Jeongyeon estaba emocionada, ella y Sana estaban a punto de salir, hasta que la japonesa la detuvo.

ㅡ Jeong, te falto ocultar tus orejas y cola ㅡ habló señalando.

Jeongyeon se percató y automáticamente fue al cuarto de Sana para tomar un gorro azul y un saco largo color negro y regresar donde estaba Sana.

ㅡ Hmh... Tus... ㅡ dijo Sana señalando su rostro y Jeongyeon entendió a la perfección.

La híbrida fue nuevamente al cuarto y tomó una mascarilla negra y se la puso.

ㅡ Listo, ya estoy lista. ㅡ habló la híbrida, también estaba sonriendo, pero no se veía porque tenía la mascarilla puesta.

Sana sonrió, ver a Jeongyeon con un saco negro grande una gorra y mascarilla, la hacía ver más tierna de lo que ya era, como una cosita pequeña, aunque con su atuendo normal se veía mejor no podían arriesgarse a que la vieran y que corriera peligro.

Se tomaron de la mano y salieron de casa, en el camino conversaban de cosas al azar, Sana le contaba sobre sus amistades y esperaba que Jeongyeon se lleve bien con ellos.

Llegaron hasta el paradero donde tomaron un taxi, el lugar estaba un algo lejos y tomar un autobús las iba a retrasar más.

Habían pasado cerca de quince minutos y aún no llegaban.

ㅡ ¿Ya llegamos? ㅡ preguntó la híbrida.

ㅡ No aún no... ㅡ respondió Sana mirando la pantalla de su celular.

Jeongyeon hizo un puchero, se estaba aburriendo.

ㅡ ¿Ya llegamos? ㅡ preguntó otra vez

ㅡ Todavía no...

Miró por la ventana y solo veía casas y a unas personas, se preguntaba cuando llegarían a su destino.

ㅡ ¿Ya vamos a llegar? ㅡ preguntó por tercera vez.

ㅡ Que no... ㅡ Sana ya se estaba cansando.

ㅡ Y ahora... ¿ya llegamos?

ㅡ No...

ㅡ ¿Ya llegamos?

ㅡ Que no Jeong, no, faltan como cinco calles... ㅡ le dio un pequeño golpe en el brazo a la híbrida.

El taxi seguía avanzando, y Jeongyeon empezaba a contar las casas porque era eso o su aburrimiento la consumía. Con temor quiso preguntarle a la japonesa otra vez, pero no quería molestarla, aunque igual ella la soportaba.

ㅡ Ahora... ¿ya llegamos?

El taxi freno anunciando la llegada.

ㅡ Si, Jeongyeon, ya llegamos.

Ambas bajaron del taxi y los ojos de la híbrida se toparon con un lugar grande lleno de luces neón, se quedó asombrada ante tal lugar que si no fuera por la mascarilla cubriendo su boca se podría ver que estaba boquiabierta del asombro.

Sana la sacó de su transe diciéndole un "¿vamos?" y caminaron hasta adentrase en aquel lugar.

Jeongyeon se dio cuenta que no solo por fuera era asombroso, por dentro era triple, no, el cuádruple; estaba realmente emocionada. La híbrida nunca había estado en un lugar como ese y su instinto canino se encontraba ansioso por recorrer e investigar cada rincón del lugar.

La japonesa tomó la mano de la híbrida y ambas fueron hacia donde estaban los amigos de Sana.

ㅡ Hola a todos, llegó por quien lloraban. ㅡ saludó Sana.

Jeongyeon solo se quedó parada, aunque fuera mitad cachorra de labrador, ella no era de la especie que saludaba con un beso en la cara; con Sana si lo era. La híbrida prefería saludar de una forma algo peculiar...

ㅡ ¿Quién es tu amiga? ㅡ preguntó un chico pelirrojo mirando hacia donde se encontraba Jeongyeon.

La híbrida se ocultó atrás de Sana tratando de que no la vean.

ㅡ Ella es...

"Mierda" se dijo Sana para sí misma, Dahyun también estaba ahí, así que no podría decir que la hibrida también se llamaba Jeongyeon eso sería demasiado sospechoso.

