໒✦❫⋮ Presentación
Jinyoung caminaba con paso vacilante de regreso a su casa, luego de no haber sido prudente su visita a la de su mejor amigo. Las palabras de la señora Wang, —su segunda madre— aún daban vueltas en su cabeza, y su mente maquinaba en base a la nueva información que había adquirido.
Jackson se estaba presentando como un Alfa.
Mordió su labio, y sus manos picaron por alguna razón. No sabía realmente porqué se sorprendía, y es que ya estaban en edad de revelar su naturaleza; quince años. Y como su amigo era un año mayor que él, era predecible que se presentara antes.
Abrió la puerta de su hogar, y dejó sus zapatillas en el lugar correspondiente.
—¿Hijo? ¿Ya estás de vuelta? ¿Tan rápido? —su madre se asomó y lo miró con curiosidad quitarse su chaqueta.
—Sí, Jackson estaba indispuesto y tuve que regresar —respondió y se encongió de hombros—. Se está presentando.
La mujer abrió los ojos y sonrió emocionada. —¡Eso es increíble! Apuesto a que será un Alfa.
—Sí, su madre lo dijo.
—Vaya, ya presentado podrá conseguir una buena Omega. Jack es muy guapo, estoy segura de que muchas y muchos lucharán por él.
Un malestar se hizo presente en el pecho de Jinyoung, y bajó la mirada repentinamente desanimado. ¿Luchar por su amigo? ¿Una buena Omega?
—Estaré en mi habitación —avisó y subió hasta su cuarto.
Se tiró a la cama y miró al techo pensativo. Jackson era popular en el instituto. A comparación de él, su amigo tenía una gran reputación y se llevaba bien con cualquiera que se cruzase en su camino.
Jinyoung y Jackson eran como dos polos opuestos, y quizás por eso era que se llevaban tan bien. Mientras el chino era vivaz y bastante ruidoso, el coreano era más reservado y tranquilo. Se sumaban, y le daban al otro lo que les faltaba.
Eran inseparables; donde estaba Wang, estaba Park. Todos sabían eso, y nunca había tenido problemas, pero ahora su madre creo una inseguridad en él. ¿Qué pasaría si Jackson conseguía pareja? ¿Serían los mismos de siempre?
Se giró en la cama, y tomó su celular, mirando su foto de perfil en la cual salían los dos en la montaña rusa intentando hacer un corazón. Y se recalca la palabra "intentando" ya que Jackson estaba sumamente asustado, mientras Jinyoung reía a carcajadas.
—¿Quisieras tener una Omega a tu lado? —preguntó, mirando al Jackson de la imágen—. Ahora que eres Alfa supongo que sí. Nunca te interesaste en alguien, pero tus instintos ya están despiertos.
Se fastidió con la idea de su mejor amigo con alguien más. A Jinyoung le gustaba Jackson, no tenía problemas con aceptar esa verdad, y saber que Jackson no le correspondería no le afectaba mucho, pero ahora sí se sentía amenazado, sabiendo que alguien podría ocupar su lugar.
—Es injusto, no puede venir una Omega y reclamar lo que es mío —gruñó y su mente se iluminó en ese instante—. Debo presentarme como un Omega, eso es.
Se levantó apresurado y miró su calendario. Faltaban alrededor de seis meses para su cumpleaños número quince, y durante ese tiempo tendría que evitar que alguna Omega se acercara a su amigo mientras él esperaba su presentación.
Encerró en un círculo la fecha y la miró determinado. —Me presentaré como un Omega, y seré la pareja de Jackson. Nunca le he dicho sobre mis sentimientos, y qué mejor manera de hacerlo cuando mi aroma sea de su agrado y desee estar conmigo.
Se llevó una mano al pecho, y se hizo esa promesa a sí mismo. Sería un Omega, de eso estaba seguro.
🌼✨💙✨🌼
Jinyoung se miraba en el espejo y se sentía frustrado. Había pasado un mes desde su cumpleaños y no había indicios de una posible presentación de Omega.
No había un olor dulce, su rostro no se había vuelto más fino, y su figura no se había vuelto esbelta. Seguía sin tener aroma, sus facciones eran las mismas, y estaba seguro de que sus brazos habían adquirido algo de musculatura.
¡Tener brazos fuertes no era sinónimo de ser Omega!
—¿Qué mierda sucede conmigo? ¿¡Por qué no soy bonito!? —volvió a colocarse su camisa y se lanzó a la cama, tomando su laptop—. De seguro y soy de esos Omegas que tardan en presentarse, existen pocos pero puede que yo entre en esa categoría.
Había pasado todo ese tiempo investigando sobre su situación, ilusionándose y desilusionándose cada que leía algo nuevo. Por suerte, Jackson no había mostrado interés en alguien en todos esos meses, cosa que agradeció ya que no sabía si iba a soportar esa situación más su presentación tardía.
—¡Llegué yo!
Jinyoung gritó asustado, y cerró con rapidez su laptop cuando miró a Jackson acercarse a él. —¡Me asustas, imbécil!
—¿Estabas viendo porno? Cochino.
—¡No estaba viendo nada de eso!
El mayor rió a carcajadas y se acostó a un lado de Jinyoung, esperando a que siguiese con lo que estaba haciendo. —Si no veías porno, entonces continúa.
—N-no... —balbuceó y dejó su laptop lejos de ellos, en la mesa de noche—. ¿Qué haces aquí?
—¿Desde cuándo necesito algún motivo para verte? Siempre he venido sin avisar y tú me recibes con todo tu amor —abrió sus brazos y miró a Jinyoung con una sonrisa en el rostro—. Dame amor, Jinyoungie~
El recién nombrado rodó los ojos, pero no tardó mucho en unirse en un abrazo con su mejor amigo. Desde esa posición podía percibir muy levemente el aroma de Jackson, ya que al no estar presentado no lo podía oler con claridad. Era delicioso y cálido, el olor del chocolate amargo era su favorito desde que Jackson comenzó a desprenderlo.
Dio una enorme calada al aroma y acercó su nariz al cuello del contrario para poder sentirlo aún más. Ya estaba ansioso de presentarse como un Omega y poder oler a profundidad la fragancia de Jackson. Incluso podía imaginarlo, a él envuelto en el fuerte chocolate amargo, demostrándole a los demás que ese Alfa era suyo.
—Me haces cosquillas, Jin —dijo entre risas Jackson, sintiendo como la nariz del menor se movía de un lado a otro por la extensión de su cuello.
—Hueles bien, me gusta.
—¿Seguro? —Jinyoung asintió—. Muchos me han dicho lo mismo, pero que lo digas tú lo hace sentir especial. Somos almas gemelas, recuérdalo.
Las palabras de Jackson hicieron eco en la mente de Jinyoung, quien se separó de su amigo y lo miró a los ojos. —¿Quiénes te lo han dicho? ¿Omegas?
La expresión despreocupada de Jackson se hizo notar. —Sí, chicos y chicas. Al parecer mi aroma les gusta.
—¿Y a ti? ¿Sus aromas te gustan?
—No llaman mi atención —se encongió de hombros—. Huelen bien, pero no estoy interesado por los momentos.
Por los momentos, ¿Cuánto tiempo dura un "por los momentos"? Aún nadie llamaba su atención, pero eso no implicaba que alguien no lo haría después. Volvió a abrazarse a Jackson, sintiendo la angustia cubrirlo. Debía presentarse lo antes posible, buscar la manera de hacerlo, y así evitar que alguien llamara la atención del chico que lo abrazaba con fraternidad.
Él debía ser quien llamase la atención de Jackson.
🌼✨💙✨🌼
Jinyoung miraba curioso a su madre, quien conducía sin quitar la vista de la carretera. Le había dicho que saldrían a un lugar, pero no le dijo a cual exactamente.
—¿A dónde vamos? —preguntó por sexta vez en el día.
—Dios, tienes quince años, Jinyoung, pensé que ya habías pasado esa etapa de preguntar a cada rato —se burló la mujer, riendo al escuchar a su hijo resoplar.
—No preguntaría tanto si respondieras lo que te pregunto a la primera.
—Ten paciencia —fue lo único que dijo, y cerró ese tema—. Cariño, en el instituto te dan la clase de genética y herencia, ¿No?
—Por supuesto, ¿Por qué preguntas eso?
—De tu padre Beta, y de tu madre Omega, ¿Qué puede salir?
Jinyoung ladeó su cabeza. —Uh, pues... en un ochenta porciento saldría un Beta, en un nueve porciento un Omega, y en un uno porciento un Alfa, lo más extraño.
La mujer asintió y lo miró de reojo.
—Eso está correcto.
—¿Por qué me preguntas eso?
Dio una vuelta y Jinyoung miró que entraban al estacionamiento del hospital Gguk-Il. Arrugó su frente y se giró a mirar a su madre con interrogación cuando apagó el auto y guardó las llaves en su cartera.
—¿Estás enferma? —preguntó angustiado.
—No, cariño —la mujer suspiró y miró a Jinyoung con empatía—. Estamos aquí por ti.
—¿Por mi? P-pero estoy sano, no me siento mal.
—Solo... entremos, ¿Sí? Adentro resolveré tus dudas.
