Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2.6

Tenía claro que este sitio tan frío no era para mí, agradecí con todo mi corazón que Toriel me cuidara, pero tuve el descuido más grande al no traer una ropa adecuada para esta situación.

Tonta de mi pensé que esta zona nevada ocurrió cuando los monstruos se marcharon, no cuando estaban viviendo. Necesitaba algo que abrigara y cubriera mi cuerpo de este frío.

Para mi suerte, cruzando un puente de madera en muy mal estado, pude ver una tienda que parecía estar a punto de abrir ya que se podía ver unas chaquetas puestas de mala manera en el mostrador. También había una lámpara muy rara, pero no le di tanta importancia.

Intenté acercarme cruzando por el puente, pero frené mis pasos al escuchar como esta madera crujió de golpe. Retiré mi pie de milagro, viendo como la madera caía en un agujero no muy profundo. Tragué saliva aliviada e intenté saltar, de no ser que alguien me agarró la mano con preocupación.

-No es buena idea – Su voz fue muy fácil de reconocer. Giré mi cuerpo para sentir una emoción y calma al ver a Sans agarrando mi muñeca para no caerme. -Ven, esto será mucho más fácil que saltar por este puente viejo.

-¿Cómo haremos entonces?

Fue terminar mi frase y que apareciéramos al lado del puesto donde estaban aquellas chaquetas. Miré a mi alrededor confundida para luego mirar a Sans con una sonrisa muy calmada. Este analizaba cada uno de mis movimientos por la confusión que sentía, hasta que recordé bien unas pocas partes de él.

Tenía poderes. Me teletransportó.

-¿Qué ha...?

-Bueno, ¿qué te trae por aquí en el subsuelo? – Preguntó cambiando de tema.

-Yo... Me caí – Respondí, aunque era una mentira muy obvia.

-¿No sois capaces de ver el agujero grande que hay arriba? – Preguntó con una pequeña risa. Si sabía ese agujero e s que lo visitó junto con Toriel.

-No, yo... Un agujero se hizo de golpe – Respondí. Él me miró extrañado. -. Sí... Caí de golpe, en un montón de flores amarillas... no me duele nada, aparte Toriel me cuidó muy bien.

-Me lo imaginaba, ya la conozco, es muy buena mujer y le encantan los chistes malos – Contesto con una sonrisa amable. -. Igual me sorprende que te haya dejado salir, ella es muy protectora... ¿Quieres volver no?

-Claro... - Mentí otra vez. Eso me hacía sentir mal, pero intentaba no expresarlo.

-Es normal, pero el trayecto es largo, chica, tendrás que ir bien alimentada y abrigada - Me explicó con calma. Me sentía cómoda a su lado. -. Y también tendrás que lidiar con la obsesión que tiene mi hermano por los humanos.

-¿C-Cómo?- Pregunté sorprendida.

-Hubo más niños y niñas antes que tú, mi hermano quiere hacerles frente para demostrar que es el más fuerte... Bueno... También los quiere capturar – Confesó con una ligera sonrisa. Me quedé sorprendida ante esto último.

-¿Y qué debo hacer? Como entenderás no quiero ser capturada y... Bueno, en general, no quiero problemas – Expliqué preocupada.

-Lo primero sería esconderte en esa lámpara cuya figura es parecida a la tuya – Me ordenó. Giré mi cuerpo para ver aquella farola. Me quedé en shock. -. Venga, apura, está allí.

Y si, estaba corriendo el hermano de Sans hacia nosotros, por ello me apuré y adopté la figura de la lámpara que, por alguna razón que no entendía, tenía la misma forma que mi cuerpo. Era absurdo, pero servía como escondite.

Ahí estaban los dos esqueletos, el más alto, Papyrus, gritaba con entusiasmo su ilusión de querer estar con Undyne para demostrar que el idóneo para el puesto. Sans simplemente hacia poco caso y se burlaba con unos pocos chistes malos sobre esqueletos. Había que admitirlo, eran buenos y casi soltaba una carcajada limpia de no ser que estaba escondida.

Era sorprendente como Papyrus casi buscaba un humano para demostrar a Undyne que era el idóneo. ¿Tan necesario era?, ¿y por qué un humano?, ¿acaso nos consideraban como una amenaza?

Suspiré agotada mientras esperaba a un tipo de señal para que pudiera salir de mi improvisado escondite. Mientras esperaba, decidí dar un reojo rápido a mi alrededor, notando unas pocas flores azules que sobrevivían a este ambiente tan frío. Estas me recordaban a las mismas que vi en aquel sitio tan... Extraño.

Recuerdo bien que predominaban aquellas cataratas de un tono azul, sentía que eran puras, pero no bebibles, aunque mis compañeros las bebieron como si fuera la vida en ello porque se les olvidó traer una botella de agua. Flowey me decía que esta zona era la más bonita y que vivían los seres más pacíficos... A excepción de Undyne.

Se que Unydne era muy activa, su habitación en el exterior era muy cantosa por la cantidad de objetos relacionados con la musculatura, también posters de gente que eran luchadores o gente fuerte que motivaban a la chica a ser mejor. Honestamente no me acostumbra tanto que una chica o mujer quiera ser fuerte, normalmente es un hombre, pero tampoco tengo queja.

No me extraña que Alphys fuera su pareja, en cierto modo tiene buenos gustos.

-¿Niña? – La voz de Sans me despertó. Moví la cabeza en negación para salir del escondite poco a poco. -. ¿Todo bien?

-Distraída, perdón.

-Comprendo, está bien, mi hermano se marchó, aunque te tengo malas noticias.

-¿Cuáles? – Pregunté mientras me abrazaba.

-Te cruzarás con él, sí o sí... Me temo que tendrás que hacer frente a sus famosos puzles – Explicó con una sonrisa calmada.

-¿Son difíciles? – Pregunté preocupada.

-Oh, para nada, créeme que algunos te los resolverá él sin querer – Respondió con una risa. Le seguí la risa. Sentía que eso era muy propio de Papyrus por lo inocente que era. -. En fin, yo me adelantaré para evitar que sospeche de mí, no quiero que piense que capturé antes un humano que él, sino se desmotivaría y no quiero eso.

-Comprendo, nos veremos entonces.

-Claro, niña.

-Llámame Ursula, por favor – Le pedí con amabilidad.

Sentí que, al decir mi nombre, todo mi alrededor se paralizaría y que Sans me miraría con un rostro preocupado, por no decir que incluso podía estar enfadado conmigo. Todo era oscuro, como si me hubiera retado a un combate y esto era lo peor que podía pasarme. Miré por un momento su rostro, esa sonrisa suya no estaba y me preocupaba. Intenté calmarme y cerrar los ojos, luego, tragué saliva nerviosa.

Abrí los ojos y vi su mano acercarse. Quería que la apretara como un saludo.

-Sans, Sans el esqueleto – Se presentó.

Le di la mano, aunque ese ambiente extraño siguió hasta que, al dar mi mano, sonó un pedo bastante fuerte y asqueroso. Solté la mano de golpe sin creerme que acababa de oír mientras que Sans se reía como nunca. Me quedé en shock hasta que entendí que en su mano tenía un cojín de pedos.

Ah... Esto es lo que una vez Maria evitó que hiciera – Recordé con una sonrisa en mi rostro. -. No es tan malo, pero menudo susto.

-Nunca falla – Soltó con orgullo mientras se reía entre medio. -, pero no me esperaba esa reacción – Seguía riendo.

-Es que, fue inesperado, no me creía que harías eso – Le seguí la risa. En parte era verdad, pensé que iba a decir algo por esta situación y ambiente tan extraño que cambió en cuestión de segundos. Ahora todo era normal.

-Está bien, Ursula, ahora si me permites, debo irme -Explicó con calma mientras relajaba su risa.

-Me parece bien... Nos vemos entonces.

-Adiós.

Mientras caminaba por el único lugar libre y disponible, me puse a pensar por un momento, miré al puesto de antes donde seguían las chaquetas. No dudé en tomar una y abrigarme bien para evitar el frío para continuar con mi caminata.

Sentía que algo no cuadraba ya que aquella situación de antes no había sido para nada normal, también sentía que alguien o algo sabía de mí, aparte de que me sentía vigilada, aunque esta situación no era tan fuerte desde que vi a Sans. Puse mi mano en la cabeza... Todo me daba vueltas, pero no podía parar, no ahora que mi aventura acababa de empezar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro