YoonGi

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Una de las cosas que me ponía tenso era ir a la peluquería, pero mi pelo ya era un desastre y no iría tan poco presentable a la boda de mi amigo así que fui con la persona que mas conoce mi pelo, la señora de la peluqueria de la esquina.

—Listo, ha quedado muy guapo— Me sacudió el cabello de la capa y me dió un toque de gel que olía muy bien en la parte de los costados junto a las patillas.

—¿Cree que atrape el ramo?— Sonreí dando a conocer mi humor algo rancio.

—Bueno, si es rápido quizas si, hay mucha gente desesperada hoy por casarse—La señora peluquera, limpió mi ropa y me sonrió —. ¿Tiene alguna cita para esa boda?

—Sí, de hecho debo ir a buscarla—Miré mi reloj que marcaba las 14:00 pm, la ceremonia sería en media hora más en un salón cerca de la academia así que me sabía el recorrido, para evitar atrasos me vine vestido a la peluqueria y ahora que estaba fresco y peinado estaba listo para enfrentar esto luciendo como un caballero.

Considero que usar traje es una carta bien jugada de los hombres, es tu oportunidad para impresionar así que si realmente ella no valoraba mi esfuerzo esta noche yo definitivamente saldría de las pistas y e conseguiría un gatito para criar a solas en mi apartamento, solo yo y mi gato.

SunHi me había enviado la dirección de la casa de su amiga y ahí me estacioné avisando por mensajes que estaba afuera esperándola pacientemente ya que sabía que en esas situaciones había que ser comprensivo.

¿Por qué las manos me sudan mucho?  ¿Por qué me siento tan nervioso?

Unos golpes en la ventana me sacaron de mi trance de confusión y la vi ella sonriéndome con sus mejillas ruborizadas y labios en tono cereza brillante en un radiante vestido rosa pastel, parecía un mochi de fresa todo lindo y apetecible.

—Lo siento—Levanté el seguro y la dejé subirse al auto y no lo encendí hasta notar que ella había quedado cómoda en el asiento.

—Luces muy...— Su mirada sobre mi me hizo sentir tenso, ella lucía increíblemente guapa como de costumbre en cambio yo, parecía estar disfrazado de ejecutivo o algo así —Guapo

—Es un traje que tenía guardado— Mentí, me lo compré exclusivamente para la ocasión.

—Oh, pues te queda muy bien—Ella se aseguró con el cinturón pero este dió el mismo problema de siempre, yo me acerqué a ayudar y chocamos nuestras cabezas sin querer.

—Lo siento— reí sobando mi frente sintiéndola muy cerca de mi rostro. Que ganas de arruinarle el maquillaje en el asiento trasero del auto.

—Llegaremos tarde—Ella se alejó y miró al frente esperando a que yo condujera y todo fue silencio hasta el primer semáforo.

—YoonGi— habló ella haciendo que la mirara por uno segundos —. ¿Cómo nos presentaremos frente a tus amigos?— Gran pregunta.

—Bueno, ¿Cómo quieres que te presente?—No quería incomodarla con algún titulo que no tuviéramos así que asumí que si ella preguntaba ella tendría la respuesta.

—Somos amigos— Alisó su vestido  mientras acomodaba sus piernas en sus tacones y yo me sentí extraño.

¿Me ha friendzoneado?

—Claro, amigos está bien—miré adelante repasando el interior de mi mejilla con la lengua.

La tortura siguió toda la cena luego de que la gente se acercara a hablarle y tuviéramos que presentarnos como amigo y aquello me molestaba al punto de beber cada vez un poco mas de champaña y comer cualquier canapé que se me cruzara. No reconocía esta emoción en mi, no eran celos ni enojo, era frustración quizas pero... 

¿Por qué tenía un nudo en la garganta cada vez que lo decia con tanta facilidad?

—Linda amiga, YoonGi—Mi amigo Park, quien acaba de casarse se reía en mi cara —. Es la chica que te estas follando ¿no?

—Estas en lo correcto— La miré desde lejos como conversaba con la novia y las amigas de estas, una copa de champaña en su mano, la tomaba con sofisticación.

—¿Cuándo pretendes cortar el juego y comprometerte con una mujer de tu edad y tener familia?

—Suenas a mi mamá—Dejé la copa vacía en la bandeja del primer mesero que se acercó.

—Comprendo que tu ex te haya dejado con traumas pero juguetear con una chica de 19 años no es lo mejor que puedes hacer a tus 31, YoonGi—Tocó mi hombro —Te dejó mis buenas vibras para que te cases pronto— Me sacudí el hombro con fuerza para botar aquello de mi chaqueta, yo no quería casarme, no aún.

Cuando el ramo fue lanzado note que ella no hizo el esfuerzo de atraparlo y eso terminó por darme ganas de irme del lugar. Me acerqué a ella y le pedí que se despidiera de la gente porque nos íbamos y ni siquiera se impuso ante la idea. Y no fue hasta que subimos al auto que enfrenté a la solución.

—¿Acaso no te gusto?—Alcé la voz sin ser grosero, decirlo resultó ser liberador.

SunHi

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Cuando vi a YoonGi junto a ese arreglo floral donde estaban las copas, bebiendo champaña en su traje negro me di cuenta que él era mi tipo de hombre, misterioso, silencioso y sobretodo guapo. Yo me había dado el tiempo de codearme con gente 10 años mayor que yo para sentirme parte del ambiente y que ser ajena a todo me daba mucha ansiedad y tendía a hablar demasiado.

Yo lo miraba de lejos, muy serio, quizas incomodo, no sabía descifrarlo al fin y al cabo así que solo me limite a sonreír y lucir guapa en mi vestido rosita pastel. Ni siquiera bailé esa noche y me sentía tan desmotivada que no me esforcé por alcanzar el ramo, aunque estuve muy cerca.

Quizas no me veía tan guapa despues de todo, o lo de amigos fue muy atrevido para ser solo dos personas que follan o estudiante- alumna. No quería incomodar y menos a él quien me hacía sentir tan bien.

Sin embargo, cuando subimos a auto una vez de salir del evento lo noté distinto, parecía molesto o incomodo, lo mio no era leer las emociones de otros cuando ni siquiera yo sabía lo que me pasaba y fue ahí cuando un balde de agua fria me caía en la conciencia, él era mayor que yo y faltaran años de experiencias para poder estar a su altura.

—¿Acaso no te gusto?— preguntó él y yo me quedé helada mientras trataba de colocarme el cinturón de seguridad.

Le miré mientras él solo reposaba su espalda en el asiento del conductor como resignado y cansado. Dejé de forcejear con el cinturón y busqué que decir ante eso.

—¿Por qué lo preguntas?

—Me ignoraste toda la noche y me sentí jodidamente mal— Me dedicó una mirada como las de papá cuando estaba decepcionado.

—No quise hacerlo, tu estabas con tus amigos yo sentí la presión de ser parte y quise socializar— Mi corazón comenzó a acelerarse —. No creí que hacia algo incorrecto

—Incorrecto era decir que estábamos follando, pero bailar juntos o compartir un trago era lo que debíamos hacer ¿no?— Repasó sus manos por el cabello con una respiración pesada —. Realmente no es eso lo que me molesta sino no haber podido besarte en toda la noche

—¿Y por qué no lo hiciste?— Era lo que más deseaba saber desde que me subí a su auto esta tarde.

—Porque creí que —Se giró a mirarme el rostro como si quisiera devorarme por completo —. No te gustaba

—Como no podrías gustarme si me quema por dentro las ganas de estar a solas—Susurré acercándome a sus labios.

—Dime como llegar a esa casa en el lago de una vez y cerremos esta noche como se debe—Tan cerca de besarnos, de sentirlo despues de toda esta tarde, todo aquello se quedó guardado en nosotros hasta llegar al lugar unas horas más tarde.

Bajé del auto en mi vestido rosa pastel y saqué la llave de la caja fuerte pequeña entre los arbustos de la entrada y abrí las puertas del lugar que estaba lejos de ser solo una simple cabaña.

—Ven conmigo—Tomé su mano para que pasara junto a mi ya que parecía muy impactado con el tamaño del lugar y siguió estándolo una vez que entramos.

Jamás le había dicho a él que mi familia tenía dinero y menos que mi padre era un reconocido productor musical ya que ni él asumía que tenía una familia por "miedo ala exposición". El anonimato era parte de mi vida y lo tomaba tan naturalmente que cuando YoonGi quiso mentir acerca de nuestra relación, no me molestó en absoluto.

—Es una casona muy interesante—YoonGi miró los muebles del lugar y luego a mi en medio de la sala de estar, esperando que se acercara a mi con cierta lentitud.

—¿Y yo? ¿Soy interesante?— Bajé el cierre de mi vestido por el costado de mi cuerpo dejando que la parte superior se deslizara por mi pecho debido a la tela suave del sanitado.

Él sonrió, yo sentía que todo lo que hacía parecía agradarle un momento.

Terminé por quitarme el vestido y lo dejé en el respaldo de un sillón luego de quitarle la tela blanca que lo cuidaba del polvo. Caminé solo en mis bragas hasta el toca discos y coloqué el primero que encontré para poner musica de fondo a un volumen prudente para que ambos nos escucháramos.

—¿Quieres bailar? —Tendí mi mano hacia él con una sonrisa y omití como el frío del lugar, que no era ocupado hace dos veranos desde la muerte de mi abuelo, me había erectado la sensibilidad de mis pechos y la piel.

YoonGi se quitó la chaqueta y la camisa y las lanzó en el sillón junto a mi vestido acercándose a mi luego abarcando con su pecho el mio, tomando mis manos con delicadeza y nos comenzamos a movernos por la sala lentamente sintiéndonos.

—Me encanta como hueles—dijo a mi oído luego de que su nariz entrara en juego —. Me calma

—Tu olor a mi me da cosquillas en el estomago y un poco más abajo—sonrió contra su pecho mientras me acerca con sus brazos.

—Hueles como a ese caramelo que amaba comer de niño y se fue con mi inocencia— Al escucharlo decir aquello abrí los ojos y sentí su corazón acelerarse de pronto.

¿Que era yo para YoonGi? ¿Seré realmente un juego o esto era algo más y yo no me daba cuenta?

Hace unas semanas yo juraba que YoonGi era una fantasía erotica, como enamorarme de los personajes ficticios que leía en los libros o mangas e incluso en peliculas. Era como esa oportunidad unica que se daría en la vida y creí escucha en mi mente a mi psicóloga acerca de los "heridas de papá" y como aquello me llevaría a ser paternada por algún hombre mayor cuando el momento llegara.

Sus besos se hicieron presentes y sus manos afirmaban mi espalda con una fuerza gradual, como si pensara que me escaparía de él, esa fuerza en mi me hizo sentir algo excitada y por voluntad propia comencé a repasar con mi mano su entrepierna despierta haciéndolo gemir con el toque en ascendente que hacia desde su base a la punta que era perfectamente perceptible sobre su ropa.

—Me encanta sentirlo—Cierro los ojos centrándome en los recuerdos vividos de como aquella porción de su cuerpo entraba y salía en mi.

—¿Que quieres hacer de mi, SunHi?—Me interrogaba mientras su aliento erizaba mis sentidos desde el oído hasta la punta de los pies —. ¿Quieres mostrarme lo mujer que eres?

—No, soy tu niña consentida—Rio mientras sigo tocándole —. A la que te gusta hacerle cosas sucias

—¿Eres mi niña entonces?— Su mano baja posesivamente por mi espalda hasta mis nalgas acariciándola en sentido envolvente y luego la azota levemente, impresionándome. Yo asiento ante su respuesta.

—¿Te gusta ese roleplay, SunHi? ¿Jugar a ser la chica mala que recibe castigos?— Volvió a presionar su mano contra mi piel.

—Prefiero ser la chica buena que recibe un premio—Me separo de su cuerpo para comenzar a besarle el pecho y dar pequeñas mordidas —. Tan buena que podrías enamorarte de mi—Bajo hasta hincarme ante él y frotar mi rostro contra su pantalón aun cerrado con su miembro marcado, le miro lascivamente, mientras me trasmite en silencio que le gusta lo que hago.

 —Tan buena que podría enamorarme de ti—Susurra mientras me deshago de su cinturón y bajo el cierre del pantalón para descubrirlo por completo.

¿Por qué me emociono cuando estoy a punto de tocarlo donde más le gusta? ¿Por qué me parece tan especial darle placer?

Miro su miembro erguido frente a mi cara, él solo espera a que lo haga y yo me detengo a ver su vientre pálido, sus vellos enmarcando su masculinidad. Mi corazón se acelera pensando de un momento a otro como debía empezara  dar sexo oral pero lo recuerdo a él diciéndome que no debía pensarlo sino sentirlo y lo toco suave con la punta de los dedos, le dedico un beso húmedo en la base y subo de a poco besándolo con la misma pasión escuchando de fondo sus gemidos hasta envolver su glande con mi boca y meterlo en ella para juguetear.

No es el hecho de sentir su miembro en mi boca lo que me provoca placer y menos su sabor o aroma, lo que nadie comprende de esta practica sexual es el sentimiento de satisfacción de sentirlo excitado gracias a ti y la sensación de erotismo que produce sentir que practicamente lo llevas a otro plano, porque amas que él se sienta el centro de universo en tu boca.

¿Amas? ¿Amo a YoonGi? 

Le miró una vez que el pensamiento llega a mi conciencia y él me mira acariciando mi cabello, abro mi boca y su miembro sale de inmediato, mas duro que antes, húmedo y antes de pedirle lo siguiente doy una lamida que se extiende por toda su longitud.

—La chica buena quiere que te tienes—Me levanto del piso y le miro —. Sunbae, quiero demostrarle que soy su mejor alumna— con mis manos lo hago retroceder llevándolo hasta uno de los grandes sillones y lo siento, él baja un poco mas sus pantalones —. He visto que traviesamente mira mucho mis bragas—sonrió mientras me acerco a él jugueteando con mi lenceria a los costados de mis caderas y me doy la vuelta dándole la imagen sexy de mi trasero amoldado en ella, jalo de las orillas y lo subo un poco mas haciendo que esta prenda se pierda entre mis nalgas para luego bajar lentamente sobre su entrepierna.

—Eres muy buena alumna Srta. Lee—acaricia mi espalda con dominio.

—¿Eso cree Sunbae?—Me levanto un poco con la mano entre mis piernas corriendo mi braga y como si fuera una equilibrista aguardo en una posición inclinada esperando a que él tome la iniciativa —.  Pruebe mis atributos, Sunbae y dígame que tan buena soy— Apretó mi mandíbula al sentir su miembro apoyado contra mi entrada y ejerzo presión para que entre en mi desde la posición.

Siempre quise sentirme sensual para un hombre, adorada o más bien atendida por un hombre, pero todos me ignoraron en mi momento incluyendo al más importante en mi vida, sin embargo YoonGi me había dado un poco de sentido a pesar de iniciar como una fantasía.

Mientras me envestía de espaldas miraba hacia el ventanal que daba al lago y la luna llena de esa noche en su plano más alto y central sintiéndome complacida por su presencia y como su lun hacia de la escena que vivía algo sutil y erotico a la vez, la musica de fondo con el tocadiscos a volumen prudente, los gemidos de YoonGi y los míos sus manos sujetándome desde la cintura con fuerza y sus labios rozándome la espalda dejando besos. 

Wow chicas, esto es intenso y me gusta tanto.

Hoy es el cumple de mi amiga y quise actualizar porque YoonGi es su bias. Tómenlo como un regalo para todas.