Ambos salieron del auto, y se encaminaron hasta la entrada del lugar, acercándose a la recepción.
—Disculpe, vengo a ver al doctor Hong. ¿Está ocupado?
—En un momento le digo —la enfermera marcó el número en su teléfono y se comunicó con el hombre—. ¿Quién lo está buscando?
La madre de Jinyoung sonríe. —Dígale que es su vieja y querida amiga Park.
La joven asiente y dice exactamente lo mismo por el teléfono, asintiendo y riendo de igual modo. —Dice el doctor que la está esperando desde hace media hora y que sigue siendo la misma impuntual de siempre.
—Oh, ya se las verá conmigo. Vamos, cariño.
Jinyoung siguió a su mamá, y juntos subieron al ascensor. —¿De dónde conoces a ese doctor?
—Amigos de la universidad —respondió—. Muy bueno en su área.
Decidió no preguntar más, y esperó a que las puertas se abrieran para poder salir de ahí. Una placa plateada tenía escrito el nombre de Hong Jihong y Jinyoung supuso que ahí era.
Su madre tocó la puerta, y una voz grave les dio el pase para que entraran al lugar, siendo la mujer quien abrió la puerta y sonrió en cuando miró a su amigo.
—¡Hong Hong Hong! —exclamó alegre, lanzándose a los brazos del contrario.
—Park Park Park —rió el contrario, y por su manera de ser y el leve aroma que desprendía, Jinyoung pudo identificarlo como un Alfa. El hombre lo miró y sonrió de lado—. ¿Es tu hijo? Es idéntico a ti.
—Sí, todos dicen lo mismo —se separó de él y miró a Jinyoung—. Cariño, te presento a Jihong.
—Park Jinyoung —reverenció.
—Un placer, Jinyoung —miró a la mujer—. ¿Es él el de los exámenes?
Park asintió y se sentó en la silla más cercana. Jinyoung la miró sin entender, pero ya tenía a Jihong al frente de él.
—Jin, te haré unas pruebas, ¿Sí? Te prometo que no dolerán, o bueno, solo una que será para hacerle estudios a tu sangre.
—Las agujas no me asustan, y sus pinchazos no duelen.
El hombre alzó una ceja, y asintió. —Ok, en el baño hay una bata, póntela y así podremos comenzar.
—¿Puedo saber qué es lo que quieren saber de mi?
—Te prometo que al finalizar te explicaré todo con detalles.
Jinyoung miró a su madre, quien le hizo señas para que fuese al baño a cambiarse. Inhaló profundo y se fue al lugar asignado, encontrando la bata tal y como había dicho el doctor. Se cambió lo más rápido que pudo y se colocó la prenda, saliendo unos minutos después, abrazándose a si mismo por el frío que había en el lugar.
—Oh, ya saliste. Ven, párate aquí —le indicó el doctor, señalando un peso. Jinyoung se colocó encima del objeto, mirando como los número corrían en la pequeña pantalla hasta detenerse—. Sesenta kilos con quinientos gramos. Estás en un peso ideal.
«Pero no el de un Omega» pensó Jinyoung, sabiendo que esas criaturas estaban muy por debajo del peso que tenía en ese momento.
—A ver, párate derecho para saber cuánto mides —pidió Jihong, colocando el metro a la altura del joven. Precisó el instrumento y sonrió sin mostrar los dientes cuando supo el resultado—. Un metro setenta. ¡Que buen porte! Seguirás creciendo, y serás aún más alto, puedo asegurarlo.
Jinyoung hizo una mueca con los labios. Él no quería ser tan alto. Si bien Jackson lo superaba por algunos centímetros, si seguía creciendo iba a ser más alto que él. ¿¡Qué Omega sería si era más alto que su Alfa!?
—Uh, ¿No te gusta tu altura? Muchos chicos sueñan con ser altos, ¡Podrías ser modelo! Eres bastante apuesto.
Pero él no quería ser modelo, quería ser Omega. El Omega de su amigo.
—Sí, está bien —sonrió falsamente.
—Perfecto. Ahora si me lo permites, me gustaría darle una checada a tu cuerpo. Ya sabes, ver si todo está en orden.
El chico asintió y se sentó en la camilla. El doctor revisó sus oídos, sus ojos, su respiración, los latidos de su corazón y por último sus brazos, abdomen y piernas. Todo con una tranquilidad que hizo que Jinyoung no se sintiese incómodo en ningún momento.
—Ok, no hay nada malo, todo parece estar en orden. Tienes un cuerpo bastante atlético, ¿Practicas algún deporte? —Jinyoung negó—. ¿En serio? ¡Vaya, que suerte! También me gustaría tener músculos sin la necesidad de hacer dietas o ejercicios.
