Ya pasaron meses y Jisung sufría más bullyng que antes. Desde que entró Minho a la escuela su vida paso de ser aburrida y que la gente solo se reían de el a ser un infierno y ser llamado “La ardilla de Minho”.

Cada que pasaba siempre lo observaban maliciosamente. Si llegaba a ver a Minho corría lejos de ahí pero era difícil esconderse si el idiota hacía que sus amigos lo trayeran hacia el...

Minho se había vuelto uno de los bravucones más horribles de la escuela... Molestaba a todos pero parecía como si tuviera algo en contra de Jisung. Siempre lo acosaba, le robaba el dinero y hasta le llegaba a golpear.

Paso de querer ir a la escuela para no ver a su madre a querer irse de la ciudad para no ver a su madre ni a Minho. ¿Como es que todo cambio de la nada?

Jisung despertó por su alarma. Se levantó con dificultad y se fue al baño. Ahí pudo ver el inodoro con vómito y eso hizó que sintiera náuseas. Su madre había vuelto a vomitar como ayer, ante ayer y probablemente mañana también.

Su madre era un drogada que se la pasaba golpeando e insultando a su único hijo. Jisung.

Se lavó su rostro y nuevamente fue a su habitación a cambiarse de ropa. Desafortunadamente debe ir a la escuela y vivir el infierno de todos los días. Al terminar agarró su mochila y salió de su habitación. Justo cuando iba a salir de su hogar sintió que fue jalado del brazo con fuerza.

—¡¿Y el dinero?! —Gritó una mujer con los ojos rojos.

—El señor nunca vino a casa. No me dió el dine... —No terminó de hablar cuando recibió una bofetada en su rostro. Lágrimas slaieron de sus ojos y sin esperar más salió corriendo de ahí.

—¡Maldito mocoso, ojalá te hubieras muerto! —Jisung la ignoró y siguió corriendo.

Corrió y corrió hasta que llegó al infierno. Con solo dar un paso ya pudo sentir la mirada de varios. No tardaron en murmurar y reírse de él. Sintió como sus ojos se volvían borrosos y las lágrimas salían.

—Miras como llora... ¡Sus ojos se ven más pequeños de lo que son! —Dijo una.

—¿Estás segura que tiene ojos? —Todos rieron.

Las lágrimas salían más y más hasta que no aguantó y salió disparado al baño. Se quitó los lentes y se lavó el rostro sin cuidado. Se volvió a poner los lentes y miró a todos lados para asegurar que no haya nadie. Al asegurarse se metió en uno de los cubiculos.

Se sentó en el inodoro y rebuscó entre sus cosas de su mochila un cúter. Cuando lo encontró lo abrió, se levantó las mangas y en su brazo izquierdo habían cortaduras ya hechas y algunas que parecen que fueron hechas ayer. Pasó el cúter pro su brazo y pudo sentir tranquilidad. No hacía cortes profundos pero si lo suficientes para que salgan gotas de sangre.

Se pasó el cúter como por 4 veces hasta que la puerta del baño fue abierta de golpe. Jisung se asustó y guardó el cúter.

—¿Sunggie? —Han al escuchar esa voz levantó sus piernas para que ya no tocaran el suelo.— No te escondas ardillita... Me han dicho que te vieron entrar. —Las lágrimas volvieron a salir de sus ojos. Era Minho.— Sal antes que te saqué a la fuerza. —Jisung cerró los ojos con fuerza, se levantó, cubrió sus cortes y salió de ahí.— Oh... Hola.

—Hola... —Minho se acercó a él y lo tomó del brazo izquierdo con fuerza.

—¡Ah! —Minho rió.

—Ay por dios, que exagerado eres. Ni que mis manos tuvieran cuchillos. —Dijo entre risas. Lo empezó a arrastras hacia afuera.

Cuando salieron Jisung vió que todos los voltearon a ver. ¿Acaso esta maldita escuela no tiene campana? Minho lo empujó e hizó que jisung cayera de espalda. Jisung soltó un grito agudo y eso ocasionó que todos rieran. La gente empezó a grabarlo.

—¡Tus ojos ni se notan, parecen dos agujeros virgenes! —Todos rieron por lo que dijo Minho.

Jisung empezó a llorar con más fuerza. Todo a su al rededor era borroso y solo podía escuchar las risas de todos. Intentó levantarse para escapar pero falló, ya que Minho lo patió y nuevamente cayó al suelo.

—D-dejame ir... Te lo s-suplico... —Todos empezaron a reír aún más fuerte por lo que dijo.

—¿Me estas suplicando? —Jisung asintió rápido mientras soltaba sollozos. Minho nuevamente rió como loco.— ¡Este idiota ahora me suplica! —Todos volvieron a reír como siempre. Minho se agachó y se acercó al rostro de Jisung. Lo jaló del cabello y sonrió.

—¿P-por qué me haces e-esto? Yo n-nunca te hecho nada... —Decía mientras lloraba. Minho sonrió de lado, burlón.

—Me molesta tu cara. —Respondió. Todos se quedaron callados para escuchar.— Me molesta tu cabello... Me molesta tu cuerpo, me molestan tus manos, tus piernas, tus ojos, tu existencia! —Todos soltaron más risas. Minho lo empujó y se fue de ahí sin voltear a verlo.

—¿No crees que te pasaste? —Dijo entre risas la novia de Minho. El negó.

—Nah. —Los dos se fueron entre risas.

Todos al rededor de Jisung le tomaron fotos y videos para después irse mientras se burlaban de el.

Jisung empezó a llorar con fuerza mientras intentaba levantarse con dificultad del suelo. Corrió lejos de la escuela.

Nota del autor:
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