SunHi

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Me estrechó en sus brazos, tomó mi rostro y me despeinó mientras metía sus dedos entre mi cabello. No sentía que aquello fuera un beso sino que me devoraba sin piedad y yo solo lo veía consumirme.

Lo que empezó siendo una fantasía de chica joven terminó siendo un vicio total y aquel hombre del cual debía tener cautela resultaba ser el más encantador y pasional que había conocido a mis cortos 19 años.

Acarició mi cuerpo sobre el vestido y aunque no fue algo directo sentía que me mojaba y quemaba por dentro a la vez así que tomé su mano para caminar hasta la habitación donde yo, despues de muchas veces juntos comencé a desnudarlo y besarlo completamente. No tenía nada que perder si intentaba llevar el ritmo de la situación, él estaría complacido.

—Quiero hacer el amor contigo—susurré mientras besaba mi cuello y bajaba el cierre de mi vestido.

—Como tu quieras—Respondió bajando el vestido por mi torso hasta los pies.

Me recosté en la cama y miré como cada musculo se movía de él hasta colocarse sobre mi con delicadeza y propiedad, él sabía todo lo que hacía conmigo, como hacer que la piel se me erizara.

—Si tan solo supieras lo que es mirarte así—acarició mi rostro —. No puedo contener las ganas de tenerte cerca—.

—Yo tampoco, Min YoonGi— aparté mis piernas, toqué la piel de su rostro, hombros y brazos hasta llegar a sus manos las cuales abrazaron las mías entrelazando los dedos. Estaba lista para tenerlo por completo.

— Oh, Lee SunHi ¿Cómo es que me tienes a tus pies solo con mirarme así?

Sonreí como una boba y mi entrecejo se frunció al sentir como entraba lentamente en mi, con ninguna barrera de por medio, tan cálido, firme dejándome sin aliento. Besaba mi cuello mientras tomaba mis manos y las llevaba sobre mi cabeza. 

Sus movimientos eran suaves, pausados y sus besos eran los protagonistas, me estaba amando lento y yo beso a beso me enamoraba más de como me hacía sentir.

—¿Puedo quedarme esta noche?—aparté mis piernas para darle mayor acceso.

—Quédate lo que quieras — hablaba ente jadeos —. Quédate toda la vida si quieres, o hasta mañana, como prefieras— sonrió dando mordiditas en mi cuello.

Me había arrepentido de no haber traído el CD y entregárselo esta noche. Me sentí muy agradecida de haber dormido en sus brazos, desayunado y luego habernos ido a la academia con la misión de seguir trabajando para la presentación que sería en un día más. 

SunHi

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Mamá había conseguido un vestido precioso para la ocasión, según ella me vería encantadora sentada en el piano luciéndolo y no mentía, era cómodo y elegante; cuando entré al escenario y me senté frente al piano de cola que estaba en el centro de este sentí que había llegado al final del camino que me había propuesto hace unos meses y ya no era la misma persona.

Miré hacia las banquetas del publico vacías y mi corazón se aceleró, en unas horas mi vida sería definida si alguna de las universidades o instituto me elegía o si existía la posiblidad de que algún productor me viera brillar.

—¿Está bien el micrófono a esa altura?— El muchacho que estaba arreglando el escenario me preguntó y yo le miré algo perdida.

—Oh, sí, claro— sonreí amable y me levanté del piano para ir al backstage y retocar el maquillaje, la audición comenzaría en unos minutos y la gente comenzaba a ingresar.

YoonGi había dicho que vendría, mi mamá me había acompañado hasta aquí y mi padre no me había hablado en días así que había sospechado que no vendría hasta que lo ví casi en primera fila junto a los jurados.

— Lee SunHi— habló tras el micrófono el presentador y yo caminé bajo el reflector hasta llegar al piano, di una reverencia y tomé asiento colocando la partitura correcta nombrada "Darling" en nombre de Min YoonGi.

Inicié tocando el piano  ante el silencio que inundaba la sala, la luz del reflector me mantenía con un aura cálida contra mi vestido negro elegante y mi cabello largo y sano, espalda erguida. Tenía miedo de que la voz no me saliera y quedara en ridículo de la sala.

Miré al publico mientras tocaba viendo que los jurados y directores de instituciones importantes bajaban la cabeza para anotar en sus libretas y entre todas esas caras, noté a YoonGi en una esquina, sereno con una leve sonrisa en los labios, a unos pasos de mi padre.

Comencé a cantar y todo el mundo tomó aquello con asombro, inclusive YoonGi quien parecía estar mucho más emocionado que yo al estar haciendo esto frente a miles de personas, incluso de mi padre. 

Aquella canción escrita para él jamás se la había cantado personalmente, todo el mundo escuchó que yo deseaba llamarlo "cariño" y lo convencía de que teníamos que estar juntos. Mi voz sonaba bien, podía escucharme por el retorno. Si ninguna institución me quería en sus salas yo de todas formas sería feliz al mostrarle al mundo que tengo una linda voz, me había puesto a prueba a mi misma frente a mucha gente.

Cuando la canción terminó los jueces y directores aplaudieron, todo el mundo lo hizo excepto mi padre quien  se levantó se su asiento y salió a penas nombraron al siguiente en presentarse.

Bajé del escenario con la sensación de haberme liberado de unas cuantas cosas pero verlo ahí en el pasillo con un rostro molesto había arruinado mi momento soñado. 

—¿Por qué lo hiciste?—Preguntó tomándome del brazo para acercarme a él.

—La innovación y creatividad tenía puntos —argumenté  mirándolo a los ojos —. A la gente le gustó 

Mi padre sabía con creces que su opinión ahora no me interesaba, soltó mi brazo a penas sintió que alguien se acercaba y pude notar en su mirada que al ver a YoonGi entrar al lugar lo reconoció pero no había ninguna vergüenza de por medio.

—Sunbae—Me giré y lo miré algo nerviosa por la situación, él traía flores en sus manos. Yo me acerqué y di una reverencia ante él para agradecerle.

—¿Eres quien le enseño piano a mi hija?— Mi padre alzó la voz. 

YoonGi me miró un momento breve y luego a él ante quien hizo una reverencia leve.

—Sí, yo la ayudé. Su hija es bastante talentosa—Notaba sus manos empuñadas a sus costados con sus nudillos rojizos.

—Bueno como sabrás la ambición en jovenes no lleva más que a la perdición, será un milagro que una de esas personas afuera te elija— Me vió de pies a cabeza y se alejó por el pasillo dejándome a mi y YoonGi a solas.

—Mi padre es productor musical—me atrevía a decir mientras él se miraba contra el espejo de los camarines una vez que estuvimos dentro —. Nadie sabe que tiene familia o una vida fuera de la industria porque él quería esa privacidad—.

Caminé hasta mi bolso y saqué el CD que tenía guardado volviéndome hacia él quien al verlo contra el reflejo del espejo se giró a mirarlo más de cerca. Avanzó hacia mi tomándolo en sus manos y sus ojos se llenaron de lagrimas.

—Esto es tuyo—Emocionada por su reacción comenzó a llorar también —. Lamento mucho lo que tuviste que pasar, quisiera hacer más por ti—.

—Está todo bien SunHi, me haz devuelto algo que creí que jamás volvería a ver 

—Yo no soy como mi padre—repliqué preocupada de que me odiara.

—Lo sé— Guardó el CD dentro de su chaqueta —. Esto lo demuestra

—La canción la escribí para ti—Miré los lirios que él había traído para mi, quería que dijera algo.

YoonGi se acercó a mi y con sus dos manos tomó mi rostro para besarlo, viajó a mi oído para hablarme directamente haciendo que un escalofrio recorriera mi espina dorsal.

—Puedes llamarme como tu quieras, Darling—Besó mi frente y abandonó la sala y posteriormente el edificio de la audición

YoonGi recuperó su tesoro más preciado gracias a la valentía de SunHi 

él está cerrando un ciclo muy doloroso junto a la persona que le devolvió las ganas de hacer musica, quien le recordó que era lo que le apasionaba.

Que lindo (llora de emoción)

Se viene el pov de YoonGi, no se lo pierdan