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🥀004|𝐄𝐌𝐎𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒

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𝐄𝐌𝐎𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒

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EL PRINCIPE HEREDERO ARES MIRABA a su padre en el trono rodeado de nobles, escondidas miraba todo, estaba detrás de las lápidas de la sala, viendo con emoción y una sonrisa a la gente noble pero luego su sonrisa se borra al escuchar lo siguiente.

—la emperatriz parece estar abusando de nuestra confianza, majestad ella fue a ver a su concubina sin su permiso no? Que cosas le habrá dicho a la concubina Benela.

—pudo haber amenazado a la concubina Benela de alejarse de usted, su majestad no debería hacer algo?

—se rumorea entre las sirvientas que las dos hablaron en privado y que luego vieron a Lady Benela nerviosa y deprimida.

Comentarios iguales siguieron así encontrá de la Emperatriz Roserice, Ares veía a su padre esperando que defiende a su madre, pero se decepcionó cuando ve que no estaba interesado en nada, como si no le importara su esposa.

—(padre, por qué no haces nada?... No! Debe ser que el confía en madre y no hace falta que responda a los nobles tontos!)—pensaba con esperanza de que su padre no desconfiara de su madre.

Ya cansado de los comentarios de los nobles se escabulle para salir de la sala del trono, no quería escuchar más a los nobles hablar mal de su madre, no podía soportarlo, ni un segundo más.

Aunque no entendía por que los nobles son así con su madre, ella se a esforzado en ayudar los, estaba siempre con el papeleo del reino, cuida de la gente y de ellos! Lo dejo a el aun lado para preocuparse más por el imperio.

Ares no podía evitar tener algunas lágrimas en sus ojos que querían salir pero no lo dejaba, no soportaba ver a u madre cansada por cuidar del imperio, ahora estaba decepcionado de su padre por no defender a su madre de los molestos nobles, no que la amaba? El amor es apoyar a alguien y quererlo hasta al final! Así era el amor.

—solo...está cansado padre..tal vez sea eso.—se dice así mismo mientras camina por los pasillos con la mirada hacia abajo,sin fijarse a dónde va hasta que siente algo suave y cae de trasero al suelo.

—Principe Ares?—era una voz femenina y suave, el principe levanta su mirada para ver a una mujer de cabello rojo intenso brillante, parecía magenta, sus ojos abiertos al verlo a el.—se encuentra bien?—su voz parecía preocupada y extiende su mano hacia el, acepta su mano para levantarse algo avergonzado.

—o-oh yo lo siento.—dice avergonzada mientras agacha la mirada con sus ojos aún con lágrimas, no sabía quién era la mujer pero debía admitir que era como una rosa en plena primavera.

Benela nota que Ares no estaba bien del todo, podía sentir su tristeza y frustración desde aquí, así que se pone en rodillas sin importar le que su vestido se ensucie, ella saca un pañuelo y levanta del mentón a Aras para hacer que lo mire, ella acerca el pañuelo y con cuidado limpia sus lágrimas.

Ares no se oponía a nada, más que eso se dejaba, el tacto de aquella mujer era cálido y con cuidado, hace tiempo no sentía una calidez así, no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza, cuando ella termina agarra su muñeca para que abriera su mano y le dejara el pañuelo con el que limpio sus lágrimas.

Era un bello pañuelo con un buen bordado hecho, tenía rosas rojas en las esquinas del pañuelo y una firma de su nombre con un hilo dorado que no alcanzo a leer por la concentración que tenía en ella que en el pañuelo.

—¿m-me lo da? ¿A mí?—pregunta emocionado Ares, hace tiempo no le daban un regaló que no fuera joyas, trajes o otras cosas de lujos, jamás le gustaron pues no era un regalo sincero solo eran regalos que buscaban su apoyo o tener beneficios con el por ser el futuro sol de Arbeleza.

Pero en cambio ese pañuelo que fue hecho por ella le gustaba de algún modo, lo hacía sentir especial como cuando su madre tenía tiempo para el y le daba besos de buenas noches.

Su primer regalo solo para el, Ares sonrojado recibe las palmadas de Benela en su cabeza, se sentía premiado por ella.

Benela no pudo evitar soltar algunas risas por la reacción de Ares, no lo conocía del todo pues en el webtoon no había muchos datos de el y solo era conocido en el fandom como el hermano de Ariana.

—(es una copia de Jaider mini... Pero tiene esa mirada de emoción de su madre, que adorable.)—aleja su mano mientras hace un reverencia.—me despido del futuro sol de Arbeleza, espero que cuando se encuentre triste pueda secar sus lágrimas con el pañuelo que le di.

