
⋆⌇7.Hogar.
|Jeon Jungkook;
Solté un pequeño suspiro, mirándome una vez más de arriba abajo en el espejo, sintiéndome intranquilo intentaba detener mis manos que acomodaban una y otra vez la chaqueta.
Debo mantener la calma.
Pestañé varias veces, repitiéndome una y otra vez a mi mismo que todo iba a estar bien, que no me pasaría nada malo.
Solo espero que así sea.
Salí de mi habitación comprobando que llevaba lo necesario conmigo: llaves (tanto de la moto como la de casa), celular y billetera. Tomé el casco cuando mis pies estuvieron frente a uno de los muebles del vestíbulo y caminé en dirección a el garaje.
—¿Estás bien?— la voz de Yoongi me volvió a la realidad una vez que salí por completo de la casa.
Asentí acomodando el casco que cubría mi cabeza y una vez que Yoongi puso en marcha su moto, ambos nos dirigimos al sitio donde estarían esperando los demás.
Por él...por mi.
—¿Si vino?— el asombro en la voz de Taehyung una vez que deposité uno de mis pies nuevamente en el suelo me hizo rodar los ojos.
—Les dije que lo convencería— contestó retirándose el casco Yoongi.
Imitando su acción retiré el mío, revolviendo un poco mi cabello.
—Nos alegra tenerte de vuelta Kook— mencionó Hoseok haciéndome un pequeño corazón con sus dedos.
Le sonreí sintiéndome muy agradecido. El pecho se me infló de nostalgia al darme cuenta que había pasado mucho tiempo de la última vez que estuvimos todos juntos en motos y sin evitarlo los recuerdos de los buenos tiempos me invadieron la mente sin permiso.
Las risas.
Las bromas.
Las carreras.
Mi accidente.
Sacudí la cabeza alejando por completo cualquier imagen relacionada con aquel día y decidí prestar atención a lo que hablaban sin parar los demás.
—Venga ya, este año la competencia es muy dura— expresó moviendo exageradamente las manos Taehyung.
—En eso tiene razón, los novatos de hoy en día vienen arrasando— apoyó Namjoon dándole una calada al cigarro que tenía en una mano.
—¿Alguno competirá esta noche?— quise introducirme en la conversación, ganando con tal pregunta la atención de todos.
Hubo unos minutos de silencio, mientras se compartían miradas entre ellos mismos, pues anteriormente les había pedido de favor que no me hablaran de competiciones ni aunque ellos estuvieran en ellas, pues no aceptaba la idea de no poder estar junto a ellos apoyándolos por mi maldito pánico.
—Este año solo se postuló Taehyung, quiere impresionar a una chica— comentó Jimin rompiendo el silencio.
Alcé una ceja cruzando mis brazos.
—Así que una chica, eh— bromee sonriéndole pícaramente a mi amigo.
Este me miró apenado pasando una mano por su cabello nervioso.
—¡No es por eso!— protestó cuando los demás apoyando mi burla se unieron a ella.—No quiero impresionarla, tampoco lo lograría, no le van las motos.
Vaya, más interesante.
—Eso es cierto, la chica es miembro del club de la formula uno, creo que el hermano mayor es famoso en ese mundo— comentó Hoseok, ganándose la sorpresa por mi parte.
Miré a Taehyung, boquiabierto.
—¿Te gusta una corredora de autos?— pregunté sin creérmelo.— ¡No puedo creerlo, ahora si estas buscándote buenos ligues!— piqué, solo para verlo molestarse.
—¡No es mi ligue!, es una amiga— se defendió con cierta molestia.
—Si, amiga o no amiga, debemos irnos, llegaremos tardes si seguimos molestándole— comentó Jin señalando a Taehyung cuando paso por su lado para ir a su moto.—Planten sus lindos traseros en las motos y larguémonos de una vez.
Todos obedecimos, después de todo, Seokjin era el mayor.
Quizás la noche será más divertida después de todo, pensé, antes de colocarme el casco.
╰─────── ⋆ ˚。🏍⋆。───────╯
Sentía los latidos de mi corazón en la garganta, en las orejas, en la cabeza, en los brazos... en todo mi cuerpo.
Respiré. Deteniendo la moto.
La entrada luminosa del club nos dio la bienvenida, apreté mi mandíbula dispuesto a seguir a los demás hasta el estacionamiento del sitio.
Podía sentir el sudor correr mi espalda.
Creo que ya no quiero estar aquí.
Mientras los demás se dedicaban a bajar de sus motos, yo seguía ahí, sobre la mía, con un pie en el suelo para mantener el equilibrio y mirando un punto fijo dejando que mis pensamientos me atormentaran por completo.
—Venga Jungkook— la mano de Jimin aterrizó sobre mi hombro, sacándome del trance y a la vez, asustándome. Quité mi casco, revolviendo mi cabello le miré.—Solo respira con calma ¿Sí?, estamos todos contigo, no estarás solo en ningún momento.
