» 2 | Let's Play Kiss | +18
[ Este cap no es canónico con el resto de la historia. Sin editar ]
Amity cerró con fuerza el libro que había estado intentando leer, y sin importarle que este se estropeará, lo arrojo al otro lado de la habitación.
Te. Odio. Luz. Murmuró.
Se levantó del sofá y recogió el libro, dejándolo en el estante junto al resto de sus intentos fallidos. Por más que intentará concentrarse, su mente divagaba en otro cosa: en su novia en otra ciudad.
Serán solo dos semanas, dijo.
Ni siquiera te darás cuenta, y tendrás el apartamento para ti sola, dijo.
Te llamaré cuando tenga tiempo, dijo.
-Pero han pasado cuatro días, y NO me has llamado- exclamó Amity al apartamento vacío. -¿Que no me extrañas tú también?- gimió.
Sus pasos se arrastraron escaleras arriba. Quizás dormiría un poco, o quizás tomaría un baño de burbujas y una copa de su reserva de vino. Había pasado toda la noche anterior cazando, y la noche anterior a esa también, y ahora simplemente, quería a Luz.
Entonces escuchó el tono inconfundible del celular que Luz le había dado. La estaba llamando. Amity corrió y se arrojo sobre la cama, tomando el celular.
-¡Tengo una buena excusa!- exclamó Luz al otro lado de la línea.
-¿A si?- cuestionó Amity, tratando de mantenerse fría.
-Yo...- comenzó Luz. -Yo realmente he estado ocupada- dijo ella.
Amity sintió un nudo en su estómago, pero sabía que Luz estaba siendo sincera.
-Te extraño- sollozó ella. -Te extraño mucho-.
-Oww- dijo Luz. -¿Tanto?-.
-Si-.
-Pero...-.
-Lo intenté, Luz. Leer, cocinar, incluso lave tú ropa desordenada. Pero te extraño a ti. ¿Cuando vas a volver?-.
-Amity, sabes cuándo. Tranquila, el tiempo pasa volando-.
Amity se recostó sobre las almohadas y aspiró el aroma de su chica impregnado en ellas. No, el tiempo es cruel y lento.
-¿Dónde estás?- suspiró Amity, cambiando de tema.
-Acabo de volver del trabajo. Estoy en el hotel-.
Amity escucho su tono cansado y sereno. Está recostada sobre la cama.
-Abrazame- suspiró Amity, abrazando la almohada que tenía a su lado.
Luz río un poco del otro lado. -Claro mi amor, quiero abrazarte... entre otras cosas-.
-¿Tienes una almohada cerca?- le preguntó Amity -abrazame- repitió.
Cerró sus ojos y fingió que su chica estaba con ella, a su lado. Escuchó como Luz se movía y luego le susurraba -esta bien, bebé, te abrazó-. Amity sonrió, en su mente una idea un poco atrevida se iluminó.
-¿Cómo es tu habitación?- le preguntó.
-Mmm- murmuró Luz -azul- respondió. -¿Porque?-.
-¿Estás en la cama, no?- volvió a preguntar Amity.
-Si- suspiró Luz.
-¿Y hay espacio para mí ahí?-.
-Yo... creo que sí. Aunque estaríamos prácticamente una encima de la otra-.
-Eso me gustaría- le aseguró Amity. -Si estuviera en tu habitación, ¿estaría ahí, en tu cama?-. Luz cerró los ojos y paso su mano por el poco espacio a su lado.
-No- respondió.
-¿No? ¿Dónde estaría entonces?-.
-Estarías parada al borde de la cama, mirándome como si fuese una de tus presas-.
Escuchó a Amity reír y luego ella le preguntó:
-¿Y que llevaría puesto?-.
-Nada-.
-Oh, vamos, eso no es divertido. Debo llevar algo para que me lo puedas quitar- le explicó Amity.
-Bien. Me gustaría que llevarás la camiseta de nutria- le dijo Luz. -Me gusta como se ven tus pechos con ella cuando no llevas nada debajo-.
Amity tomó nota mental sobre eso antes de preguntar qué más llevaría. Hubo un momento de silencio mientras su novia pensaba en algo.
-Tal vez algunas medias traslúcidas- dijo.
Amity llevo su mano libre a sus piernas casi por instinto y paso sus dedos de forma superficial sobre una de ellas.
-A mí me gustaría verte con algo de lencería puesta- devolvió Amity, y escuchó la sorpresa de Luz cuándo lo dijo. -Vamos, solo yo lo he hecho- le recordó. -¿Crees que no me gustaría lo mismo?-.
Luz sintió un par de mariposas revolotear en su estómago mientras Amity le decía eso.
