«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗍𝗋𝖾𝖼𝖾»... [13]

❝𝗕𝘂𝘀𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮❞

El aire en la habitación estaba cargado de una calma inquietante. Kim, inclinado sobre la cama mientras acomodaba las sábanas, notó algo sobresalir de uno de los cajones entreabiertos. Al principio no le dio importancia, pensando que sería algún papel sin relevancia o alguna lista de tareas que su madre, Suje, solía dejar por todas partes para mantener el orden de la casa. Sin embargo, algo en el papel atrajo su atención. Estaba doblado de manera descuidada, y había algo en su apariencia que lo hizo detenerse. Era viejo, amarillento en los bordes, como si hubiera estado guardado durante mucho tiempo.

Curioso, Kim se acercó más y, sin pensarlo dos veces, lo desdobló con cuidado. En cuanto sus ojos comenzaron a recorrer las primeras líneas, su expresión se endureció. El documento describía una situación extraña, oscura, que mencionaba a un hombre de características similares al joven al que había estado cuidando. El papel hablaba de un incidente que ocurrió hace unos años: un hombre, vagando por las calles, ensangrentado y con una mirada perdida, había sido visto en una zona no muy lejos de donde vivían. Nadie supo a dónde fue después. Había desaparecido sin dejar rastro.

Kim frunció el ceño. ¿Por qué su madre tendría algo así? Y más importante aún, ¿por qué no se lo había dicho?

Lleno de confusión y un creciente sentimiento de frustración, se dirigió rápidamente hacia la sala, donde su madre estaba revisando algunos papeles en su escritorio. La encontró inmersa en su propia concentración, sin darse cuenta de la tormenta que se estaba desatando en la mente de su hijo.

━ Mamá ━ dijo Kim, su tono un poco más duro de lo habitual.

Suje levantó la vista con sorpresa, notando la seriedad en los ojos de su hijo. Kim extendió el papel frente a ella.

━ ¿Qué es esto? ━ preguntó, su voz cargada de una mezcla de confusión y enfado.

Suje miró el papel, y su expresión cambió al instante. La serenidad que siempre mantenía se vio interrumpida por una sombra de preocupación que intentó disimular, pero Kim lo notó de inmediato. Sus manos se tensaron sobre los papeles que estaba organizando, y por un momento, pareció que no sabía cómo responder.

━ Kim, yo...

━ ¿Por qué no me lo dijiste? ━ interrumpió él, incapaz de contener la frustración ━. ¿Has estado escondiendo información sobre él? ¡No puedes simplemente hacer esto sin decirme nada!

Suje se levantó lentamente de su silla, su mirada llena de culpa, pero también de firmeza. Sabía que tarde o temprano esto saldría a la luz, pero no había esperado que fuera así.

━ Escúchame, Kim ━ dijo, su voz más suave pero aún firme ━. Esto no es lo que piensas. No te lo oculté para hacerte daño, ni mucho menos. Tenía que asegurarme de que... de que era seguro.

Kim la miró incrédulo, su pecho subiendo y bajando rápidamente mientras intentaba procesar lo que escuchaba.

━ ¿Seguro? ━ repitió con ironía ━. ¿De qué estás hablando?

Suje se tomó un momento antes de responder. Sabía que no podía seguir postergando la verdad. Con un suspiro, decidió contarle lo que había estado guardando durante todo ese tiempo.

━ Hace unas semanas, recibí una llamada de un antiguo colega mío ━ comenzó, mientras sus ojos se mantenían fijos en los de Kim ━. Trabajó conmigo en el hospital psiquiátrico hace años. Me dijo que habían recibido un informe de una persona desaparecida, y la descripción coincidía con él. ━ Suje hizo una pausa, midiendo sus palabras con cuidado ━. No quería decirte nada hasta estar segura, hasta saber más detalles.

Kim sintió un nudo formarse en su estómago. Todo lo que había sucedido en las últimas semanas, los momentos compartidos, las pequeñas victorias que había creído lograr con el joven, comenzaron a sentirse diferentes, como si hubiera una sombra invisible acechando detrás de cada acción.

━ ¿Por qué no me lo dijiste desde el principio? ━ preguntó, con la voz quebrada. Se sentía traicionado, como si todo lo que había estado haciendo para ayudarlo estuviera basado en una mentira, o al menos en una verdad a medias.

Suje dio un paso adelante, intentando calmar a su hijo.

━ Porque temía que reaccionaras así, Kim. No sabía qué hacer. Este joven ha pasado por algo terrible, eso es claro, y no quería ponerlo en más peligro. Si alguien está buscándolo, es probable que no sea para ayudarlo ━ su voz se tornó más suave, casi suplicante ━. Solo quiero protegerlo, como tú.

Kim se pasó una mano por el rostro, intentando calmarse. Las palabras de su madre tenían sentido, pero aún no podía sacudirse la sensación de que le había ocultado algo importante. Miró de nuevo el papel, leyendo las palabras que parecían gritarle desde la página.

━ ¿Qué fue lo que te dijo exactamente tu colega? ━ preguntó, ahora en un tono más controlado, aunque la preocupación seguía presente.

Suje bajó la mirada.

━ Me dijo que hace unos años, alguien con una apariencia similar a la de él fue visto en las calles. Estaba cubierto de sangre, desorientado, y parecía que había estado en una pelea o algo peor ━ hizo una pausa antes de continuar ━. Nadie supo quién era ni de dónde venía, pero desapareció antes de que alguien pudiera hacer algo. Mi colega cree que podría ser él.

Kim se quedó en silencio por un momento, sus pensamientos corriendo a toda velocidad. La imagen de aquel joven, tranquilo y callado, ahora estaba teñida de algo más oscuro, algo que Kim no sabía si podría manejar. Pero también sabía que no podía abandonarlo ahora, no después de todo lo que había pasado.

━ Entonces, ¿qué hacemos ahora? ━ preguntó finalmente, su voz más tranquila, pero aún llena de dudas.

Suje lo miró con una mezcla de determinación y preocupación.

━ Lo que siempre hemos hecho, Kim. Ayudarlo de la mejor manera que podamos. Pero también debemos ser cuidadosos. Hasta que sepamos más, no podemos dejar que nadie más lo encuentre.

Kim asintió lentamente, procesando las palabras de su madre.

Kim se despertó en medio de la noche, sobresaltado por un ruido que no pudo identificar al principio. El silencio reinaba en la casa, roto solo por el suave sonido de la televisión que se filtraba desde la sala. Se frotó los ojos, confundido. A esa hora, no había motivo alguno para que la televisión estuviera encendida. Se levantó lentamente, intentando despejar su mente aún nublada por el sueño, y se dirigió hacia la puerta de su habitación.

Al llegar al pasillo, pudo ver un destello de luz titilando desde la sala. Avanzó con paso silencioso, y al asomarse por la esquina, lo vio sentado en el sofá. El joven que habían acogido miraba fijamente la pantalla, absorto en una caricatura que parecía completamente fuera de lugar en medio de la calma nocturna. Era una imagen desconcertante: el chico, usualmente tan reservado y contenido, parecía relajado, inmerso en ese mundo animado.

━ ¿Qué haces despierto a esta hora? ━ preguntó Kim en voz baja, intentando no sobresaltarlo.

El joven no respondió, ni siquiera giró la cabeza para mirarlo. Sus ojos permanecían fijos en la pantalla, ignorando completamente la presencia de Kim. Había algo extraño en la forma en que se aferraba al cojín del sofá, casi como si ese pequeño acto lo mantuviera conectado a la realidad.

Kim se acercó con calma, sentándose a su lado. Sabía que era tarde y que el chico debería estar descansando, pero también comprendía que algo lo estaba inquietando. Aún así, decidió insistir.

━ Es muy tarde ━ dijo con suavidad ━. Deberías estar en la cama, descansando.

El chico apenas movió un poco la cabeza, y Kim notó cómo sus hombros se tensaban. Era la primera vez que lo veía comportarse de una forma tan... infantil. Hasta ese momento, todo en su actitud había sido distante, casi mecánico. Pero ahora, esa aparente serenidad había dado paso a lo que parecía un intento desesperado de aferrarse a algo simple, algo que no demandara esfuerzo emocional.

Kim suspiró, sabiendo que no podía dejarlo así. Apoyó una mano en el respaldo del sofá y, con el tono más paciente que pudo encontrar, repitió:

━ Vamos, es hora de dormir ━ hizo una pausa, esperando algún tipo de respuesta, pero no llegó ━. No puedes estar despierto toda la noche viendo televisión.

Esta vez, el chico reaccionó. No de la manera que Kim había esperado, pero definitivamente lo hizo. Bajó la cabeza, apretando los labios, como si estuviera molesto o frustrado. Parecía reacio a obedecer, algo que jamás había mostrado antes. Su postura rígida revelaba una mezcla de emociones contenidas que estaban a punto de salir a la luz.

Kim lo miró con más atención, preguntándose qué lo estaba afectando tanto. Era evidente que el joven estaba lidiando con algo, y aunque no podía expresarlo con palabras, su comportamiento hablaba por sí solo. Había tensión en sus movimientos, en la forma en que su cuerpo parecía resistirse a la calma que la noche traía consigo.

━ Está bien si no puedes dormir ━ dijo Kim, intentando comprender ━, pero necesitas descansar. Si no duermes, mañana te sentirás peor.

El chico, sin embargo, no mostró signos de ceder. Continuó con la mirada fija en la pantalla, sus manos apretadas en puños, aferrándose a esa pequeña pantalla como si fuera su única conexión con el mundo. Era frustrante para Kim, que nunca había lidiado con un comportamiento tan extraño. Siempre había sido el que tomaba las decisiones, el que lideraba, pero ahora se encontraba frente a una situación que no sabía cómo manejar.

Finalmente, después de varios minutos en silencio, el joven tomó el control remoto con movimientos bruscos y apagó la televisión. No hubo palabras, ni siquiera un gesto de agradecimiento. Se levantó del sofá con movimientos lentos, pero tensos, y se dirigió hacia su habitación, caminando con la cabeza gacha.

Kim lo siguió con la mirada, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación. Aunque había logrado calmarlo, no podía evitar preguntarse qué estaba sucediendo realmente en la mente del chico. Este berrinche, aunque pequeño, le había mostrado que había algo más bajo la superficie, algo que aún no había salido a la luz. Y aunque el joven se había retirado a su habitación, Kim sabía que este incidente era solo el principio de algo mucho más profundo.

La casa volvió a quedar en silencio, pero Kim no pudo evitar quedarse allí, de pie en la oscuridad, preguntándose cuánto tiempo más tendría que esperar para que el joven pudiera confiar en él lo suficiente como para mostrar lo que realmente estaba sucediendo.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09