⋆⌇3.Tú eres un completo idiota.
|Jeon Jungkook;
La cena transcurría como era de esperarse, tranquilamente. Mi padre (el cual sorprendentemente estaba de buen humor) conversaba animadamente con su viejo amigo de años el señor Han, mientras mamá hacía lo mismo con la señora esposa de este. Mi hermano acariciaba el dorso de la mano de su prometida mientras se decían cosas en voz baja. Y yo estaba buscando alguna forma de sacarle conversación a Chae Won.
La cual ni siquiera me miraba.
Giré un poco mi cuerpo hacia ella, mirándola fijamente pasé sutilmente uno de mis dedos por su antebrazo, captando la atención que quería de su parte.
—Estoy cenando— me dijo, antes de llevar un trozo de carne a su boca.
—Tú puedes hacer lo que quieras cariño, aquí el que quiere hablar soy yo, como verás todos se han dividido en grupitos para charlar y no creo que te interese escuchar a tus padres hablar de negocios y estética y a mi hermano y su prometida de sus intimidades— comenté sonriendo un poco al ver su cara de fastidio.
—Simplemente levántate y vete, no quiero hablar contigo— susurró frunciendo su ceño.
Ignorando sus palabras (debido que aún no me puedo levantar de la mesa o mi padre me mirará con mala cara por interrumpir este momento) me acerqué un poco más a ella, volviendo a deslizar mi dedo por su antebrazo suavemente.
—¿Qué tal la universidad?
La pregunta la tomó por sorpresa, pues no llegó ni siquiera a llevar la comida a su boca cuando giró su rostro hacia el mío.
—¿Qué te importa?— preguntó, a lo cual cambié mi semblante a uno un poco más serio, dudó mirando mi dedo sobre su piel y luego mis ojos y soltando un pequeño suspiro comenzó a contarme.—Va bien, no es exactamente como me la imaginaba y hay demasiadas competencia, por lo menos en mi carrera, aún así me va bien.
Asentí, emitiendo un pequeño sonido desde mi garganta para luego seguir.
—¿Y tienes novio?— pregunté alzando mis cejas con diversión al ver como se le encendían un poco las mejillas.
—¡No es asunto tuyo!— abrió sus ojos exageradamente mientras intentaba no alzar la voz al punto de llamar la atención.
—Oh por dios, no me lo puedo creer— dije, entreabiertos mis labios dispuesto a molestarla.— ¡Si tienes novio!
Me hizo callar con un quejido cuando pellizco uno de mis muslos de forma rápida, me reí mientras pasaba mi mano por la zona maltratada.
—¡No!, es solo un amigo ¿Vale?, no somos novios, tampoco quiero que lo seamos.
—Vaya, al parecer ese chico no te está satisfaciendo de la forma adecuada— deslicé la lengua por mis labios de forma rápida, siendo consciente de que sus ojos siguieron dicho movimiento.
Sus mejillas comenzaron a encenderse de rojo y apartó mi dedo de su antebrazos en cuestiones de segundos, tragó saliva, se alejó un poco de mi y concentró su atención en su cena.
—No me refiero a eso...
Iba a contestarle pero mi atención fue interrumpida por el vibrar de mi celular, saqué suavemente y de forma disimulada este del bolsillo de mi pantalón, mis padres no permitían que el celular estuviera presente en las cenas.
Deslicé mi dedo por la pantalla una vez que me aseguré de que el volumen del mismo estuviera completamente disminuido. Entré a WhatsApp, exactamente en mi chat con Jimin.
Jiminshi:
Oye bro, ¿Ya sabes que hacer?
8:30pm ✓✓
Fruncí un poco mis labios, pues no sabía que contestarle exactamente.
Yo:
No lo veo muy claro aún
8:30 pm ✓✓
Desvíe mis ojos a la pequeña palabrita que se mostraba debajo de su foto de perfil donde me indicaba que estaba escribiendo.
Jiminshi:
Se que no buscas nada serio, pero no es tan mala idea, tengo una chica en mente, la conozco de hace un tiempo y siempre a sentido cierta atracción por ti. Es linda y tiene bastante cosas en común contigo, lo sé porque he tenido que convivir con ella. Si quieres te envío su número y ves que tal.
8:31pm ✓✓
No quería hacerle un feo a él, que estaba intentado ayudarme de todas las formas posibles. Así que terminé accediendo a su propuesta. Apagué el celular, dejándolo nuevamente donde estaba e ignoré la vibración que dio, pues sabía que había sido Jimin.
No puedo cerrar mi mente, aunque no quiera necesito tener a alguien para mantener la apuesta. Quizás la chica sea de mi agrado, incluso podríamos ser amigos.
Pero eso no lo sabría hasta que no le escribiera o quedara con ella.
A diferencia de los chicos nunca me había gustado estar ligando con muchas chicas a la vez, o quedar con una diferente cada día de la semana. Si sabía lo que podía provocar en ellas con un par de palabras dulces, miradas y sonrisas. Pero tampoco me aprovechaba del todo de eso. Básicamente me fastidiaba tener que cargar después con esas "chicas" que llaman para más.
Me gustaba divertirme, con o sin chicas, iba a mi rumbo, vivía en mi mundo y no necesariamente necesitaba una fémina para pasarla bien.
Hasta que llego Somi y todo cambió.
Nos liamos en una fiesta hace bastante tiempo, terminamos en un baño, con mi cara en su zona baja mientras ella se deleitaba y la puerta no dejaba de ser azotada por personas que necesitaban entrar. Ya sea a vomitar, orinar o viceversa.
Después de ese día quise volver a verla.
El deseo de pasar más tiempo a su lado cada día se volvía más necesario. Hasta que terminé pidiéndole que fuera mi novia.
Pero bueno, aquí estamos ahora.
Agité mi cabeza, saliendo por completo de esos pequeños recuerdos de la noche en que conocí a la que ahora llamo ex-novia. Me enfoqué en mirar a Chae Won.
Sonreí a medias, cuando su rostro se frunció al no entender algo que decía su madre.
Sin darme cuenta me había quedado mirándola fijamente sin razón alguna ciertamente. Pero al parecer la intensidad de mis ojos llamó su atención (nuevamente) porque giró su rostro hasta dar con el mío, arrugó su nariz mientras me alzaba una de sus cejas, interpreté eso como si me estuviera diciendo: ¿Por qué me miras?
A lo cual y de forma infantil me dispuse a sacarle la lengua. Soltó un bufido rodando sus ojos por un microsegundo y llevó una de sus manos hacía su regazo, seguí el movimiento de esta con mis ojos fijándome en su dorso, tenía el dedo corazón sacado en mi dirección.
Se me escapó un pequeño bufido de burla. Acto que provocó que los presentes me miraran extrañados.
—¿Está todo bien, cariño?— preguntó mamá, a lo que asentí volviendo mi mirada al frente.
Jugué unos segundos con el tenedor, dispuesto a darle fin a mi presencia en el comedor, pues había acabado de cenar y no tenía en mente quedarme hasta el postre. Ni intentar hablar con Chae Won pues esta ya había hablado lo justo esta noche.
Me deslicé suavemente sin llamar la atención de los demás hasta que estuve de pie.
—Fue una cena agradable pero ya he terminado y quiero retirarme— comuniqué, obteniendo la aprobación de mi padre y de los señores Han.
Salí de mi sitio levantando una de mis manos para acomodar algunos mechones que comenzaban a colarse en mi campo de visión, pero al hacer un mal movimiento terminé derribando la copa con vino de Chae Won.
Todo el líquido cayó en parte de mi ropa y en la suya.
Ahogó un grito y yo abrí mucho mis ojos, pues no había calculado la distancia en la que se encontraba y no pensé que la golpearía.
—¡Jeon!— regañó mi padre, mirándome seriamente.
—¡Mierda!— soltó por otro lado Chae Won, siendo regañada de igual forma por su padre al soltar una palabrota.
—Perdona Chae Won— dije, llevando mi mano a la copa para colocarla en la posición que se encontraba antes del accidente, a la par que con la otra que me quedaba libre tomaba una servilleta para pasarla por su regazo.
Me apartó la mano de un manotazo.
—No necesito tu ayuda Jeon— gruñó molesta. La miré mal.
Sí, esta bien, se me había caído la copa, pero de forma accidental, no es necesario hablarme de esa forma.
—Vaya, pues perdóname nuevamente por intentar ser amable contigo— gruñí de vuelta soltando la servilleta sobre la mesa, me acerqué a ella, a su oreja precisamente y un poco molesto le susurré.— Definitivamente ese chico no te satisface, pues estas demasiado amargada.
La ví empujarme, causando nuevamente los regaños por parte de sus padres hacia ella y de los míos dirigidos hacia mí.
—Y si me permiten, me marcharé, pues mi presencia ya no es necesaria.
Y me retiré, escuchando como mis padres se disculpaba nuevamente con Chae Won y como esta me miraba con ganas de simplemente, matarme.
Niñata.
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Estaba saliendo del baño cuando la puerta de mi habitación fue tocada, llevé una toalla a mi cabeza, para retirar el exceso de agua que caía de ella y parándome frente a la puerta abrí esta.
La cara de la pequeña mofletes se interpuso en mi campo de visión.
—¿Puedes prestarme una camiseta?— preguntó por lo bajo sin mirarme.
Bajé mi mirada a mi cuerpo y caí en cuenta de que no me miraba porque estaba en toalla. Solté una risilla, llamando su atención.
—¿Debería?
Su mirada se elevó a la altura de mis ojos, estaba nerviosa, pues abrió y cerró su boca unos segundos sin saber muy bien que decir.
—La mancha del vestido no se quita, debo quitármelo ya que tu madre mando a una de las empleadas a lavarlo— me dijo, señalando un área del atuendo que traía que mantenía un color más oscuro que el predeterminado.
Fruncí mis labios, no podía negarme, pues técnicamente había sido mi culpa.
Me hice a un lado, dándole la entrada a mi habitación, la vi dudar varios segundos, así que decidí empujar con la punta de mis dedos su espalda, obligándola a entrar.
—Te la daré, pero date un baño, debes tener parte de tu cuerpo pegajoso por el líquido— dije, buscando entre mi clóset algún pullover que no le quedara tan gigante.
Se me encendió el bombillo cuando caí en cuenta que tenía todavía algunas de las prendas de Somi. Así que suponiendo que no venga a por ellas, le daré una que otra cosa a Chae Won.
Busqué en el fondo del armario, encontrándo lo que buscaba y me giré tendiéndole la ropa.
—En el baño hay toallas limpias y quiero de regreso la ropa que te he prestado— dije, cruzándome de brazos una vez que sus manos tomaron lo que le daba.
—¿No puedo ducharme en algún baño de invitados?— preguntó, quizás un poco incómoda con la situación (y con el hecho de que estoy semidesnudo delante de ella)
—No— contesté, más bien para fastidiar, pues esta era mi pequeña venganza por haberme hablado mal cuando solo pretendía ayudarla. —Y te agradecería que entraras de una vez a la ducha, a no ser que quieras ver lo que me cuelga entre pierna y pierna.
Su rostro se tornó rojizo, al punto que incluso sus orejas estaban de ese tono, aguanté profundamente la carcajada que quería soltar. Se me era demasiado divertida toda esta situación, incluso pensé por un momento hacer como si fuera a quitarme la toalla solo para ver su reacción.
Pero ni siquiera me dio tiempo, pues en un abrir y cerrar de ojos la puerta de mi baño ya había sido azotada por ella al entrar.
—¡Tú eres un completo idiota!— chilló desde la bañera.
Reí por lo bajo negando varias veces con la cabeza.
Disfrutaba molestarle.
—notita:
Estos dos tiene una relación de amor/odio muy grande xdxd.
Espero que les haya gustado.
Gracias por leer.
Por cierto, estoy intentando no demorarme mucho en publicar pero ahora comienzan las pruebas del semestre y se me es complicado, siempre que tenga chance intentaré subir algo.
Besitos.
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