07
Después de que salió corriendo de aquel parque se apuro en correr rápido para llegar a su casa, aunque se cansó a los diez minutos por falta de resistencia física, continuó su trayecto caminando, sus lágrimas seguían cayendo, y su corazón estaba hecho pedazos.
Lo único que deseaba era llegar a casa y encerrarse a llorar y comer mucho helado, para seguir depriniendose, tal vez ver alguna película tonta de romance para llorar un poco más por saber que a él nunca lo van a querer así.
Pero no pudo ser así, porque apenas llegó a casa, su madre estaba en la sala con su marido, al parecer lo estaban esperando.
Jisung siempre supo que nunca fue del agrado de Choi Jiwoo, el hombre no lo quería, y siempre trataba de desplazarlo, ya sea por pequeñas cosas como empezar a comer sin el o como esa vez que fueron a la playa y lo dejaron, ni siquiera le avisaron que iban a salir, y lo peor de todo es que su madre lo permitió, ella dejo que su marido lo dejara de lado en cualquier cosa, como si el no existiera
Cuando el llegó Jisung pensó que su madre lo protegería de él, pensó que incluso ella sería capaz de dejarlo si lo trataba mal, pero en cambio ella se dedicó a los hijos de Jiwoo y a él lo olvidó por ser el amargo recuerdo de su padre biológico.
Aunque ella no lo admitió nunca, Jisung sabía que su madre odiaba con toda su alma a su padre, y como el era el igual a él, lo dejo de un lado, aprovechando que ya era grande y ahora tenía una nueva familia que mantener estable.
Jisung sabía que él era quien sobraba en esa casa, y si no se ha ido es porque no tiene lugar a donde ir, y porque tal vez tenía la esperanza de que su madre cambiara.
Pero eso no sucedería, porque ahora ella está a punto de golpearlo de la rabia.
—¡Han Jisung! ¿Te apareces así de la nada después de tratarme mal? Eres un descargado, y además estás siendo muy insensato, y no me gustaría tener que tomar medidas — advirtió, Jisung la miro con cansancio.
Ella ni siquiera sé inmutó por sus ojos rojos y llorosos
Porque si, eso fue lo que dijo su madre, en vez de preguntar por qué estaba llorando como Magdalena.
—¿Que medidas mamá? ¿Castigarme, quitarme el celular, no dejándome salir? Ya tengo más de veinte mamá, — fue lo único que dijo, no quería una pelea con su mamá en esos momentos, era lo que menos necesitaba, iba a subir las escaleras para encerrarse en su cuarto, pero al parecer ella si quería reclamar un par de cosas.
— ¡Quédate aquí Jisung! — el obedeció, después de todo no tenía tantas ganas de discutir — no puedes pasar por alto mi autoridad, y menos después de haberme tratado mal, ya te lo he dicho, no me gusta tu altanería.
—Nunca te he tratado mal mamá, al contrario, tú has sido quién me ha tratado mal desde hace más de seis años, y mucho menos estoy pasando por alto tu autoridad, nunca te he dado problemas, nunca — Jisung sabía que tal vez no era buen momento para sacar a relucir todo lo que tenía en mente, pero si no era en ese momento, nunca tendría el valor de decirlo.
—¿De que hablas Jisung? siempre andas de grosero—preguntó desconcertada, su marido se levantó y la tomo suavemente por los hombros, dándole de alguna forma apoyo.
— Ahora no entiendes de lo que hablo, y el grosero soy yo — soltó irónicamente.
— Pues no, no entiendo, así que será mejor que me expliques Jisung, y no me hables en ese tono, soy tu madre, tenme al menos algo de respeto
— ¿No sabes que desde que tu marido llegó no has hecho más que dejarme de lado? eso es lo que pasa, ya no eres la misma de antes, tu no eres mi mamá, la mamá a la que yo quiero no hubiese dejado que este hombre entrará a la casa y me tratara mal.
—¿Que estupidez estás dici-...? — empezó Jiwoo, pero Jisung lo interrumpió de inmediato
—¡Usted no se meta! Estoy hablando con mi mamá ¡Mi mamá! — le gritó, ma lágrimas estaban en sus ojos, al parecer en ese día no iba a parar de llorar.
—¡Jisung! No me hables así a Jiwoo, respetalo por una vez en tu vida, es mi marido, ¡Ten algo de res-!
—El respeto se gana mamá — la interrumpió — y adivina qué, ¡Ninguno de ustedes se lo merece! Porque los dos se han encargado de destruir el hogar que yo tenía, el hogar que amaba.
—Jisung, será mejor que dejes esto por las buenas, te estás pasando de la raya con tus palabras, dices algo más y te dejo de pagar la estúpida universidad.
