«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈»... [𝖮5] 

❝𝗙𝘂𝗿𝗶𝗮❞

El amanecer en el pequeño apartamento de Jimin fue un despertar tranquilo, una transición suave desde los sueños hasta la realidad. Los primeros rayos de sol se filtraron a través de las cortinas, proyectando patrones de luz y sombra sobre las paredes. Yoongi abrió los ojos lentamente, parpadeando al ajustarse a la claridad del nuevo día. Se sentía extrañamente renovado, aunque un poco desorientado al principio.

Le tomó un momento recordar dónde estaba, y al hacerlo, una sensación de alivio lo envolvió. Estaba en un lugar seguro, lejos de la opresión de su hogar.

Jimin ya estaba despierto, moviéndose con cuidado por el apartamento para no hacer ruido. Dandelion, el pequeño gatito, lo seguía de cerca, su cola en alto y sus bigotes temblando de curiosidad. ━ Buenos días, Yoongi ━ saludó Jimin con una sonrisa cálida al notar que su huésped había despertado ━. ¿Dormiste bien?

Yoongi asintió, incorporándose lentamente. ━ Sí, gracias. Hacía mucho que no dormía tan bien ━ admitió, estirándose para aliviar la tensión en sus músculos.

El colchón de la cama, aunque modesto, había sido un lujo comparado con las noches de insomnio en la mansión.

━ Me alegro de oír eso ━ respondió Jimin mientras preparaba dos tazas de té en la pequeña cocina ━. Tengo algunas galletas y frutas para el desayuno. No es gran cosa, pero es algo para empezar el día.

Yoongi se levantó y se acercó a la mesa, donde Jimin había dispuesto un modesto pero acogedor desayuno. Se sentaron juntos, compartiendo una comida sencilla en un ambiente relajado. El aroma del té llenaba el aire, mezclándose con el suave ronroneo de Dandelion que se había acomodado en una esquina soleada del apartamento.

━ Entonces, ¿qué te gustaría hacer hoy? ━ preguntó Jimin después de un rato, rompiendo el cómodo silencio ━ Quizás esto debe ser todo un cambio para ti.

Yoongi meditó la pregunta mientras mordía una galleta. No tenía un plan claro en mente. Todo lo que sabía era que quería explorar la ciudad, entender más sobre el mundo que le había sido negado por tanto tiempo.

━ Creo que me gustaría dar un paseo por la ciudad. No he tenido muchas oportunidades de verla ━ respondió finalmente, sintiéndose un poco tímido al respecto.

Jimin asintió con entusiasmo. ━ ¡Eso suena genial! Puedo mostrarte algunos lugares interesantes. Pero primero, ¿te gustaría ducharte y cambiarte? Tengo ropa limpia que puedes usar.

Yoongi aceptó agradecido la oferta. Una ducha caliente era justo lo que necesitaba para sacudirse los restos de la noche anterior. Jimin le proporcionó una toalla y algo de ropa sencilla pero limpia. Mientras Yoongi se duchaba, el agua caliente ayudaba a despejar su mente y a relajar su cuerpo. Era un pequeño lujo que lo hacía sentir casi normal, una sensación que había olvidado cómo se sentía.

Una vez que estuvo vestido, se reunió con Jimin, quien lo esperaba pacientemente en la sala de estar. ━ Listo ━ dijo Yoongi, sintiéndose renovado y un poco más seguro de sí mismo.

━ Perfecto ━ respondió Jimin, sonriendo ━. Vamos entonces ━ Salieron del apartamento y bajaron las escaleras hasta la calle.

El aire de la mañana era fresco y vigorizante, lleno de los sonidos de la ciudad despertándose a la vida. Yoongi se dejó guiar por Jimin, absorbiendo cada detalle de su entorno.

La ciudad estaba en pleno apogeo matutino. Las tiendas abrían sus puertas, los vendedores ambulantes preparaban sus puestos, y la gente se apresuraba a sus trabajos o a llevar a los niños a la escuela. Yoongi se sintió abrumado pero también fascinado por la energía vibrante que lo rodeaba. Cada esquina revelaba algo nuevo: un café acogedor, una librería antigua, un parque pequeño pero lleno de vida.

Mientras caminaban, Jimin le explicaba detalles sobre los lugares que pasaban, su voz tranquila y llena de conocimiento. ━ Aquí es donde suelo comprar el pan. El dueño es un hombre amable y hace el mejor pan de la zona ━ comentó mientras pasaban frente a una panadería con un escaparate lleno de tentadoras hogazas y pasteles.

Yoongi asintió, tratando de memorizar todo lo que veía y escuchaba. Cada detalle era un fragmento del mundo que había anhelado conocer. La ciudad era un mosaico de historias y personas, y Yoongi se sentía pequeño pero emocionado al ser parte de ella, aunque solo fuera por un momento.

