— Hoy es noche de Karaoke. — Le dijo Jungkook a Jimin con su micrófono en la mano.

Ya era sábado y ambos estaban tan aburridos que no se les ocurrió otra cosa que hacer karaoke. Por el momento Jimin solo miraba sentado en el sillón y Jungkook le hacía un espectáculo.

— ¿Que canción quieres?

— La que más te guste.

Jungkook buscó una en su teléfono y Stay de The kid LAROL y Justin Bieber comenzó a sonar en el parlante.

— I get drunk, wake up, I'm wasted still I realize the time that I wasted here I feel like you can't feel the way I feel I'll be fucked up if you can't be right here. — Comenzó a cantar el castaño mientras bailaba. — I do the same thing I told you that I never would I told you l'd change, even when I knew I never could Know that I can't find nobody else as good as you I need you to stay, need you to stay, hey I do the same thing I told you that I never would I told you l'd change, even when I knew I never could Know that I can't find nobody else as good as you I need you to stay, need you to stay, hey.

Y así siguió catando el castaño hasta que la canción terminó.

— Tu inglés es muy bueno, además de que sabes cantar muy bien.

— Ya lo se nene.

Jimin rió.

— Te toca.

— No se que canción.

— La de las divinas, siempre quise que alguien me cantara esa canción.

Jimin estuvo de acuerdo así que cantó la canción desde un principio hasta que llegó el coro.

— Nadie pasa de esta esquina Aquí mandan las divinas Porque somos gasolina Gasolina de verdad.

Jungkook aplaudió animando a su novio

mientras bailaba, hasta que la canción acabó.

— Eso fue maravilloso.

— Muchas gracias, ya lo sé.

Y así siguieron cantando más canciones hasta que dieron las tres de la mañana y uno de los vecinos fue a tocar a su puerta.

— Apágalo, apágalo. — Le dijo Jimin a su novio, quien rápidamente apagó el parlante y guardó el micrófono. — ¿Ya?

Jungkook asintió.

Jimin abrió la puerta encontrándose con una chico de casi su misma edad, era bastante lindo, había que admitirlo.

— Disculpa por molestarte, ¿Será que tienes sal?

— ¿No vienes por la música?

— Oh no, amo la canción de las divinas.

Ambos rieron.

— Jeon ve por la sal.

Jungkook rodó sus ojos y fue por la sal a la cocina dejando a Jimin y a su vecino conversando.

— ¿Eres nuevo, no? Jamás te había visto por aquí.

— Me mudé hace un par de días, vengo de Orlando.

— Eso es genial.

El chico le sonrió.

— ¿Y vives solo?

— No, vine con mi novia, no sería capaz de vivir solo.

— Ya veo, soy Jimin. — Se presentó. — Y el chico que fue por la sal es Jungkook, mi novio.

— Claro, era obvio que un chico como tú tiene novio.

Jimin sonrió nervioso.

— Ten. — Jungkook le entregó la sal.

— Gracias, Jimin, mañana te la entrego sin falta.

El rubio solo asintió aún con su sonrisa en su rostro y cerró la puerta.

— Cliri, iri ibvii qii in chici cimi ti tiini nivii. — Le arremedó Jungkook al chico. — ¿Y tu por que le sonríes de vuelta? — Le dijo esta vez a Jimin mientras hacía un pequeño berrinche.

— Solo fui amable.

— Tu sonrisita nerviosa dice lo contrario.

— A todos les sonrío.

Jungkook se cruzó de brazos yendo hacia su habitación, Jimin soltó un suspiro yendo detrás de él.

— Bebé no te enojes.

— No estoy enojado.

— ¿Seguro?

— No.

Jimin soltó una pequeña risa abrazando a Jungkook.

— Necesitas relajarte un poco. — Musito mientras besaba su cuello.

— Se a lo que va esto y estoy cansado.

— Un poquito.

— No no, estoy cansado.

Jimin rodó sus ojos.

— Duérmete entonces.

— Eso haré. — Le respondió mientras se acostaba. — ¡Bam!

El perro ante el llamado de Jungkook se paró del sillón y fue corriendo hacia la habitación.

— Acuéstate con papi.

— ¿Y yo?

— Ve si el vecino te recibe. — Se acomodó abrazando a bambi y cerró sus ojos para dormir. — Apaga la luz antes irte, gracias.

Jimin se fue indignado de su habitación, ya no había respeto.

ꗃ 김 💵 전 ୬ 🤍

— Come bebé. — Le habló Jungkook a bambi mientras le servía su comida en un plato. — No puedo creer que Jimin de verdad haya dormido en el sillón en ves de la habitación de Hyejin.

Lo tomó entre sus brazos y lo llevó a su habitación, recostó a Jimin con cuidado y lo tapó.

— Eres demasiado lindo para este mundo, no te culpo, bueno, en realidad si es tu culpa. — Le habló a Jimin dormido. — Ni siquiera me escuchas, eres el peor novio. Pero te amo, aún que jamás me escuches.

— Estoy durmiendo pedazo de imbécil, claro que no te escucho.

— Pero me acabas de responder.

— Por que no me dejas de hablar. — Le reclamó. — ¿Por que me trajiste aquí? Yo estaba cómodo en el sillón.

— ¿En serio?

— No.

Jungkook se sentó a la orilla de la cama y Jimin se volvió a acomodar para seguir durmiendo.

— ¿Te quedaras ahí o dormirás conmigo?

El castaño con una sonrisa se acomodó al lado de su novio y lo abrazó.

— ¿No quieres hacer algo? — Le preguntó mientras acariciaba su cintura por debajo de su polera.

— Ayer no quisiste tener sexo conmigo, aún me duele.

— No es que no quisiera, solo estaba cansado.

— Ya no importa.

Jungkook siguió acariciando su cintura bajando su mano hasta casi las nalgas de Jimin.

— Deja mi trasero si no quieres que te corte los dedos.

— Mi mano no está en tu trasero.

Jimin quitó la mano de Jungkook y le dio la espalda.

— Mejor para mi.

El castaño se acercó aún más el quedando en la posición de cucharita, siguió con sus caricias en sus caderas pero esta ves subió a su abdomen.

— Me gusta mucho tu abdomen.

— No dirás lo mismo cuando parezca una pelota con patas.

— Serás una bonita pelota.

— Eso no ayuda.

— Serás mi pelotita.

— Eso menos.

Guardó silencio y cerró sus ojos para dormir también, pero las manos de Jimin comenzaron a tocar su entrepierna.

— Ya se a lo que va esto.

— Estoy buscando tu mano. — Le aclaró. — Quiero que me abraces aun que sea dos minutos, ¿Puedes no pensar en sexo?

— Se me es algo imposible. — Bromeó.

Jimin se paró de la cama y se fue la habitación.

— Amor era broma.

— No me gustan tus bromas. — Gritó desde la sala.

— Vuelve.

— Bambi está sentado en mi regazo.

Se paró de la cama y se fue a la sala sentándose al lado de Jimin.

— Ven aquí.

Bambi se quitó del regazó de Jimin y este aprovechó para sentarse en el de su novio.

— Claro que puedo abrazarte, todo el tiempo que quieras. — Masculló para luego besar su frente. — Te amo.

— Yo también te amo. — El besó sus labios.

Jungkook abrazó su cintura y Jimin su cuello, ambos se quedaron en aquella posición por un buen rato hasta que llegó la noche. Pidieron esta vez hamburguesas y se las comieron mientras veía una película acostados en la cama.

En cuanto terminaron, Jimin se acostó en el regazo de Jungkook mientras veían los últimos minutos de la película. El brazo de el castaño descansaba sobre el hombro de su novio mientras Jimin jugaba con sus dedos, lo miró y sonrió al ver que este poco a poco se quedaba dormido.

El rubio se levantó de su regazo provocando que Jungkook se despertara.

— ¿Estas bien? — Le preguntó a su novio, viendo como este apagó la televisión y la luz.

— Si, estoy bien.

Se metió a la cama junto con el y Jungkook recostó su cabeza en el pecho de su novio.

— Te amo, buenas noches.

— También te amo.

Besó su cabeza y ambos se quedaron dormidos juntitos como lo hacían siempre.

Llanto gente, eso soy