|Jeon Jungkook;

Solté un pequeño suspiro, cerrando la llave de la ducha deteniendo a su vez el agua que caía sobre mi cuerpo.

Me sentía horrible.

Cómo para no sentirme así.

Había tenido sexo con Chae.

Es que hasta pensarlo me parece absurdo.

Si me imaginé este momento, pero no de esta forma.

¿Qué demonios debo hacer?

Salí de aquel sitio, cubriendo mi cintura con una toalla y sin importarme las gotas que caían al suelo debido a la acumulación de agua en mi cabello salí del cuarto de baño y me dejé caer en la cama.

Ella no estaba en la habitación.

Había salido de esta minutos antes de que entrara al baño.

Estoy completamente perdido.

Y no quiero ser un mentiroso, no puedo mentir diciendo que no lo disfruté, que no deseaba sentir su cuerpo pero me sentía horrible.

Le había fallado a Yoongi.

Había arruinado nuestra amistad.

Por una chica.

Otro suspiro escapó de mis labios, ya no tenía ánimos de continuar esta apuesta, ni tan siquiera de verle a la cara, solo quería estar en mi habitación durmiendo hasta que todo pasara y lograra volver a tener mi vida antigua. 

Ella me había utilizado, lo sabía y aún así le permití jugar con mis sentimientos.

Realmente sentía demasiado por ella, pero en esta historia no era más que la segunda opción, era su escape, su forma de distraerse y no pensar en quien realmente ama.

No soy más que un peón en su juego.

La puerta fue tocada, provocando que saliera de mis pensamientos y lo agradecí, pues no sabía cómo dejar mi mente en blanco, me encaminé hacia ella y la abrí. El rostro sonriente de mi cuñada me dió la bienvenida y me trajo de vuelta a la realidad.

Hoy era su fiesta sorpresa antes de su boda, que estaría realizandose dentro de 24 horas.

Falta poco para acabar esto de una buena vez.

—Junsook me tiene una sorpresa y tú lo sabes— afirmó, la miré cruzandome de brazos.

—No tengo idea de que me estas hablando— me hice el desentendido. La vi sonreír aún más amplio.

Lo cual me preocupó pues la conocía bastante bien y sabía que traía algo entre manos.

—No se te da bien mentir Jeon, ya lo descubrí, fue accidental pero eso tu hermano no lo tiene que saber— dijo abriéndose paso a la habitación, cerré la puerta y volví a caminar en dirección al baño, con una muda de ropa en las manos.

Al salir, ya vestido me senté en la cama junto al lado de Amara quien había esperado pacientemente por mí.

—Chae se apareció en mi habitación en la mañana, estaba algo nerviosa. ¿Paso algo?— preguntó.

Reí de lado negando varias veces, ese era el verdadero motivo de su visita.

—Me utilizó, Amara, se acostó conmigo para no pensar en su noviecito Min— le dije harto ya de la situación.

Abrió sus ojos más de la cuenta, quizás pensó que le iba a ser más difícil sacarme información, lastima que ya no tenía ánimos para esos juegos.

—Fui un juego y solo quiero terminar esto para poder regresar a casa y estar lejos de todos, ¿Eso es lo que quieres saber?, pues dicho está, ahora te pediría que me dejaras solo pues debo arreglarme para tu ya no fiesta sorpresa— estaba sonando como un completo estúpido y ella no se lo merecía, pero estaba cansado, necesitaba un momento para mí.

—Jungkook.

—No, no quiero tus palabras de consuelo, te aprecio, eres la mejor cuñada del mundo pero no necesito a alguien ahora mismo diciéndome lo que yo mismo ya se— le di un beso en la frente y le pedí de favor que se retirara.

Obedecío y volví a dejarme caer en la cama. Cerrando los ojos, realmente lo único terapéutico que considero en estos momentos es una siesta.

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Podía reírme de la cara de nerviosismo de Junsook y de como cada dos por tres limpiaba el sudor de sus manos sobre la chaqueta de su traje, pero ni siquiera tenía ánimos para burlarme de mi hermano.

Me acomodé sobre la tarima llamando la atención de unos cuantos invitados sentados ya en sus respectivas mesas. Era mi primer encuentro frente a todos en la fiesta pues debía iniciar la entrada de Chae con una de sus canciones favoritas y a la mitad debía volver a subir a cantar la otra mientra la parejita bailaba.

Que emoción. ¡Yuju!

Chae se acercó a mí y sentí ese malestar en el estómago que había comenzado a aparecer siempre que la tenía cerca. Cómo ya es común ignoró la muy palpable incómodidad entre ambos y comenzó a hablarme.

—Kook, Amara está bajando el ascensor, falta poco para que llegue, lo harás genial se te da muy bien el español— asentí, la ví sonreírme con cariño, depósito un pequeño beso en mi mejilla y con la misma se retiró para sentarse en su sitio.

¿Cómo es posible que pueda actuar con tanta normalidad?

En este momento es donde me doy cuenta de que Yoongi tenía razón al decirme que Chae no era como yo creía.

Después de todo al parecer nunca la conocí bien.

El chiflido de mi hermano me hizo volver a la realidad una vez más, lo miré y este nervioso comenzó a mover sus manos hacia todos lados. Me reí porque en realidad se veía como un director de orquesta a punto de colapsar y dándole una señal a los músicos que me acompañarían en esta bonita iniciación de fiesta, comencé a cantar cuando la presencia de Amara inundó el ambiente.

—Esos ojos color miel, esos labios que tanto soñé... Te besé.
Esa noche nunca lo pensé, que era un antes y un después... De tu piel.
Y es que todo paso en un instante, te volviste de pronto importante, ahora dime ¿cómo hago?... Si el corazón me está ganando.
(...)

Cerré mis ojos mientras me dejaba llevar por las propias letras que salían de mis labios, había visto a Amara sonreír encantada y a Junsook ir hacia ella con un ramo de flores. Cerré mis ojos por el simple hecho de que sí no miraría a Chae, le cantaría la letra de la canción como si hubiera sido escrita para ella.

—Confieso, que nunca había perdido la noción del tiempo... Es que no te dejo de pensar — se me fue imposible aguantar más, abrí mis ojos, las personas se habían levantado de sus asientos y habían comenzado a bailar lentamente, yo la busqué a ella...— Confieso que solo tú me haces sentir que estoy completo...completo
(...)

Sus ojos dieron con los míos y presencié su mano en el pecho, sus labios entreabiertos y su respiración un poco irregular.

¿Cómo podía jugar con mis sentimientos?

Cada letra, melodía, mirada y gesto eran para ella. Este no era mi momento, no era su momento, era de mi hermano y su prometida, pero no podía, no podía dejar de mirarle, no podía dejar de sentir el descontrol de mi corazón y el picor de mi cuerpo por bajar de aquella tarima e ir hacia ella.

De preguntarle que si acaso no siente una pizca de sentimientos por mí.

Que si yo no era capaz de provocar algo en ella.

La canción acabó. Y todos aplaudieron, incluyendola a ella que gritaba mi nombre animadamente como si minutos antes no me hubiera arrancado el corazón y se lo hubiera entregado.

Y una vez más me di cuenta.

Que no...

Yo no era nada para ella.

—notita:
El separador no me carga por lo tanto lo sustituí por eso visto ahí, es para no romper la estética y que se vea bonito. Espero que eso no les incomode.

Amo a Humbe, sus canciones me encantan, y siento que la canción va mucho con en momento, aquí está todo planeado jajaja.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por leer.

Muak 🫦