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Definitivamente Taehyung no se sentía bien, había despertado sintiendo demasiado calor, además de que no había conciliado el sueño en toda la noche. Agradecía que Jungkook no hubiera dormido a su lado, pues sabía que había una posibilidad de que lo hubiera despertado al instante.
Suspiró mientras terminaba de colocarse su camiseta, se miro al espejo y se sorprendió al ver sus mejillas con un rubor leve, ¿tanto calor tenía?
—¿Qué demonios me pasa?—se preguntó mientras colocaba sus manos en sus mejillas.
Rápidamente se dirigió hacía el baño y con algo de fuerza cerró la puerta, buscó el botiquin pequeño que siempre guardaba allí y sacó el termómetro, pues pensaba por
unos segundos que la posibilidad de que tuviera fiebre fuera lo más seguro.
Grande había sido su sorpresa al ver que no era así, estaba normal, ¿pero por qué tenía tanto calor?
Decepcionado por no saber lo que tenía salió del baño y caminó hacía su habitación. Se sento en la orilla de su cama y agarró su celular, solo esperaba que esa cosa le diera una respuesta; estaba a punto de desbloquearlo cuando su vista viajo hacía la fecha de su celular, por unos momentos no le había tomado importancia, pero... de repente abrió sus ojos sorprendido.
—¡No puede ser!—se levantó de la cama y fue directo a la cocina.
Taehyung siempre le gustaba poner un calendario en la cocina, solo así cuando se levantaba más temprano sabía que día era, de inmediato lo buscó con los ojos y lo miró, por unos momentos pensó que su celular estaba mintiéndole, pero no. Efectivamente, era el día en que
comenzaba su celo.
—¡Buenos días TaeTae!
El omega tragó grueso al escuchar a Jungkook, eso era un grave problema para él. Taehyung no se comportaba muy bien cuando estaba en celo, era simplemente demasiado empalagoso, y eso se lo habia confirmado su madre una vez que lo estaba cuidando, le dijo que jamás lo había escuchado tan tierno y adorable como ese día.
» —¿Pasa algo TaeTae?—
Taehyung escuchó a Jeon Jungkook acercarse. No sabía que hacer, pero de inmediato tomó una cuchara de madera que estaba en frente de él y se giro para así apuntar al alfa.
—¡Aléjate, alfa lindo!—Taehyung cubrió su boca de inmediato al percatarse de lo que había dicho.
En cambio al alfa le brillaron los ojos, sintió como su lobo se removía contento, ¿Taehyung le había dicho lindo? ¡No lo podía creer! Ese era uno de los mejores días de su vida.
Jungkook le sonrió, y claro Taehyung estaba sonrojado por la vergüenza, ¿cómo es que algo como eso pudo salir de sus labios?
—¡No puedo creerlo! ¿En verdad piensas que soy lindo?—el omega quería negar, pero parecía que su cuerpo lo traicionaba.
—¡Si! Eres el alfa más lindo, encantador y guapo que he visto en mi vida—soltó sin querer y Jeon no pudo sentirse más que contento.
Pero había un problema, ese no era el Taehyung que conocía. Se acercó al omega y cuando vió que inclinaba hacia atrás la cuchara para tomar impulso, lo que obtuvo a cambio no fue un golpe de parte del omega. Kim estaba a punto de darle con la cuchara pero se detuvo, terminó
soltándola y de inmediato fue directo hacía el alfa para restregarse en su pecho.
—¿Te sientes bien TaeTae?—preguntó, mientras por inercia llevaba sus manos a la cintura del omega para abrazarlo.
—Muy bien, ¡estoy excelente! Más sí estoy contigo, alfa.
Jungkook no comprendía nada, pero le estaba gustando, le comenzó a dar leves caricias a la espalda del pálido mientra esté ronroneaba gustoso ante las caricias del alfa.
A las fosas nasales del alfa llego el aroma de Taehyung, ¡y allí fue cuando comprendió todo!
Por unos momentos pensaba que ya había conseguido al fin toda la atención y cariño de su omega, pero a pesar de que sabía que solo se comportaba asi porque estaba en celo, no iba a desaprovechar esa oportunidad.
—¡Te ves tan lindo, mí omega!—dijo Jungkook dándole un beso en la mejilla.
—Siempre tuyo, alfa—Taehyung restregaba su mejilla en el pecho de Jeon.
Jungkook estaba en el paraíso, nada podía compararse a lo que estaba pasando en ese momento, le encantaba como se estaba comportando Taehyung en esos momentos.
De repente se escucharon los lloriqueos de la pequeña Nayeon.
—Nayeonnie tiene hambre—mencionó Taehyung mientras se escondía en la unión del cuello y hombro de Jungkook.
—Si, será mejor que vaya con ella—susurró el alfa—, no quiero que la pequeña se quede con hambre.
—Eres tan dulce, ¡ya quiero tener un cachorro contigo!
Jungkook suspiró enamorado, ¿podía mejorar más ese día?
©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5
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