|Jeon Jungkook;

—Vaya, aún te sabes mi nombre— contestó la chica, acomodándose a mi lado.

Solté una risa nasal, incrédulo por su comentario estúpido.

—Creo que me corresponde a mi decir esa frase— le solté, divertido y cabreado, vi como apretaba sus labios.

—Oye...yo

—No quiero hablar contigo— corté rápidamente todo tipo de conversación que pudiera surgir, no la odiaba pero tampoco pretendía tenerla cerca.

Y mucho menos quería explicaciones después de tanto tiempo.

—Aún sigues siendo cortante cuando te molestas.

—No pretendo cambiar mi forma de ser por otras personas, menos las que dicen valer mucho y son todo lo contrario.

Estaba bastante molesto, tanto así que había comenzando a desquitar mis problemas sobre ella.

Somi suspiro, pasando ambas palmas de sus manos por la tela de su pantalón, hubo silencio durante unos minutos, pensé que no se atrevería a hablar, pero no obstante a eso, si lo hizo.

—Se que me fui de tu vida de la forma más miserable existente, pero— soltó otro suspiro, mordí el interior de mi mejilla para evitar mandarla a callar.— Yo ya había dejado de sentir lo que sentía al principio por ti y había comenzado a interesarme en alguien más.

Me giré para mirarla, ¿qué es esto?, ¿una broma?

Enserio cree que voy a permitir que venga a molestar mi tranquilidad para decirme que me dejaba para estar con otra persona.

¿Acaso cree que voy a celebrarle tal acto?

—No quería hacerte daño, aunque al fin y al cabo terminé haciéndolo, era algo inevitable, supongo— me miró, vi tristeza en sus ojos y relajé las expresiones de mi rostro.

Ciertamente... ya me daba igual.

—Son cosas que pasan, de igual modo no iba a obligarte a seguir conmigo si ya no sentías nada por mi, son tus sentimientos eres libre de hacer lo que quieras con ellos y expresarlos de la forma que creas tú correcto.

Más silencio.

—Yo solo quería una explicación...

—Lo sé— agarró mis manos, quise apartarme pero no podía hacerlo, no tenía el valor de hacerlo.— Fui cobarde, no supe manejar esa situación y lo mejor que se me ocurrió fue marcharme sin más, perdón.

Me solté suavemente de ella, le di unas caricias al dorso de su mano y luego levanté un poco su barbilla para que me mirara.

Jamás sentiría rencor por una persona que amé en mi vida.

—Somos humanos, jóvenes y estamos en todo nuestro derecho de cometer errores, te perdono, son aguas pasadas después de todo.

Sonrió, yo también lo hice y atrapé su cuerpo en pequeño abrazo. Al separarnos secó unas pequeñas lágrimas que se le habían escapado, le sonreí.

—Solo espero que el nuevo te este tratando bien, si no me veré en la obligación de meterle una paliza.

—Tranquila fiera, esta todo bien. Pero al parecer tú no lo estas, ¿que te atormenta remolino?

Alcé la comisura de mis labios al ver que se había atrevido a utilizar nuestro apodo de cariño, le saque la lengua y negué varias veces.

—No voy hablar de eso contigo, víbora— me empujó levanté riendo.

—Esta bien, lo entiendo, pero...¿te puedo decir algo?— preguntó y asentí.—Si esa chica te está haciendo daño no tienes porque quedarte ahí, quizás hay muchas cosas que tú no sepas y podrías terminar mal, cuídate tú y tus sentimientos.

Bufé, mirándole para decir:

—¿Cómo diablos sabes que es por una chica?

—Ay Jeon— río a carcajadas.—Incluso me atrevería a decir que es por Chae Won— la miré levantando una de mis cejas.— Todo el mundo lo sabe, no obstante yo siempre me lo vi venir.

—Ya, claro.

—Lo digo en serio remolino, era algo que tarde o temprano pasaría— relamió sus labios, tragó saliva y me volvió a sonreír.— Me tengo que ir, pero recuerda siempre que... tus sentimientos y tú van por delante de cualquier cosa o...persona.

Asentí, viéndola levantarse, me tendió su mano.

—¿Amigos?

Esta vez me reí yo, negando varias veces.

—Yo jamás podría ser amigo tuyo Somi.

Asintió para darme la espalda y marcharse junto al lado de aquella persona que ahora, ocupaba mi lugar.

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Volví a la fiesta y antes de entrar acomodé mi ropa y cabello en uno de los espejos del salón, busqué una copa para ir entrando en calor y para ciertamente poder soportar lo que quedaba de noche.

Abrí la puerta que me daba acceso a donde se encontraban tanto los anfitriones de la fiesta, los invitados y... ella, por supuesto.

Sus ojos al verme se iluminaron y sus pasos fueron guiados en mi dirección. Solté un pequeño bufido, tan pequeño y silencioso para  que no fuera captado por ella y por los ojos de los demás presentes que comenzaban a observarnos.

Me sonrió y aunque mi interior se revolvió por el acto, no me inmuté en devolverle la sonrisa

—¿Dónde estabas?, prácticamente me he pasado gran parte de la noche buscándote— preguntó colocándose frente a mi.

Me acerqué un poco a su rostro, la vi sobresaltarse un poco, me mordí el interior de la mejilla, mire sus labios, sus ojos confundidos y luego giré un poco mi rostro para ir en dirección de su oreja.

—A ti no te interesa donde estaba, no hagas preguntas estúpidas— susurré, evitando que uno de los socios de mi hermano (que andaba de cotilla) lograra escuchar lo que le decía a mi acompañante.

Me miró asombrada, pues era obvio, ella no esperaba que le respondiera así.

Sonreí mostrándole mis dientes y pasé por su lado en busca de otra copa.

Que se joda.

Varios minutos después la fiesta había terminado.

—Gracias por venir— Amara se refirió a Chae.—Fue mucho más divertida la fiesta teniendo con quien hablar sobre mi país, te lo agradezco.

—De nada— respondió Chae Won en español, y mi querida cuñada sonrió encanta, luego se dirigió a mi, me dio un pequeño beso en la frente y se marchó.

Junsook se despidió de Chae y a mi solo me dio una mirada de arriba abajo, le sonreí y emprendiendo mi caminar le mostré el dedo corazón

Que se joda él también.

Subí a la moto, esperé a que ella lo hiciera y la lleve a casa en completo silencio, al llegar esperé a que se bajara y tomé el casco una vez que me lo tendió.

—¿Te apetece pasar o algo?— preguntó en voz baja, jugando con sus propias manos levemente.

—No, estoy bastante cansado y tengo cosas que hacer mañana, luego hablamos— y sin más puse la moto en marcha y me marché.

Sin despedirme, sin esperar a que entrara a casa, sin nada.

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—No creo que esa sea la mejor actitud para...

—Cállate ya— le pedí, mirándole mal y dándole un pequeño sorbo a mi vaso de agua me dispuse a sentarme junto a él.—Jimin viene.

Taehyung asintió y cambio su expresión a una más relajada.

—¿Qué pasa engendros del mal?— saludó el chico con alegría, lanzándonos un beso a cada uno.

Taehyung río, yo inevitablemente también lo hice. Detrás de Jimin comenzaron a aparecer los demás y como casi todos los fines de semana se dispusieron a comenzar a desayunar entre charlas en el patio de mi hogar.

—¿Cómo va la apuesta Jeon?— preguntó Namjoon.

—Bien— contesté con simpleza. Llevando unas tostadas a mi boca.

—Entonces— empezó diciendo Yoongi— ¿Te va todo bien con Chae?— su mirada se cruzo con la mía.

Bebí de mi vaso.

—Espectacular— contesté.

El ambiente se puso un poco tenso a nuestro alrededor, él seguía mirándome y yo a él, no sabía porque de un momento a otro me había comenzado a sentir incómodo.

—Bueno— dijo Hoseok, dando un pequeño golpe en la mesa para dispersar el ambiente.—¿Y las canciones ya las tienes listas?

—¡Cierto!— expresó por otro lado Jimin, aplaudiendo con entusiasmo.—Venga Jeon, canta.

Y a su pedido, comenzaron a sumarse los demás.

Genial, lo que me faltaba.

—notita:
A mi escribir este capítulo me gustó mucho.
Espero les haya gustado.
Besos.