꒰ ᴇxᴛʀᴀ 𔘓 O3 ꒱
⚠️ advertencia contenido +18 ⚠️
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En la época posterior a su primera vez, Beomgyu estuvo muy interesado en investigar sobre prácticas de cualquier perversión en la cama.
Le causaba curiosidad el poder satisfacer a Taehyun en todo aspecto.
Cuando se hallaba solo en el departamento, vagando por toda la vivienda, se encargaba de visitar foros en internet o leer uno que otro libro sacado de la biblioteca para saciar su sed de conocimiento.
Pudo conocer centenares de kinks, fetiches, y hasta parafilias; además de posturas, juguetes y algún que otro consejo para seducir. Lo que causó que sus ganas por probar cosas nuevas se incrementaran.
Él se enamoraba cada vez más de las expresiones sorprendidas de su pareja, sabiendo que de una manera u otra, le afectaba el cambio de tierno a sexy que el mayor adaptaba.
Cuando Taehyun veía a Beomgyu convertirse en un lío desesperado por sexo, le hacía pensar que su bebé estaba siendo corrompido gracias a él. Los pantalones se sentían insufriblemente apretados con el solo pensamiento.
Taehyun siempre había dejado que Beomgyu hiciese lo que se le fuera en gana, era muy claro quién era el que dominaba a quien. No de la manera en que todos piensan, pero con solo Beom decir 'a' Taehyun estaría dispuesto a bajarle la luna.
Por ese mismo hecho, estaban donde estaban en esos momentos.
En el maravilloso y alabado -por Beomgyu- día feriado, Taehyun pasaba todo el día en casa, sin siquiera pensar en el trabajo.
Toda su atención era acaparada por Choi Beomgyu.
—¿Cuándo llegará? —el mayor estaba sentado sobre sus tobillos, sus manos en su regazo, frente a la entrada mirando la puerta principal del departamento con insistencia.
Taehyun, en uno de los sillones cercanos a la ubicación de su bebé, miraba atento como Beomgyu se exasperaba en pucheros cuanto más pasaban los minutos.
—Ten paciencia, príncipe —su sonrisa hizo acto de presencia, y sus ojos se achicaban mientras tomaba una taza caliente de chocolate.
Ambos estaban esperando la llegada de Jake, a quien habían sobornado con galletas para que fuese a buscar la gran alfombra que habían comprado en línea ese mismo día, ya que les había comentado que estaría cerca de allí.
Luego de pucheros y varios suspiros, el timbre activó los rápidos movimientos de Beomgyu, que había abierto la puerta lo más pronto que le permitió el cuerpo.
Jake estaba frente suyo, con el teléfono literalmente frente a su rostro mientras pataleaba de vez en cuando.
—...¿Y la alfom-?
—Malditos sean, estúpidos, ¡yo no soy el puto impostor! —gruñó al juego perdido—. ¡Honnie! Trae la cosa peluda esa... por favor.
Beomgyu y Taehyun observaron sin decir nada como Sunghoon -quien recién había llegado al piso- traía consigo un gran bulto donde se leía la marca del lugar donde habían hecho la compra.
—¿Dónde la dejo?
—Tírasela en la cara a Tae hyung, por su culpa fue que la tuviste que cargar —propuso -u ordenó- Jake con una sonrisa de travesura marcada en el rostro.
Sunghoon le siguió el juego a su pareja, y antes de que Beomgyu se opusiera a algo entró al hogar e hizo lo ordenado, corriendo cuando concluyó su cometido.
—¡No se olviden de mis galletas! —fueron las últimas palabras dichas por Jake antes de correr también en dirección a su piso.
—Cada día Jake se vuelve más salvaje —declaró Taehyun, sacándose la alfombra de encima.
Beomgyu observó fijamente la puerta—...¿Qué acaba de pasar?
—¡Es enorme! ¿Crees que sí quepa?
—Eso espero, Beomgyunnie —pronunció Tae, desdoblando la alfombra, que resultó más grande de lo que esperaron.
Beomgyu ayudó lo más que pudo, arrimando los muebles que menos pesaban, hasta que decidió que era mejor intercambiar de tarea, siendo Taehyun el que despejó toda la sala y entrada principal de cualquier obstáculo.
El lugar quedó vacío, y se veía muy espacioso. La pareja comenzó a instalar la alfombra azul marino, abarcando todo lo que esperaron y sobrando en algunas esquinas.
