El día siguiente (lunes), 7:30 p.m.

"Mmph~" gimió Felix cuando los labios de Hyunjin se superpusieron a los suyos, distinguiendo ferozmente cuál era uno de sus pasatiempos favoritos como pareja.

Después de experimentar su primer día en la escuela como novios, fue muy diferente a cualquier otro día normal. Por supuesto, ahora son novios, pero el hecho de que todavía tengan que mantenerlo bajo les molesta un poco.

Lo único que quieren hacerse cada vez que se ven es besarse hasta que el otro se desmaya. Su deseo definitivamente ha crecido y solo pueden expresar sus sentimientos en privado.

Todavía no le han dicho nada a ninguno de sus amigos, solo Minho y Jisung lo saben porque tuvieron que descubrirlo por las malas.

Frente a otras personas, sus acciones son tranquilas y amistosas. Cuando tienen su tiempo a solas, su comportamiento da un giro y se convierten en alguien que la gente ni siquiera reconocería.

"...Felix~..."

El Príncipe gimió cuando el hombre pecoso se mordió el labio inferior, esos ojos de gacela siempre mostrándose como "inocentes".

El chico de cabello plateado sonrió y se sumergió de nuevo en el beso, empujando al cuervo sobre la cama mientras sus labios se movían desordenadamente. No les importó si el beso fue descuidado, tenían hambre el uno del otro

Y un beso lento y sincronizado no iba a solucionar sus necesidades en este momento.

Disfrutaron de esos dulces besos muy a menudo, pero es en momentos como estos cuando una sesión de besos humeantes es justo lo que necesitan para superar el día difícil.

El mayor recorrió con sus manos desesperadas el delgado cuerpo del menor, hasta que una terminó en sus cabellos plateados y la otra agarrándose a sus caderas. Hyunjin no dudó en agarrar el cabello de Felix para que abriera la boca, aprovechando la oportunidad para introducir su lengua.

El Príncipe permitió que su lengua probara cada centímetro de la boca perfecta del hombre pecoso, sus músculos húmedos chocando entre sí en un frenesí.

La pareja reorientó la cabeza varias veces en un intento de profundizar el beso: hermosos ruidos que resonaban en su garganta. Las manos del cuervo viajaron sensualmente por la espalda del chico de cabello plateado, subiendo rápidamente su delgada camisa.

El mayor tiró de la camisa del más joven hasta que toda su columna quedó expuesta, dándose suficiente espacio para deambular libremente sobre su piel pecosa.

Felix sintió que su corazón ardía con cada toque ardiente que Hyunjin dejaba en su piel, incapaz de controlar los pequeños gemidos que rogaban escapar. Nunca ha sentido este tipo de deseo con nadie antes...

Solo el Príncipe es capaz de hacerlo así.

Como un completo desastre.

El cuervo arrastró sus grandes manos hacia el culo del chico pecoso, hundiendo sus dedos en los pantalones de su novio, sonriendo burlonamente al ver cómo el hombre de cabello plateado empujaba sus caderas hacia arriba para tener más contacto.

El más joven se quejó mientras rompía el beso, el placer inundó su rostro mientras miraba al mayor.

"Hyunjin... no bromees..."

"...Pero es divertido verte tan necesitado".

Hyunjin lamió sus labios carnosos de manera atractiva mientras se aferraba a la cintura de Felix, tirando deliberadamente los pantalones por debajo de su trasero para mostrar sus curvas.

El Príncipe no perdió ni un segundo más antes de volver a devorar los labios hinchados del hombre pecoso, sus manos calientes apretando y acariciando las nalgas del chico de cabello plateado lascivamente.

"Aah~ Hyunjin..." el joven suspiró por la fricción que anhelaba, su respiración aumentó cuando el cuervo comenzó a dejar suaves besos a lo largo de la columna de su cuello. "H-Hyun-"

"¡Chicos! ¡Es hora de cenar!" Jihyo llamó a la puerta de su dormitorio, el sonido de la perilla cerrada con llave se sacudió. "Oye... ¿la puerta está cerrada...?"

"¡UH u-u-sí! ¡Espera! ¡Estaremos allí en un minuto!"

Felix y el mayor entraron en pánico cuando Jihyo trató de abrir la puerta, separándose rápidamente para reajustar su apariencia desordenada. Hyunjin maldijo cuando vio lo visible que era su erección, cambiando rápidamente a una camisa que era un poco más grande.

"Umm..." el chico pecoso se rascó la cabeza torpemente, sin saber qué decir.

Ambos estaban dolorosamente cachondos, pero ese asunto tenía que resolverse más tarde; ahora mismo, era hora de cenar. "Solo vamonos." el Príncipe rió levemente, agarrando la mano de su novio y guiándolo fuera de la habitación.

El hombre de cabello plateado resopló, una sonrisa apareció en sus mejillas enrojecidas por la forma en que el cuervo tomó su mano...

Esperaba que el otro no pudiera ver su sonrojo en la penumbra.

La cena transcurrió como cualquier otra noche de cena que la familia tuvo juntos, charlando sobre temas aleatorios que ocurrieron durante el día.

La única diferencia fue que hoy, Felix y Hyunjin decidieron sentarse uno al lado del otro en lugar de uno frente al otro. De esta manera, ambos pudieron entrelazar sus manos debajo de la mesa, algo que disfrutaban haciendo juntos.

Después de la cena, el Príncipe se ofreció como voluntario para lavar los platos ya que estaba de buen humor y recogió apresuradamente las tazas y los platos de todos para transferirlos al fregadero.

"Gracias Hyunjin, gracias por la comida. Me voy a ir a la cama, estoy exhausta. ¡Adiós, niños! No se duerman demasiado". Jihyo bostezó mientras despedía al chico más joven, ganándose un 'gracias' y 'buenas noches' de ellos a cambio.

Sintiendo que el sueño también caía sobre ellos, el chico pecoso y Minho se excusaron para ir a sus habitaciones separadas, con Felix pasando junto al cuervo y plantando un beso de 'buenas noches' en su mejilla mientras lavaba los platos.

"Consigue una habitación". el conejo gimió, rodando los ojos ante la amarga escena que acababa de presenciar. "Cállate, Minho". su hermano respondió a su comentario, golpeando su brazo y rápidamente corriendo para no ser golpeado.

"¡Regresa aquí!"

El mayor los observaba atentamente desde el fregadero, riéndose de lo tontos que podían ser.

Se sentía bien tener a alguien que supiera sobre su relación, incluso si les gusta decir cosas molestas como lo hace el moreno.

Con una amplia sonrisa en su rostro, Hyunjin continuó fregando los platos y limpiando todos los restos de comida, dejando los platos relucientes en la rejilla.

Acercándose desde su lado, alguien tocó su hombro y el Príncipe saltó un poco, sin darse cuenta de que alguien más estaba en la cocina con él.

"Hey, Hyunjin".

"Oh por- oh, hola, Jisung, ¿qué pasa? ¡Me asustaste!" el cuervo se rió, multitarea charlando con su amigo y limpiando la taza en su mano. "Mi error... umm, después de la limpieza, ¿tienes algo de tiempo después? Quería hablar contigo sobre algo..."

El mayor notó la voz monótona de la ardilla y sus ojos preocupados, lo que finalmente preocupó a Hyunjin.

Podía decir que algo andaba mal, pero no quería asumir lo peor. Intentó calmar su corazón inestable y respondió casualmente, "Sí, déjame terminar esto y podemos hablar".

"Gracias... esperaré en la sala de estar". el rubio sonrió suavemente antes de irse a sentarse en el sofá, su estómago girando arriba y abajo como una montaña rusa.

Después de mucha contemplación, el joven decidió que estaba listo para hablar sobre lo que le sucedió en la fiesta. Estaba nervioso, sí, cualquiera lo estaría. Pero, sin embargo, estaba listo.

Y la siguiente persona con la que quiere hablar de esto no es otro que su mejor amigo, su hermano. Comparten un vínculo como ningún otro, y es posible que el Príncipe pueda ayudarlo a recuperarse de la experiencia traumática.

Le duele actuar como si no hubiera sucedido, y él sabe que no es saludable mantener sus emociones adentro. No le permitirá sanar adecuadamente.

Minho le enseñó bien en eso.

Solo espera poder confesar lo que pasó sin echarse atrás en el último segundo.

El cuervo terminó su último plato y rápidamente se secó las manos, ansioso por escuchar lo que su amigo tenía que decirle. Esa mirada en sus ojos... era obvio que había muchas cosas en su mente.

Y no parecía que tuviera nada bueno que contar. ¿Qué podría ser? ¿Estaba molesto con el? ¿Estaba nostálgico? ¿Está en problemas?

El mayor no estaba seguro, pero sabe que se asegurará de escuchar con mucha atención para que Jisung tenga a alguien que lo escuche.

Que hay personas en su vida que sí se preocupan.

Hyunjin entró en la sala de estar y le indicó a la ardilla que saliera, ambos se dirigieron a la puerta principal para ponerse los abrigos y los zapatos. El Príncipe abrió la puerta y dejó que el rubio pasara primero, saliendo a escondidas justo después mientras cerraba suavemente la puerta.

No fueron a ninguna parte lejos, justo en el césped.

"Entonces... ¿de qué querías hablar?" el cuervo provoca la conversación ya que el más joven parecía tener problemas para hacerlo. "Eh... bueno... eh..."

Jisung tragó saliva y parecía que no podía mirar al mayor a los ojos, su mente estaba repitiendo esos horribles eventos en la fiesta. Cielos, no esperaba que las lágrimas salieran tan pronto, pero ya no hay forma de contenerlas...

Ya han caído.

"Oye, oye, oye, ¿qué pasa?" Hyunjin preguntó preocupado con su dulce y reconfortante voz, abrazando de inmediato a la ardilla que, sin querer, hizo que los sollozos salieran de sus labios. "Y-yo solo... no sé, lo siento."

"No lo sientas, Jisung. Solo... tómate tu tiempo. No hay necesidad de apresurarse".

El Príncipe colocó su palma sobre la cabeza del rubio y acarició tiernamente su cabello, logrando que el más joven se sintiera más cómodo para hablar.

"No quería llorar... pero... simplemente sucedió".

El cuervo se rió entre dientes ante las palabras de Jisung, alejándose lentamente del abrazo para echar un buen vistazo a su rostro lloroso. "Está bien llorar. Si quieres continuar, ¡déjalo salir!" la ardilla sonrió y asintió mientras más lágrimas nublaban sus ojos, limpiándolas rápidamente antes de que corrieran por sus mejillas.

Aclarando su garganta con unos cuantos sollozos aquí y allá, el rubio fue capaz de calmar su corazón pesado sintiéndose un poco más listo para comenzar.

"Así que... quería hablar contigo sobre algo que me pasó... a mí".

El mayor asintió sin hablar, dejando que el menor se tomara todo el tiempo que necesitara. Si estaba luchando tanto por hablar con él, lo que rara vez sucede ya que son muy cercanos y pueden hablar sobre sus problemas con facilidad.

Pero ahora que Jisung apenas puede pronunciar lo que está conteniendo, Hyunjin no puede evitar sentir lástima incluso cuando no conoce la historia completa.

"¿Recuerdas la fiesta de Yeji?"

"...Por supuesto." el Príncipe tartamudeó un poco, los recuerdos de ese día pasaron por su mente...

Tosiendo para volver a la realidad, el cuervo se concentró en la ardilla una vez más, regañándose mentalmente por haberse desviado de ese modo.

"Bueno... ese día, Minho y yo estábamos bebiendo y hablando, ya sabes, cosas normales". el rubio se tomó un segundo para ver si el mayor estaba escuchando, y lo estaba, afortunadamente.

