[Bloody Mary]

—Bien, ¿ves esto?—Stiles desplegó un mapa del banco sobre la mesa y señaló un punto—Así es como entraron, por un conducto del aire acondicionado en el techo que lleva hasta el interior junto a la pared de la bóveda, la cual está aquí—encerró un sitio con lápiz rojo—¿Sí? Uno de los ladrones bajó por este conducto, ahora...

—Ese espacio es tan pequeño que le tomó doce horas en hacer un agujero en la pared, la cual es de piedra—continuó hablando Roseanne y todos los presentes se quedaron mirándola confundidos—Luego le fue pasando el dinero a los que estaban en el techo a través de ese agujero.

—¿Cómo lo sabes?—le preguntó Stiles frunciendo el ceño.

—Solo lo sé y ya.

Derek se acercó a ella de manera peligrosa y la tomó por el cuello con fuerza, sorprendiendo a todos los presentes.

—¿Lo sabías desde antes y no lo dijiste?

—Derek, suéltala—le pidió Scott con preocupación.

Roseanne no se veía asustada o enfadada, en cambio, parecía que se estaba divirtiendo.

—Les dije que estaba aburrida, quería divertirme con algo—respondió apenas, ya que Derek la estaba apretando muy fuerte. Los demás se sorprendieron en como si quiera podía hablar.

—¿Esa es tu excusa?—rugió Derek. Cuando iba a seguir apretándola, Roseanne lo tomó con fuerza por la muñeca y le hizo retirar su mano de su cuello, dejando boquiabierto al hombre—¿Cómo hiciste eso? Soy un alfa.

—Rose, ¿qué es lo que eres?—le cuestionó Stiles con seriedad, Scott creía que nunca lo había visto tan serio.

—¿Eres un alfa y no sabes descifrar lo que soy?—Roseanne se dirigió a Derek con burla—Estoy segura de que Deaton ya debe saberlo, él es inteligente.

—¿Nos estás diciendo estúpidos?—Stiles alzó una ceja.

—Tal vez.

Un movimiento detrás de ellos llamó su atención, era Peter Hale, quien estaba en la escalera del loft.

—Espera, creo que te recuerdo—dijo él con el ceño fruncido y Roseanne sonrió—¿Cómo es que... Cómo es que sigues igual? Siendo la misma chiquilla hermosa y joven.

—Espera... ¿Ustedes se conocían desde antes?—Scott preguntó confundido—¿Cómo es posible? Ella es nueva aquí en Beacon Hills.

—Estás equivocado en eso—discutió Peter—Ella lleva aquí en Beacon Hills desde mucho antes que ustedes.

Roseanne se acercó a él a paso lento y se puso de cuclillas a su lado, quedando frente a frente. Ella le sonrió, haciendo que el contrario también sonriera.

—Señor Hale, por favor no me delate—le pidió, mirándolo con sus profundos ojos negros—Quiero dejarlos con la duda, eso es divertido.

Peter soltó una carcajada y asintió con la cabeza.

—Me gusta esta chica.

—Sigamos con el plan, no tenemos tiempo como para perderlo con ella—habló Derek y Roseanne lo miró ofendida.

Los tres chicos volvieron al tema, mientras que Roseanne tomaba asiento unos escalones más abajo que Peter.

—Olvida el taladro—Derek interrumpió a Stiles cuando él estaba diciendo que necesitaban un taladro.

—¿Disculpa?

—Si entro primero, ¿cuánto espacio tendré?

Stiles lo miró incrédulo.

—¿Qué crees que vas a hacer, Derek? ¿Hacer un agujero en la pared?

—Sí, Stiles, voy a golpear la pared—asintió Derek y Roseanne observó la escena con diversión.

—Bien, bien, chico rudo, veamos tu puño, tu enorme puño, vamos, por favor. Ponlo ahí, no tengas miedo—se burló Stiles—El gran lobo malo, ¿ves esto?—Derek apretó su puño y el contrario puso su palma al lado de él—Son cuatro centímetros para reunir fuerza suficiente para golpear el...

Y antes de seguir hablando, Derek golpeó la palma de Stiles con su puño, haciendo que él cayera sobre la mesa, perdiendo el equilibrio y se quejó de dolor.