ㅡ Ella es... Sejeong...

Jeongyeon iba a interrumpirla diciendo su verdadero nombre, pero Sana le tapó la boca con sus manos y la llevó hacia otro lado.

ㅡ Eyy... ㅡ renegó la hibrida cuando Sana le quito la mano de la boca ㅡ ¿Por qué me cambiaste el nombre? ¿Te avergüenzas de mí? ㅡ estaba a punto de soltar un falso llanto.

ㅡ No tontita... ㅡ le dijo Sana abrazándola ㅡ Por si no te has dado cuenta Dahyun está presente y no me voy a arriesgar a que te descubran.

ㅡ Está bien... ㅡ dijo la híbrida en un tono infantil.

Ambas regresaron y se sentaron en el sofá redondo, que también ocupaban los amigos de la japonesa. Al tomar asiento, la híbrida se pegó como chicle a Sana; no le gustaba ver gente nueva. Era muy desconfiada pero no quería dejar sola a la japonesa, mejor dicho, no quería quedarse sola.

ㅡ Minatozaki...

Una chica con una larga melena lacia de color rubio, pronunció esas palabras llamando la atención de Sana. La japonesa se encontraba conversando con otra chica y al voltear se dio con la sorpresa de que la híbrida estaba oliendo el cuello de aquella chica.

ㅡ ¡Jeo..! Digo... ¡Sejeong! Déjala en paz ㅡ habló Sana tratando que quitar a Jeongyeon que se encontraba encima de la pobre chica.

ㅡ ¿Qué sucede? ㅡ cuestionó la híbrida ㅡ Solo estaba saludándola...

Sana la miró con el ceño fruncido tratando de darle una mirada enojada, aunque con esa linda híbrida era muy difícil enfadarse.

La japonesa detuvo su mirada en la chica rubia quien se encontraba asustada y pegada a otra chica de ojos grandes y cabello negro.

ㅡ Lo siento mucho Nay, no sé porque Sejeong hizo algo como esto.

ㅡ ¡Ay! Ni que la hubiera mordi-

Sana volteó a mirar a Jeongyeon, dándole a entender que mejor guarde silencio.

ㅡ Todo bien Sanita, solo me pareció un poco raro que una persona haga algo como esto cuando ni me conoce ㅡ sonrió levemente la rubia ㅡ Por otro lado, un gusto Sejeong; soy Im Nayeon, Nay para los amigos. Como eres amiga de Sana, también eres mi amiga.

Nayeon extendió la mano para saludar formalmente a la híbrida, esta última se la quedó viendo por unos segundos tratando de entender que es lo que la rubia quería que hiciera.

"¿Acaso está tratando de acariciarme?" pensó.

"Probablemente si"

Jeongyeon no lo dudó más y posó su cabeza bajo la mano de Nayeon. La rubia quedó sorprendida y consternada ante este acto por parte de la contraria, así que solo atinó a acariciarla.

ㅡ Sana, tu amiga es muy tierna, parece una pequeña cachorra ㅡ dijo Nayeon mientras reía levemente.

Al escuchar esto, la híbrida se alejó inmediatamente. ¿Acaso la acaban de descubrir?

Por otro lado, Sana se encontraba estática; no sabía qué hacer, ni cómo responder.

ㅡ Si, todo muy lindo. Pero dile a tu amiguita que se aleje de mi novia ㅡ habló la chica de grandes ojos y cabello negro, un poco incómoda.

Sana salió de su estado estático, para luego reír junto a sus otros amigos al escuchar lo que dijo la pelinegra.

ㅡ Por dios Jihyo, no sabía que eras celosa.

Todos lo presentes rieron, mientras la parejita se molestaba mutuamente para luego besarse.

Jeongyeon se quedó mirando la escena teniendo muchas preguntas en mente a cerca de las "lamidas de cara" que Nayeon y Jihyo se hacían mutuamente.

Probablemente, la híbrida le pregunte a Sana que significaban esos actos de afecto que hacían los humanos.

Trataré de terminar este fic lo antes, posible, ya tengo un final y todo.

Prepárense que se vienen cositas.