Taehyun suspiró—. Ya después se acomodará lo de las esquinas.
Beomgyu pronunció un pequeño 'mhumm' antes de sentarse en el suave suelo.
—Es muy suave~
Taehyun rió enternecido, mirando como Beomgyu apoyaba su rostro en la suavidad de la lana.
—Rueda conmigo, Tyun —propuso antes de comenzar a hacer lo mencionado, desplazándose por la sala vacía de esa manera.
A los pocos segundos, con una gran sonrisa Taehyun siguió a Beomgyu con su adorable acción, ambos rodando por la sala como niños pequeños.
Después de diez minutos de girar, Taehyun paró cansado de la constante actividad, acostándose con la vista al techo blanco de su hogar.
Un suspiro salió de sus labios, cuando el rostro de su novio interrumpió su mirar.
—Hola Taehyun —susurró Choi con una sonrisa iluminando sus rasgos aniñados.
Sin poder controlar su corazón, Tae atrajo a Beomgyu en un beso suave y tierno, fundiendo sus emociones en aquel gesto de amor.
—Eres tan hermoso, príncipe.
Beomgyu rió tontamente mientras se posicionaba sobre el regazo de Taehyun, concentrando su atención en darle mimos al rostro de su pareja.
Taehyun se sentía amado, y el sentimiento cálido abrazó su corazón sin pedir permiso. Se sentía muy afortunado de tener a alguien como lo era su novio, su bebé.
Pero todo sentimiento de inocencia dejó el lugar cuando repentinamente, después de muchos besos, Beomgyu inició un movimiento de caderas constante, justamente sobre la entrepierna del menor.
Taehyun tosió desconcertado por el cambio de ambiente.
—B-Beomgyunie, ¿qué haces? —la risa nerviosa de Tae estimuló la excitación de Choi, quién gimió sobre el cuello de Taehyun.
—Quiero hacerte sentir bien, Hyun. Por favor, ¿puedo hacerlo?
Unos ojos de cachorro atacaron sin piedad el autocontrol de Taehyun, resumiendo su respuesta a un simple asentimiento hipnotizado.
Una sonrisa triunfante abarcó el rostro de Beom antes de comenzar con lo que había estado pensando en días. La mandíbula afilada de Taehyun le obligaba seguir el recorrido con su húmeda y ansiosa lengua, provocando más de un escalofrío en el menor.
Beomgyu se encargó de marcar el níveo cuello, concentrándose en los sitios sensibles que sabía era la debilidad de Taehyun.
Sus manos emocionadas surcaron debajo del hoodie azul que Tae solía usar todo el tiempo, sintiendo como la piel bajo sus dígitos se erizaba. Con la misión de observar lo que le llevaría a su perdición, Beomgyu se decantó por sacarle la parte superior a su pareja, con su ayuda.
Taehyun terminó de pasar la prenda sobre él, dejando su torso a disposición de su príncipe, quién no espero nada para comenzar a deleitar su lengua con el relieve de su abdomen.
De tanto en tanto Taehyun soltaba jadeos que motivaron a Beomgyu continuar, deteniéndose justo frente a la cintura de la sudadera, que se alzaba con la evidente erección que le causó.
Con una mirada cuestionadora Beomgyu pidió permiso para continuar, y luego de ver la sonrisa de Taehyun tuvo la motivación de continuar sin dudar en alguna otra cosa.
De un delicado tirón despojó ambas prendas, dejando completamente desnudo a Taehyun, que se sonrojaba poco a poco, perdiendo la valentía al ser el único desnudo.
Pero no le reprochó nada, y menos cuando pudo observar la manera hambrienta en que Beomgyu lamió su labio inferior mientras miraba fijamente su polla rígida.
Choi jadeó ante la vista; las venas marcándose deleitosamente y la punta brillante gracias al líquido preseminal.
Se encargó de estar sumamente cómodo, sentado entre las piernas abiertas del menor. Con una mano tomó el pene de su novio y comenzó a acariciarlo de arriba a abajo, mordiendo su labio ante los espasmos musculares que sufrían los muslos de Taehyun.
Remarcaba cada vena con su dedo índice, y cada vez que avanzaba, más se excitaba. Estaba caliente, y lo suficientemente dura como para doler, eso lo podía sentir.
Beomgyu gimió de anticipación a tenerlo dentro de sí.
Taehyun miraba la concentración que Beomgyu tenía al tocarlo, esa mirada sería y anhelante hacía querer follárselo de una vez por todas. Pero no impediría que su novio disfrutase antes de iniciar con el acto.
Una lamida experimental provocó un gruñido en Taehyun, quién no se controló y gracias a la inesperada sensación tomó un puñado del lindo cabello de Beomgyu.
El mayor gimió y se sonrojó.
Le había gustado mucho.
Con la esperanza de que se repitiera, Beomgyu comenzó a besar el glande, bajando por todo el costado mientras chupaba la sensible piel, concentrándose en extasiar a su pareja, que mantenía una mano en la alfombra y la otra enredada en las hebras rosadas de Choi.
Prosiguió a introducir el primer tramo, ayudándose a mantener su mente enfocada, para continuar engullendo todo lo que pudiese. La punta golpeó su garganta y aspiró con fuerza, cerrando los ojos llenos de lágrimas. Su sensible boca tarareaba ante la sensación de estar llena, enviando placenteras ondas por la columna de Taehyun.
—P-Príncipe, no te obligues a tomar más de lo que puedes, podrías hacerte daño —recordó Taehyun, deduciendo lo que Beomgyu tenía pensado hacer.
Vió los ojos brillantes del mayor mirarle con determinación antes de arrastrar su polla fuera de su cavidad bucal mientras su lengua acariciaba todo el falo.
—Me vas a follar la cara.
La mente de Taehyun se descontroló.
—¿Qué?
Beom no dió alguna explicación, simplemente empujó el pecho de Taehyun de regreso a la suave lana. Taehyun ni siquiera se había percatado de que terminó sentado por la impresión.
Beomgyu nuevamente se concentró en su erección, dando un par de jaladas antes de cerrar sus labios en la cabeza, su lengua frotando con insistencia.
Taehyun gruñó en advertencia—. Beomgyu.
El nombrado sacó la lengua tomando más en su boca, mientras que una sonrisa descarada surcaba sus labios brillantes de líquido preseminal y su saliva.
Taehyun gimió ante la vista, sobresaltado cuando Beomgyu tomó su mano y la posó sobre su cabello. Dió una mirada a Taehyun y prosiguió a introducir su polla hasta quedar amordazado.
El pelirosa apretó el agarre de Tae en sus mechones y relajó la quijada.
—No te voy a follar la cara Beomgyu; te puedo lastimar.
Taehyun se estremeció ante el gruñido emitido por el mayor, que estaba enojado por la negativa a lo que deseaba.
Pero Beomgyu lo quiere, Beomgyu lo tiene.
Él mismo comenzó con un ritmo suave, antes de ir en ascenso dando placer a su pareja que estaba desarmandose en jadeos y gemidos graves. Beomgyu se encargó de llevarlo al cielo, muy cerca de tocar la nube esponjosa del clímax, para posteriormente dejarlo caer sin remordimientos, arrebatándole uno de los mejores orgasmos que pudo haber conseguido.
La mirada desconcertada de Taehyun se concentró en el rostro jodido de Beomgyu, sus ojos llorosos y la mezcla de saliva y presemen bajando por su barbilla; sus labios hinchados en un pequeño puchero caprichoso y una posición de berrinche.
—¿Por qué no quieres hacerlo?
Kang pasó saliva ante su voz quebrada—... Te puedo lastimar, y tú no quieres eso, solo estás-
—¿Cómo sabes que no quiero eso?
Taehyun silenció, mirando fijamente el rostro lleno de lágrimas de Beomgyu. En ese momento pudo concluir que... no estaría mal un poco de rudeza de vez en cuando.
La declaración de Beomgyu hizo encender algo en él.
Contradiciéndose a sí mismo, se levantó de la alfombra y tomó a su pareja por su lindo cabello rosado, sacando un gemido extasiado de su parte.
Beomgyu se devolvió a la postura sumisa que había llegado a portar hace minutos, está vez abriendo la boca para que su novio le diese lo que quería.
—Estás actuando muy sucio hoy, Beomgyunnie —afirma Tae, más para sí mismo—... Tan desesperado porque te joda, ¿cómo lo quieres?
Beomgyu lloriqueó—. Duro.
—Hmm, está bien, pequeño sucio.
Enredando sus dedos en la melena rosa, afirmó el agarre para, posterior a unas caricias a su pene, posarlo en los labios de su príncipe.
Choi aflojó la mandíbula, dando paso libre para la acción, cosa que le hizo más fácil el trabajo a Kang.