A medida que avanzaban, comenzaron a notar algunas miradas curiosas. Un par de ancianas que estaban sentadas en un banco cercano los observaban con interés, susurrándose entre ellas. Yoongi no pudo evitar sentir un escalofrío de reconocimiento. La escena le recordaba a sus tías chismosas, siempre al acecho de cualquier cosa que pudieran comentar y criticar. Sus murmullos y miradas furtivas eran inquietantemente familiares.

━ ¿Quién será ese joven con Jimin? ━ preguntó una de las ancianas, ajustándose las gafas para tener una mejor vista ━ Nunca lo había visto antes.

━ Quizás un amigo de fuera de la ciudad ━ sugirió la otra, inclinándose hacia adelante con una sonrisa intrigada ━. Jimin siempre ha sido tan sociable. Me pregunto qué historia tendrá este nuevo chico.

Yoongi se sintió incómodo bajo su escrutinio, pero Jimin simplemente sonrió y saludó a las mujeres con un gesto amistoso.

━ Buenos días, señoras. ¿Cómo están hoy? ━ Las ancianas respondieron con sonrisas amplias y saludos cordiales, aunque sus ojos nunca dejaron de evaluar a Yoongi.

Continuaron su paseo, y Jimin parecía ajeno o al menos acostumbrado a las miradas curiosas. ━ No te preocupes por ellas ━ dijo, notando la incomodidad de Yoongi ━. Son inofensivas. Les encanta el chisme, pero no son malas personas.

Yoongi asintió, tratando de relajarse. Sabía que su presencia en la ciudad era inusual y que llamaría la atención, especialmente en compañía de alguien tan conocido y querido como Jimin. Pero la amabilidad y el optimismo de Jimin lo ayudaban a mantenerse positivo. Continuaron caminando, disfrutando del aire fresco y la compañía mutua.

El recorrido por la ciudad fue una revelación para Yoongi. Cada calle tenía su propio carácter, cada rincón su propio encanto. Desde los callejones estrechos con tiendas escondidas hasta las avenidas amplias y llenas de actividad, la ciudad era un lugar de infinitas posibilidades. Jimin lo llevó a un pequeño parque, un oasis de verde en medio del bullicio urbano. Se sentaron en un banco bajo un gran árbol, observando a los niños jugar y a los ancianos pasear.

━ Este es uno de mis lugares favoritos ━ confesó Jimin, mirando a su alrededor con una expresión serena ━. Vengo aquí cuando necesito un descanso o simplemente para pensar.

Yoongi sonrió, agradecido por la oportunidad de experimentar todo esto. ━ Es un lugar hermoso ━ coincidió, sintiendo una paz que no había conocido en mucho tiempo.

La presencia tranquilizadora de Jimin y la belleza del entorno le ofrecían un respiro del caos interno que había estado soportando.

Mientras observaban la vida del parque, Yoongi no pudo evitar preguntarse sobre el futuro. Estaba agradecido por la amabilidad de Jimin, pero sabía que eventualmente tendría que encontrar su propio camino. Las preguntas sobre dónde se quedaría y qué haría a continuación seguían rondando en su mente, pero por ahora, decidió centrarse en el presente. La calidez del sol, la risa de los niños, y la compañía de Jimin eran suficientes para darle un poco de esperanza y fortaleza.

El resto de la mañana pasó en una mezcla de exploración y conversación. Jimin le mostró más de la ciudad, cada lugar revelando una nueva capa de su carácter vibrante. A través de las palabras y las historias de Jimin, Yoongi empezó a entender lo que hacía de este lugar algo tan especial. Cada rincón tenía una historia, cada persona un papel en el tejido de la comunidad.

Finalmente, regresaron al apartamento de Jimin. Yoongi se sentía agotado pero también revitalizado por las experiencias de la mañana. Se dejó caer en el sofá, mientras Jimin preparaba algo para el almuerzo. El gatito, Dandelion, se acurrucó a su lado, ronroneando suavemente.

Después de una mañana de descubrimientos y sorpresas en la ciudad, Min se sintió un poco más asentado en su nueva realidad. La tarde comenzaba a ceder paso a la luz dorada del atardecer, y Jimin preparaba una simple cena en la pequeña cocina, silbando una melodía suave mientras Dandelion jugaba a sus pies. Min, sin embargo, no podía ignorar la creciente ansiedad que se había instalado en su pecho.

Sentado en el sofá, Min tomó el teléfono que Jimin le había prestado. Sabía que debía contactar a alguien, que no podía simplemente desaparecer sin dar señales de vida. Aunque su relación con su familia estaba fracturada, no podía evitar preocuparse por su primo, Kim Taehyung, quien había sido una de las pocas fuentes de apoyo y consuelo en su vida. Respiró hondo, decidido a hacer la llamada, con la esperanza de que Taehyung pudiera entender su situación y quizás incluso ofrecerle algún consejo.

Marcar el número familiar fue un acto cargado de nerviosismo. Cada tono de llamada que sonaba en el auricular hacía que su corazón latiera más rápido. Finalmente, el sonido de la llamada fue reemplazado por una voz, pero no la de su primo. Era la voz helada y autoritaria de su madre.

━ ¿Yoongi? ━ Su tono estaba cargado de una frialdad que Min conocía demasiado bien.

El simple sonido de su voz hizo que una ola de pánico y tristeza lo envolviera. ━ Madre… ━ comenzó, pero su madre no lo dejó continuar.

━ ¿Dónde estás? ━ La pregunta fue más una demanda que una preocupación ━ ¿Sabes el escándalo que has causado? Te exijo que vuelvas a casa inmediatamente.

Min sintió que su garganta se cerraba. Las palabras de su madre eran como puñales, recordándole el control y la manipulación que había sufrido durante tanto tiempo. ━ No puedo volver, madre. Necesito… necesito espacio, necesito entender quién soy fuera de esa casa.

Su madre rió, un sonido sin humor. ━ ¿Entender quién eres? ¿Fuera de esta casa? No seas ridículo, Yoongi. Todo lo que necesitas, todo lo que eres, está aquí. Vuelve ahora mismo, o te aseguro que lo lamentarás.

El miedo se apoderó de Min, pero con él vino una determinación renovada. No podía seguir viviendo bajo el yugo de su madre. ━ Lo siento, m-madre. No puedo ━ Y con eso, colgó el teléfono, su mano temblando mientras dejaba caer el dispositivo sobre el sofá.

Min se quedó allí, inmóvil, su mente una tormenta de emociones contradictorias. La tristeza y el miedo se mezclaban con una sensación de liberación y decisión. Sentía que había dado un paso importante hacia su independencia, pero el costo emocional era alto.

Jimin, que había estado observando desde la cocina, se acercó con una expresión preocupada en su rostro. ━ Yoongi, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado?

Min levantó la vista hacia Jimin, viendo la preocupación genuina en sus ojos. Decidió que merecía saber la verdad, merecía entender el peso que cargaba. ━ Llamé a mi primo, Taehyung. Quería decirle dónde estoy, asegurarme de que está bien. Pero contestó mi madre…

Jimin se sentó a su lado, esperando pacientemente mientras Min encontraba las palabras para continuar. ━ Ella… me exigió que volviera a casa. Me amenazó. Siempre ha sido así, controlándome, diciéndome lo que puedo y no puedo hacer. Desde que le dije que quería ir a la ciudad, se ha vuelto más estricta, más cruel. No me deja salir al jardín, apenas puedo respirar allí.

Las lágrimas empezaron a acumularse en los ojos de Min, pero las contuvo, manteniendo la compostura por el momento. ━ Colgué el teléfono, no podía soportar escuchar más. Sé que esto causará problemas, que ella no me dejará en paz, pero no puedo volver, Jimin. No puedo.

Jimin asintió, su rostro una máscara de comprensión y empatía. ━ Lo entiendo, Yoongi. No deberías tener que soportar eso. Nadie debería. Eres bienvenido a quedarte aquí tanto tiempo como necesites. No estás solo.

Min sintió un nudo de gratitud y alivio en su garganta. Las palabras de Jimin eran un bálsamo para su espíritu herido. ━ Gracias, Jimin. No sabes cuánto significa esto para mí.

Jimin sonrió suavemente. ━ No tienes que agradecerme. Todos merecemos un lugar donde nos sintamos seguros y valorados. Eres mi amigo ahora, Yoongi, y cuidaré de ti como tal.

Con esa simple pero poderosa declaración, Min sintió que una carga se levantaba ligeramente de sus hombros. Aún quedaba un largo camino por recorrer, y muchas batallas internas y externas por enfrentar, pero por primera vez en mucho tiempo, no se sentía completamente solo. La presencia de Jimin, su bondad y su apoyo, le daban una esperanza renovada para el futuro.

La noche llegó lenta pero segura, envolviendo la ciudad en su manto oscuro. Min y Jimin compartieron una cena sencilla, pero para Min, cada bocado sabía a libertad y a la promesa de un nuevo comienzo. Se acostaron relativamente temprano, agotados por las emociones del día. Min se tumbó en la cama mientras Jimin se acomodaba en el suelo con Dandelion acurrucado a su lado.

Min cerró los ojos, sus pensamientos aún revoloteando como mariposas inquietas en su mente. Pero a pesar del tumulto interno, encontró consuelo en el hecho de que no estaba solo. Las palabras de Jimin resonaban en su mente, dándole fuerza para enfrentar lo que vendría. Lentamente, el cansancio venció sus pensamientos, y Min se dejó llevar por el abrazo del sueño, soñando con un futuro que, por primera vez, parecía lleno de posibilidades.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09