Lalisa se encontraba manejando hacia la universidad que iba Jennie, su omega.

Para Lalisa, Jennie es la omega más hermosa que ha visto, su piel blanquita, su nariz, esos ojitos de gato que brillan cada que consigue lo que quiere, cuando hacía esos pucheros, cuando estaba enojada y sobre todo ese aroma que le encanta mucho: fresas y vainilla, esas eran unas de las pocas cosas que le gustaba de su Nini.

A su omega solo le faltaba este año y acababa la universidad y podía graduarse, sabía que Jennie estaba feliz por eso ya que también saldría con honores por ser una de las mejores estudiantes. Y decir que no fue fácil para Jennie ser una de las mejores ya que hubo días que su bebé no quería hacer tarea, donde terminaba distraída con la primera cosa que se le podría ocurrir.

Una vez llegó a la universidad donde estudiaba su omega, bajó del auto y se recargó en él, mientras se distraía con su celular.

Estaba revisando algunas cosas de su trabajo hasta que alguien tocó su hombro, alzó su cabeza y vio a una omega.

—¿Necesitas algo? —preguntó amablemente.

—Y-yo quería saber si tú esperabas a alguien, es que siempre te veo aquí, comentó amablemente con una sonrisa.

—Oh, sí, estoy esperando a mi omega —dijo con una sonrisa.

—Oh, ¿puedo saber quién es? —preguntó.

Claro, mi omega se llama Jennie —respondió con una sonrisa de orgullo al hablar de su omega.

—¿Kim Jennie? —preguntó algo confundida y Lalisa asintió al escuchar el nombre de su Jen. —Ella es una buena omega, es muy linda, aunque ella está en la dirección en este momento.

Lalisa, al escuchar que su Jen estaba en la dirección, se empezó a preocupar. No era la primera vez que Jennie iba a la dirección, aunque era una de las mejores estudiantes, se metía en muchos problemas.

—Oh, muchas gracias, por decirme —dicho eso se despidió de la chica y empezó a caminar rumbo a la dirección. Solo espero que no haya golpeado a un alfa o beta, pensó Lalisa.

No era ni la primera ni la única vez que su bebé golpeaba a alguien.

Iba apurada caminando para ver qué le había pasado a Jennie, iba más preocupada de que alguien le había hecho algo que no vio que alguien venía con la cabeza gacha.

—Perdón, no te había visto —respondió, pero aspiró el aroma y alzó su cabeza para ver que era Jennie.

—Lili —Jennie sonrió al ver a su alfa.

—Ahora, ¿qué hiciste? —preguntó para agarrar la mochila de Jennie y dejar un beso corto en los labios de su alfa.

—¿Yo? —Jennie preguntó confundida. —Nada, yo nunca hago nada.

Lalisa sonrió y negó con la cabeza. —Cuando lleguemos al departamento me cuentas —comentó, para después abrir la puerta del auto y dejar que Jennie entrara.

Jennie entró con una sonrisa y se acomodó en el asiento. Ahora solo faltaba que llegara a su departamento y pudiera descansar un rato, para después hacer su tarea.

Jennie bajó del auto y empezó a caminar hacia el elevador dejando atrás a Lalisa.

—Tontos alfas, todos son tontos, muy pero muy tontos —dijo para sí misma.

—¿Hasta tu Lisa? —preguntó Lalisa con una sonrisa. Sabía que su alfa había peleado con un alfa y es que su alfa no se dejaba por nadie y si ella no estaba de acuerdo en algo iba a decirlo sin importar qué.

—No, Lisa es una alfa muy inteligente —respondió con una sonrisa para después ver que las puertas del elevador se cerraban.

—¿Tienes tarea, Nini? —preguntó Lalisa cambiando de tema.

—Sí, pero la voy a hacer después, ahora solo quiero dormir un rato a lado tuyo —respondió con un puchero. —¿Podemos dormir un rato, alfa? —preguntó con un puchero.

Lalisa se quedó pensando, pero ella también tenía sueño, entonces estaba bien dormir un rato y ya después hacer el trabajo que le faltaba y que Jennie terminara su tarea y así tuviera el fin de semana libre para ellas dos.

—Está bien, pero solo unas tres horas y después empezamos con nuestro trabajo —comentó Lalisa, a lo que Jennie asintió con una sonrisa.

—Está bien, Lili —dijo para dejar un beso en los labios contrarios y después abrir la puerta de su departamento.

Adaptación; La historia no es de mi autoría, todos los créditos son para luvsran