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✦ 𝟬𝟰 ✦

Cariño, creo que Jaeno no va a llegar, ya es medianoche y él había asegurado retirarse del lugar antes de las diez, es preferible que vayas a cambiarte y a descansar, yo lo esperaré. ─Jaemin dirigió su mirada hacia el padre de Jeno, Taeyong, quien hizo una mueca al ver la desilusión en los orbes de Jaemin.

Después de que ambos culminaran con la jornada escolar, acordaron en verse en el hogar del mayor, Jaemin llegaría primero que el más alto debido a que Jeno debía empezar un proyecto de álgebra ─la única asignatura con la que no compartían clases─ que tenía en conjunto con algunos de sus compañeros, teniendo que reunirse en casa de ellos, Dejun específicamente. Él le aseguró que lo alcanzaría a más tardar a las diez de la noche, no sin antes plantar un beso en sus cabellos teñidos de un castaño tenue, ligeramente más claro comparado al que poseía naturalmente, sin embargo, la hora en su teléfono le mostraba que la noche estaba en su punto máximo, creando la posibilidad en su cabeza de que Jeno no llegaría hasta la mañana.

Algunos años habían transcurrido desde ese primer beso que juguetonamente el menor plantó en los labios del más alto, muchas habían sido las estaciones que Jaemin y Jaeno juntos habían visto pasar, y con cada uno de esos cambios de estación se vió una progresiva transformación en sus sentimientos hacia el otro. Ese amor fraternal que habían construido a partir de aquella vez que Jeno se acercó al más bajo cuando culminaban el jardín de infantes tras ese suceso se convirtió en algo más; ese amor se había vuelto tímido, bisoño, etéreo y con grandes toques de romanticismo, era tácito que algo así no es lo que un mejor amigo sentiría hacia su leal compañero, por lo que ninguno se atrevía a confesar lo que sus almas gritaban con fuerza.

Infló sus mejillas con ostensible tristeza en su rostro, desde que llegó, su vista se había clavado en el gran reloj que se hallaba en la sala de estar del lugar, moviendo sus ojitos al compás de las agujas del mismo y molestándose con el desagradable tik-tak que repercutía aún en sus oídos.

Jeno por primera vez había faltado a su palabra y Jaemin se encontraba increíblemente decepcionado del más alto, él confiaba ciegamente en su hyung debido a su evidente sinceridad y compromiso que reflejaba en cada una de sus acciones, por lo que ese acto lo desanimó completamente.

─Mejor vaya a dormir usted, Taeyong hyung, recuerde que tiene una reunión el día de mañana. ─mencionó el joven, haciendo suspirar al adulto, sabiendo de antemano que el amigo de su hijo no cedería ante sus recomendaciones.

─¿No te haré cambiar de opinión, no? ─el castaño negó con su cabeza─, solo te pido que no te desveles esperándole, ¿Está bien?

─De acuerdo hyung, descanse, buenas noches. ─deseó Jaemin a su mayor, ganándose una leve caricia en sus suaves hebras.

─Linda noche, Jaejae. ─tras pronunciar ese cálido apodo que le había asignado al chico cuando todavía la pubertad no había hecho estragos con su facciones cándidas se retiró del sitio para dirigirse a la habitación que compartía con su cónyuge.

Un bostezo se escapó de sus belfos cuando un par de minutos pasaron, sus ojitos empezaban a sentirse pesados y no dudó en tallarlos con sus manitos hechas puño, Morfeo lo tentaba a la lejanía y comenzaba a ceder ante lo cálido que se observaban sus brazos. Con suma lentitud subió cada uno de los escalones, aprovechando para admirar las fotografías enmarcadas que adornaban las paredes, en una se podía apreciar a los padres de Jaeno vestidos de traje en frente de un altar y en otra estaba Taeyong con su hijo ─con poco más de dos años─ entre brazos, ambos totalmente entregados al cansancio; el resto no se podía apreciar debido a la falta de iluminación del pasillo, Taeyong debió de apagar las bombillas antes de irse a su habitación.

Al llegar al piso superior, sus pasos se detuvieron en frente del cuarto de Jeno, regañándose mentalmente al estar a punto de llamar a la puerta, aún conociendo que nadie lo estaría esperando ahí, se adentró sin más a la alcoba y se decidió por hacer sus necesidades en el baño del lugar.

Mientras lavaba su rostro, se dió el lujo de divagar un momento, él no tenía propuesto el quedarse a descansar en casa de su hyung, así que no poseía alguna muda de ropa para utilizar, secó su rostro con la toalla de mano del sitio y se retiró, aproximándose al armario del mayor.

En múltiples ocasiones había utilizado prendas pertenecientes a Jaeno, él siempre insistía con que podía usar lo que quisiera sin necesidad de pedirle algún tipo de permiso pero aquella ocasión era distinta y, pese a que su subconsciente gritaba una negativa referente a su idea, terminó tomando una de sus camisetas, la cual era de color blanco y no se adaptaba a su delgada morfología ya que era unas tallas más grandes.

Se acercó hasta el interruptor de la bombilla y estoy a punto de pasarlo, sin embargo, el sonido de unas llaves y una puerta abriéndose a la lejanía lo detuvieron de hacerlo. Las pisadas cada vez resonaban más cerca de él y cuando menos lo espero, Jeno había llegado a la pieza, sobresaltándose en su lugar al toparse con su menor.

Joder Jaemin, me asustaste... ¡Mierda, ¿Qué haces aquí?! ─interrogó exaltado el mayor. Jaemin chasqueo con su lengua, por supuesto él no esperaba encontrarlo aún en su domicilio, pese a lo que habían acordado.

─Es la una de la mañana, Lee Jaeno, ¿Se puede saber en donde estabas? ─en su cabeza podía escuchar el regaño que comúnmente hacía su padre respecto al responder con una pregunta.

─Estaba en casa de Xiao hyung, ya te lo había comentado, Nana. ─comentó con obviedad, quitando la negra y pesada mochila que llevaba consigo para la realización del proyecto y dejándola sobre su escritorio organizado.

Pasó muy cerca de Jaemin, quien examinaba al mayor con la mirada, olía enormemente a alcohol y era un aroma que le digustaba─. Hueles a alcohol, ¿Bebiste?

─Si, el novio de Dejun trajo consigo unas botellas de soju y terminé con unos tragos encima, no es para tanto, estoy sobrio, Jaejae. ─sacudió su cabeza, restándole importancia a la palpable preocupación que sentía Jaemin.

─Jaeno, habíamos acordado que antes de las diez estarías aquí y- ─se interrumpió a sí mismo al observar unas manchas rojas en el cuello de su mayor. Jaemin pusó su manito sobre su corazón, sintiendo como éste se estrujaba en su pecho, siempre tuvo la esperanza de ser correspondido por su mejor amigo e imaginarse un plano en el que Jeno estuviera con alguien más lo había lastimado en demasía, sin embargo, éso no fue lo que más le hirió.

Sino el hecho de que ese otro alguien tenía mayor prioridad que el menor, de tal manera que prefería pasar la noche con éste a qué con él, dejándole plantado─. ¡Estuviste con alguien! ─expusó con las mejillas pintadas de un fuerte carmín y gotitas de lluvia que se acumulaban en sus orbes─, ¡Nos dejaste a tu padre y a mí esperándote como unos idiotas hasta esta hora solo para verte con un ligue! ─reclamó con rabia, con sus orejas enrojeciendo.

─¡No, Jaemin! ¡¿De qué demonios hablas?! ─pronunció, casi gruñendo por las terribles acusaciones que hizo contra su persona.

─¡De las marcas que tienes en tu cuello! No soy idiota, Lee. ─señalo la parte del cuerpo antes mencionada, asombrándose al haber quedado en evidencia cuando su rostro se calentó al recordar lo que había sucedido.

─¡Puedo explicar los chupetones, no es nada de lo que tú debes estar pensando! ─exclamó una vez que el pasmo que le atacó se había esfumado.

Sí bien se podía malinterpretar la situación, quería hacerle entender a su mejor amigo lo que realmente sucedió.

─No, Lee Jaeno, no hay nada que explicar ─espetó, dándole una dura mirada que finalmente le hizo sentir culpable, provocando que bajara su cabeza con una visible sumisión─. Sí te ibas a ver con alguien debiste avisarme, no me enoja el hecho de que te veas con alguien, soy solo tu amigo, no me compete entrometerme en ello.

"Aunque me gustes tanto y me duela el conocer que otra persona tiene la dicha de estar en tus brazos." Pensó, más las palabras no brotaron de su boca, dedicándose solo a limpiar las lágrimas que corrían sin control por sus mejillas.

─¡Que no me ví con nadie, Jaemin! Déjame decirte la verdad, por favor. ─suplicó, rompiendo la brazada social que estableció el menor entre ambos. Deseaba abrazarle y tranquilizarle, sabía que había hecho mal en no notificarle que llegaría más tarde de lo previsto, sin embargo, también quería describirle los hechos que habían transcurrido ─aproximadamente─ una hora atrás.

─¡Que no quiero saber nada Je- ─sus ojitos se habían abierto con sorpresa, queriendo escaparse de sus cavidades al percibir los suaves labios de Jaeno sobre los suyos, interrumpieron su habla. Los besos que ambos compartían se habían detenido años atrás, al crecer, se dieron cuenta de que no se adaptaban al tipo de amor que llevaban ambos ─pese a qué en el fondo supieran que lo suyo iba más allá de una amistad─, por lo que nunca se imaginó lo mucho que añoraba ese contacto nuevamente.

Las manos de Jaeno se detuvieron en su cintura mientras que las suyas en su pecho, como sí tratara de separarle, pero la danza que sus belfos llevaban le distraía de su ira, el sabor a alcohol que tenía se había adentrado en su boca y se sentía embelesado con la sensación que tanto extrañaba. El efecto embriagante que lo había aturdido desaparecía con cada segundo que pasaba, esfumándose cómo humo al recordar su enojo, casi empujando a Jeno para romper el acercamiento.

Jaemin con su ceño fruncido y orbes repletos de lágrimas era una imagen desgarradora para el mayor, lo amaba y comprendía el porqué fue bruscamente apartado, aún así, hubiese preferido que le hubiese chillado o incluso golpeado en vez de verlo retirarse de su hogar sin dar las buenas noches como acostumbraba a hacer, hiriendo al pobre enamorado que sujetaba su corazón y se desplomaba sobre su cama a llorar, siendo apenas consolado por la luna y las estrellas que habían presenciado la escena desde su lugar en el firmamento.

Cuando dije que se venía algo de drama, lo decía muy en serio /risita malvada.

"A qué te beso" se encuentra en el puesto 155 en la etiqueta "nomin", en serio, muchas gracias por tomarse el tiempo de leer ésto ♡.

Cuídense y recuerden tomarse sus debidos descansos, les amo mucho.

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