"Minho se fue al baño y yo estaba solo... pero luego, un chico se me acercó y empezamos a hablar. Su nombre era Alex... y parecía estar coqueteando conmigo. No estaba interesado en él, pero parecía que él tomó mi amabilidad como un coqueteo"

El más joven tragó saliva y se animó a continuar, su estómago se sentía como si se estuviera retorciendo en un nudo.

Estaba tan jodidamente nervioso.

"Entonces... me emborraché mucho y no estaba en mis cabales. Vio que no estaba bien y... él... é-él..." Jisung sintió esas lágrimas amenazando con escapar de nuevo, su la voz se quebró al pensar en la cara de Alex.

"¡Shhh, tómate tu tiempo!" Hyunjin habló en un tono bajo y reconfortante, pasando su brazo alrededor del hombro de la ardilla para que pudiera sentir algo de seguridad.

Tenía una idea de hacia dónde iba esta historia, pero quería que el rubio la terminara él mismo.

Cuanto más cómodo se siente al poder contar esta historia él mismo, es una señal de curación. Y eso es lo que queremos, queremos que todas sus heridas abiertas se cierren solas.

"Él... se aprovechó de m-mí. Estaba tan borracho y apenas podía estar de pie... sin embargo, todavía quería hacerlo conmigo..." sollozó el joven, con el corazón roto.

¿Cómo puede ser el mundo tan cruel? ¿Cómo podría alguien estar de acuerdo con marcar a alguien así?

¿No se encuentran asquerosos?

Jisung siempre cuestionó a la sociedad de esta manera, preguntándose cómo existe este tipo de personas. La ardilla todavía se siente como un niño... solo tiene dieciocho años, pero pasó por una de las peores experiencias posibles por las que muchas personas aún pasan hasta el día de hoy.

Su punto de vista sobre las víctimas siendo agredidas sexualmente cambió por completo ahora que lo revisó. Es terrible, realmente lo es. Deseaba que el mundo fuera diferente, que la gente pudiera ser mejor y más considerada.

Pero ese tipo de deseo siempre se queda... un deseo.

"No fue demasiado lejos desde que le di un puñetazo... pero aún puedo... sentir sus manos sobre mí. Me siento disgustado conmigo mismo... y no importa cuánto me limpie, todavía puedo s-sentir... yo..."

El Príncipe abrazó al rubio con ambos brazos esta vez, su corazón también se rompía lentamente.

Es difícil creer que su mejor amigo guardó esta dolorosa experiencia con él durante tanto tiempo. ¿Le dijo a alguien mas? O... ¿hizo todo esto solo? Sin siquiera darse cuenta, el cuervo ahora estaba llorando también, arrepentido por el más joven.

"Se acabó, Jisung. No debes vivir más en el pasado. Sé que duele, y esa experiencia te seguirá a lo largo de la vida, pero es por eso que debes luchar contra ella. Tienes que luchar contra ese recuerdo o, de lo contrario, Alex lo estará. Estará contigo constantemente. No es fácil, pero es por eso que lleva tiempo. Creo en ti, Jisung. Creo que, un día, tu yo mayor te mirará con desdén y te dirá que 'todo estará bien'. Estaré contigo en cada paso, ayudándote a volver a la vida que tenías antes de conocerlo".

Jisung lloró fuertemente en el pecho del mayor, sus brazos lo envolvieron con tanta fuerza que Hyunjin no estaba seguro de dejarlo ir. "Eres el mejor hermano mayor no biológico que podría pedir. Me alegro de haberte dicho, realmente necesitaba escuchar esto". la ardilla sollozó, sus lágrimas aún caían pero los sollozos se apagaban.

"Gracias por decírmelo, Jisung. Me siento fatal, no te mereces nada de esto. Eres una persona increíble y espero que lo sepas. Tienes que saber que esto no es tu culpa y esta experiencia no define quién eres".

El rubio retrocedió un poco para mirar al Príncipe, notando las lágrimas que manchaban su rostro.

