꒰ 02 ꒱
—Aguarda un momento—dijo Seokjin
deteniéndose, Taehyung al ver aquello se detuvo quedando frente a él—, ¿me estás diciendo que hay una bebé ahí dentro?—preguntó señalando la puerta del departamento de su amigo, Kim menor dio un gesto de asentimiento con la cabeza—, ¡¿y que no sabes de quién demonios es?!
—Sip, sé que suena como una escena de película, pero te estoy diciendo la verdad—soltó un pequeño suspiro—, hay una bebé dentro de mi departamento y sinceramente no sé que hacer.
El mayor no dijo nada ¿acaso Taehyung creía que él sabía algo acerca de bebés? ¡Para nada!
Kim Seokjin era un beta que apenas y había logrado cuidar al hijo de una de sus vecinas, que por cierto era todo un diablillo y se la pasaba llorando por casi todo lo que hacía o decía, había sido el trabajo más tortuoso de todos, jamás volvería a ser niñero, ni aunque fuese el único trabajo que pueda legar a ejercer.
—Tae, ¡yo no sé como cuidar un bebé! ¿Cómo esperas que pueda ayudarte?
—Quiero que me ayudes a conseguir a alguien para que la adopte—el peli-castaño se dirigió a la puerta de su departamento, y cuando estaba a punto de ingresar la llave a la cerradura la puerta de enfrente de ambos era abierta dejando ver a aquel alfa de nombre Jung Hoseok, y claro al lado estaba Jeon Jungkook.
Esos dos chicos eran los más codiciados tanto por omegas como betas en la escuela, pero claro eso a Taehyung le daba igual, no les veía algo que pudiera atraer, claro aparte de sus respectivos aromas, pero dejando de lado eso no había nada más.
Taehyung vio que al parecer la mirada de Jungkook estaba sobre él; y en cuanto a su amigo, solo miró a los chicos por unos momentos. Él sabía que a Seokjin le gustaba mucho su vecino, pero a veces comenzaba a cansarlo el estar escuchando todo lo maravilloso que es Jung Hoseok y las razones por las cuales él debía casarse con ese alfa.
—Taehyung—saludó Jung al omega que de inmediato levanto la mano en gesto de saludo—, saldré con Jungkook a dar una vuelta y queríamos saber si quieres acompañarnos.
Eso no era nuevo, el chico a menudo y casualmente cuando se encontraba acompañado de Jeon, lo invitaba a salir con ellos. Ya fuera al cine, al supermercado por los víveres, o a una tienda de ropa, siempre Hoseok trataba de invitarlo.
Pero por supuesto Taehyung se negaba a cada invitación, y hoy no sería la excepción.
—Lo siento, estoy algo ocupado, será para la próxima.
—Siempre dices lo mismo—está vez se atrevió a hablar Jungkook, se veía molesto ante su respuesta.
Por lo que Taehyung sabe aquél peli-negro no era de muchas palabras, apenas y conversaba con alguien, era algo cerrado con las personas a su alrededor y en especial con las omegas que pretendían algo con él; una vez había escuchado el rumor de que a aquel alfa si le llegaba el celo y alguna omega se le acercaba, el era capaz de gritarle o empujarla lejos.
Acercarse a Jeon Jungkook se trataba de estar en peligro de inmediato. O eso suponía el omega.
—Sí, deberías venir aunque sea hoy—apoyó HoSeok—, me gustaría que nos acompañarás, puedes llevar a Seokjin contigo si quieres, así no te sentirás incomodo solamente con nosotros dos.
—¿Hablas en serio?—Jin se escuchaba
animado, pero claro que Taehyung no lo estaba y menos porque tenía que cuidar a la pequeña que seguramente ya se habría despertado por los gritos del beta—. ¡Tenemos que ir Tae!—insistió el mayor mirándolo a los ojos.
A su amigo si que le brillaban los ojos cuando se trataba de Hoseok.
—No gracias—hizo una mueca que aparentaba ser una sutil sonrisa—, pero puedes ir con ellos si quieres, en verdad no estoy disponible.
El chico metió la llave a la cerradura y por fin abrió la puerta de su dichoso y adorado departamento.
—¿Entonces si vienes Seokjin?—preguntó mirando al beta que emocionado no paraba de dar afirmaciones con la cabeza—. ¡Excelente!
Así el alfa y el beta comenzaron a caminar por el pasillo para ir a la salida del edificio, Taehyung miró como ambos se alejaban. A pesar de que apenas y se conocían Seokjin podría entablar amistad rápido con ese chico ya que era una persona realmente carismática y divertida.
El omega se percató de la presencia del otro alfa que al parecer seguía ahí.
—¿Qué te pasa?—preguntó Taehyung al ver que el alfa no apartaba la mirada de él, logrando que se sintiese incomodo en el proceso.
—¿Escondes algo?—Taehyung se quedó en silencio—, desde aquí puedo oler algo... es como un aroma muy suave, ¿acaso hay alguien en tu departamento?
—¿Por qué debería decírtelo? No es como si fuera asunto tuyo.
—Ahora lo es, ¿qué escondes?—se acercó.
¿Qué se supone que debía hacer exactamente?
—No debe importarte, será mejor que los alcances o te dejarán solo si sigues aquí—Kim iba a cerrar la puerta del departamento pero un pie y una mano impidieron que logrará esa acción.
Jungkook empujó la puerta para así poder darse paso, y Taehyung se maldecía por no tener tanta fuerza para impedir que el alfa entrara.
El peli-negro levantó la nariz mientras olisqueaba el aire, sabía que Kim Taehyung estaba escondiendo algo, pero el dilema aqui era ¿qué es y porqué no le permitía verlo?
Caminó un poco, encontrándose con la estancia en primer instancia, pero el aroma lo estaba guiando hacía otra parte. Pero por supuesto Jungkook no sabía que hacía el camino donde iba, se encontraba la habitación Taehyung.
—¡Oye!—exclamo Kim al ver como el alfa se paseaba por su departamento como si nada—. No te he permitido la entrada.
—Que lástima—se encogió de hombros-, ya estoy dentro—de nuevo llegó a sus fosas nasales aquel aroma casi imperceptible—. ¿Qué es lo que tienes allí encerrado?—señalo hacía una puerta que llevaba hacía otro pequeño cuarto.
—¡No entres!—el omega era sobre protector con sus cosas, y más porque no le gustaba que cualquier persona entrase a su habitación—. Esto es una gran violación a mi privacidad.
—Tranquilo, no le diré a nadie sobre tu colección de ese peluche de Pikachu—Taehyung sintió como la vergüenza subía a surostro.
—¿Qué? ¡¿Cómo demonios sabes eso?!—nadie, absolutamente nadie sabe de eso, a excepción de su amigo Seokjin por la obvia razón de que es como su mejor amigo.
—Te he visto comprar algunas cosas de ese peluche—mencionó en respuesta para después volver a encogerse de hombros—, estás muy obsesionado, ¿no crees?
—¿Me espías?
—No, solo da la casualidad que casi siempre paso por las mismas tiendas que tú, después de todo me quedan más cerca y tienen buenos precios.
Y está vez abrió la puerta de la habitación de Kim, efectivamente había varios peluches de Pikachu de diferentes tamaños, pero eso no fue lo que mas llamó la atención de Jeon.
Sus ojos se abrieron mucho al ver a una bebé en el piso jugando con un oso de peluche perteneciente, en su defecto, a Kim Taehyung.
—¿Q-qué?—Kim entró cuando escuchó a Jungkook hablar—, ¿t-tuviste un hijo y no se lo dijiste a nadie? ¿Quién es el padre!?—se escuchó repentinamente molesto. Para el omega, sin ninguna razón aparente.
—¿Qué? ¡No!, nada de eso—Taehyung caminó hacía su escritorio y tomó un papel que se encontraba sobre el teclado de su computadora portátil—. No sé de quien es, la encontré frente a la puerta de mi departamento junto con esto—le entregó la nota al alfa para que pudiera leerla.
Jungkook al escuchar eso pudo respirar con más tranquilidad.
¿Porqué? Digamos que ha empezado a sentirse muy atraído por aquel lindo chico de tez levemente tostada y ojos muy bonitos, y más cuando supo que su Hoseok vivía justo frente al departamento de aquel chico, no por nada visitaba al chico la mayoría del tiempo.
—¡Vaya!—miró a la bebé que ahora mordía una de las orejas del oso marrón—. ¿Dejarás que se quede contigo?
—No puedo hacerlo, tengo mis clases y aún estoy con mi tesis, no puedo darme el lujo de cuidar a una bebé.
—Entiendo, pero—volvió su vista a la pequeña que estaba más entretenida en tratar de masticar las orejas del peluche que en cualquier otra cosa—, sí tuvieras a alguien que te ayude a cuidar de ella, ¿aceptarías su ayuda?
—No sería un problema, pero no creo que nadie quiera, y prefiero darla en adopción, debo encontrar una familia, pero creo que si aceptaría la ayuda de cual...—Jungkook le interrumpió.
—¡Entonces está decidido! Te ayudaré a cuidarla.
Eso sí que había sorprendido de sobremanera al mayor, pero al ver la angelical sonrisa que el alfa le regalaba, no pudo hacer más que aceptar.
©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5
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