La tormenta resonaba por todo el lugar ocultando los gritos de dolor de la madre que se encontraba dando a luz en ese momento.

Toallas calientes y agua fría para la mujer que estaba acostada en la cama mientras la sangre escurría en las sábanas y en el piso

── ¡Mónica! ¡Tu puedes! ── Gritó su amiga quien la ayudaba a traer al mundo la pequeña criatura que había pasado 9 meses en su vientre ── ¡Puja!

── ¡No puedo! ── Sollozó en dolor mientras grandes gotas de sudor recorrían su cuerpo ── No puedo ── Repitió en un susurro

── Mónica, si puedes, claro que puedes, mi amor ── Apoyó el castaño que se encontraba al lado de ella con una mano encima de la suya. El padre de su hijo

── Mónica solo una más, tu puedes ── Aclamó la otra mujer

── ¡Agh! ── Gritó fuerte y largo mientras empujaba todas sus fuerzas al pequeño

── ¡Eso es! ¡Ya está! ── Habló la mujer mientras sacaba a la pequeña y cortaba el cordón que las unía

── Lo hiciste, cariño. Eso es todo, ya está aquí ── Sonrió el hombre dejando un beso en su frente

Los truenos y relámpagos no se quedaban atrás en medio de la tormentas. No había ninguna luz encendida en la casa debido a las fuertes lluvias

── No... ── Susurró dispersa ante el cansancio

── Es una niña, Mónica ── Sonrió la mujer mientras cargaba en sus brazos a la pequeña tratando de acercarla a ella

── No ── Murmuró

── Mi amor...

── Victor ── Alegó serveramente mientras lo miraba directo a los ojos ── No podemos

── Mónica... ── Susurró con lágrimas en sus ojos

── El la encontrará ── Sentenció ── No podemos dejarlo

── Víctor... ── Murmuró en forma de pregunta la mujer con su hija en brazos

── Tenemos que llevarla ── Habló mientras se levantaba de su puesto al lado de la madre de su hijo

── ¿De que hablas, Victor? ── Pregunto su amiga confundida ── ¿Mónica? ── La nombrada estaba a punto de desamyarse

── Lo siento, Irina, tienes que irte ── La guío hacia las afueras de la casa mientras tomaba a su hija en brazos

── Víctor ¿A qué se refieren con llevarsela?

── Adiós, Irina. Eres una excelente amiga ── Cerró la puerta mientras escuchaba a la bebé llorando en sus brazos ── ¿Mónica? ── Observó a la mujer con los ojos cerrados en la cama sin moverse ── Mónica, mi amor... ¡Mónica!

Olivia despertó de su sueño agitada con algo de sudor en su frente. Tocó sus mejillas notando un poco de calor en ellas para luego quitarse las sabanas de encima y dirigirse a las cortinas de su habitación mostrando la luz del sol a través de la ventana, y recogiendo su teléfono de la silla de su escritorio observando el reloj

── ¡Maldición! ── Susurró mientras se dirigía a cambiarse de ropa rápidamente y pasaba corta mente un peine por su despeinado cabello ── ¡Mamá! ── Tomó su chaqueta para correr escaleras abajo

── Lo empaqué con queso, y una bebida energética ── Señaló una bolsa en la mesa de la cocina mientras reposaba una mano en esta y con la otra tomaba su café ── También deje dinero por si quieres algo dulce

── Eres la mejor ── Besó su mejilla recogiendo sus cosas de la mesada

── Lo sé ── Sonrió con una mirada egocéntrica pero sincera escuchando una bocina a las afueras de la casa ── Debe ser Killian

── ¡Te amo! ── Tomó su mochila para irse

── ¡Yo igual, mocosa!