Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2.10

Snowdin era como lo recordé la vez que vine aquí con Flowey, solo que era mucho más animado y bonito que la anterior vez, viendo a distintos monstruos hablando entre ellos, jugando con la nieve o simplemente descansando tras un largo día. Seguía a Papyrus con calma, él me indicaba cada caseta que veía.

Unas eran unas tiendas para poder comprar, otras eran viviendas simples de vecinos que tenían, otro era el bar de Grillby, se notaba muchísimo por la decoración exterior que tenía el local, las ventanas grandes, el cartel que indicaba que era un bar, la estructura... En definitiva, todo en si se hacía denotar.

Seguimos avanzando y pronto me encontraría con la casa de Sans y Papyrus, ahí me explicó que podía descansar en su casa sin problema alguno y esto me sorprendió, tanto que abrí la boca por unos segundos porque no entendía a donde quería llegar Papyrus.

¿Me quiere capturar, pero me deja dormir en su casa? - Me pregunté sorprendida.

-¡SE QUE ANDAS SORPRENDIDA! ¡PERO A MI PRIMERA HUMANA DEBO TRATARLA BIEN PARA QUE UNDYNE VEA BIEN QUE ERES UNA HUMANA COMO TAL! - Expresó con seguridad. Me rasqué la cabeza confundida. -. ¡EN LA BATALLA, GANARÉ CONTRA TI Y TE RENDIRÁS, POR ELLO CUANDO DEMUESTRE A UNDYNE LO FUERTE QUE SOY, ME ADMITIRÁ COMO PARTE DE LA GUARDIA REAL!

Soltó una risa confiada, entró a su casa de golpe, dejando la puerta abierta para que yo accediera a esta. Me quedé unos pocos segundos a fuera porque me costaba asimilar toda esta situación, pero lo acepté como mejor pude entrando a su casa.

El hogar de los hermanos esqueletos no era muy complejo, nada más entrar estaba el comedor, en la izquierda había un pequeño sitio donde estaba la cocina, había un segundo piso donde habían dos habitaciones que eran las de Sans y Papyrus. Tenía claro que iba a dormir en el sofá.

Papyrus estaba en al cocina y escuché como movía varios objetos dentro de la cocina, tanto que hizo un gran ruido que me preocupó, intenté mirar y solo veía como Papyrus se ponía nervioso porque no se aclaraba con que olla hacer la comida. Me alejé poco a poco con cierto nerviosismo y decidí quedarme quieta en el sofá para no molestar.

Sans entró el último cerrando la puerta de la casa con cierta vagancia, me miró por unos segundos, viendo que estaba algo nerviosa e indecisa. Él, con una sonrisa típica, se acercó para sentarse a mi lado.

-¿Nerviosa por tu cita? - Vaciló.

-¿Qué? - Pregunté girando mi cabeza de golpe. -. ¿Pero no me quería capturar?

-Es una broma, tranquila - Respondió con una risa. Suspiré algo nerviosa. -. Te cuesta asimilar esto, ¿qué ocurre?

-Bueno, no es normal que tu hermano me quiera capturar, pero me esté cuidando y me deje dormir en vuestra casa - Admití.

-Mi hermano no es malo, él cree que capturar es cuidar de alguien y luego dárselo a Undyne para luego ser parte de la guardia real - Explicó con calma. -. No tiene maldad, como habrás visto.

-Sí, pero es sorprendente... - Murmuré.

-También es sorprendente que nos tengas tanta confianza y que al vernos sonrieras con calma, como si nos conocieras de toda la vida, cuando los humanos por lo general nos odian - Soltó de golpe. Le miré de reojo sorprendida.

No se equivoca en nada... Pero no puedo dejar que sepa que soy de otra línea temporal - Pensé nerviosa.

-E-Es que... Se de vosotros porque... - Murmuré por un momento pensando bien que decir. -... Fui porque en los libros de mi centro hablaban de mitos extraños sobre otros humanos que cayeron aquí, también se vuestro pasado y no me creía que los monstruos fueran malos... No me creía ninguna palabra que decían los demás sobre que erais malos.

