➤ Capitulo 20
Estabas llegando a casa, Naoto estaba en la sala acostado en el sofá viendo la tele.
— Llegué!
— Bienvenida ¿cómo te fue? — pregunta el menor
— Bien, Naoto ¿quieres algo para cenar? — preguntaste
— Lo que sea esta bien...
Cenaron los dos tranquilos, fuiste amable con el, haciendo que Naoto sonreirá más de lo normal.
Y ya para dormir, lo llevaste a tu cuarto, esperando a que durmiera, ya que el ya lograba dormir más rápido.
Hasta el día siguiente, que cuando Naoto vio la habitación, sus cosas ya no estaban.
Bajo corriendo a la sala, viéndote sentada en el comedor con una taza de café en mano.
— ¿_____? ¿Está todo bien? — pregunta Naoto
— Si, ¿quieres bañarte antes? Vamos a salir...
— No, estoy bien así, ¿a donde iremos?
— Primero cámbiate, después de diré — dices despreocupada
Naoto sube a cambiarse la ropa, ya sabias de donde por donde iba todo esto.
— ¿Estas listo? — preguntas
— ¿Vamos a ir a mi casa, verdad?
Pregunta el, no hiciste caso y caminaste a un lado suyo, habías tomado un gran cariño al menor.
Pero fue de ese cariño familiar, es como si lo vieras como un hermano menor, aunque el te viera de otra manera.
— ¿Por qué? ¿Por qué quieres que me valla? ¿Te estorbo aquí? — pregunta el menor
— No, nada de eso...
Caminaron los dos, tu cargando todas las cosas de Naoto, hasta llegar a casa de los Tachibana.
Donde llamaste a la puerta, Naoto atrás de ti te veía con preocupación, su plan no había funcionando como quería.
— ¿_____? Creí que volverías más tarde — dice bajo la chica
— Bueno, Naoto ya puedes volver a tu casa...
— ¿Por qué? ¿Por qué quieres que me valla? — pregunta el menor.
Te agachas a su altura, acariciando su cabello, dándole una cálida sonrisa, el menor se sonrojo levemente.
— Lo siento, te prometo que no es por que me haya aburrido de ti, me agrada tenerme como compañía en mi casa — dijiste con una sonrisa — Pero, no quiero que Taiju llegue a mi casa a lastimarte por sus estúpidos argumentos...
— No importa, no dejaré que me haga nada — dice el menor refiriéndose a Taiju
— Independientemente de que si puedes hacer algo o no ese no es el caso, también te lastimaste por que no estuve al pendiente de ti... — dices tomando si brazo lastimado.
— Pero...
Te levantaste sin dejar que terminará de hablar e irte, no es que te doliera de todo.
Pero si ibas a sentir un vacío en tu casa, al igual que Naoto.
Estabas por desaparecer de su campo de visión cuando corre hacia tu tomando tu mano.
Volteaste de inmediato para verlo, el chico te vio con ojos de súplica.
— _____, no me dejes, por favor — pide el menor
— Suéltame, yo no puedo cuidar de ti, vuelve con tu hermana...
Jalaste con brusquedad tu mano, el menor al ver que te ibas se dejó caer aferrándose a tu pierna.
— _____, haré lo que quieras, pero no te vallas, por favor... — pide el.
— Naoto suéltame, no hagas esto mas difícil para los dos — pides amablemente, el menor empieza a llorar
— _____.. ¡Me gustas! No me dejes por favor... — exclama de la desesperación
Eso lo sabias, lo sabias desde el día en que se ocasiono el accidente, pero creías que solo era capricho de un niño pequeño y dejaste pasarlo.
— Lo sé, por eso te estoy devolviendo con tu hermana, ahora por favor déjame ir, vuelve con ella...
Cómo pudiste te zafaste de él y te fuiste dejando llorar al menor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro