𝗩𝗜𝗡𝖦𝖳-𝗖𝗜𝖭𝖰
JeNo se sintió extraño, no veía a RenJun por ningún lado y las puertas del ascensor ya se habían cerrado. Quizás se preocupaba por gusto, pero en cierto modo se había acostumbrado a la presencia del más bajo cada que llegaba del trabajo.
Las puertas se abrieron y el más alto sonrió hacia RenJun, quien estaba parado del otro lado. JeNo salió del ascensor.
— Hola —Sonrió el más bajo— Se sintió raro no verlo y quise esperarlo aquí para saludar.
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