Ares asiente con emoción mientras le hace una reverencia algo torpe, aunque se veía adorable.

—muchas gracias por el pañuelo! Prometo cuidarlo bien!—dice con entusiasmo mientras Benela se reía.

Benela se va por la dirección en dónde venía Ares con su sirvienta detrás de ella quien estaba sorprendida,Ares veía como ella se iba y se desvanecía su figura por el pasillo.

—es realmente radiante...

—principe Ares!—una sirvienta venía corriendo hacia el, al estar frente a el hace una reverencia.—su madre la emperatriz pide que vaya a su oficina para que pase el rato con ella.

—oh! Mi madre!—con una sonrisa y entusiasmo corre a dónde su madre, dejando atrás a la sirvienta con la respiración agitada.

Debía de contarle a su madre de que conoció a una mujer amable y bella que era como las rosas rojas del jardín imperial!

Apretando el pañuelo en sus manos iba hacia donde su amada madre para este con ella y poder contarle de la rosa roja que conoció.

Roserice se encontraba preocupada, su esposo a estado ignorando la por alguna razón, eso la entristece y deprime a la vez.

Lo único que le queda para animarse es su amado hijo Ares, quien es su luz en este palacio que la desprecian mayormente los nobles por querer mantenerla a ella fuera del poder político.

Aunque ella tratara de vivir en paz sabía que no podría, los nobles no la dejarían en paz no importa que, para ellos solo se trataba de la emperatriz sin poder alguno en este palacio, nisiquiera su esposo trataba de defender la, se volvió distante de alguna manera.

—ya ni se si quiero verte otra vez...—dice esto mientras cierra sus ojos y se apoya en su escritorio.

Suspira ya cansada y estresada, después de pensar un rato abre suavemente sus ojos y ve en su escritorio un pañuelo con rosas rojas en las esquinas, levanta su mirada y ve a su hijo Ares con una sonrisa brillante.

—Mamá! Mira que me regalaron!—el niño que entró en silencio para sorprender a su madre le mostraba el pañuelo con felicidad en sus ojos y voz.

Roserice sonríe al ver a su pequeño Sol frente a ella, no solo eso estaba feliz y con ánimos, mayormente estaba desanimado siempre que venía aquí, pero verlo feliz era un regalo para ella.

—que bonito pañuelo mi príncipe.—diciendo esto besa su frente dejándole marcado un poco con el labial, haciendo que Ares suelte una risa y se sobe su frente.—dime quien te dió este bello pañuelo?—diciendo esto agarra el pañuelo y lo ve detenidamente.

—una rosa!

—eh? Una rosa?—ve el nombre escrito en el borde, era un tejido muy fino y elegante.

Sus ojos se abren sorprendidas al ver el nombre de Benela Verdi en el pañuelo, ella le dió su pañuelo a su hijo? Acaso su hijo sabe quién es ella? Aunque suponiendo como la llama lo dudaba un poco.

Roserice de alguna manera se sentía feliz, ella cierra sus ojos mientras agarra el pañuelo poniéndolo en su rostro, sus mejillas se tornan de un rojo algo intenso y el aroma de Benela había quedado impregnado en el pañuelo, su olor era único y algo adictivo que la hacía soñar de algún modo.

Toda esta acción lo hizo por impulso sin darse cuenta ni ella misma.

Ares veía todo esto confundido, no entendí que hacia su mamá oliendo el pañuelo de la mujer de rosas, con un puchero alza su voz trayendo nuevamente a la realidad a su madre.

—Mamá!

—¿¡Eh!?—Roserice se separa del pañuelo de manera agresiva, sus ojos abiertos, sus mejillas rojas y sus labios entre abiertos, noto que dejó una marca de su labial en el pañuelo y lago avergonzada lo borra, acción que confundió a su hijo.

—¿madre porque estaba oliendo el pañuelo de la mujer rosas?

—no se llama así hijo.—dice para evadir la pregunta.—su nombre es Benela Verdi, es la...

—la conoces! Mami conoce a la bella mujer!—dice con una sonrisa radiante Ares hacia su mamá.—podemos juntarnos con ella mamá? En una fiesta de te! Solo nosotros tres!

Ares estaba entusiasmado mientras hablaba de Benela Verdi con su mamá la emperatriz, Roserice solo escuchaba a su hijo con una sonrisa, estaba feliz de ver a su pequeño Sol de esa manera.

Ya no estaba como antes que era un niño desanimado y triste, sentía que era su culpa que estuviera así antes, por no darles suficiente de su tiempo y cuidado, pero ahora que Benela Verdi estaba aquí y sería un poco menos complicado las cosas ya con su presencia, aunque se sorprende que se lleve ya bien con su hijo sin siquiera saber cuál es su estatus en este palacio.

Que es la concubina del emperador, su padre, realmente se pregunta si Jaider podía hacer de feliz su hijo como Benela Verdi, esa bella mujer de aura atrayente que solo con un encuentro con su hijo lo hizo feliz, realmente ella es asombrosa.

—(¿Que estoy pensando? ¡No debería de pensar en la concubina del emperador de tal modo!)—sus mejillas se tiñen de un rojo intenso, sus labios temblando y sus ojos perdidos.

Ares dejo de hablar al ver a su mamá de una manera nerviosa, eso lo confunde de algún modo, por que su mamá estaba roja? Que estaba pensando? En su padre? Ya que lo ama, no?

—(esperó conocer a lady Benela, parece una persona muy amable, tal vez se lleve bien con mamá! Si! Se harán buenas amigas!)—pensaba el niño de ojos amatistas, estaba entusiasmado con volver a ver a Benela Verdi incluso si sabia que era la concubina de su padre.

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—¡Achis!—Benela Verdi se tapa la nariz con el pañuelo que le dió la pelirosa que estaba a su lado.

—¡mi lady!—coral preocupada se acerca a ella, aun manteniéndose alejada dandole su espacio personal.

—oh no te preocupes, estoy bien solo fue un simple estornudó.—dice sonando se la nariz para luego darle el pañuelo a Coral y seguir su camino a la sala de espera.

Había sido llamada por el Emperador Jaider y aunque quiso negarse sabía que no podía, el era el jodido emperador y ella una simple noble de otra región.

—(si no fuera por su estúpido título de Emperador yo no hubiera venido, ¡¡nisiquiera hubiera aceptado ser su amante!!)—pensaba enojada mientras apretaba sus labios, llegó a la sala de espera pues el Emperador estaba en reunión aún y le pidieron que esperará ahi.—(¡¡más encima me hace esperarlo!!)

—mi señora y si mejor se sienta?—dice coral mientras la lleva a el enorme sillón lujos para que se siente.

Benela se sienta mientras apoya su espalda y inclina su cabeza para atrás, tener que ver a Jaider le molestaba y frustraba.

No podía evitarlo, ya se había ganado su odio y rencor en el fondo de su corazón, y como no ganárselo, no esperaba que la llamara y la verdad no quería ni verlo nisiquiera en un miserable retrato, pero era su deber como concubina, un estúpido título que tenía por obligación.

—coral, cuentame algo de ti.—dice teniendo sus ojos cerrados y queriendo distraer su mente del enojo que tenía hacia el emperador.

—oh? Yo?

—acaso hay alguien más en la sala que se llame coral?—dice ella con las cejas fruncidas, eran las únicas en la sala de espera.

—ah cierto! Mil disculpas mi señora.—decia nerviosa mientras bajaba su cabeza en forma de disculpa.—B-bueno mi nombre es coral eso ya lo sabe jeje.

—aja?

—tengo ya mis 9 años y llevo en el palacio 2 años.—dice con entusiasmo mientras piensa un poco, sin notar la mirada sorprendida de Benela.

—(¿Como es posible? Entonces a la edad de 7 años estuvo en este palacio...suena interesante a la vez triste.)—piensa con amargura.

—naci el 8 de septiembre, mi sueño es tener una casita con jardín en el campo!

—una casita con jardín? No me digas que ese es tu sueño.—dice mientras cierra sus ojos con una sonrisa, esperaba que tuviera un sueño ambicioso de algún modo.

—si desde pequeñita.—dice con una sonrisa mirando a Benela, era muy diferente a lo que oía de ella en los rumores.

—bueno... cuando me gane al emperador Jaider siendo su concubina, le pediré que te hagan una casita con jardín.

Coral se sorprende y no pudo evitar arrodillarse para poner su cabeza en el regazo de Benela, ella era una sirvienta pero aún así es una niña pequeña, Benela acaricia su cabeza con cariño, no negaba que ya le tenía aprecio a coral, tenía en mente hacerla su sirvienta más fiel y con más influencia en el futuro.

—Madame Benela, no tengo nada que ofrecerla más que mi lealtad y mi vida.—dice coral levantando su vista para ver a Benela quien tenía sus ojos cerrados y una sonrisa.

—entonces dame tu lealtad y deja tu vida en mis manos Coral, me encargaré de que tus sueños se cumplan tu solo confía en mi.—diciendo esto acaricia a coral, en sus pensamientos ya tenía planes de como utilizar a coral, necesitaba a alguien que la ayudara en el palacio y ella era la indicada, una joven niña que aún no tiene ambiciones pero si sueños.

Derrepente se escucha la voz de alguien afuera, era el guardia, quien anunciaba la llegada de el Emperador Jaider.

Benela y coral se levanta para recibir a el Emperador haciendo una reverencia, Coral nerviosa ve como el emperador le indica que salga y espere afuera, ella hace una reverencia dejando a Benela y Jaider solos en la sala.

—(ya me había olvidado de él...)—pensaba con amargura Benela pero con una sonrisa en sus labios mientras recupera su postura para ver a jadier.—(Si que se ve muy bien sin el bigote, aunque no le quita lo estúpido.)—pensaba con burla Benela hacia Jaider.

—Benela mi c-

—vaya directo al grano Emperador.

—disculpa?—confundido Jaider viendo a Benela con la ceja levantanda, ¿que era esa insolencia de parte de ella?

—esta disculpando.

Benela se sienta en el sofá sin mirar al emperador, no había nadie solo ellos, Jaider con los ojos en blanco se sienta enfrente de ella y Benela no pudo evitar reírse dentro de ella por su plan, que acaba de comenzar.

—El emperador Jaider...es malo, a penas me presente en la alta sociedad y me toma como su concubina sin mi consentimiento...—se victimizaba Benela mientras ponía su mano en su mejilla, Jaider quería hablar pero Benela lo detiene.—incluso me hace esperarlo en la sala como una tonta, ¿acaso cree que por ser el emperador puede tener el corazón de cualquier dama? Y más de una que a penas viene de otra región.—decia Benela herida, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

Jaider no sabía que decir, estaba algo nervioso y confundido, anteriormente se encontraba enfadado por la insolencia de Benela pero escuchando sus palabras lo entiende y se siente mal por ella, era cierto que la tomo encontrá de su voluntad y siendo una noble de otra región que apenas llegó.

—yo...¿dime qué quieres? Pídeme lo que quieras y te lo doy, con tal que me perdones.—Jaider se acerca a ella poniéndose de rodillas y agarrando sus manos que estaba en su regazo.—te puedo dar lo que sea, menos tu libertad Benela, ya que me robaste el corazón.

—¿yo soy culpable de eso?—pregunta con lágrimas cayendo de sus ojos mientras veía que Jaider intentaba limpiar sus lágrimas y pensar en algo para responderle.—(es un hombre estúpido, cree que puede tener el derecho de tomar a cualquier mujer por solo ser Emperador... tranquila Benela, recuerda..un hombre estúpido y cegado por el deseo se puede utilizar para algo... Y yo soy buena en utilizar a la gente estúpida.)—benela agarra la corbata de Jaider y lo jala hacia ella dándole un beso en los labios.

Jaider se sorprende pero corresponde el beso mientras se agarra del respaldo del sofá, haciendo que el beso se vuelva más intenso.

Benela sabía que Jaider no la amaba, más que eso solo era pasión y deseo, aún así ocupará eso a su favor, ella aleja sus labios de Jaider y pone un dedo en ellos, el sentía la necesidad de besar a Benela.

—Emperador, yo quiero mi propia palacio.—pide Benela mientras mira a Jaider a los ojos, notaba el deseo en ellos por ella.

—te daré tu palacio Benela...solo para ti.—jaider no pensaba en nada más que tener a Benela en sus brazos, era un hombre cegado por el deseo y pasión, algo que ningún hombre puede contralar al tener a una mujer muy bella enfrente suyo.

Eso lo sabía ella, Benela que ocupará ese deseó y pasión para aprovecharse del emperador y su poder, se volvera poderosa en la sociedad y cuando Jaider se aburra de ella no le importara, porque en ese momento ella tendrá su propio poder y no necesitará más el poder del estúpido emperador cegado por deseo.




























🥀 : Volvi después de mucho tiempo, debo admitir que tenía otra idea para el cap pero me quedé con esta idea ya, que sepan que yo los quiero mucho.

🥀 : Créditos por el manip ➳❥ icedpizza le quedó muy precioso la verdad, como la amo 😔🌹

🥀 : Bueno como siempre falta de ortografía, eso no más ya bye nos vemos dentro de un año o tal vez dos, Casito elimino el capítulo-

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