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03 ᥫ᭡ ˖

Jimin se bajó de auto con un bolso en sus manos, el cual traía el dinero ya lavado y listo para ser entregado, obvio no lo traía completo, pues estábamos hablando de medio millón.

Jungkook le había dado su número para poder mandarle su dirección y que fuera a entregarle el dinero.

Golpeó la puerta con sus nudillos y la abrió uno de sus guardias, lo invitó a pasar y Jimin con un poco de miedo se adentró a la casa.

— Buenos días rubiecito. — Lo saludó Jungkook al verlo.

— No me llames así. — Contestó dejando el bolso en la mesa.

— Que ánimo. — Dijo con sarcasmo. — Cuéntenlo.

— No está todo, aún me falta, pero es lo que pude lavar esta semana.

— ¿Y por que si quiera te apareces aquí si no tienes mi dinero completo?

— Hablamos de medio millón, no es como que te lo pueda tener todo lavado de aquí a dos semanas. — Contestó.

Jungkook se paró de su silla y lo apuntó con su arma.

— Deja de gritarme.

Jimin suspiró.

— Trataré de lavar más, pero ten en cuenta de que lo hago solo, también trabajo y tengo una hija que cuidar.

— Mientras me entregues mi dinero me da igual lo que pase o no en tu vida. — Habló el castaño aún sin bajar el arma. — Le diré a uno de mis hombres que te cuide.

— No necesito un niñero.

— Necesito que estes con vida, ya arrestaron a uno de mis hombres y si uno cae podemos caer todos. Hasta tu, el que tengas una hija no te salva de ir a la cárcel.

— Lo se, pero no necesito que me cuiden.

— Yo creo que si.

Jimin rodó sus ojos.

— Puedes irte. — Le dijo Jungkook. — Más te vale que para la próxima traigas más.

— Trataré. — Le respondió antes de salir por la puerta. — Una cosa, jamás vuelvas a apuntarme con un arma otra vez.

Salió de la casa y volvió a su auto, dio en marcha hacia su casa para poder descansar y dejar de pensar en cuán sexy se veía Jungkook con ese traje.

ꗃ 김 💵 전 ୬ 🤍

— Hola, ¿Que haces aquí? — Dijo Jimin al ver a Namjoon parado en frente de él en cuanto abrió la puerta.

— Vine a invitarlos a comer.

— ¿Y eso?

— Jin se fue de viaje así que estoy solo. — Confesó.

— Hola papá. — Lo saludó Hyejin al verlo.

— Hola cariño, ¿Quieres ir por pizza, hamburguesas o lo que tú quieras?

— ¡Si! ¿Papá está invitado?

Namjoon asintió mientras miraba a Jimin.

— Tengo cosas que hacer, vayan ustedes. — Dijo mientras acariciaba el cabello de Hyejin.

— Pero papá.

— Para la próxima ¿Si?, lo prometo.

Namjoon espero a que su hija de pusiera algún abrigo para poder irse, ambos se despidieron de Jimin prometiéndole que le traerían algo de su comida.

En cuanto cerró la puerta se recostó en esta peinando su cabello hacia atrás.

— Necesito beber.

Se paró del suelo y fue por su botella de whiskey, se sirvió en un vaso de Spiderman y lo bebió.

La puerta volvió a ser tocada y Jimin fue a abrirla, pensando en que era namjoon por que se les había quedado algo.

— ¿Que se les...?

— Hazte a un lado.

Jungkook empujó el cuerpo de Jimin y como pudo se sentó en el sillón, el rubio abrió sus ojos de par en par al ver que la pierna de Jungkook estaba herida. Cerró la puerta y respiró hondo antes de ir donde el.

— ¿Me vas a ayudar o te quedarás ahí parado?

— Iré a dormir junto con mi vaso de whiskey.

— No seas idiota y ayúdame.

Jimin bebió de un trago su vaso de whiskey y fue por el botiquín hacia su baño, lo tomó y volvió donde Jungkook.

— Estas manchando mi sillón. — Se quejó. — No puede ser.

Jimin saco una venda para ponerla en la herida, pero Jungkook lo detuvo.

— La bala sigue ahí, tienes que sacarla.

— No puedo ver mucho con tu pantalón, tendré que cortarlo.

Jungkook solo aceptó, Jimin tomó unas tijeras y cortó el pedazo de pantalón justo donde estaba la herida.

— Piensa en otra cosa. — Jungkook miró hacia otro lado en cuanto Jimin metió sus dedos en su herida, obviamente con guantes puestos. — ¿Que estás mirando?

— La pocilga en la que vives.

Jimin lo miró con su ceño fruncido.

— Idiota.

Siguió buscando con sus dedos la bala pero no lograba encontrarla, introdujo un poco más sus dedos aún buscándola.

— Tu hija se parece mucho a ti, el pelo rubio, las mejillas, los labios, los ojos. — Le dijo mientras veía una foto de ellos colgada en la pared. — ¿El hombre de traje es su padre?

— Si.

— ¿Estas casado?

— No, el fue mi novio durante mi adolescencia, cuando tenía dieciséis supe que tendría un bebé, cumplí los diecisiete y nació mi hija, después de eso se fue. Apareció cuando Hyejin estaba por cumplir trece años, supe que estaba casado y que estaba trabajando.

Jungkook asintió comprendiendo.

— Tu vida es un asco.

— Lo se.

Jimin se paró del suelo para servirse otro vaso de whiskey y beberlo de un solo trago.

— ¿Quieres?

Jungkook asintió.

Jimin le sirvió un vaso y se lo entregó, siguió con las búsquedas de la bala hasta que la encontró.

— La voy a sacar lentamente. — Mintió. — No dolerá nada.

Quitó la bala lo más rápido que pudo haciendo que Jungkook gritara.

— Hijo de perra.

— Haré que te tragues la bala si no te callas y me agradeces.

— Gracias.

Jimin sonrió conforme con aquel agradecimiento, tiró la bala al basurero y ahora si vendó la herida de Jungkook.

— Listo, quizás en un par de días o una semana estarás como nuevo.

— Gracias otra vez. — Le sonrió.

— ¿Me estás sonriendo? No lo puedo creer, ¿Tú sonríes?

— Cuando es necesario.

— Hazlo más seguido, tu sonrisa es bonita. — Le dijo sincero.

— ¿Me estás coqueteando?

— No confundas amabilidad con coqueteo, solo te dije que tienes bonita sonrisa, no que te quiero en mi cama. — Le aclaró. — ¿Quieres que te vaya a dejar o quieres quedarte?

— Esos tipos deben estarme buscando, la mayoría de mis guardias deben estar muertos así que no tengo más opción.

— Iré por unas cobijas.

Jungkook asintió y esperó a que Jimin fuera por las cobijas para poder acomodarse en el sillón.

Mientras hacía una mini cama para Jungkook, la puerta fue tocada por Namjoon que venía a dejar a Hyejin. Jimin abrió y recibió a su hija.

— Hola bebé, ¿Cómo te fue?

— Bien, comimos un montón de cosas y conseguí el número de un chico.

— No puedo creer que hayas dejado que tenga el número de un chico.

— Tiene casi quince años, en algún momento tendrá novio.

Jimin rodó sus ojos.

— ¿Podrías ir a recogerla mañana? Tengo algo que hacer.

— Claro. — Aceptó Namjoon. — Nos vamos mañana, adiós pequeña.

— Adiós papá.

Namjoon desapareció de su vista y Jimin pudo cerrar la puerta, Hyejin se iba a dar la vuelta para ir s su habitación pero Jimin no la dejó.

— ¿Que haces?

— No quiero que pienses nada malo, pero un amigo se va a quedar hoy a dormir, solo hoy, lo juro.

— ¿Tuviste sexo con él?

— ¿Quién te enseño esa palabra?

— Tengo educación sexual en la escuela.

— No lo puedo creer.

Hyejin se dio la vuelta y vio al hombre acostado en el sillón.

— Es muy guapo. — Musitó hacia su padre.

— Gracias. — Contestó a Jungkook. — Pero la pedofilia no va conmigo.

— Hyejin a tu habitación.

La chica le hizo caso a su padre y se fue a su habitación, Jimin se sentó en la mesa que estaba en frente del sillón y le habló a Jungkook.

— El baño está al fondo a la izquierda y mi puerta es la de color rojo, puedes comer lo que encuentres, cualquier cosa me llamas

— Gracias rubiesito.

ꗃ 김 💵 전 ୬ 🤍

— Jimin. — Llamó Jungkook desde la sala. — ¡Jimin!

— ¿Que quieres? Son las tres de la mañana.

— Quiero hacer pipí.

Jimin suspiró y fue donde el para ayudarlo a pararse, con un poco de dificultad lo levantó y lo llevó hasta el baño. Quiso irse pero Jungkook le dijo que no.

— ¿Después como me iré? Tienes que quedarte.

— Bien. — Aceptó. — ¿Quieres que me de la vuelta?

— No es como que vayas a ver algo que no tienes, pero si quieres hazlo.

Jimin le dió la espalda y esperó a que Jungkook estuviera listo para llevarlo al sillón.

— ¿No quieres nada más? ¿Tienes hambre?

— Si, no cené hoy.

— ¿Quieres algo en específico?

Jungkook negó.

— Sorpréndeme.

Jimin no sabía que más cocinar además de panqueques, así que le preparó tres panqueques con un poco de frutas y un jugo.

— Pensé que tenías más imaginación.

— He comido pizza la mitad de mi vida.

Jungkook rió.

— ¿Ves que puedes usar la boca para otras cosas? No solo para insultar y amenazar a la gente.

— Si, puedo hacer muchas cosas con ellas.

Jimin había captado eso.

— Eres un pervertido. — Le dijo para luego golpearlo con una almohada. — Termina de comer.

— Están buenos, me sorprendes.

— Esa era la misión.

ambos siguieron conversando hasta que Jungkook terminó de comer, Jimin lavó el plato y el vaso para luego ir a acostarse.

— ¿Seguro que estas bien? Hace frío.

— Estoy bien.

— Eres muy terco.

Si, Jungkook terminó durmiendo en la cama de Hyejin.

El cobertor de Barbie era muy calentito.



Amo cómo está quedando 😭😭😭

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