Realmente era así, la gran mayoría de los humanos, a excepción de algunos de mis compañeros y amigos, pensaban que los monstruos eran peligrosos y que los magos hicieron bien en sellarlos. Posiblemente en su momento fueran algunos peligrosos, pero debían haber eliminado o sellado aquellos que causaron el caos, no a todos.

-Comprendo, así que la curiosidad te llevó aquí - Resumió mis palabras. Afirmé con mi cabeza. -. ¿Sabes que hay un mito o una frase sobre ello?

La curiosidad mató al gato.

Le miré con seriedad cuando él pronunció lo mismo que pensé en mi cabeza. Tenía muy claro esa frase porque a día de hoy, si me encontraba aquí, era porque era demasiado curiosa junto a mis amigos y ahora mismo estaba ciertamente sola para hacer frente a esta situación complicada.

-Lo sé muy bien, pero atrás no tengo nada y solo tengo que mirar mi futuro, aquí estoy muy bien y por el momento no me he llevado un susto horrible - Respondí con una sonrisa suave.

Me había llevado pequeños sustos, como cuando Toriel me atacó, pero no fue a malas, después de todo ella quería probar mi fuerza y valentía. Lo que si me sorprendió era ver como pude defenderme a pesar de la cantidad de fuego que había en ese momento, como un escudo verdoso apareció a mi alrededor para protegerme y curarme.

Me recordó tanto a Elena que simplemente pude mirar hacia abajo con pena, tragué saliva por un momento hasta que escuché un grito de alegría por parte de Papyrus. Desde su cocina se olía a comida y era un olor extraño a decir verdad.

-¡TERMINE MIS ESPAGUETTS! - Gritó con emoción. -. ¡HUMANA! ¡LEÍ EL PAPEL QUE DEJASTE CUANDO DEJÉ ESE PLATO EN MEDIO DEL PLENO FRÍO! - Mencionó. Recordé ese momento cuando los espaguetis se congelaron.-. ¡POR ELLO ANTES DE QUE DUERMAS Y NOS ENFRENTEMOS, DEBES PROBAR MIS ESPAGUETIS!

Dejó el plato enfrente mía y miré con detenimiento la comida, visualmente no era un problema, pero en cuanto su olor era lo que más miedo me daba porque no sabía si olía bien o mal, era como una mezcla rápida entre los dos que cambiaba en segundos. Tragué saliva nerviosa.

Todo o nada - Pensé

Ahí fui con todo, le di el primer bocado sin pensar, uno bastante grande, cuando intenté masticarlo me di cuenta que la pasta estaba un poco dura, pero eso no era un problema a diferencia del sabor. Este me era extraño y no sabía como describirlo, es como si el sabor fuera una maravilla, pero luego tenía ganas de devolverlo o escupirlo. Así durante el rato que tenía la comida en la boca.

Cuando noté que el sabor era bueno, no dudé en tragarlo de golpe, escuchando como mi estómago gruñía durante un rato, pero luego no se quejaba. Miré a mi alrededor con vergüenza y Papyrus estaba al tanto de mi reacción, no parecía ser muy avispado con que mi estomago estaba sufriendo.

-Esta... Es... Increíble - Murmuré atónita. Realmente su sabor era algo difícil de describir. -. ¡G-Gracias! -Le sonreí con amabilidad.

Papyrus se puso nervioso, soltó una risa confiada y volvió a la cocina con rapidez, de reojo miré a Sans mientras comía los espaguetis, me miraba un poco sorprendido, pero no le dio mucha importancia y simplemente se dirigió a su habitación con cierto cansancio, despidiéndose de todos ya que se echaría una siesta.

Detrás iría yo después de cenar, Papyrus me insistió en que comiera más porque necesitaba tener muchas fuerzas, pero se lo negué amablemente y le dije que lo guardara para mañana ya que así lo disfrutaría otro día nuevo. Lo aceptó y tras limpiar la cocina, se dirigiría a su habitación, despidiéndose de mi con una sonrisa y cerrando la puerta de golpe.

Con una manta que me dieron, me tumbé en el sofá con clama y cerré los ojos, era relajante el asiento y bastante cómodo, aunque parecía ser un sofá viejo y destrozado, su comodidad era bastante curiosa. Supongo que no podía jugar por lo que veía de primeras, sino que a veces tienes que darle una oportunidad.

-Una... Oportunidad - Susurré cansada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro