𝗩𝗜𝗡𝖦𝖳-𝗗𝗘𝖴𝖷
RenJun arrastró sus pies al interior del ascensor, haciendo que JeNo lo mirará y frunciera el ceño.
— Hola RenJun. —El menor alzó su cabeza y le sonrió levemente.
— Hola JeNo —Soltó aire y se apoyó en una de las paredes del ascensor.
— ¿Te sientes bien?
— No realmente.
— ¿Qué sucede?
— El trabajo me está matando y me redujeron el sueldo porque hay alguien nuevo. —JeNo frunció el ceño.
— ¿Qué? Ellos no pueden hacer eso RenJun.
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