qué es lo qué quieres? Mira, sólo porque te ayudé no significa que estemos...

—Mira, arácnido parlante...—Jess interrumpe el discurso del chico, obligándolo a callarse— Créeme, no quería llamarte, pero es urgente, se trata de Kate...

—¿Qué sucedió? ¿¡Qué hiciste!?—el tono desesperado del chico hace que Jess se encoja de hombros, no por miedo a él, sino por vergüenza y culpa.

—Eso ya no importa, lo que necesitas saber es que ella está en problemas...

—¿Problemas cómo?

—¡Peter!—habla la bruja con impaciencia por la forma en que nunca dejaba de hablar— Hydra la atrapó, y si necesito que me ayudes a salvarla.

—¿Cómo sé que esto no es mentira?

—Es Kate... Mira, tú tampoco me agradas, pero no tenemos tiempo para eso ahora. ¿Me vas a ayudar o no?

—Lo haré—responde el chico sin dudarlo, haciendo que la pelirroja suspire aliviada.

—Genial, ven lo más rápido que puedas.

—¿Y cómo te encuentro?

—Pensé que eras un profesional en invadir mi privacidad—habla la bruja en tono ácido, haciendo sonrojar a Peter al otro lado de la línea— Sígueme—sin decir nada más Jess cuelga, saliendo ya del apartamento a toda prisa, deteniéndose en medio de la acera pensando hacia dónde se dirigía.

—A la mierda—piensa la bruja en voz alta, usando su magia para volar por encima de los edificios.

Jess tenía una idea de adónde llevaban a Kate, había trabajado para Hydra durante muchos años para saber exactamente qué le hacían a personas como el arquero. Eso simplemente se interpuso en tus planes.

Pero la bruja no podía lidiar con hipótesis ahora, por lo que cierra los ojos, caminando por miles de mentes al mismo tiempo, tratando de encontrar la de una persona específica.

—Te encontré—habla la pelirroja en cuanto puede encontrar los pensamientos de Kate.

La mente de la morena estaba confundida, confusa, como si estuviera borracha. Pero Jess sabía que claramente se debía a algo que debieron haberla obligado a ingerir.

Jess los sigue hasta que ve el coche entrar en un almacén lejos de la ciudad. La bruja analiza a siete hombres armados y a Kate.

Tan pronto como el arquero entra en su campo de visión, la bruja siente un deseo abrumador de destruir a cualquiera de esos hombres, sólo por respirar el mismo aire que ella. Pero Jess necesitaba esperar a Peter, no podía iniciar una pelea como esta con una Kate indefensa cerca.

A Jess le toma un máximo de dos minutos ver la silueta de Peter que se acerca mientras se balancea entre los edificios con su red. La bruja pensó que esto era genial, pero nunca lo admitiría.

—Eres rápido—la bruja admite ver al chico jadeando mientras la mira expectante.

—¿Dónde está ella?—pregunta preocupado.

—Adentro—Jess señala con la barbilla hacia el almacén, haciendo que la mirada de Peter siga la dirección.

—¿Cuántos son? ¿Cómo lo vamos a hacer?—pregunta Peter dispuesto a trabajar en equipo con la bruja, no quería, pero ahora no había opciones, y ninguno de los dos estaba dispuesto a poner en riesgo a Kate.

—Yo me ocuparé de ellos—advierte la pelirroja al ver ya al chico abrir la boca para discutir, pero Jess es más rápida en volver a hablar— ¡Vas a sacar a Kate de aquí! Déjame cuidar de ellos.

—Podemos trabajar juntos, siempre es mejor—dice el chico, haciendo que una sonrisa triste se forme en el rostro de la bruja.

—Trabajo mejor sola— dice—Y nuestras costumbres son demasiado diferentes para trabajar juntas... Ahora haz lo que te digo. Kate no puede estar aquí cuando todo empiece.

Peter se preguntó qué significaba eso y normalmente estaría completamente en contra. Pero habían atrapado a Kate, probablemente la habían lastimado, y eso no era algo que el chico aceptara.

También estaba el hecho de que probablemente no tendría ninguna posibilidad contra Jess, por lo que no tenía sentido ir en contra de su voluntad en este momento.

Jess explica el plan en el que Peter se aferra a cada palabra, queriendo asegurarse de que nada salga mal. Y mientras escucha a la bruja, algo pasa por su mente. Ver a Jess aquí, dispuesta a salvar a Kate, hace que el niño considere que tal vez, pero sólo tal vez su amigo tenía razón, y la bruja no era tan mala después de todo.

—¿Entendiste todo?—pregunta sin ningún tono divertido ya que el chico siempre había notado que la predominaba.

—Entiendo, sí... estoy más que preparado—dice usando sus pies para saltar levemente de un lado a otro debido al nerviosismo.

La escena hace que Jess sacuda la cabeza cuestionando todo lo que estaba haciendo para estar aquí. Ella se uniría a Spider-Man y literalmente declararía la guerra a Hydra. Todo por culpa de Kate.

Porque incluso si no estuviera enamorada, Jess se excedería por Kate.

Perdería el tiempo y perdería la cabeza por Kate.

Por todas las etapas del enamoramiento de alguien, Jess ya estaba en la primera.