Asentí, confiado de sus palabras.
Venga ya, ¡Vamos Jeon!
Nada puede derrumbarte y menos un sitio al que amas tanto.
Yo puedo con esto, yo soy más que esto.
Claro que sí.
Tragué saliva, bajándome de la moto le tendí las llaves a Jimin para que este parqueara de forma correcta ya que yo no lo hice y dirigí mis pasos hacia los demás.
Me sonrieron y se colocaron a mis lados para caminar.
No pude evitar apretar el brazo de Hoseok una vez que las miradas comenzaron a comerme vivo, pues es más que obvio que no esperaban verme de regreso.
Y menos un día como hoy.
Recuerda, respira.
Cuando nos adentramos al sitio, a mi hogar, el vibrar de la música se apoderó de mi cuerpo, provocando que sintiera cosquilleos en mi interior al ritmo de las canciones. El sitio estaba oscuro, pues solían animar el espacio antes de comenzar la competición.
Me sentía quizás un poco en el fondo...nuevamente en mi hogar.
—¡Es Jeon Jungkook!— gritó alguien a través de un micrófono, provocando que la música se detuviera y que todos los presentes se giraran de un lado a otro en mi búsqueda.
Maldita sea, esto no me lo esperaba.
Un chillido femenino provocó que Hoseok (que seguía a mi lado) se sobresaltara y de un momento a otro, los chicos comenzaron a rodearme para no ser atacado directamente por todos aquellos que corrían o caminaban rápidamente en mi dirección.
La respiraciones que intentaba controlar se estaban escapando de mi poder y comenzaban a ser de forma irregular.
—¡Jungkook!, ¡Jungkook!, ¿Volverás a las carreras?— gritaban de un lado a otro, mientras debido a la cantidad de personas mi cuerpo y el de los chicos era agitado.
Los latidos de mi corazón ya no sólo se escuchaban en el inicio de mi garganta, estaban en todo mi cuerpo.
Cuerpo que era movido de un lado a otro y solo podía entender con claridad como mis chicos pedían que se alejaran de mi.
Me está comenzando a faltar el aire.
—¡Jeon, Jeon!
—¡Mira, Jeon, por aquí!
—¡¿A que has venido?!
No había sido buena idea venir.
Mierda.
—Deténgase, por favor— dije casi en susurró mientras llevaba las manos a mis oídos.
—¡¿PERO QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ?!— una voz muy conocida y capaz de provocarle un vuelco a mi corazón se escuchó por todo el sitio a través de un micrófono.
De forma inmediata la multitud se calmó.
—¿Qué están haciendo todos ustedes?— volvió a preguntar, viéndose bastante molesto.—Déjen a el chico en paz, tengan un poco de educación y respeto por una persona que no está preparada para ser atacada de esa forma tan repentina— regañó.
Los presentes (que en su mayoría eran competidores y viejos colegas) se mantuvieron en silencio, recibiendo el regaño de mi padrino...
Mi maestro.
El dueño de este sitio y el mejor entrenador del mundo.
—Al que vea molestando a Jeon Jungkook será echado del lugar y si es un competidor automáticamente será expulsado de la competencia— advirtió, llevando nuevamente el tabaco que tenía en una de sus manos a sus labios.—Ahora dispersaos y que la fiesta siga.
Y al terminar la última palabra, la música volvió a retumbar en el sitio como si nada hubiera pasado.
Aún me costaba respirar.
—Por favor, sáquenme de aquí— pedí, mirando a mis amigos. Los cuales moviéndose rápidamente me llevaron a la zona vip en vistas del circuito cerrado de la competición.
—¿Estás bien?— preguntó Jin una vez que deje caer mi cuerpo sobre un sofá carmín.
Abrí mi boca, permitiendo que la exhalación fuera más fuerte mientras mi pecho subía y bajaba.
—Sí, creo, necesito agua— pedí e inmediatamente Namjoon me tendió un botella.
Abrí este dándome un buen sorbo.
—¡Jeon!— el grito agudo que se escuchó en aquel espacio no solo provocó que mi cuerpo se sobresaltara, pues Jimin terminó tropezando con sus pies al ser levemente empujado por una mujer.
El rostro de mi madrina se posicionó a escaso centímetros del mío.
—¡Dios mío, dios mío!— chilló frente a mi, asustándome un poco se lanzó a abrazarme, estratégicamente alejé la botella de agua para no mojarla.—¡No puedo creer que estés aquí!
Apretaba mi cuerpo contra el suyo, de tal forma que me estaba cortando la respiración.
—Noona...no respiro— dije, como pude intentando apartarla.
—¡Mujer!— la voz de Jack (mi padrino) se hizo presente nuevamente.— Acabo de protestar afuera por esto mismo, me van a matar a el niño— protestó mientras se acercaba a mi.
Minnie (mi madrina) se detuvo disculpándose y antes de alejarse de mi por completo se giró hacia su marido solo para sacarle la lengua. Dando leves saltitos se posicionó al lado de Namjoon, quien la miraba receloso.
—Se ve que aquí tienen favoritismo— protestó el antes mencionado, recibiendo el apoyo de los demás.
Sin evitarlo solté una carcajada. Pues Jack y Minnie no solo eran mis padrinos, si no que también de los demás chicos.
—Namie, no seas celoso, llevaba tiempo sin ver a ese mocoso— aclaró mi noona, tocándole la punta de la nariz a Nam.
Él resopló.
—Me alegra tenerte de vuelta remolino endemoniado— por otro lado mi padrino capto mi atención, abriéndome los brazos mientras me miraba con cariño.
Había extrañado mucho sus apodos.
Sin pensarlo dos veces me abalancé sobre su cuerpo, abrazándole, sintiéndome seguro.
Como si fuera mi padre.
—A mi también me alegra estar de vuelta— aunque no de la forma que debería estar de vuelta, pensé pero decidí no decir.
╰─────── ⋆ ˚。🏍⋆。───────╯
Luego de la larga charla que se mantuvo, los padrinos se retiraron pues debían dirigir ciertos temas con respecto a la competición de hoy. La cual ya estaba a punto de comenzar.
La sala vip donde nos encontrábamos tenía un balcón con vistas exclusivas hacia los corredores, desde ahí podía ver a Taehyung sonriéndole a la cámara que le grababa y mostraba en la pantalla grande del circuito.
Los chicos se habían dispersado a varios sitios para resolver asuntos propios mientras mi único objetivo era observar desde mi lugar a la multitud de personas ansiosas por ver la competición. Jimin que había ido a por unas bebidas hizo acto de presencia dejando frente a mi una lata de cerveza.
—Fui rodeado por unas adolescentes que me amenazaron de muerte si no te traía este sujetador para que lo firmaras, así que por el bien de nuestra amistad, hazlo— me comentó dejando frente a mi un sujetador y un rotulador negro.
Le di un sorbo a la bebida intentando no reír por lo mencionado.
—¿Dónde están las chicas?— pregunté, curioso.
—En la puerta, dicen que hasta que no les de esa firma no me dejaran en paz, hazlo, ahora— pidió mientras se sentaba y colocaba ambos pies sobre una pequeña mesita.
Tomé el rotulador y el sujetador y me dirigí a la puerta, en busca de aquellas capaz de amenazar a mi amigo por un autógrafo.
Coloqué el código de la puerta abriendo esta.
—¿Te has vuelto loco?— preguntó Jimin al verme con intensiones de salir, le guiñé un ojo, divertido.
Asomé mi cabeza, encontrándome a tres chicas sentadas afuera mientras miraban sus celulares y conversaban entre ellas.
—Chicas— llamé, a baja voz para no llamar tanto la atención.
Estas al verme comenzaron a chillar, hice una mueca, llevando mi dedo índice a los labios para pedirles silencio, me obedecieron callándose al momento.
—Vengan— pedí, mientras me atrevía a mostrar mi cuerpo fuera de la puerta.
Le entregué a la del medio el sujetador y abrí el rotulador antes de preguntar:
—¿Tienen alguna hoja o algo?— una de ellas asintió, le sonreí, pude ver como se sonrojaba mientras me entregaba una pequeña agendita.
Escribí una pequeña frase agregándole al final mi firma, me tomé una foto con ellas y después les pedí amablemente que se retiraran a ver la competición que no se tardaría en comenzar.
—Vaya, que tacto tienes— comentó Jimin dándole pequeños sorbos a su cerveza
—Son solo unas adolescentes, no se les debe romper las ilusiones— opiné.
Yoongi entró, llamando la atención de ambos.
—Ya va a comenzar— y justo cuando hablaba se escuchó por los parlantes como se anunciaba la carrera.
Nos dirigimos a el balcón, donde claramente tendríamos una mejor visión.
—Necesito un favor— pidió el mayor.
Lo miré, esperando a que hablara.
—Necesito que te concentres específicamente en el corredor 097, toda la carrera te quiero ver tener los ojos plantados en él.
—¿Eso se debe a qué...?—pregunté, curioso.
—Lo sabrás una vez que acabe la competencia, amigo- sonrió misterioso levantando un vaso de whisky a sus labios.
Corredor 097....¿Por qué debería sentir curiosidad por ti?
—notita:
Se vienen cositas, este capítulo fue modificado completamente, espero que les guste.
Cada vez nos adentramos más en el mundo de nuestro niño bonito jeikey.
Gracias por leer estrellitas mías.
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