|Chae Won;

Saben ese sentimiento de estar durmiendo cómodamente y de repente sentir que te vas a caer de la cama. Pues era lo que acababa de pasarme y me había despertado un poco asustada.

Y perdida.

¿En qué momento había llegado a la habitación?, Yo que recuerde, estaba en un fiesta anoche.

Parpadeé varias veces intentando organizar mis pensamientos para poder dar con algo que me recuerde a mi noche.

Levanté mi torso de la cama, quedando aún sentada sobre esta y balanceé mis pies que no llegaban al piso, de repente y como era de esperarse el dolor de cabeza se hizo presente en mi sistema.

¡Asombroso!

De un pequeño salto salí de la cama y sentí una sensación agradable subirme por las plantas de los pies debido al frío en el suelo gracias a la temperatura del aire acondicionado.

Caminé en dirección al baño donde había dejado un pequeño pote de pastillas para emergencias y saqué de éste, dos muy necesarias para mí recuperación.

Tomé un poco de agua del lavamanos y cerré los ojos mientras tragaba la pastilla. Alcé mi vista hacia el espejo, ¡Santa mierda! Parezco una muerta viviente de las películas de terror.

Llevé una de mis manos a mi boca y expulsé un poco de aire para olerlo, hice una muñeca viendo mi propio reflejo.

¿Que diablos habré tomado para oler así?

Negué varias veces y busqué mi cepillo de dientes y pasta dental para eliminar ese olor a mofeta de mi boca.

Si Jungkook llegará a olerme se burlaría de mi, llamándome por algún apodo absurdo.

Un momento...

¿Jungkook?

Giré sobre mis talones y saqué la cabeza por el umbral de la puerta que divida el baño y la habitación, y ahí estaba él, lanzado a un lado de la cama durmiendo como un bebé.

¿Lo curioso?

No llevaba ropa de dormir puesta, en realidad solo portaba adherido a su cuerpo su bóxer, mientras que su ropa (que no era la que había utilizado cuando salimos) estaba lanzada en distintas partes de la habitación. Me acerque a él, para inspeccionar que todo estaba bien.

Y sonreí aún teniendo el cepillo dentro de mi boca cuando esté dejo escapar un pequeño ronquido.

Que me dejaba claro dos cosas.

Una: Está profundamente dormido.
Dos: Huele mucho a alcohol.

¿Acaso llegamos borrachos los dos?

Tengo demasiadas preguntas para mi cerebro que no funciona tan siquiera la mitad.

Enjuagué mi boca una vez terminé y lave mí cara. También arreglé mi pelo, si lo dejaba cómo estaba posiblemte algún pajarillo se confundiera y sería capaz de colocar sus huevos en este.

Caminé nuevamente descalza hasta la mesita de noche junto a mi lado de la cama y agarré mi celular, siendo muy concientes de la gran cantidad de llamadas y mensajes que tenía por parte de Yoongi.

Bueno... Creo que encontré la respuesta a mis preguntas.

Me deslicé esta vez a un pequeño sofá que parecía casi inexistente en una de las puntas de la habitación y abrí el chat de él.

Me quedé perpleja al ver lo que yo le había escrito y mandando, ¿En qué maldito momento hice eso?, ¡Ni siquiera lo recuerdo!

Había enviado fotos, vídeos bebiendo y un montón de mensajes de lo mucho que lo necesitaba, quería y extrañaba.

Necesito sentirte de nuevo...

¿Quién me permitió mandar semejante barbaridad?

Dios, dios, ¡DIOS!

Esto no me puede estar sucediendo.

Leí sus mensajes, sus tantos mensajes hasta que llegué a uno en específico que acabo con toda la vergüenza que tenía dentro y por supuesto la convirtió en molestia.

Que te folle el niño bonito, quizás te ayude con tus necesidades de zorra.

Solté un suspiro, cansada de sus interminables insultos cuando de mostrar molestia se trataba. Y llenándome de odio, porque me tiene ya bastante harta, dejé el celular a un lado, me levanté con rapidez y caminé hacia la cama. En dirección a Jungkook.

Él quiere verme con el niño bonito ¿No?, Pues me verá con el niño bonito.

Me subí encima de Jungkook, agradecí internamente que este estuviera boca arriba, y intentando llamar la atención de su cuerpo comencé a moverme suavemente sobre él, me acerqué a su oido y le susurré.

—Kook...te necesito...— dije, mordiendo el lóbulo de su oreja.

Este de removió un poco y adormilado aún, llevó sus manos a mi trasero, para apretarlo con fuerza. Mordí mi labio sintiendo como su parte íntima comenzaba a crecer por la excitación.

Yo no me quedaba atrás, había comenzado a sentir el cosquilleo debido a la fricción de nuestros cuerpos.

Aumenté el ritmo, apoyando una de mis manos sobre su pecho.

Podría estar la vida entera así.

Contuve la sorpresa cuando este abrió sus ojos y como fiera hambrienta atacó mis labios, llevando sus manos está vez a mi rostro para adueñarse de él y por supuesto impedir cualquier movimiento de mi parte.

