10. BESO DE ILUSIONES

—Entonces, ¿eso significa que finalmente vas a traer a alguien a conocerme?— pregunta Eleanor emocionada, mirando a su hija.

—No mamá, ella es amiga de Peter, y yo también recién la estoy conociendo—corrige Kate a la mujer mayor quien pone los ojos en blanco.

—No importa, nunca traes a nadie a estos eventos, esta chica debe tener algo diferente—dice la mujer mayor quitando los ojos de su hija para mirarse al espejo y admirar el vestido que llevaba, y en el reflejo puede ver a Kate rodar sus ojos juguetonamente—No me pongas esos ojos en blanco, jovencita.

—Yo no hice nada—Kate se defiende divertida al ver la sonrisa incrédula de su madre mientras se retoca su propio lápiz labial.

La atención de la arquera llama la atención cuando ve que la pantalla de su celular se ilumina anunciando la llegada de una nueva notificación. Kate mira rápidamente y ve que era un mensaje de Peter diciendo que habían llegado y estaban buscando a Kate.

Una breve decepción golpea a la chica, incluso sin darse cuenta, esperaba que fuera una persona específica de la que no había sabido nada desde el evento que Kate juró que ya había borrado de su memoria. Ni siquiera un mensaje, ni siquiera aparecía donde estaba la arquera para hacer una broma, nada.

—Mis amigos han llegado, voy a buscarlos—dice Kate, volviendo su atención al mundo real, saliendo de allí, pero siendo rápidamente seguida por su madre.

—No huyas de mí, voy contigo—dice Eleanor poniendo sus manos sobre los hombros de su hija mientras salen juntas del baño del evento rumbo al pasillo.

No tuvieron que buscar mucho antes de encontrar a Peter y Mj buscando a Kate mientras Ned hablaba emocionado con Annie. Tan pronto como Peter ve a Kate, el chico le da una sonrisa emocionada acompañada de un saludo amistoso.

—Hola Kate, hola tía Eleanor—el chico habla con su habitual amabilidad, recibiendo un toque de manos de Kate quien luego hace lo mismo con Ned.

—¡Peter!—dice Eleanor abrazando fuerte al chico—Te extrañé, hace mucho que no nos visitas—dice emocionada, Kate sabe que a su madre siempre le gustó Peter, según ella el chico fue una buena influencia para su hija.

—Mamá... Estas son Annie y Mj—Kate presenta a las chicas, haciendo que la mayor preste atención a cada una de las dos.

—Hola—es amigable con Mj quien solo le dice "hola" tímidamente debido a la presencia de la mujer mayor— Entonces tú eres la famosa Annie...

—Sí, soy yo, famosa, no lo sé—dice la rubia, poniendo un fuerte color rosado en sus mejillas con el saludo de la mujer—No sabía que me conocía.

—Pero claro que te conozco, Kate hablaba mucho de ti—miente descaradamente, haciendo que su hija frunza el ceño.

—¿Enserio?

—¡Tú lo dijiste!—no tarda en responder Eleanor, Kate que en ese momento sólo quería poder cavar el más profundo de los agujeros e involucrarse con la indiscreción de su propia madre.

—Espero que solo sean cosas buenas—Annie habla cortésmente, ganando puntos con la mujer mayor que sonríe, satisfecha con la cortesía de la chica.

—Mamá, ¿no me dijiste que necesitabas quedar con algunos amigos?—Kate interrumpe la conversación, llamando la atención de la mayor quien entiende su señal, despidiéndose brevemente de todos, dejando la promesa de que hablarían más después porque Necesitaba conocer mejor a sus amigas y a su hija.

—Tu madre me intimida—afirma Ned mirando fijamente a la mujer mayor caminando hacia ciertas personas que no podía decir quiénes eran. Kate simplemente asiente, completamente de acuerdo con su amiga.

—La encuentro muy amigable— afirma tranquilamente Annie, haciendo que la atención de Kate recaiga ahora en ella, quien se sonroja mucho al notar los ojos azules de la arquera encontrándose con los de ella.

—Eso es porque no la has encontrado de mal humor. Créeme, no es algo bonito de ver—dice la pelinegra haciendo sonreír a la chica.

—Peter, acompáñame a ver si ya han comenzado a servir la comida—dice Mj mirando al chico que asiente, caminando ya hacia la mesa—¿Nos vamos, Ned?

—Pero le estaba explicando a Annie que...

—¡Ned!— Mj interrumpe a su amigo, abriéndole los ojos antes de señalar con la cabeza en la dirección en la que caminaba Peter.

—Aaaaaah—dice mirando entre Peter y Annie antes de sonreír con picardía— Vámonos—dice acelerando el paso, dejando solo a las dos chicas solas en medio de la habitación.

—Me encanta lo discretos que pueden ser—dice Kate, haciendo reír a la rubia.

—Ni siquiera me digas—asiente divertida Annie antes de que un silencio casi palpable se instale entre las dos chicas que intentan encontrar algo que decir.

—Entonces, quería disculparme contigo— Kate comienza a hablar, rompiendo el silencio mientras se mira los pies— Por el otro día.

—No tienes por qué pedir disculpas...

—Claro que necesito, dije que quería conocerte, te hice ir allí para que al final fuera una pésima compañía y aun así me fuera en medio de todo—admite la arquera con la conciencia culpable sobre cómo ella había actuado con la chica.

—Sí... Definitivamente no fue la mejor de las citas, pero no hay necesidad de disculparse.—afirma asintiendo hablando en voz baja.

Una cierta culpa se apodera de Kate cuando la arquera se da cuenta de que, vergonzosamente, no le había causado una primera impresión a Annie. Su cabeza estaba tan confundida ese día que era casi como si estuviera obteniendo su primera impresión de la chica en ese momento.

—La verdad es que me sorprendí mucho cuando Peter dijo que todavía querías hablar conmigo, pensé que después de todo no querrías volver a mirarme a la cara nunca más—confiesa sonriendo torpemente al ver a Annie negar con la cabeza.

—Imagínate... Realmente me pareces alguien amable, creo que vale la pena intentarlo por segunda vez.—la afirmación hace que Kate sonría con alivio— De hecho, creo que valió la pena, porque te ves genial con ese traje—dice analizando el atuendo de la arquera quien se siente sorprendida por el elogio.

—Tú también... quiero decir, no con traje, no es que no te verías bien con uno, porque claramente lo harías—la pelinegra se pierde en las palabras, molestándose consigo misma antes de detenerse y respirar profundamente para puede continuar, mientras la rubia solo sonreía ante la confusión de la chica— Lo que intento decir es que te ves hermosa así—dice viendo el color de las mejillas de Annie tomar un tono rosado fuerte con el piropo.

La rubia lució un delicado vestido azul lavanda que armonizaba con su mirada, casi en el mismo tono que su ropa, y que también reflejaba la delicadeza de su personalidad.

—Gracias—dice sonriendo avergonzada y ahora mirando a todos en la habitación tratando de ocultar lo mucho que se sonrojaba—Pero confieso que no me imaginaba que ese era su estilo de lugar—analizó el lugar, no estaba mal, en realidad no. Todo era muy sofisticado, al igual que la gente que bebía las bebidas más caras mientras hablaba de algo que claramente no era tan interesante como pretendían.

—Y no lo es, pero a mi madre le gusta mucho que la acompañe—confiesa aburrida— Pero nunca me quedo hasta el final, siempre busco algún lugar para estar sola y poder esconderme de todo este aire arrogante que tiene esta gente—habla, mirando a su alrededor con una mueca.

—Entonces hagamos eso—dice emocionada, haciendo que que la chica la mire confundida.

—¿Eso qué?

—Encontrar un lugar donde alejarnos de todo este aire arrogante—afirma Annie, agarrando la mano de Kate, empujando a la pelinegra por la habitación, pasando con cierta prisa entre la gente. La arquera prestó atención al contacto entre su mano y la de la rubia, no dejando de notar como su mano era extrañamente pequeña en relación a la de ella, no dando un ajuste determinado.