—No me pagues nada, por qué si no sabías tengo una beca en esa "estúpida universidad" ¡No necesito nada tuyo ni de tu marido! ¡Nunca lo he hecho desde que tengo trece años mamá!
Jisung nunca pensó que podía llorar tanto en un mismo día, aunque era obvio, el siendo tan sensible no podía evitar llorar por cualquier cosa.
—¿No necesitas nada de mi entonces? — replicó ella — ¡Entonces puedes irte de mi casa cuando quieras!
Okey, eso fue un golpe duro para Jisung ¿Su madre lo estaba echando de la casa? Sin duda no pensó que ella llegara a esos extremos, lo veía capaz se cualquier cosa, pero no de que lo ella acaba de decir.
—¿Me estás echando de la casa? ¿De verdad mamá?
—Tu mismo lo dijiste Jisung, no necesitas nada de mi, así que ya sabes que en cualquier momento te puedes largar, no necesito tu altanería en mi casa — la mujer fue firme, no dudo en lo que había dicho, y Jisung era igual de orgulloso que ella, así que no replicó más nada.
Se fue de la sala directo a su cuarto, corriendo para irse lo más rápido que pueda, ya su madre habló, y el sabe que ella no se va a retractar, tomo de su armario la maleta más grande que tenía, y con rapidez echó todo lo importante ahí, no se tomo la molestia de doblar nada, eso le quitaría tiempo, guardo sus papeles y cosas de la universidad, ropa esencial, todo el dinero que tenía por su puesto y unos zapatos, también tuvo que sacar otra maleta para guardar un par de cosas.
—Así que mamá al fin te corrió de aquí, estorbo — le hablaron, volteó y vio a Lía, ella tenía una sonrisa arrogante, y lo miraba con un total desprecio.
—Tu cállate Lía, no sabes nada — siguió guardando sus cosas pensando que ella ya se había ido, pero lastimosamente seguía ahí.
—A mi tu no me hablas así bastardo, aprende por una vez tu lugar aquí, aunque ups, si es cierto que ya no estarás aquí, mamá ya no te aguanta — soltó una risa, y Jisung no aguanto las ganas de empujarla para intentar sacarla de tu cuarto.
—Deja de ser tan molesta, nunca te he hecho nada, tu sola te estás amargando la vida diciéndome todas estas tonterías, mejor vete a estudiar, que me enteré que vas a perder el año — ella se molestó aún más, pero aún así se marchó, Jisung suspiró, y siguió haciendo sus cosas.
Al finalizar, tomo sus maletas, y bajo las escaleras como pudo, eran algo pesadas, pero aún así lo logró, su madre y su esposo seguían en la sala, al verlo se levantaron, ya que estaban sentados.
—Espero no tener que verte nunca más en mi casa, niño — habló Jiwoo.
— No se preocupe, nunca más pisare su casa señor, adiós madre, espero no te arrepientas de lo que me estás haciendo.
Tomo nuevamente sus cosas y salió de la casa, a la que ya no podía regresar nunca más.
Aún así, no tenía a donde ir por ahora, así que tenía que ir a su mejor opción, con Jeongin.
Y ahí era donde Jisung pensaba.
¿Porque el amor tenía que doler tanto?
El amor podía ser algo sumamente hermoso y maravilloso, ese que te da la esperanza para seguir adelante, pero también podía ser esa que te daba dolor y sufrimiento, esa sensación de que no eres suficiente, el temor de nunca poder llegar a serlo.
Jisung lloraba en la habitación de invitados de Jeongin mientras abrazaba con fuerza ese peluche que Minho le había comprado improvisadamente en su segundo aniversario, y eso lo había deprimido un poco más cuando llegó a casa de jeongin, ese peluche lo había dejado ahí en una pijamada que tuvieron, y también veía películas empalagosas para llorar un poco más, Jeongin sabía que le debía de dar su espacio, así que no había intentado hablar con él, solo aceptaba darle grandes cantidades de comida.
El corazón de Jisung dolía un poco más que de costumbre, su mente solo pensaba en Minho, y su teléfono no había dejado de sonar en más de dos días.
Sabía que su madre estaba como loca por no saber dónde estaba, era tan hipócrita, porque ella lo echo sin remordimiento, y ahora lo llamaba para saber si estaba bien, ahora sí se quería comportar como una madre de verdad, después de todo lo que le dijo e hizo, y sinceramente ya no quería seguir pensando en eso, su madre era otro problema en el que no quería resolver aún, le dolía pensar en todo lo que estuvo reteniendo por mucho tiempo.
Sería tan lindo tener el apoyo de su madre en esos momentos, tenerla apoyándolo en un momento tan doloroso como ese, acariciando su cabello mientras le decía que todo estaría bien, y también que le diera una de esas sabrosas galletas para olvidar.