"No, no, ¿por qué lloras?"

"Porque, Jisung..." su voz se quebró. "Me duele verte tan herido. El hecho de que pasaste por esto solo y tuviste que sufrir con tu propia tristeza es desgarrador. Eres básicamente mi hermano y nunca querría que mi familia pasara por esto".

El más joven vio lo culpable que parecía el cuervo y necesitaba asegurarse de que no estaba solo, que en realidad había alguien que lo abrazaría por la noche mientras lloraba, quién lo escucharía, quién se preocuparía por él.

"Pero... no estaba solo, Hyunjin. Esa noche, salí corriendo de la casa y vi a Minho. Él salió conmigo y me consoló el resto de la noche. La semana siguiente, estuvo a mi lado el todo el tiempo, cuidándome".

Las mejillas y las orejas de Jisung se pusieron rojas mientras describía lo bien que lo cuidaban, el rubor no pasó desapercibido para el mayor.

"Así que, ¿tenías a Minho contigo?" Hyunjin sonrió un poco, haciendo que la ardilla golpeara su brazo ya que podía leer su mente. "¿Tú y Minho son...?" el rubio quedó atónito por la repentina pregunta, su boca se abrió pero ninguna palabra salió de su garganta.

"¡De ninguna manera!"

"E-está bien, sí... esa noche, Minho y yo también... umm... nos besamos-"

"¡¿SANTA MIERDA, DE VERDAD?!" el Príncipe gritó en voz alta dramáticamente, olvidando que es bastante tarde en la noche y que tiene vecinos durmiendo. "¡SHH! ¡Dios mío, ¿por qué haces tanto ruido?"

"¡Porque! Tú y Minho son- ¡AHH!" chilló el cuervo, la conversación se aligeró por el repentino cambio de tema. "¡Oh, Dios! ¡Para! Dios, ¡solo nos besamos! Estás actuando como si tú y Felix no estuvieran más locos que nosotros".

"¡Oye! Yo-"

"No, shh".

"Pero-"

"Shhh".

El mayor se dio por vencido y resopló derrotado, teniendo en cuenta que él y Felix son mucho más salvajes.

"Después de todo, me alegro de que Minho haya podido estar a tu lado. Y me alegro de que sea él quien te guste". el menor sonrió y asintió, feliz de que Minho sea el que le gusta.

Y con el que está saliendo.

"Jisung, con tu permiso, ¿está bien si denuncio a Alex a mis padres? Entiendo que necesites algo de tiempo, pero realmente te animo a que me dejes decírselo a mis padres. Lo que te hizo es un crimen, y no toleraré que nadie lastime a las personas que amo. Por favor, déjame hacerte la justicia que te mereces. Déjame poner a ese imbécil tras las rejas antes de que siga haciéndole esto a gente inocente..."

Jisung no tuvo que pensarlo dos veces antes de asentir con la cabeza, listo para comenzar a sanar y salir de esta experiencia. Si se contiene y le dice a Hyunjin 'no', eventualmente tendrá que lidiar con Alex que sigue interfiriendo en su vida.

Y no quiere ni pensar más en ese bastardo. Lo traumatizó, y eso es algo que nunca lo perdonará.

"Gracias, Jisung. Obtendrás tu justicia, lo prometo". el Príncipe sonrió cálidamente, acariciando el cabello de la ardilla que se había enredado un poco por el fuerte abrazo.

"No, gracias a ti, Hyunjin. Gracias por consolarme y decirme que todo estará bien. ¡Gracias, de verdad!"

"Es solo la verdad, Jisung".

Se sonrieron el uno al otro, quitando mucho peso del hombro del rubio.

Él está feliz.

Algo que realmente no ha sido capaz de sentir desde el incidente.

"Vamos adentro, hace frío aquí afuera".

"Tienes razón, vamos".

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[Estamos a la par con las actualizaciones de la autora original, así que actualizaré cuando lo haga ella también. ¡Nos leemos pronto!🌷]