Buscaron un lugar tranquilo por unos minutos, antes de llegar al segundo piso de la habitación, encontrando un balcón que daba a la transitada calle, que aunque era tarde en la noche, estaba tan transitada como cualquier otro momento anterior. Dando la impresión real de que esta ciudad nunca dormía.

—¿Esta mejor aquí?—pregunta Annie sonriendo.

—Definitivamente—afirma Kate mientras observa el bullicio de la ciudad.

—¿Y a ti qué te gustaría hacer?—pregunta la rubia con curiosidad.

—¿Perdón?

—En este momento, si pudieras estar haciendo algo, ¿Qué sería?—la pregunta hace que Kate divague en su mente por unos momentos antes de tragar saliva, imaginando recuerdos de otra noche que terminó siendo interrumpida, poniendo nerviosa a la chica.

—Arco y flecha—miente tratando de borrar el nerviosismo—Siempre me gusta entrenar lo más que puedo.

—Nunca te vi disparar—habla agradablemente la chica.

—Quién sabe, tal vez vayas a alguno de los torneos en los que participo.—dice Kate, recibiendo un asentimiento como respuesta—Para que veas que soy la mejor arquera del mundo—se jacta, ganándose un risa de la rubia.

—Me encantaría—dice sonriendo y acercándose lentamente a Kate.

La arquera solo analiza la corta distancia impuesta entre ellas sin saber lo que sentía al respecto, no estaba nerviosa por el acercamiento de Annie, definitivamente no. Simplemente no sabía cómo reaccionar.

—Quería disculparme nuevamente, realmente me sentí mal por ese día.—vuelve al tema sin saber qué más decir.

—Ya te dije que no tienes por qué preocuparte—era una buena charla—De hecho, casi has logrado redimirte.

—¿En serio?—pregunta Kate al ver a la chica asentir y una sonrisa pícara formarse en sus labios, dejando a Kate sorprendida por la escena ya que nunca había imaginado que algo así encajaría con los rasgos de la rubia.

—Sí, pero todavía falta una cosa—dice divertida antes de acercarse lentamente a la arquera, uniendo sus labios con los de Kate.

La pelinegra se queda sin reaccionar por unos segundos, no porque le sorprenda el acto. De hecho, ya imaginaba que esto podría suceder esta noche. Kate simplemente no sabía cómo quería actuar en esta situación.

Cuando la rubia se aleja, los labios de Kate se relajan sobre los de ella, sugiriendo que la arquera está respondiendo. Las manos de Annie van al rostro de Kate, profundizando el contacto.

Fue un beso tranquilo, sin prisa por terminar, no fue algo intenso que hiciera a la persona desear más, Kate no sintió ese deseo que ardía bajo su piel, ni el ardor de sentir el contacto de la piel, o esa ansiedad de saber dónde terminaría eso.

Pero la dulce sensación del beso era buena, Annie reflejaba su propia personalidad en el contacto, ella estaba tranquila y delicada, incluso un poco avergonzada, y los suaves labios de la rubia hacían del acto de besarla algo cómodo.

Pero como siempre, Kate demuestra ser su propia enemiga cuando su mente trae imágenes de otra noche, haciendo que la arquera jadee en medio del beso al sentir el recuerdo de ese toque en su cintura, y los sentimientos que le causaron esa noche.

Destellos llegan a su mente, haciendo que ese agradable ardor llegue al pecho del arquero. Como resultado, Kate lleva su mano al cabello rubio de Annie, dejando un ligero tirón allí, provocando una sonrisa en la chica.

—Te encontré...—Peter deja de hablar en el mismo momento en que ve la escena que lo había perturbado, haciendo que las chicas se separen abruptamente. Annie sonrojada de vergüenza por haber sido atrapada y Kate confundida por lo que estaba pasando, aún aturdida por el beso, al menos pensó que era para él— Mj me va a matar por haber interrumpido...

—¿Nos estabas buscando?—Annie interrumpe al chico, desesperada por cambiar de tema.

—Sí, sí... tía Eleanor quiere verte y me pidió que viera dónde estabas—dice el chico claramente nervioso, recibiendo un asentimiento de la rubia.

—Por supuesto, es... ¿Nos vamos?—pregunta Annie, saliendo ya del balcón antes de mirar a Kate por última vez y sonreír avergonzada.

La arquera estaba lista para seguir a los dos cuando escuchó el sonido de su teléfono celular sonar, advirtiéndole que estaban llamando. Cuando Kate ve el nombre parpadeando en la pantalla, una mezcla de sentimientos la invade.

Enfado, alivio, ansiedad, nerviosismo... ¿Ya ha dicho enfado?

—¡Mira quién finalmente dio una señal de vida!—responde ya hablando enojada—Simplemente desapareces después de lo que hicimos, no respondes a mis mensajes y ahora ni siquiera dices nada, haciéndome quedar como una loca que habla sola.

No hay respuesta y cuando Kate permanece en silencio, escucha el sonido de una respiración al otro lado de la línea.

—¿Jess?—pregunta y nuevamente sin respuesta— ¿¡Jess!?

—Deja de gritar...—la bruja habla por primera vez, su voz era baja, pesada y con una ronquera que no era natural en su tono. Haciendo que Kate no supiera si se sentía aliviada por tener noticias o angustiada por no saber lo que estaba pasando—Necesito tu ayuda...

—¿Qué pasó?—pregunta sintiendo una extraña opresión en el pecho.

—Me lastimé un... un poquito—miente tratando de bromear, pero estaba demasiado cansada para eso, teniendo que detenerse un momento para respirar profundamente antes de continuar. Jess sintió sus cuerdas vocales quejarse por cada palabra que decía, ya cansada por las horas que pasó gritando anteriormente—Acabo de recordar que eres una buena e-enfermera—habla con dificultad, tratando de bromear para no mostrar cómo era ella realmente.

—¿Dónde estás?—la respuesta nunca llega, haciendo que Kate solo escuche fuertes toses provenientes de la bruja, quien quería llorar en cada uno de ellos.—Jess, ¿Dónde estás?

—No lo sé realmente...—habló con cansancio mientras intentaba identificar el lugar donde la habían dejado.— Kate, creo que me voy a desmayar.

—Joder, Jess... Dime dónde estás...—antes de que la arquera continúe, alguien llega y la interrumpe.

—Kate, ¿no vienes?—pregunta Annie, llamando a la pelinegra que solo la mira fijamente sonriendo débilmente.

—Ya voy, un momento—le importa recibir una sonrisa de la chica antes de quedarse sola nuevamente.

—Entonces volviste a salir con la rubia—dice la bruja—No debí llamarte, lo siento.

—¡Sólo dime dónde estás!

—Nos vemos por ahí—dice Jess deteniéndose para respirar profundamente antes de continuar hablando.

—Jess en...

—Buenas noches, arquera—se despide interrumpiendo a Kate, haciendo que la morena mire incrédula su celular al escuchar el sonido de la llamada finalizada.

Intenta llamar de nuevo y, después del cuarto intento, se da cuenta de que no obtendrá respuesta. Pero eso no te impide acceder a la aplicación de la empresa de seguridad de su madre y luego obtener la ubicación desde donde se realizó la llamada.

Pero Jess estaba herida, y Kate recuerda muy bien que la pelirroja le dijo que no la pueden llevar al hospital en estas situaciones. Encontraría a la bruja, eso era un hecho, pero necesitaba ayuda si era algo serio, como realmente parecía. Kate vio la paliza que recibió Jess esa noche, e incluso después de eso la bruja se alejó. Para ella recibir una llamada como esa no fue poca cosa.

Mientras casi baja corriendo las escaleras hasta el primer piso, Kate tiene una idea estúpida, pero sería su única salida en este momento.

Buscando desesperadamente, encuentra a Peter hablando con Mj.

—Hola...—se acerca a los dos casi eufórica, haciendo que la miren con recelo— Peter, ¿puedo hablar contigo rápido? —pregunta recibiendo un "seguro" como respuesta antes de que Mj deje atrás a Ned.

—¿Qué pasó?—pregunta el chico preocupado.

—Necesito tu ayuda—dice viendo a su amigo, Parker la mira esperando más información— Necesito que hables con Tony.