Y Jinyoung volvió a sentirse inconforme. Los Omegas eran delgados, con bonitas curvas y rostros finos, y él no tenía nada de eso. Sacudió la cabeza y dejó ir esos pensamientos, quizás y su cuerpo cambiaba cuando él se presente como un Omega.
—Bien, Jinyoung —habló el doctor, llamando la atención del chico—. Acabo de llamar a una enfermera para tener una muestra de tu sangre como te había dicho.
Jinyoung asintió, y permaneció sentado en la camilla, ignorando la plática de los mayores. Al poco tiempo entró una enfermera al consultorio y sin problemas realizó el trabajo que se le pidió.
Dejó una pequeña curita en el lugar donde pinchó a Jinyoung, y les avisó que dentro de unos minutos traería los resultados ya que era un examen muy sencillo. Jinyoung entró nuevamente al baño y se cambió la bata por su ropa.
Estuvo jugando con su celular hasta que la misma enfermera entró al consultorio tiempo después para entregar los resultados del examen. Jinyoung dejó su móvil a un lado y le prestó atención al doctor que leía concentrado el papel que se le entregó.
Jihong chasqueó la lengua y sonrió de lado, dejando los papeles en la mesa. Miró a Jinyoung y suspiró antes de hablar. —Tanto trabajando me da la capacidad para saber las cosas antes de que me den los resultados. Esto es solo protocolo —señaló los papeles—. Y supe tu condición desde que te vi.
—¿De qué condición habla?
—Jinyoung, entre un Beta y un Omega, la probabilidad de un hijo Omega es baja, más no imposible, y un hijo Alfa es mucho más baja, casi inexistente, pero se han dado casos. Lo más probable es un hijo Beta —tomó los exámenes y se los tendió—. Y tú eres uno.
Jinyoung sintió como el aire le faltaba, y con su mano temblorosas tomó las hojas.
𝚁𝙴𝚂𝚄𝙻𝚃𝙰𝙳𝙾:
𝙿𝙰𝚁𝙺 𝙹𝙸𝙽𝚈𝙾𝚄𝙽𝙶 𝙱 𝙴 𝚃 𝙰.
—Tu madre me comentó que has estado buscando información sobre la presentación tardía de los Omegas, y todo lo relacionado a los de su especie, así que sé que tú mismo te has dado cuenta de que físicamente no cumples con ninguna de las características de uno. Hacerte estos exámenes estaban demás, Jinyoung, porque eres un Beta en todo el sentido de la palabra.
Jihong miraba al chico con lástima. Se veía destrozado, y se estaba aguantando las ganas de soltarse a llorar. »Ser Beta no es malo, Jin. Podrás llevar una vida normal como lo estás haciendo.
Jinyoung se levantó del asiento bajo la atenta mirada de ambos mayores. Dejó los exámenes en la mesa y salió del consultorio.
Ser Beta no era malo, pero para Park Jinyoung sí lo era, y se negaba a ser uno.
🌼✨💙✨🌼
La madre de Jinyoung apretó sus ojos al escuchar la puerta del auto ser cerrada con fuerza, y suspiró cuando miró a su hijo entrar a la casa a paso apresurado.
Sabía que Jinyoung tenía la ilusión de ser Omega, —por alguna razón que desconocía— pero no podía seguir viendo cómo su hijo se llenaba de esperanzas que no llegarían a nada.
Salió del auto y le colocó el seguro, pensando en cómo lidiar con un Jinyoung al cual le quitaron la venda de los ojos.
—¡Mamá Park! —llamó Jackson, acercándose a la mujer para recibir un abrazo.
—Hola, cariño. ¿Cómo estás? —besó los chocolates cabellos del chico, y le miró con cariño.
—Todo genial, pero creo que Jinyoung no está igual.
—¿Lo viste entrar? —el joven asintió—. Ah, acabo de bajarlo de su propia nube. Se enteró que es Beta.
Jackson arrugó la frente. —¿Se acaba de enterar? Pero si eso estaba más que claro.
—Al parecer para él no —se encogió de hombros—. Lo mejor sería dejarlo solo un tiempo, así va canalizando la información.
—Uh, supongo que sería lo ideal.
Jinyoung miraba a lo lejos a su madre hablar con Jackson, y sintió su corazón romperse nuevamente, al tiempo en que sus lágrimas bajaban traviesas por sus mejillas.
La única forma en que tenía esperanzas de conquistar a su mejor amigo estaban más que muertas. Se suponía que él sería la pareja del chino, pero siendo un Beta no lo veía tan seguro.
Beta, Beta, Beta, ¿Qué Alfa lo aceptaría?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro