El día de hoy todo había comenzado normal, solo que esta vez solo Jimin prendió y Jungkook se tomó un pequeño descanso, pero aun así acompañaba a su novio en su stream.

Pero el rubio ni tan acompañado se sentía, pues este no despegaba sus ojos de su teléfono.

— ¿Se supones que me estás acompañando, no?

Jungkook asintió sin decir nada.

— Entonces hazlo.

— Estoy aquí.

— Estás en tu celular, no conmigo.

— Perdón amor, es que los chicos están planeando un viaje y no se si ir. — Dijo. — ¿Vendrías conmigo?

— ¿Y yo que hago al rededor de un montón de chicos que no son mis amigos y no me caen muy bien? — Le preguntó con una pequeña mueca. — Además de que te están invitando a ti corazón, ve si quieres, te divertirás y la pasarás genial, se lo agotador que es prender todos los días y hasta yo creo que mereces un descanso.

— Es que te voy a extrañar.

— Pero serán sólo unos días, o si quieres venirte hazlo, nadie te obliga a que estés allá todo el tiempo que ellos se queden.

— Te voy a llamar todos los días, y quiero que me cuentes todo, hasta cuando vayas al baño.

Jimin rió y asintió, tomó las mejillas de su novio y lo acercó a él para darle un besito en sus labios.

— Ya estoy por terminar, ¿Quieres que veamos una película después?

Jungkook asintió.

— ¿Puedo pedir pizza?

— Está bien, en lo que llega termino el stream ¿si?

El castaño con una sonrisa asintió y dejó un besito en la frente de su esposo, fue por si teléfono y llamó a la pizzería.

— Bien chat, lo dejaré hasta aquí ya que es un poquito tarde y llevamos cinco horas de stream. — Río sorprendido. — Nos vemos el sábado.

El rubio tiro un beso hacia la cámara y cortó el stream, se paro de su asiento y estiró su cuerpo debido a estar mucho tiempo sentado. Salió de la habitación mientras bostezaba y fue hacia su habitación junto con su esposo, quien estaba acostado mirando su teléfono.

— ¿Ya terminaste?

Jimin asintió y se quitó sus pantalones para acostarse al lado de su novio.

— ¿Esto es alguna clase de provocación?

— Tómalo como quieras, quiero dormir.

Jimin lo abrazó y colocó su pierna sobre su abdomen.

— Nos vamos el viernes en la madrugada. — Dijo el castaño. — Aún no sé si aceptar o no, aún estoy a tiempo de arrepentirme.

— Me da igual amor, tú decides.

— ¿Y tu para que quieres que vaya? ¿Tienes a otro?

— Uy si, vieras a la fila de hombres que tengo detrás mío. — Dijo con claro sarcasmo. — Quiero que vayas por que mereces divertirte, has trabajado mucho y unas vacaciones no te harán mal.

— Yo quiero vacaciones contigo.

— Después tendremos nosotros, tenlo por seguro. — Le prometió.

— Me da miedo ir.

— ¿Por?

— ¿Y si te pasa algo? ¿Y si necesitas algo? ¿Y si quieres que te ayude en algo? ¿Y si no tienes que con quien conversar? ¿Y si quieres un besito de buenas noches?

— Mi amor. — Musitó con una sonrisa subiéndose a su regazo. — Estaré bien, en serio.

— ¿Y si no?

— Es que lo estaré amor.

Jungkook formó un pequeño puchero pasándose mil cuentos en su cabeza de que su novio claramente no estaría bien sin su compañía.

— ¿Y si me extrañas?

— Claro que te extrañaré.

— ¿Y si no aguantas una semana en abstinencia?

El rubio rió.

— Te llamaré.

— Está bien. — Aceptó. — Pero de todas maneras no es como que pueda hacer algo.

— Deberíamos aprovechar entonces.

— Si. — Coincidió emocionado con una sonrisa. — De hecho creo que es un muy buen momento.

El rubio rió.

— La ultima vez se quejaron los vecinos, nos van a echar si seguimos así.

— Te pondré algo en la boca para que no grites tanto.

Jimin le dio un golpe a su esposo y este solo rió, estiró a sus labios esperando un besito del rubio y este le dio unos cuantos.

— Te amo. — Le susurró sobre sus labios.

— Y yo a ti mi pequeño.

Jungkook le iba a dar otro beso a su esposo pero una bola de pelos se subió a su pecho impidiéndole hacer lo que quería.

— Mi bebé. — Musitó el rubio tomando al gatito entre sus brazos. — ¿Tienes hambre?

— Si mi amor. — Contestó el castaño con un puchero.

— No te hablo a ti.

Jimin se levantó de su regazo y fue a servirle más comida al gatito, jungkook por otro lado se quedó en la cama esperando a que su esposo volviera para darle más mimos, pero el timbre sonó y supuso que era la pizza.

Se levantó de la cama y bajó la escaleras para ir a abrir la puerta, pero en cuanto bajó solo vió a su esposo abrazado con el repartidor y no hizo más que cruzarse de brazos a esperar a que estos se separaran.

— ¿Te parece ir a beber algo algún día? Tengo libres los sábados, pero podemos ir cuando tú quieras.

— El sábado está bien, hago streams normalmente en la mañana o en la tarde.

— Genial, nos vemos el sábado entonces.

Jimin asintió con una sonrisa y se despidió de Jay, apenas el chico se fue, cerró la puerta y dejó la pizza sobre la mesa.

— ¿Desde cuando te abrazas con los repartidores? — Le preguntó el castaño aún de brazos cruzados y con su rostro serio.

— Es un ex compañero de la escuela.

— ¿Y es necesario abrazarlo y estarle sonriendo todo el tiempo?

— ¿Puedes venir a comer y dejar de reclamarme?

— No.

Jimin le dio una pequeña mirada y jungkook carraspeó yendo a sentarse a la mesa para comer de la pizza.

— Tu no puedes abrazar a otros hombres, solo a mi y a gigi.

— Ya hemos hablado de esto.

— ¿Y si él quiere más que un abrazo contigo?

— Por dios Jungkook solo come.

El castaño formó un puchero.

— ¿Me amas mucho cierto?

Jimin asintió.

— Entonces no hay necesidad de abrazar a otros.

— Basta, en serio, lo abracé por que no lo veía hace mucho tiempo y ya. — Le dijo. — ¿Podemos comer sin celos de por medio?

— Ni tan buena está su pizza.

— Jungkook.

— Iré a poner una queja por coquetearte.

— No me coqueteó.

— ¿Por qué lo niegas? Sabes perfectamente que lo hizo.

— Porque no lo hizo, dios Jungkook, en serio pensé que podríamos comer tranquilos al menos una vez.

El rubio se paró de la mesa y se llevó un trozo de pizza, subió las escaleras y se fue hacia su habitación, cerró la puerta de un azote y se quedó ahí hasta que jungkook se fue a acostar junto a él.

— Bebé. — Lo llamó el castaño. — Se que no estás durmiendo por que no estás roncando como tractor.

— Déjame tranquilo Jungkook, lávate los dientes y duérmete.

— No me hables así que voy a llorar.

— No estés llorando Jeon, acuéstate de una vez.

Y esa gota fue la que rebalsó el vaso, jungkook sorbió su nariz comenzando a llorar, limpió sus lágrimas en la oscuridad y fue hacia el baño para lavar sus dientes como su esposo le había indicado.

Jimin escuchó cómo lloraba en el baño así que se levantó y fue hacía él.

— ¿Por qué lloras?

— E-es que m-me hablaste f-feo. — Tartamudeó entre lágrimas.

— Solo te dije que me dejarás tranquilo, que te lavarás los dientes y que te durmieras.

— ¿Tu quieres que nos divorciemos mimi? Por que si eso quieres dímelo y nos ahorramos que seas así conmigo.

— ¿Que te hace pensar que me quiero divorciar de ti?

— Por como me hablaste recién. — Contestó con un puchero. — Cuando nos casamos dijiste que me hablarías bonito y con amor, no así de frío como un iceberg.

— Estoy enojado contigo.

— Quizás si me pasé con mi celos y lo lamento, en verdad perdón.

— Está bien amor, lamento hablarte así.

Jungkook enjuagó su boca y besó los labios de su esposo, le susurró un te amo y lo tomo entre sus brazos para irse a la cama junto a él.

— ¿Crees que podamos salir mañana antes de que me vaya? — Le preguntó el castaño al rubio.

— Claro que si mi amor, ¿A donde quieres ir?

— Podemos ir a comer primero y luego ir al parque de diversiones.

— Está bien.

— Es una cita.

Jimin sonrió y se acomodó entre los brazos de su esposo para dormir.

— Buenas noches mi pimpollo. — Le susurró el castaño.

— Buenas noches kook.

Jungkook le dio un besito en su frente y cerraron sus ojos para dormir, bastó solo un par de minutos para que ambos cayeran en un profundo sueño y comenzaran a roncar al unísono.

Por eso decían que eran la pareja perfecta, pero al igual que muchas tenían peleas.

Amo mucho esta historia :b