Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❍ Capítulo 1

-Ursula Dandrina.

-¡Presente! - Diría en alto, levantándome de la silla y alzando la mano.

Habíamos empezado ya las clases, un nuevo comienzo, estaba ciertamente asustada y agobiada por el mero hecho de que, a partir de ahora, todo lo que hiciera, tendría importancia para un posible futuro trabajo.

Esta vez era la oportunidad única para poder ayudar a mis padres en casa con el dinero, aunque siempre me dijeron que no era necesario y que ahorrara el dinero para mí misma.

Era difícil.

La estima por mis padres era alta, era difícil irme a vivir sola, primero porque estaba sola y eso involucraba que los precios iban a ser más difíciles para mí a la hora de pagarlos. Y aún más con los últimos rumores.

Había una historia en el pueblo donde yo vivía. Monstruos y humanos convivieron una vez juntos y vivían en paz hasta que el caos y los problemas comenzarían. Se rumoreaba de que había magos en su momento que intentaron mantenerlo todo en calma, pero que no funcionó más que solamente encerrarlos en el subsuelo. Y al parecer, en la actualidad, habían salido gracias a un niño ciertamente especial. Ahora se estaba debatiendo que hacer con ellos.

¿Habrían cambiado? Quién sabe...

Yo estaba bien con mantenerme viva, estar con mis amigos y familia y conseguir un trabajo, porque por alguna razón, antes tenía muy mala suerte, pero ahora que las cosas parecen ir bien...

Era la oportunidad.

Mi mala suerte se relacionaba en que todo lo que era mi alrededor no parecía beneficiarme mucho, afectó a veces mi salud física y mental, también a la de mis padres, los estudios iban bien como de repente no era capaz de concentrarme o me encerraba. Me agobiaba esto, aunque ya hace mucho desde lo ocurrido y parece que ahora todo un rumbo más calmado.

Por ello las siguientes semanas, iba estar muy a tope, demostrando que era capaz y que conseguiría un puesto de trabajo decente, pues no iba a dejar una oportunidad como esta, ahora era el momento en el que tenía que aprovechar todo. Así pues, el día fue ciertamente productivo para mí, no solo me centré en lo que me importaba, sino que también estuve con mis amigas y amigos.

Ah... Seguimos juntos durante tanto tiempo, amigos de infancia... Comenzando con Carlos, luego con Elena, Maria y luego Carol junto a su hermano Zen.

El primero era el más alto, algo moreno, de cabello rubio, ciertamente fuerte la verdad, de hecho, iba al gimnasio. Carlos es un chico que siempre se ha preocupado por los demás y que siempre daría todo por nosotros, amable, compasivo y cariñoso. De vez en cuando podías ver como tocaba el ukelele o aparecía con su coche con una sonrisa calmada para invitarnos a salir por ahí.

Elena era la siguiente, calmada, amable, quiso ser médica, pero la situación está difícil, igual sabe muchísimo sobre ello y como aplicarlo. Eso no quita de que quiera serlo, a día de hoy sigue estudiando mucho sobre ello, se informa, intenta hacer prácticas, aunque no puede porque muchos de los materiales que necesita no los puede obtener a no ser que estudie directamente de ello. Su madre, apoya mucho sus ideas, por ello cuando vuelve de trabajar siempre le trae libros u objetos que le venga bien a ella.

Maria, ciertamente... Rara... Parecía que siempre sabía todo lo que pensábamos en todo momento, pero ella decía que era simple intuición. Le encantaba hacer trabajas en los juegos de cartas, mostraba una sonrisa confiada al juega. Era conocida pro ser una tramposa, pero ella siempre dice que no es así, que, si no sabían perder, no era su culpa. Vive sola, algo desorganizada y caótica, duerme mucho y no se si come decentemente porque siempre la veo algo delgada.

Carol y Zen, inseparables, algo pesados como persona, ambos morenos, bajos y ciertamente traviesos, pero muy amables. Hermanos que viven con sus padres que se la pasan todo el rato buscando nuevas aventuras para pasar un rato divertido y en compañía. No hay lugar de la ciudad que no hayan conocido, a excepción de la montaña, un lugar algo difícil y que sus padres le han prohibido mil veces de ir, al igual que nosotros.

Y luego yo, Úrsula, una chica... Relajada como Elena, rara como Maria, aspirar a ser fuerte como Carlos, pero no quiero meterme en peleas sino ser fuerte psicológicamente, y capaz sea algo pesada y curiosa como los gemelos, pero esto no lo sé muy bien. Simplemente una chica normal.

Un grupo de amigos que siempre nos movemos de un lado a otro, vamos a explorar de vez en cuando, estamos de fiestas, tomamos algo tranquilo en bares y siempre nos lo pasamos muy bien.

Hoy el tema era... Qué sorpresa, sobre los monstruos que salieron del subsuelo.

Todos en general estaban sorprendidos, tenían ganas de saber cómo eran, cómo se comportarían con nosotros, si nos llevaríamos bien... Intuyo que no serían violentos porque si están debatiendo es que estaban buscando un termino medio y una paz.

-Creo que a lo mejor conviviremos con ellos no muy tarde - Habló María mientras tomaba un zumo de naranja.

- Puede ser, después de todo están hablando sobre ello y tiene pinta de ser buenos - Diría mientras ponía la mano en la barbilla, pensativa.

- Me pregunto si tendrán métodos distintos de curar a la de nosotros, una más... Novedosa - Diría Elena mientras imaginaba con una sonrisa.

- Puede ser que quieran conocernos ya de ya -Diría Carol, compartiendo un sándwich con su hermano.

- Dame un poco maaas... - Se quejó justamente Zen.

- Vale, vale, espera, impaciente - Contestó Carol mientras le apartaba sus manos.

-Mientras no causen problemas, todo estará bien, no quiero recordar nada del pasado – Expresó con preocupación Carlos.

Tenía razón, no era agradable tener que volver como antes y que no avanzáramos, sabíamos de su existencia y, honestamente, me gustaría tener una convivencia con ellos para conocernos mejor y compartir distintas costumbres o tradiciones, de forma que ambos salgamos beneficiados, pero claramente no todos tendrían el mismo pensamiento.

Así pues, el rato de descanso que tuvimos, fue hablar de este tema, para luego volver a clases, estar centrada y al fin, tras terminar, volver a casa. Acompañada de mis amigos, siendo una caminata ligera, llegaría a casa sin problemas, encontrándome nada más llegar a casa a mis padres... Ciertamente... Preocupados.

-¿Todo bien? -Pregunté con un rostro preocupado también.

- Nos hemos informado de que los monstruos vivirán en la misma ciudad que nosotros. - Escuchar esto me dejó algo sorprendida, abriendo mi boca en indicación de sorpresa.

-Y pronto lo harán, en dos días podrán estar caminando por aquí como si nada - Habló ahora mi padre, tono más grave y molesto.

-Vaya...

-Estamos pensando si llevarte al centro en coche, está lejos de donde vivimos y no queremos que te ocurra nada - Expresó mi madre con calma.

-Madre, siempre ando acompañada de mis amigos, podemos incluso ir en el coche de uno de ellos si quieres, aparte, dudo mucho que esos monstruos nos hagan daño si los dejan libres por la ciudad...

-Cierto es, pero... Entiende que es preocupante y... Nos asusta - Diría mi madre, con un rostro preocupado.

- Estaré bien, tengo mi móvil, en todo momento te diré si estoy bien o no, ¿te parece? - Hablé con calma.

Mis padres les pareció bien la idea de forma temporal, al menos hasta que se supiera que iba a ocurrir con los monstruos, por lo que podría estar de forma normal en mi habitación y tomar la rutina de vuelta.

Aunque no podía negar que le daba vueltas a lo que me habían dicho y a lo que pensaba, era un poco triste que desconfiaran, pero a su vez era normal... En cierta parte, pues habían pasado tantos años que me sorprendía que aun recordaran y tuvieran como ese pequeño rencor, cuando la mayoría de la ciudad solo eran pequeños y los que tuvieron que sufrir de verdad eran los magos.

Infancia y pasado...

Pensar en esto me provocó una tristeza y frustración en mi persona, porque no era capaz de recordar algunas cosas de mi pasado, era ciertamente imposible porque, por mucho que lo intentara, un muro bloqueaba mi paso a esos recuerdos. Era horrible y esto causaba algunas pequeñas lágrimas de frustración.

Levanté mi cabeza por un momento, respirando hondo y poniéndome seria por un momento. Si no recordaba, no importaba mucho, al menos sabía quién era ahora y que tenía que hacer, tener un futuro, eso era mi objetivo y nada me lo iba a impedir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro