«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗈𝗌»... [𝖮2]

❝𝗨𝗻 𝘁𝗿𝗶𝘁𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗴𝘂𝗶𝗮❞

Las cuerdas raspaban la delicada piel de sus muñecas, y cada movimiento de Jimin hacía que el roce se tornara más doloroso. Estaba atado al mástil principal del barco, su cuerpo brillante y etéreo ahora reducido a un espectáculo de vulnerabilidad. La brisa marina que solía reconfortarlo ahora se sentía como un recordatorio cruel de su situación. La cubierta era un caos de actividad: los hombres gritaban órdenes, ajustaban velas, y en el centro de todo, Jeon Jungkook se movía con una autoridad incuestionable. Jimin lo observaba desde su posición, su mirada una mezcla de miedo y desafío.

¿Cómo había llegado a esto? Jimin no podía evitar preguntárselo. Su curiosidad, que siempre había sido su mayor virtud y su mayor defecto, lo había llevado a desobedecer a su padre, a acercarse a aquel barco y a ser capturado por aquel pirata despiadado. Jungkook no era como los humanos que imaginaba en sus sueños infantiles, llenos de bondad y misterio; él era crudo, calculador, y en cada uno de sus movimientos se podía sentir el peso de su ambición.

━ ¿Ya estás cansado, pez? ━ La voz de Jungkook lo sacó de sus pensamientos.

El pirata se acercó con esa sonrisa burlona que tanto detestaba, sus botas resonando en la madera mientras los demás marineros reían por lo bajo. Se inclinó frente a Jimin, sus ojos oscuros evaluándolo con una mezcla de desprecio y curiosidad. Jungkook tomó un mechón del cabello rojizo del tritón entre sus dedos, observándolo como si fuera un objeto extraño, una rareza que no merecía más consideración que un artefacto curioso.

━ No soy un pez. ━ La voz de Jimin salió baja, pero firme.

━ No lo pareces, no. ━ Jungkook soltó el mechón de cabello, dejándolo caer como si fuera insignificante. ━ Pero eso no cambia que no eres más que un medio para un fin.

Jimin apretó los labios, tratando de contener la mezcla de indignación y miedo que lo invadía. Podía sentir las miradas de los marineros sobre él, evaluándolo, juzgándolo. Sabía que, para ellos, no era más que una criatura extraña, algo que eventualmente usarían o desecharían según su conveniencia. Pero no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente. Aunque su cuerpo estaba atado, su mente seguía siendo libre, y en ella guardaba secretos que podían ser su única carta de salvación.

━ Dime, tritón, ━ continuó Jungkook, apoyándose casualmente en el mástil junto a él, ━ ¿cuánto vale tu vida? Porque hasta ahora no has demostrado ser más que un lastre.

━ Mi vida no tiene precio. ━ La respuesta de Jimin fue inmediata, y sus ojos se encontraron con los de Jungkook, llenos de determinación. ━ Pero tal vez la tuya sí lo tenga, si decides ignorar lo que sé.

Jungkook arqueó una ceja, claramente interesado. Hizo un gesto para que los marineros que se habían congregado a su alrededor se dispersaran, dejando solo a él y a Jimin en una burbuja de tensión.

━ Habla. ━ Su tono era frío, pero había un matiz de curiosidad que no podía disimular. ━ Y que valga la pena, o haré que laves la cubierta con tu cola.

Jimin respiró hondo, consciente de que estaba a punto de entrar en un juego peligroso. No podía revelar todo lo que sabía, pero necesitaba decir lo suficiente para ganarse un lugar en aquel barco, para garantizar su supervivencia.

━ Esa isla que buscas, ━ comenzó, su voz temblando ligeramente, pero firme, ━ no es un lugar cualquiera. Está protegida por una maldición.

━ ¿Una maldición? ━ Jungkook soltó una carcajada seca, alejándose un par de pasos antes de volverse hacia él con los brazos cruzados. ━ ¿Esperas que crea en cuentos de viejas?

━ No me importa si me crees o no, ━ replicó Jimin, sus ojos brillando con desafío. ━ Pero si ignoras mis palabras, estarás poniendo en peligro no solo tu vida, sino la de todos en este barco.

Por un momento, el rostro de Jungkook se endureció. Aunque no lo mostrara, algo en las palabras del tritón había tocado un nervio. Había escuchado rumores sobre la isla olvidada, historias susurradas en tabernas oscuras, de marineros que jamás habían regresado. Sin embargo, su ambición siempre había sido más fuerte que su miedo.

━ ¿Qué clase de maldición? ━ preguntó finalmente, su tono más serio.

━ Una que protege el tesoro. ━ Jimin bajó la voz, obligando a Jungkook a inclinarse ligeramente hacia él para escucharlo. ━ La isla no es un lugar común; es un santuario, y ese tesoro que buscas no fue dejado ahí para que alguien lo reclame.

━ Entonces, ¿por qué existe un mapa que lleva directamente a él? ━ Jungkook sonrió con ironía, pero sus ojos traicionaban una leve inquietud. ━ No parece muy maldito si alguien se tomó la molestia de dibujarlo.

━ Los mapas no siempre son lo que parecen. ━ Jimin lo miró directamente a los ojos, su voz ganando fuerza. ━ Tal vez fue hecho para atraer a los ambiciosos como tú, para hacerlos caer en la trampa de la isla.

Jungkook permaneció en silencio por un momento, evaluando las palabras del tritón. Había algo en su tono, en la intensidad de su mirada, que lo hacía cuestionarse. Pero no podía permitir que el miedo lo dominara; no después de haber llegado tan lejos.

━ Eres astuto, tritón. ━ Finalmente, habló, aunque su tono tenía un matiz de admiración. ━ Pero las maldiciones no me asustan. Si esa isla está protegida, simplemente encontraremos la forma de romper su protección.

━ Si intentas romperla, ━ advirtió Jimin, su voz baja pero cargada de gravedad, ━ la isla te romperá a ti.

Por un instante, el aire entre ellos pareció cargarse de electricidad. Jungkook no dijo nada más, pero la intensidad de su mirada sobre Jimin era suficiente para hacer que cualquier otro se desmoronara. Sin embargo, Jimin mantuvo su postura, decidido a demostrar que no era solo un objeto o un medio para un fin. Aunque estuviera atado, seguía siendo más fuerte de lo que Jungkook podía imaginar.

El amanecer tiñó el horizonte con tonos de oro y carmesí, bañando la cubierta del Sombra Escarlata en una luz casi irreal. Los marineros ya estaban en pleno ajetreo, ajustando velas y revisando provisiones mientras las olas mecían el imponente navío. Jeon Jungkook se mantenía en la parte superior de la escalera de babor, observando a su tripulación con esa mezcla de autoridad y frialdad que lo caracterizaba. Desde ahí, su figura destacaba, envuelta en su abrigo negro, con una mano descansando en la empuñadura de su sable y la otra sosteniendo una brújula de oro que parecía brillar bajo la luz del sol naciente.

A unos metros de distancia, Jimin se encontraba sentado, las manos todavía atadas frente a él, aunque ahora con un poco más de libertad para moverse. La cuerda que lo mantenía sujeto al mástil había sido reemplazada por un nudo más permisivo, pero el control seguía siendo absoluto. Los ojos del tritón observaban todo con una mezcla de curiosidad y recelo, incapaz de apartar la mirada del caos organizado que lo rodeaba.

Jamás había visto un barco humano tan de cerca, mucho menos uno como ese, cuya proa estaba tallada en forma de un dragón alado, y cuyas velas llevaban símbolos arcanos que parecían cambiar con el viento.

Jungkook bajó lentamente los escalones, su andar tranquilo pero cargado de intención. Se detuvo frente al tritón, quien alzó la vista para encontrarse con su mirada.

━ Muy bien, pez, he tomado una decisión. ━ La voz del capitán era grave, casi amenazante, aunque había un destello de curiosidad en sus ojos. ━ Te quedarás con nosotros como guía. Ya que afirmas saber tanto sobre la isla, será mejor que lo demuestres.

Jimin apretó los labios, su cola roja moviéndose ligeramente sobre las tablas del barco. No respondió al instante, lo que pareció irritar a Jungkook.

━ No me hagas repetirlo. ━ El tono del pirata se endureció. ━ Serás útil para mí, o te convertirás en alimento para los tiburones.

━ ¿Y si no quiero ser parte de tu tripulación? ━ respondió finalmente Jimin, su voz apenas un susurro, pero llena de desafío.

Jungkook soltó una carcajada seca, un sonido que hizo que varios de los marineros se detuvieran para observar la interacción.

━ No tienes elección, tritón. ━ Se inclinó hacia él, sus palabras casi un susurro. ━ Aquí no hay democracia, solo órdenes. Y tú, criatura, harás lo que yo diga.

Jimin se estremeció, pero no bajó la mirada. Era consciente de que su situación era desesperada, pero algo dentro de él se negaba a ceder ante el desprecio de aquel hombre.

━ Entonces necesitaré mis manos libres, capitán. ━ Sus palabras estaban cargadas de ironía, pero también de resignación. ━ Difícilmente podré guiarte si no puedo moverme.

Jungkook lo observó por un momento antes de hacer un gesto hacia uno de sus hombres. Un marinero corpulento, con barba espesa y un tatuaje que recorría todo su brazo, se acercó y cortó las cuerdas que ataban las manos de Jimin.

━ No intentes nada estúpido. ━ Le advirtió Jungkook, volviendo a erguirse. ━ Mis hombres no dudarán en arrojarte al mar si te portas mal.

El tritón asintió, aunque en su interior hervía una mezcla de rabia y humillación. Lentamente, se puso de pie, sus movimientos elegantes a pesar de las circunstancias.

━ Bien. ━ Jungkook giró hacia el resto de la tripulación, su voz resonando por encima del murmullo de las olas. ━ Escuchen todos. Este... ser se unirá a nosotros como guía. Afirma saber cosas sobre la isla, cosas que nos serán útiles para obtener el tesoro. Pero que quede claro: no es uno de nosotros. Si intenta algo, tienen mi permiso para deshacerse de él.

Las palabras del capitán fueron recibidas con un coro de risas y burlas. Jimin mantuvo su expresión neutra, pero no pudo evitar notar las miradas que le dirigían los marineros, cargadas de desconfianza y curiosidad.

━ Ahora, vuelve a trabajar. ━ Jungkook despidió a su tripulación con un gesto, antes de volverse hacia el timonel. ━ Pon rumbo hacia el este.

Mientras el barco retomaba su curso, Jimin comenzó a explorar visualmente a los hombres que ahora lo rodeaban. Cada uno parecía más extraño que el anterior. Había un marinero de cabello plateado que murmuraba palabras en un idioma desconocido mientras sostenía una brújula que cambiaba de dirección constantemente; otro, con un parche en el ojo, manejaba un baúl lleno de frascos con líquidos fluorescentes que parecían moverse por su cuenta. El resto de la tripulación no era menos peculiar, y todos parecían compartir un aire de superstición y reverencia hacia la isla olvidada.

━ No te preocupes por ellos. ━ La voz grave de Jungkook lo sacó de su observación. ━ Son rudos, pero saben obedecer. Mientras no intentes nada, estarás a salvo... relativamente.

Jimin no respondió, pero no pudo evitar mirar hacia el horizonte, donde la isla que tanto temía se escondía detrás de una neblina espesa y misteriosa. Su corazón latía con fuerza. Sabía que el lugar estaba cargado de magia, una magia antigua y peligrosa, y que el tesoro que Jungkook buscaba no era algo que se pudiera reclamar sin consecuencias.

El aire a bordo del Sombra Escarlata se volvió más pesado, como si la presencia de la isla comenzara a influir incluso desde la distancia. Los hombres hablaban en susurros, y aunque Jungkook mantenía su postura altiva, Jimin podía notar la tensión en sus hombros.

━ Si crees que te arrepentirás, este es el momento de dar la vuelta, capitán. ━ Susurró Jimin, sus palabras suaves pero cargadas de significado.

━ No creo en maldiciones, tritón. ━ La respuesta de Jungkook fue inmediata, su tono lleno de desdén. ━ Creo en el oro, y en los hombres lo suficientemente valientes para reclamarlo.

Jimin apartó la mirada, consciente de que sus advertencias caerían en oídos sordos. La travesía apenas comenzaba, pero el peligro ya estaba presente, palpable en el aire salado y el crujir de las tablas bajo sus pies.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09