—Puede hacerlo.

Roseanne volteó a mirar a Peter, quien se encontraba riendo por lo bajo.

—¿Ves? De esto hablo—le dijo al hombre—Diversión.

—Atravesaré la pared—aseguró Derek—¿Quién me sigue?

Su mirada cayó sobre Roseanne y Peter, quienes compartieron una mirada y luego la regresaron hacia Derek.

—A nosotros no nos mires—dijo Peter—Roseanne no te va a ayudar, yo no tengo velocidad para luchar y la verdad es que con Isaac inhabilitado tú no tienes buenas probabilidades.

—¿Qué debo hacer? ¿Dejarlos morir?

—Una ya está muerta.

—No estamos seguros.

—¿Tengo que recordarles a qué nos enfrentamos?—Peter frunció el ceño—A una manada de alfas, todos son asesinos, y si con eso no basta para asustarlos, intenten recordar que dos de ellos combinan sus cuerpos para formar un alfa gigante. Erika y Boyd son chicos dulces, los extrañaremos.

—¿Lo pueden matar de nuevo, por favor?—pidió Stiles y Roseanne soltó una carcajada. Peter los miró ofendido.

—Derek, en serio, el riesgo es demasiado.

Roseanne volteó a mirarlo con una sonrisa.

—Awww, ¿te preocupa?—lo molestó y Peter rodó los ojos.

—Por supuesto, es mi sobrino, soy un tío responsable.

Los dos rieron mientras que Derek, Stiles y Scott los miraban con incredulidad. Solo el humano fue capaz de darse cuenta de que la risa de Roseanne era falsa, así que se preguntaba qué realmente era lo que pasaba con ella.

—Mejor los ignoramos—decidió Derek y luego se dirigió hacia Scott—¿Qué opinas?

—Sí, si quieres que yo vaya...—habló Stiles, pero el mayor lo interrumpió.

—Tú no vas.

—Ah, ¿Scott?—el humano recién se dio cuenta de que Derek no le estaba hablando a él.

—No estamos seguros de Erika, pero si Boyd sigue vivo, tenemos que hacer algo—respondió Scott volteando a mirar a Peter, quien volvió a rodar los ojos—Tenemos que intentarlo.

—¿Pero?

—¿Quién es la otra chica? La que está encerrada con Boyd.

Peter notó como Roseanne se quedó pensativa ante esa pregunta, eso solo hizo que sus dudas sobre esa chica aumentaran.

¿Quién era Roseanne Norwood? ¿Cómo es que la había visto hace años y en el presente seguía igual que antes? La respuesta estaba frente a sus narices, pero no quería aceptarlo, ya que prácticamente era imposible.

☾︎

Peter, Stiles y Roseanne se quedaron en el loft de Derek mientras que él y Scott iban a la bóveda del banco.
Stiles se encontraba bastante ansioso mirando la luna llena a través del gran ventanal.

—No soporto esperar así, ¿saben? Me destroza los nervios—habló él—Mis nervios están destrozados, muy destrozados.

—Podría dejarte inconsciente y despertarte cuando termine—sugirió Peter.

Stiles volteó hacia los otros dos.

—¿Ustedes creen que Erika está muerta?

—¿Tú crees que me importa?

—Yo no sé quien es esta Erika chica—habló Roseanne alzando una mano. Ella estaba sentada en el sofá, al lado de Peter.

—Es que no entiendo lo del banco—habló Stiles—¿Por qué no los enterraron en una guarida subterránea o algo? Son una manada de alfas, ¿no deberían tener una guarida?

—Son hombres lobo, no villanos de James Bond.

—Esperen, esperen—dijo Stiles caminando por el loft—Tal vez vivan ahí, ¿saben? Como... Puede que las bóvedas les recuerden a sus guaridas.

—¿Guaridas de lobo?

—Sí, guaridas de lobo, ¿dónde vives tú?

—En una red subterránea de cavernas ocultas en el bosque—respondió Peter y Stiles se la creyó.

—Wow, ¿en serio?

—No idiota, en un departamento en el centro.

—Sí, bien, pero... Eso solo demuestra que algo pasa en el banco. ¿Y por qué esperar a la luna llena, eh? ¿Por qué no matarlos cuando quisieran?

—Tal vez crean que es poético.

Roseanne escuchaba todo en silencio, atando los cabos en su cabeza mientras más hablaban.

—Ya tuvieron tres lunas llenas para ser poéticos.

—Yo creo saber porqué—la chica alzó la voz y los dos voltearon a mirarla. Ella se levantó del sofá y sacó un archivo en donde mostraban los materiales de la bóveda—Las paredes están hechas de piedra de luna, ¿eso te da una idea, Peter Hale?

El mencionado se levantó del sofá de golpe y se acercó corriendo hacia ella. Stiles hizo lo mismo, sin entender muy bien lo que estaba pasando.

—Es terrible...

—Es terrible, ¿por qué es terrible?—preguntó el humano confundido.

—Llámalos ahora—le ordenó Peter—¡Llámalos ahora!

—¡Bien!—Stiles le hizo caso y sacó su teléfono—¿Por qué?

—Porque ese tal Boyd y esa chica no se matarán entre sí—respondió Roseanne—Matarán a Derek y a Scott.

Stiles llamó a Scott y él junto a Peter trataron de explicarles la situación, mientras que Roseanne volvía al sofá y tomaba asiento, observándolos con atención.
Cuando la llamada se cortó luego de unos fuertes rugidos, Stiles quedó más que preocupado.

Roseanne se estaba mirando las uñas cuando sintió un jalón en su brazo, levantó la mirada y se encontró con el humano mirándola con el ceño fruncido.

—Mira, Rose, no tengo ni idea de qué diablos eres, pero es mejor que lo saques a luz ahora mismo.

La chica sonrió con diversión y ladeó la cabeza.

—¿Por qué haría eso?

—Porque mucha gente inocente saldrá lastimada si no haces algo—le dijo Stiles—No pido que hagas todo el trabajo tú sola, pero al menos podrías ayudar a detener esto. Si esa chica y Boyd escapan de la bóveda, se formará un caos.

—¿Por qué escaparían de la bóveda?—cuestionó Roseanne alzando una ceja—Seguro está protegida con esa gran barrera mágica que tienen los hombres lobo y solo un idiota la rompería.

Stiles se quedó mirándola, tratando de encontrar algo que le diera pistas sobre quién era Roseanne en realidad.

—¿Cómo es que sabes todo, Rose? ¿Quién eres?

De la nada, Peter se acercó a ambos, especialmente a Roseanne.

—Lindo anillo—le dijo a la chica—¿Dónde lo conseguiste? Se ve muy antiguo.

Ella sonrió de lado y negó con la cabeza.

—Eso no va a funcionar, Hale, lo sabes bien.

—Tenía que intentarlo—se excusó el hombre alzando las manos de manera inocente. Stiles miró entre ellos con confusión.

—¿Alguien me puede explicar qué rayos está pasando?

Stiles se vio interrumpido cuando una llamada telefónica entró. Era Lydia, quien se encontraba aterrorizada porque había encontrado un cuerpo en una piscina.

—Tengo que ir a acompañarla—dijo Stiles guardando su teléfono con prisa.

—Espera, yo te acompaño—le dijo Roseanne—Me pediste ayuda y eso haré, ayudar.

Stiles la miró sorprendido y luego asintió, sonriéndole.

—De acuerdo, vamos.

Stiles salió corriendo del loft y Roseanne lo iba a seguir, pero antes, se acercó a Peter lentamente, mirándolo fijamente a los ojos.

—Olvida que me viste muchos años atrás, cuando se supone que ni siquiera debería haber nacido—le ordenó—Olvida todo el pasado conmigo y solo recuerda haberme conocido hoy.

—Te conocí hoy—repitió el hombre lobo en voz baja y Roseanne sonrió.

—Muy bien.

La chica lo miró con diversión antes de voltear y salir del loft, apresurándose para alcanzar a Stiles.

—Los hombres lobo son tan fáciles de usar—susurró la chica para sí misma, sonriendo de lado—Debería hipnotizar a Stiles para que olvide lo del anillo...