Maratón 1/4:

Sana estaba contenta de presentarle a Jeongyeon, el resto de sus amigos; aunque haya sido con otro nombre. La noche transcurría de una manera muy tranquila, todos estaban conversando y riendo. Algunos, se encontraban en la pista de baile con diferentes tragos de colores en sus manos.

La híbrida se encontraba sentada en el sofá con sus piernas recargadas en su pecho mientras disfrutaba de su sexta copa de piña colada. Estaba feliz, aunque lo único malo era que tenía que sacarse y ponerse la mascarilla en cada momento para evitar que vieran sus pequeños bigotes.

A pesar de que Sana se encontraba bailando con sus amigos, no le quitaba la vista de encima a Jeongyeon, aunque se encuentren un poco lejos. A la japonesa le parecía tierno que Jeongyeon intente mantener su identidad oculta, también le hacía sentir especial el hecho de que solo ella conozca la verdadera forma de la híbrida.

En su mente, la japonesa se preguntaba si Dahyun ya se habrá dado cuenta que Momo también era una híbrida. Le preocupaba que su amiga no la acepte y la vea como un bicho raro. Así como ella se asustó, Dahyun fácilmente puede hacerlo.

ㅡ Sana, quiero hacerte una pregunta

La japonesa dejó sus pensamientos de lado y volteó para dirigir su atención hacia Dahyun.

ㅡ Dime Dahyunnie. ¿Sucedió algo?

Dahyun tomó un sorbo de su trago y miró fijamente a Sana.

ㅡ ¿No pensabas decírmelo?

Sana quedó sorprendida y algo consternada ante la pregunta directa que soltó la contraria, se hizo una idea acerca del tema que Dahyun trataba de relucir.

No quería sobre pensar el tema, tragó en seco y decidió responderle.

ㅡ ¿A qué cosa te refieres? ㅡ la japonesa cogió su bebida y tomó un gran trago de esta, haciendo que su garganta ardiera.

Dahyun la miró levantando una ceja y suspiró. ㅡ Porqué no me dijiste que era muy difícil cuidar mapaches...

La coreana se acercó al hombro de Sana y empezó a lloriquear falsamente mientras la contraria solo atinó a reírse.

ㅡ Todo el santo día, te lo juro, todo el maldito día; Momo tiene hambre. ¿Lo peor? Lo peor es que es tan exquisita con sus comidas. No dormí durante todo un día buscando recetas gourmet para mapaches, las páginas de internet eran muy escasas de información respecto a ese tema y no pegué el ojo en todo el día. Ay Sana, ya no sé qué hacer; ese mapache solo come, duerme y se trepa encima mío. ㅡ lloriqueó ㅡ Aunque debo reconocer que debo agradecerte, mi vida se volvió más emocionante desde que me la llevé. Gracias Sanita, te debo una grande.

Dahyun salió del hombro de Sana para abrazarla y darle un beso en la mejilla.

ㅡ Vaya... Debes estar muy ebria para que digas todo eso en un solo momento. ¿Cuántos mojitos te tomaste?

ㅡ No lo sé, como siete u ocho, de igual forma no son muchas.

ㅡ Dahyun, creo que debes ir a tu casa...

ㅡ No lo creo, estoy bien, todavía tengo algunas de mis neuronas activas ㅡ dijo vacilante mientras seguía tomando de su bebida ㅡ Más bien, a la que se le subió el alcohol es a tu amiga.

Sana volteó su vista hacia donde los orbes de la contraria señalaban. Su vista se topó con una escena donde Jeongyeon era la protagonista. La híbrida estaba bailando de una forma un tanto extraña, pero adorable para la japonesa. Pensó en ir por ella, pero no quería interrumpirla, se notaba que estaba disfrutando del momento.

La japonesa volvió al sofá dejando a una ebria Dahyun con otra de sus amigas, advirtiéndole a esta que de una vez por todas le quiten el alcohol a la chica de blanquecina piel. Los orbes de Sana volvieron a ver el lugar donde se encontraba la híbrida, pero para su sorpresa, Jeongyeon ya no se encontraba allí.

Sana estaba por entrar en desespero y pánico, iba a levantarse del sofá hasta que sintió una cabecita posarse sobre su hombro derecho haciendo que se detuviera. La castaña volteó su vista hasta su hombro donde se encontraba Jeongyeon descansando.

ㅡ Sana... Me siento rara... ㅡ musitó la híbrida al oído de la japonesa.

La piel de Sana se erizó al sentir el aliento de la contraria. Acomodó su cuerpo con tal de darle más comodidad a la híbrida y poder observar su rostro. La japonesa tomó en rostro de Jeongyeon con la mano de su brazo libre y empezó a verla con detenimiento, la híbrida lucía cansada y sus ojos estaban adormilados; había una clara explicación para eso.

ㅡ Será porque tomaste un poco más de lo debido. Respecto a eso, ¿cuántas piñas coladas bebiste? ㅡ cuestionó Sana preocupada.

ㅡ Mmm... ¿Yo?

ㅡ Si, te estoy preguntando a ti Jeong...

La híbrida seguía acostada en el hombro de Sana, estaba muy cómoda. La calidez corporal de la japonesa era suficiente para hacer que Jeongyeon se sienta bien. La música del lugar lo suficientemente fuerte para que Sana no perciba los pequeños jadeos de felicidad que soltaba la híbrida. Estaba cansada, pero sentía que podía quedarse dormida en unos cuantos segundos.

ㅡ ¿Jeong? ¿Me estás escuchando?

Jeongyeon solo respondió con un "Ajá" mientras seguía con los ojos cerrados, recostada sobre Sana. Por otro lado, la japonesa entendió que su compañera se encontraba agotada y sería una buena idea volver a casa, no quería que la híbrida desfallezca en sus brazos o caiga en coma etílico.

ㅡ Pequeña... ¿Te parece si vamos a casa?

La híbrida escuchó la propuesta de Sana y al procesarla se levantó del hombro de Sana para mirarla a los ojos.

ㅡ ¿Irnos? ㅡ levantó una ceja ㅡ No gracias, estoy bien aquí y quiero otra piña colada. ㅡ dijo la híbrida mientras terminaba de tomar la última copa que estaba sosteniendo.

ㅡ No Jeong, has tomado mucho alcohol por hoy. No debí dejar que esto pasara, debí esta cuidándote. ㅡ miró a la híbrida quien parecía confundida ante la preocupación repentina de la japonesa ㅡ Dios... Jeongyeon, dame eso ㅡ Sana intentó quitar la copa de las manos de la híbrida, pero no tuvo éxito.

ㅡ Si quieres quitarme mi bebida, primero tendrás que enseñarme algo... ㅡ habló la híbrida mientras sonreía de lado.

ㅡ ¿Enseñarte qué? ㅡ cuestionó la castaña.

ㅡ Mmm... Quiero que me enseñes los que Nayeon y Jihyo hicieron hace unos momentos. Ese acto, de... no estoy segura de que sea, pero enséñame. ㅡ ordenó

Sana estaba confundida, no tenía ni la menor idea de lo que estaba diciendo Jeongyeon ㅡ No entiendo, ¿a qué acto te refieres?

Jeongyeon carcajeó burlona ante la confusión de la japonesa ㅡ Ya sabes... Eso de lamerse las caras, parece algo raro, pero me da curiosidad.

Mientras la híbrida más trataba de explicarse, Sana entendía menos. ㅡ No estoy segura a que te refieres...

ㅡ ¡Ay!

Jeongyeon rodó los ojos, tomó un último sorbo de su trago, se acercó al rostro de la japonesa y entrecerró sus ojos mirándola fijamente. La japonesa se encontraba dudosa y nerviosa ante el acercamiento.

ㅡ Bueno, si no me entiendes, tendré que intentarlo por mi cuenta...

No se notaba, pero la híbrida estaba sonriendo bajo la mascarilla que tapaba su boca. Bajó su barbijo y se acercó aún más al rostro de la japonesa, miró los labios de esta y se acercó a ellos. Tragó saliva, no estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, pero su curiosidad le ganaba. Abrió su boca, dejando salir su cálida lengua e inmediatamente la pasó de una manera suave y lenta por los labios de la japonesa; quien después de que la híbrida se separara quedó completamente estática.

ㅡ A eso es a lo que me refería...

Jeongyeon sonrió al ver la cara de la japonesa completamente en shock. Mientras que el cerebro de Sana todavía esta procesando lo que acababa de pasar.

Aquí inicia la maratón especial por los 5.2k de vistas, muchas gracias a todos los que disfrutan leer esta historia. <3

Me ayudarían mucho votando y sobre todo comentando para saber su opinión a través de la historia. :]