—Ahg, Chae, no de nuevo— me susurró en los labios, separándose de mi para mirar mis ojos  y luego desviarse hacia mi cuello.

Su lengua hizo contacto con la piel sensible de este y lameó tanto como quiso, chupó y besó, haciéndome perder un poco el juicio.

Se abrió paso hacia mi shorts, y jugó con el eslatico de este esperando alguna reacción negativa de mi parte, al no tenerla se adentro por completo buscando ágilmente mi intimidad.

Gemí cuando su tacto se volvió un mar de sensaciones para mi cuerpo.

Él sabía cómo hacerlo, ni supiera hizo falta que le dijera tan siquiera que hacer.

—Ah..— susurré, viéndolo a los ojos, a los labios, a su rostro en sí.

Sus labios húmedos me mostraron una media sonrisa y se acercó a mi oído para hablarme de una forma tan sensual que solo hizo que mojara aún más mi ropa interior.

—Voy a introducir un dedo, si logras soportarlo me veré en la obligación de meter otro más ¿de acuerdo?— me quedé en silencio sin poder decir nada debido a la excitación. —Te he preguntado que si estás de acuerdo.

Dijo, apretando mi clítoris en sus dedos, solté un gemido y asentí, sintiendo mi cuerpo desfallecer por el gusto que me provocaban sus actos.

Cómo había dicho introdució un dedo dentro de mi feminidad y al ver la lubricación de esta se dió paso a meter otro más y comenzar a moverlos de tal forma que comenzaba a nublar por completo mis sentidos.

Jamás me habían tocado de la misma forma que él.

Jamás había disfrutando con tan poco como ahora.

Se detuvo, justo cuando estaba llegando al punto más alto de existación y lo miré juzgona.
Dispuesta a reclamarle por haberse detenido.

Soltó una risita y sacó sus dedos de mi femimidad para llevar ambos a su boca y chuparlos. Delante de mi cara.

Lo había hecho delante de mi.

Y aunque normalmente me hubiera parecido algo un poco ¿asqueroso? Esta vez había provocado cierta satisfacción en mi interior.

—En cuatro— demandó, levantándome de su torso sin ningún problema.

Me puso sobre la cama, en la punta casi de esta y me obligó a doblarme, mostrándole todo mi cuerpo ante él.

Tomé una almohada y la coloqué a la altura de mi pecho.

Lo escuché suspirar, mientras que su mirada me recorría entera, sus manos se paseaban por mis glúteos.

—Estas destruyendome Chae Won— dijo dejando un leve beso en uno de mis glúteos que provocó un vuelco en mi estómago.

La espera me estaba comenzando a poner nerviosa y cuando me decidí en decir algo al respecto sentí la punta de su erecto pene en mi entrada.

Me estremecí con tan solo ese acto, empujando mi cadera hacia atrás deseosa de más.

Jungkook me detuvo y lo escuché reír.

—No tan rápido linda— dijo y comenzó a rozar nuestras intimidades a cierta velocidad.

Haciéndome sentir más deseosa, más nerviosa, más exitada.

—Jung...jungkook— dije como pude, tragando saliva al sentir mi boca reseca.

Y como si era eso lo que el necesitaba escuchar, entró, con fuerza, con determinación sacándome un sonoro gemido desde lo más profundo de mi ser.

Me aferré a las sábanas sintiendo el palpitar de mi clítoris que había sido atacado una vez más por una de sus manos. Y poco a poco cuando se dió cuenta de que estaba lista. Comenzó a moverse, suave.

Tan suave que me torturaba.

—Más— dije otro vez como pude, pues los gemidos no me permitía articular tan siquiera media palabra.

Obedeciendo mi orden comenzó a aumentar el ritmo de sus estocadas hasta que en la habitación solo se comenzó a escuchar nuestras respiraciones, nuestras pieles chocando.

Y sobre todos.

Mis gemidos.

Notita:

Holi, este capítulo tenía pensado subirlo antes, pero admito que este fin de semana a sido el peor fin de semanas de todos, ya estoy odiando octubre y apenas está empezando.

Me jodí una rodilla y ahora tengo que estar en reposo, por lo tanto implica que no puedo ir casi a la universidad, así que quizás y si estoy de ánimos (que no es el caso) les estaré actualizando un poco más rápido.

También decirles que mi preciado celular se rompió y perdí toda las cosas que tenía incluyendo notas y fotos y cosas de Wattpad, eso realmente me tiene bastante frustrada y triste. Adquirí un celular nuevo pero no es muy bueno (en realidad no es nada bueno) no sé si el banner de la historia se vea bien o no, si pudieran decirme se los agradecería. Y nada pues eso.

Debo mantenerme con este hasta que pueda adquirir uno mejor.

Si llegaste hasta aquí, felicidades te ganaste un beso en la cola de mi para ti, muak🫦

Y pues eso.

Gracias por leer.

XOXO.