Falto de delicadeza, Taehyun penetró la cavidad bucal hasta llegar a la apretada garganta de su hermoso novio, manteniendo ahí a Beomgyu unos segundos; disfrutaba la humedad y estrechez del cálido lugar.
Beom respiró por la nariz, sintiendo como de a poco se mareaba por la lenta ingesta de oxígeno, sin embargo, acabó por gemir, o hacer el intento, ante lo que estaba ocurriendo después de tanto fantasear.
Ahuecando sus mejillas con la otra mano, Taehyun le ordenó que permaneciera de esa manera, obteniendo sumisión y obediencia como respuesta.
Sus caderas iniciaron un constante vaivén que probablemente lo haría llegar más pronto de lo que esperó. Tae miró hacia abajo, Beomgyu estaba básicamente ahogado de su polla, y la felicidad en sus rasgos era algo enloquecedor.
Taehyun arremetía en la estrecha boca de Beomgyu, la lengua de este remarcando cómo podía el contorno de su virilidad, succionando con entusiasmo e ignorando las arcadas que estimulaban aún más el placer Taehyun.
El menor se sintió al borde cuando Beom le ofreció, o intentó, una sonrisa; lágrimas empañando su rostro angelical, y orbes ahogados en lujuria.
Así que, una vez más el orgasmo de Taehyun fue arrebatado, está ocasión por él mismo; al retirar su miembro en el justo momento en que mancharía la boca de Choi.
Obviamente, Beomgyu se quejó, pero calló una vez notó que Tae pensaba darle algo mejor. Taehyun le despojó de sus prendas con rapidez ansiosa, y Beomgyu sonrió a la par que su pareja.
Estaba claro que se gustaban mucho.
—Rodillas y manos contra el suelo, príncipe —ordenó el menor, enviando su cabello hacia atrás con su mano; dejando expuesta su frente sudorosa por la actividad candente que estaban llevando adelante.
Beomgyu obedeció casi al instante, empuñando la suave alfombra bajo sus dedos. Taehyun apretó una de las esponjosas nalgas de Choi y trazó un camino por toda su espalda hasta sus hombros.
—Buen chico, príncipe. Ahora, ¿puedes arquearte para mí?
La parte superior de Beomgyu fué empujada hacia abajo; su pecho quedando al ras con la suavidad de lana, dejando su trasero a disposición de Taehyun.
—Espera un segundo, bebé —susurró Taehyun justamente en el oído de Beomgyu, culminando con una lamida en el lóbulo de la oreja, el punto débil del mayor.
Taehyun se levantó, y llegado a los muebles acumulados en el pasillo se frenó en el sofá más pequeño, donde debajo del segundo asiento se encontraba una botella de lubricante escondida.
Escondida ahí para ocasiones especiales.
Beomgyu esperó, y pensando que Tae se tardaría más, se sorprendió cuando al intentar levantarse una bofetada cayó directo en su muslo derecho.
—Quieto bebé.
—L-Lo siento, Taehyun.
A pesar de haber acordado sexo duro, Taehyun nunca se atrevería a preparar a su pareja sin lubricación, ya que siempre teme causar un daño grave.
El frío líquido cayó en la mano de Kang, frotándolo en sus dedos para regular la temperatura. Mientras tanto, su otra mano acariciaba la erección de Beomgyu, recibiendo pequeños gemidos y jadeos del mayor.
—¿Duele mucho, bebé?
—S-Si, Taehyun, por favor, ya.. ya métela —jadeó cuando Tae introdujo un dedo—. Quiero estar lleno de tu polla, Tyun.
Taehyun no respondió, sin embargo no pudo retener el gruñido ante la estimulación auditiva. Más sangre corrió hacia su miembro viril, y el dolor punzante hizo agregar de golpe otros dos dedos dentro de su novio.
Taehyun se concentró en penetrar fuertemente con sus dedos, Beomgyu aferrándose a la alfombra mientras enterraba su rostro en ella, gimiendo fuerte.
Cuando Tae retiró los dígitos de su entrada, Beomgyu se encargó de respingar aún más su trasero, alzándolo cerca de la erección de Taehyun.
Taehyun tomó sus caderas y jaló fuerte, posicionándolo bien.
—Dije quieto, Beomgyu. ¿Vas a comportarte mal ahora? —Choi se estremeció, y negó. Taehyun apretó más su agarre—. Usa tus palabras.
—No.
—¿No qué...?
—No papi, y-yo seré un chico bueno.
Taehyun tarareó en aprobación, comenzando a rozar el glande con la entrada de su bonito novio, desesperándolo aún más.
Cuando tuvo suficiente de jugar, se introdujo en una estocada fuerte, tal como Beomgyu había querido experimentar.
Su boca cayó en un gemido silencioso, sorprendido de la fuerza del menor. Sus manos aferradas a la alfombra comenzaron a tirar de ella, en el justo momento en que Taehyun comenzó a embestir. Cada golpe era certero, duro y con la suficiente rapidez para hacerle ver las estrellas.
El agarre en sus caderas nunca cedió, cada vez siendo más presente en fuerza; la marca de sus manos en su cuerpo sería algo que admirar en días posteriores.
La habilidad que tenía Taehyun de desarmarlo y armarlo en un tris era algo que nunca dejaría de amar, la sensación de sus gruñidos haciendo eco en su mente nublada y sus latidos acelerados por el toque de su amado.
Kang se encargó de follar a Beomgyu como él había querido, y se lo había pedido. Despreocupandose de cualquier dolor, porque después de todo, ¿no había dicho él que quería que lo jodiera duro?
Piel con piel, ambos sudando y jadeando. Disfrutaban de la muestra desenfrenada de afecto; la lujuria reinando sus movimientos como una ley.
Una estocada específica dió en el lugar justo para desatar la perdición de ambos. Taehyun escuchaba como Beomgyu comenzaba a agudizar sus gemidos mientras movía sus caderas para encontrar cada golpe que le ofrecía.
El punto dulce de Choi estaba siendo tratado tan rudo, tanto que podía enloquecer del intenso placer que eso conllevaba. Podía sentir cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos y su boca segregaba más baba de lo normal, estaba extasiado en demasía.
Taehyun gruñó ante el acelerado patrón de palpitaciones que recibía su polla, sabiendo perfectamente lo que significaba.
Y él no se lo iba a perder, de ninguna manera.
Una de las manos en las caderas de Beomgyu canjearon su puesto para tomar un puñado de cabello, tirando de él hasta que el rostro jodido del mayor estuviese a su vista, justo frente al suyo.
Beomgyu gimió obscenamente fuerte mientras sentía su espalda chocar contra el marcado pecho de Taehyun.
Sus rostros quedaron a centímetros del otro.
—Ta-Taehyun, p-por favor, más duro~
Palabras jadeantes, llenas de morbo y lujuria, la sonrisa dedicada al menor y la expresión más incitante que podía existir; no pudo evitar darle lo que quería.
El único soporte que mantenía a Beomgyu contra él, era la mano tirando de su cabello. La otra ocupándose de la erección desatendida del mayor, quién ante la estimulación adicional chilló más agudo de lo que alguna vez hizo.
—Oh, p-papi, más, más, más —pidió, perdido en el placer, sus ojos desorbitados y oscurecidos. estaba cerca del orgasmo—. He sido un ch-chico muy bueno, por f-favor, ¡más fuerte~! R-Rompeme Taehyun.
Beomgyu estaba fuera de sí, gimiendo en cada palabra sucia que salía de sus labios, tan cerca que ya podía saborearlo.
Taehyun se encargó de multiplicar el placer, acelerando el movimiento de su mano en el falo erecto de Choi y tirando de su cabello, posicionando su rostro de manera en que tuviese la mejor vista.
Y lo logró.
Cuando el orgasmo atravesó el cuerpo de Beomgyu, los espasmos se adueñaron de él y la expresión sucia que no podía evitar hacer salió a relucir, arrastrando a Taehyun con él hacía la liberación.
Sus ojos lloraron, feliz de llegar a la cúspide del placer junto a su pareja, junto a su Taehyun.
Taehyun tomó el rostro de su príncipe, delicadamente y se encargó de transmitirle por medio de sus labios todo el amor que albergaba su corazón al estar junto a él.
Porque Taehyun no puede evitar darle a Beomgyu todo lo que desea.
Taehyun no puede evitar derretirse al sentir las manos de su bebé en cualquier parte de su cuerpo...
Taehyun no puede evitar caer ante esos ojitos, mirada lagrimosa, rostro sonrojado y babeante.
Fin.
buenos amigos, gracias por leer esta adaptación y espero que les haya gustado
𝘛𝘩𝘦𝘰 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢── .°୭̥ ❁ ˎˊ˗
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