-Esta bien. Consígueme algo bonito y lo usaré para tí- dijo Luz, bastante sonrojada ante la idea de hacer eso.
-¿Lo que sea?- insinuó Amity.
-Si, lo que tú quieras- le aseguró Luz. Escucho una especie de chillido por parte de su novia, y luego está siguió con su juego:
-Bien, estoy al borde de la cama, con muy poca ropa. ¿que haces tú? ¿Que llevas puesto?-.
-Estoy sobre la cama. Me estoy quitando la blusa...- respondió Luz. Su cuerpo comenzaba a calentarse con esa conversación y su mano se introdujo dentro de su blusa. Toqueteo sus pechos por encima del top que llevaba puesto. -Tu te estás subiendo a la cama, como un gato, y te acercas a mí-.
-Quitate toda la ropa, Luz- gimió Amity.
Luz suspiró y aumento la presión sobre su propio cuerpo. -No, quiero que me la quites tú- confesó.
-Bien, ¿que llevas puesto?- le preguntó ella.
-Una blusa verde y un pantalón de jean. La chaqueta me la quité yo sola- respondió Luz.
-¿Es de esos suaves sin botones? ¿Los que te puedo quitar fácilmente?- preguntó Amity.
-Si- susurró Luz.
-Entonces haría eso. Te lo quitaría mientras acarició tus piernas- le propuso Amity.
-Si, me gustaría eso- admitió ella.
-Tambien te gustará cuando meta mis manos debajo de tu blusa y te toque. Así te sacaré los primeros gemidos-.
Luz intensificó sus movimientos con las palabras de Amity, gimiendo lentamente.
Oh Luz, se lo que haces, pensó Amity.
-Vamos, quítate la ropa Luz- le susurró.
Escucho cómo su novia al otro lado de la línea dejaba el celular a un lado, y fácilmente la imagino sacándose la ropa con torpeza, antes de volver a acostarse sobre la cama.
-¿Y que hay de tí? ¿Te quedarás vestida?- le preguntó Luz.
-Mmm, pero si no llevo casi nada- le recordó Amity. -Solo una camiseta tan delgada, que prácticamente estoy desnuda sobre tí-.
Luz tomó la almohada que Amity le había pedido que abrazara y la colocó sobre ella. Ojalá fuese ella.
-¿Sobre mí?- repitió Luz. -¿Que haces?-.
-Me acercó a tus labios sin besarte- le susurró Amity. -Mis manos siguen tocandote y mis caderas se mueven lentamente sobre las tuyas.
-Oh dios- gimió Luz -¿realmente estás tratando de exitarme?-.
Ella sólo río del otro lado.
-Estoy a punto de hacerte el amor, eso es lo que hago- ronroneo Amity. -Y te va a gustar. Gritaras bajo mi toque, y cuando te canses vas a comenzar a gemir... ¿que es lo que dices?-.
Luz sintió que su estómago se revolvía más.
-Yo...-.
-Vamos-.
-Ami ty- dijo Luz. Sintió sus mejillas arder y cubrió su rostro con la almohada. -Intento decir tu nombre pero no puedo decirlo completo- confesó. Amity sonrió.
-Si, estás murmurando mi nombre mientras te hago mía. Estás temblando, estás sonrojada...-.
-Estoy mojandome- interrumpió Luz.
-Si amor, estoy haciendo que te mojes. ¿Dónde están mis manos?-.
-Estan bajando por mi cintura, descendiendo. Me estás acariciando lentamente. Y me besas. Me encanta cuando me besas-.
-¿Te gusta cuando paso mis manos por tu espalda?-.
-Ssi-.
-¿Y cuando levanto tus piernas?-.
-Me vuelve loca cuando las separas-.
Amity palidecio imaginando a Luz debajo de ella, jadeando y con las piernas abiertas, gimiendo su nombre mientras ella comenzaba a introducir sus dedos suavemente.
-¿Y que hago luego?-.
-Tu...- ella deslizó sus manos hacia abajo, comenzandó toquetearse. -Tu estás... tocandome- gimió Luz.
Amity se mordió el labio escuchándo perfectamente lo que su novia estaba haciendo y, tomando la almohada que había estado abrazando, la colocó entre sus piernas.
-¿Voy rápido o lento, bebé?- preguntó Amity, presionando la almohada con sus piernas.
-Vas lento-.
-¿Y te gusta?-.
-Me encanta- respondió Luz entre jadeos.
Amity siguió mordiéndose el labio, y cambio de posición, subiéndose arriba de la almohada. Del otro lado solo escuchaba los gemidos suaves de Luz.
Cuando vuelvas, amor, haré que hagas eso debajo de mí.
-Quiero ir más rápido- susurró Amity. -Me gusta escucharte cuando voy más rápido. Cuando voy tan rápido que se puede escuchar en toda la habitación-.
Luz aumento la velocidad y su cuerpo tembló de placer con cada toque. Amity hacia lo mismo, deleitándose con cada sonido que Luz producía.
Sus latidos rápidos.
Sus gemidos bajos.
El clac clac clac que inundaba el aire.
-Si, así Luz- gimió Amity. -Te gusta que vayamos así-.
-Ssi... me... gustas...- decía ella. Su mente ya estaba nublada, y su respiración era un desastre; frente a sus ojos bailaban estrellas y su mano apretaba con fuerza el celular mientras sus piernas temblaban cada vez más.
-Y tu me gustas a mí- jadeó Amity. Tendría que lavar esa almohada antes de que su novia volviera.
Un fuerte suspiró lleno la línea y luego se hizo un silencio agradable. Amity, sin dejar de moverse, se inclinó sobre la cama mientras escuchaba como Luz regulaba su respiración y se reacomodaba en la cama.
-¿Te gustó eso, mi amor?- preguntó Amity.
-¿Cómo demonios, incluso a cientos de kilómetros, logras hacer ésto conmigo?- preguntó Luz de manera muy neutra.
-Shhh, no hagas preguntas, solo responde- pidió Amity.
-Me encantó- admitió Luz. -Tenemos que repetirlo otra vez-.
-NO- gritó Amity, haciendo que Luz apartará el celular de su oído. -Tu no te vuelves a ir a ningún lugar sin mí. ¿Que no vez que te extraño? Y no lo digo solo por el sexo. Extraño tu presencia, tus tonterías, tus muestras de afecto espontáneos... incluso extraño cuando me regañas por tomar tus cosas sin permiso. Me siento rara estando tan sola-.
-Awww- suspiró Luz. -Que linda. Debes estar haciendo un puchero ahorita, ¿No?- agregó.
-No- mintió Amity.
-Claro que lo haces. Y por tú tono, estás haciendo algo más, ¿que es?-.
Amity volteó hacia otro lado como si Luz realmente estuviera a su lado y cerró los ojos. La almohada seguía encajada entre sus piernas y la fricción que realizaba con cada moviendo era placentero.
-Intento correrme- confesó Amity. -Intento convencerme de que la almohada que tengo debajo mío eres tú-.
-¿Y está funcionando?-.
-No está nada mal- suspiró Amity.
Sus caderas subieron un poco la velocidad, pero del otro lado la risilla de Luz llegó hasta ella.
-Intenta poner algo debajo- dijo, y casi la escucho guiñar un ojo.
-Mmm, está bien- dijo Amity. Hubo un momento de silencio y luego volvió a hablar: -Ya...-.
-Bien, ahora muévete, amor. Muévete encima de mi-.
Amity gimió cuando escuchó el tono de Luz y comenzó con movimientos largos y constantes, que pronto se volvieron más rápidos. Comenzó a gemir de más, solo para placer de Luz, que escuchaba en silencio desde el otro lado.
Amity dejó caer el celular sobre la cama mientras sus manos se aferraban a la tela y sus gemidos se volvían auténticos y agudos. Siento que su cuerpo vibraba y la humedad corrió entre sus piernas.
-Eso sonó muy exitante, Amity- apremió Luz. Amity no respondió y se desplomó sobre la cama.
-Estamos un poco locas, ¿No crees?- respondió después de un rato.
Luz río y respondió con un si. -Amo que estés tan loca como para hacer estás cosas. Hazlo más seguido-.
-Vuelve a casa y házmelo tu misma-.
-Lo pensaré-.
-¡Luz!-.
-Esta bien, está bien. Cuando vuelva a casa, te haré subir al cielo, te lo prometo-.
Amity sonrió cansadamente y murmuró algo que Luz no entendió.
-Amity-.
-¿Si?-.
-Te amo. Y descuida, volveré. No planeó torturarnos con una relación a distancia, ¿Si?-.
-Esta bien- acepto Amity. -¿Te irás a dormir ya?-.
-Gracias a ti, estoy el doble de agotada, asi que sí- respondió Luz. -¿Quieres seguir hablando?-.
Sí, Amity quería eso, pero sabía que Luz nesecitaba descansar.
-Ten buenas noches, Luz. Yo también te amo-.
-Buenas noches, amor-.
Amity sintió el silencio que inundó la línea cuando Luz cortó, y con una sonrisita en su rostro, tiró la almohada al piso y se cubrió con las sábanas.
El aroma de su novia estaba ahí con ella.
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