Pero en vez de eso estaba en casa de su mejor amigo, el único que se ha preocupado por él, llorando mientras come cantidades de helado que el no suele comer por el temor a engondar, viendo "A todos los chicos que me enamoré" , llorando porque nunca tendrá un amor así de bonito, ridículo y cliché, abrazando un recuerdo de Minho, su adorable peluche de ardillita.
Deprimente ¿No?
— Jisung, recuerda que si quieres hablar aquí estoy, no estás solo ¿Sí? — habló jeongin a través de la puerta.
—Gracias Jeong, pero quiero estar solo un momento más, te quiero — respondió, le daba tanta pena con Jeongin, no quería que lo viera en ese estado, se sentía tan avergonzado.
Jeongin no insistió y se fue a la sala, muy preocupado por su amigo.
Jisung llevaba así unas cuantas horas, y eso le estaba preocupado de una manera gigante, no le gustaba ver a su mejor amigo de esa manera, lo odiaba, porque el siempre solía ser una persona muy alegre, pero ahora ya no quedaba nada de eso, solo estaba un Jisung llorón y deprimido.
Un Jisung sin ganas de vivir.
Minho.
Minho mentiría si dijera que no extrañaba a Jisung, no era un sentimiento tan fuerte, pero si estaba ahí, como algo pequeño que iba y venía, algo pequeño que con el tiempo se iba a hacer más grande sin el notarlo.
Esa primera semana sin Jisung fue relativamente normal, el seguía yendo a la universidad y él no había ido.
Fue raro no tenerlo a su alrededor en el almuerzo, de alguna manera se había acostumbrado a tener a Jisung sentado junto a él mostrándole lo que le había hecho de almuerzo, porque si algo era característico de Han era que le encantaba cocinarle de vez en cuando algunas comidas a minho.
Ese día tuvo que comer la apestosa comida de la cafetería, olvidó traer su propio almuerzo, y Jisung...se había olvidado de que ya no eran nada, por lo tanto ya no tenía que esperar la comida de él.
Hasta ese punto estaba bien.
Pero luego surgió el sentimiento de incomodidad al estar con Jeongyeon, y se suponía que no debía de ser así, ella es su mejor amiga, ese leve resentimiento no debería de estar ahí, pero el sabía que era por qué de alguna manera recordaba lo que le dijo Jisung sobre ella, todo lo que le decía.
Y más cuando le contó sobre su ruptura.
— Jisung y yo terminamos — le había dicho de repente ese día en la tarde cuando estaban en la sala de su casa haciendo un proyecto.
Ella pareció alegrarse — ¿En serio? — Minho asintió — que buena noticia, al fin te pudiste librar de ese bueno para nada, verás que esto solo te traerá cosas mejores.
—¿Eso crees tú Jeongyeon? — dijo incrédulo, ya ni siquiera le nacía decirle un apodo.
—Si, claro que sí, estar sin Jisung te traerá lo mejor.
En realidad, nunca trajo cosas mejores.
Porque no soportaba ahora que Jeongyeon hablara tan mal de Jisung, porque ya no soporta de alguna manera a sus padres, y porque de repente un sentimiento de tristeza lo inundaba cuando abría su cajón y veía ese collar con su inicial que le había regalado Jisung.
¿Que le pasaba?
Ahora cuando llegaba a la universidad estaba pendiente de ver a Jisung o Jeongin, estaba ansioso de verlo, quería saber que fue de Jisung después de que se fue ese día del parque, porque tenía algo que le decía que el rubio tal vez estaba mal.
Pero igualmente no entendía que le pasaba, pero nunca sintió esa emoción de confusión y tristeza, esa sensación de extrañeza y incomodidad, algo le faltaba
O más bien alguien.
Lo entendió cuando corrió como loco cuando vio a jeongin, saliendo de su salón, la pregunta estaba en la punta de la lengua.
—¿Cómo está Jisung? — fue lo que preguntó apenas llegó hasta Jeongin, aunque el menor le dió una mirada de odio, siguió ahí esperando una respuesta.
—¿Siquiera te importa como está él?
—Claro que sí, por algo te estoy preguntando — respondió.
—No debería decirte nada, pero sinceramente te quiero matar — Minho lo miro extrañado — ¡Jisung está mal! ¡Se siente de la patada por tu culpa! y no ha salido de mi habitación en una semana, está triste, llora mucho, y todo por tu maldita culpa.
Vale, decir que las palabras de Jeongin no habían dolido sería una, muy, muy, gran mentira, se sintió culpable, demasiado, nunca había querido hacerle daño a Jisung, nunca fue su intención dañarlo de alguna manera, pero sin embargo ya lo había hecho.
—Yo...le quisiera pedir disculpas ¿Podría hablar con él?
— Eso no depende de mí, Jisung es el que debe de decidir si quiere verte, y si me disculpas tengo que irme.
Minho lo miro irse.
Sintió algo raro en el pecho cuando vio a Jeongin marcharse, sin duda lo que le dijo sobre Jisung le dejo una sensación extraña de culpa.
¿De verdad iba a empezar a arrepentirse por lo que hizo?
¿Justo ahora?
Jisung ya estaba decidido.
Era hora de patear a Minho de sus pensamientos.
Ya no podía seguir así de mal, solo se estaba haciendo daño a su mismo, no tenía que seguir pensando en él, tenía que borrarlo de su mente y olvidar cada cosa que este relacionada con él, si, eso era justo lo que estaba haciendo.
En una caja de cartón estaban esas cosas que le recordaban a Minho, eso era lo que el tenía que desechar.
Tenía un poco de valentía, y trataba de no arrepentirse de lo que iba a hacer, quería tener la mente en blanco para no evitar nada.
Suspiró y tomo la caja en sus temblorosos dedos, vio por una vez más su contenido.
El peluche de ardilla, algunas cartas que le escribió y nunca le dió, el frasco vacío del perfume, algunos papeles con versos de canciones y una que otra cosa que por alguna razón le recordaba a él.
—Sung, ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? quemar esas cosas es algo grave contra el ambiente, además, creo que tengo un vecino asmático...
Y ahí estaba Jeongin, quien con sus palabras le quitó todo el valor.
—¡Jeongin! Ahora me siento mal por eso... Ya no quiero hacer nada... Pobre vecino asmático..
—Ven Jisung, vamos para adentro, tomemos un café y te tranquilizas, piensa cosas bonitas, cosas bonitas...
Jeongin lo tomo con cuidado por los hombros y ambos entraron a la casa del menor, Jisung dejo la caja en la mesa de la sala y se sentó en uno de los sillones, Jeongin hizo lo mismo, pero con más cuidado, llevaba unas tazas de café.
—Jisung...tengo que decirte algo...
—¿Ah? Dime Innie.
—Minho me busco en la universidad para pregúntame sobre ti.
Jisung casi tira su tasa de café.
—¡Qué! ¡¿Que te dijo?! ¡Preguntó por mi! ¡Dime! — y si, hace unos minutos estaba pensando en olvidar a Minho y ahora se emociono por eso.
—¿No que ya no te importaba Jisung? — le dijo en broma.
—No es eso...solo qué...no pensé que el en verdad pensará en mi ¿Entiendes? Pensé que ni siquiera le importaría, que te dijo? Anda, dime.
—Me preguntó cómo estabas y... — ¿Debería decírselo? esos haría que Jisung volviera a él inmediatamente, si lo veía sabía de los que era capaz su amigo — y ya... no parecía preocupado...
— Típico de él...no le importa nada ¿Que me esperaba que me dijeras? Si ya se cómo es — una lagrimita salió de los ojitos de Jisung, Jeongin sabía que le iba a doler, pero era mejor así, lo mejor para Jisung es dejar a Minho atrás y seguir con su vida.
— Ya no llores por ese tonto Jisung, el no te merecía realmente, eres muy bonito y estoy seguro de que te puedes volver a enamorar, puedes encontrar a alguien que si te valore y te quiera ¿Si?
—Gracias Jeonginnie, eres lo único que me queda en esta ciudad... — sollozo contra su hombro, no sabía en qué momento se acercó a él.
—¿En esta ciudad? ¿A qué te refieres?
— Mis abuelos por parte de papá viven en Busan, ellos me han ofrecido vivir con ellos, pero sabes que no quería... Por minho... estúpido Minho.
—Sung...¿Sabes algo?
—¿Eh?
— Creo que te haría bien cambiarte de ciudad, irte de aquí, dónde solo tienes recuerdos amargos...sería como un nuevo comienzo.
—¿Un nuevo comienzo? No sé, yo..
Y pensó, ¿Que había en esa ciudad que lo ataba a quedarse?
Fácilmente podría ser transferido a una universidad de Busan, seguiría sus estudios como si nada, su madre lo echó de casa, no tenía nada que hacer por ella, y Minho... Ya no tenía que estar ahí por él.
Nada le impedía irse.
—¿Sabes que Jeongin? Tienes razón, lo mejor será que me vaya con mis abuelos.
Si, eso haría, porque necesitaba algo.
Un nuevo comienzo.
Lo dejo hasta ahí porque me duelen los dedos sjksjsjs
me tardé, pero vale la pena, porque de nuevo son 3000 palabras<3
Pregunta, ¿Creen que está bien lo que hizo Jeongin? ¿ocultar que Minho quería pedir disculpas? ¿Lo hubieran hecho?
Respondan :(
espero les guste, ¿Les gustó?
Nos vemos en dos meses wksjska :v
Dedicado a Linoasleebit por su cumpleaños, feliz cumple muuy atrasado<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro