«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗈𝗌»... [𝖮2]

❝𝗣𝗿𝗼𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮❞

Y luego la bomba detonó.

━ ¡Esto es totalmente inaceptable! ━ el grito resonó en toda la mansión Min, pronunciado por una de sus tías.

Yoongi no se sorprendió ante los gestos de decepción y furia de sus familiares, pero lo que realmente temía era mirar el rostro de su madre. No se atrevió a alzar la mirada, consciente de que esos ojos oscuros podrían matarlo con solo una mirada.

Todo era caos. Algunos tíos rodaron los ojos ante el espectáculo que hacían sus esposas, pero permanecieron en silencio por educación. Sabía que las mujeres de la familia, en su mayoría tías y primas mayores, eran las más cautelosas y precavidas respecto al exterior y la ciudad, temiendo por los "monstruos" que imaginaban allí. En contraste, algunos tíos eran más permisivos.

━ ¡¿Acaso no has educado bien a tu hijo?! ━ exclamó su tía, Min Kui-lli, conocida por su seriedad y amargura. Lo único que Yoongi apreciaba de ella era su brutal sinceridad, aunque a veces fuera demasiado directa para el gusto de todos.

━ Pido disculpas por el comportamiento de mi hijo. Será mejor que tomemos calma y nos alejemos ━ intervino su madre, con su tono firme y frío, aunque su voz sonaba aún más oscura ahora. Sintió cómo su madre lo sujetaba con firmeza del brazo izquierdo, haciendo que un dolor punzante se extendiera por su muñeca. ━ Tú ve a tu habitación ━ ordenó, sin mostrar ninguna emoción en su rostro. Yoongi sintió que su corazón se encogía al ver la decepción en los ojos de su madre.

Se sintió como si hubiera defraudado a la única persona que realmente le importaba.

Con la cabeza gacha y ignorando las preocupadas miradas de sus primos, Yoongi se retiró avergonzado del salón principal de la mansión, dirigiéndose directamente a su habitación. En el camino, se cruzó con la mirada de la joven criada que lo había tranquilizado con su gesto, notando que sus ojos también estaban cristalizados.

Ignorándola por completo, sin querer causar más problemas, siguió caminando hasta llegar a la puerta blanca de su habitación. Sin ánimo alguno, abrió la puerta y entró, sintiendo finalmente el conocido aroma reconfortante de su espacio personal.

Al cerrar la puerta, se dejó llevar por un llanto desgarrador. No le importó si sus sollozos resonaban en la habitación; solo quería desahogarse y liberar toda su frustración. Se dejó caer en la cama y cubrió sus ojos con las manos frías, buscando desesperadamente algún consuelo. No quería sentirse mal consigo mismo solo por expresar su deseo de ir a la ciudad.

Sintiendo una leve suavidad en su cabellera rubia, Yoongi fue abriendo sus ojos lentamente al percibir una cálida caricia en su cabello. Limpiándose las lágrimas secas de sus mejillas, enfocó mejor su vista y se apartó instintivamente de la persona que lo estaba acariciando: su madre. Ella, alta y delgada, lo observaba sin expresión, con una sonrisa que carecía de cualquier sentimiento genuino, lo que hizo que Yoongi empezara a temblar.

No sabía cuánto tiempo había dormido, pero ya no se escuchaba la música clásica que antes resonaba en la mansión. Al mirar por el ventanal de su habitación, pudo ver la oscuridad del cielo estrellado.

Las caricias en su cabello se intensificaron, y pronto su cuero cabelludo comenzó a arder mientras su madre tiraba con fuerza de sus cabellos, sin perder su sonrisa amarga en los labios. Yoongi no pudo contener un jadeo de dolor y cerró los ojos con fuerza.

━ Tanto que te he educado... ━ murmuró su madre con un tono bajo, mientras continuaba con el doloroso jalón. Yoongi apretó los labios y trató de apartar las manos de su madre de su cabeza, sintiendo el dolor aumentar.

━ ¿Y así me pagas? ━ se cuestionó con ironía, su sonrisa se ensanchó aún más. Los ojos de Yoongi comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente. ━ ¡Tanto que te he educado y me pagas con esta porquería, Min Yoongi! ━ el grito de furia fue seguido por otro tirón violento. Yoongi sollozó cuando finalmente su madre lo soltó bruscamente y se puso de pie con firmeza.

━ M-Madre, lo siento... ━ intentó disculparse, pero fue interrumpido por un fuerte ardor en su mejilla cuando su madre lo abofeteó, girando su rostro de inmediato.

Las lágrimas brotaron sin control de los ojos de Yoongi mientras tocaba su mejilla, mirando a su madre con los ojos llenos de dolor y confusión, incapaz de entender cómo había llegado a esto.

━ ¡Nunca esperé esto de ti, Min Yoongi! ━ gritó su madre nuevamente, sus labios temblando de rabia y sus lágrimas mojando sus mejillas. La expresión de furia y decepción en su rostro desgarraron el corazón de Yoongi.

Se sentía como si se estuviera desmoronando por dentro.

━ ¡Me has decepcionado! ¡Nunca imaginé que serías tan mal agradecido! ━ cada palabra era como un puñal clavado en su corazón ya vulnerable.

Pero se lo merecía.

━ ¡Perdón! ━ rogó en voz alta con un hilo de voz, tapándose los oídos con las manos temblorosas para bloquear las crueles palabras de su madre. Cerró los ojos con fuerza mientras las lágrimas caían sin control por sus mejillas.

Su cuerpo comenzó a temblar sin control, sintiendo una mezcla de dolor emocional y físico que le resultaba insoportable.

━ ¡Eres un desperdicio! ¡Deberé educarte a mi manera! ━ las frías palabras de su madre resonaron en sus oídos, y fue como si el mundo se le viniera encima.

El sudor le empapaba la frente y los brazos, su cuerpo se llenaba de un calor insoportable y su corazón latía con fuerza desbocada. Un grito desgarrador escapó de sus labios mientras sentía un vacío profundo en su pecho. Finalmente, dejó de escuchar los gritos de su madre y se dejó caer rendido sobre la cama, cerrando los ojos lentamente.

El silencio que siguió fue abrumador.

Un hermoso joven pelirrojo cruzó la enorme puerta de la mansión Min con su característica vestidura relajada, provocando sorpresa entre algunos de los sirvientes que no lo veían hace mucho tiempo. Varias jóvenes criadas se aferraron emocionadas a su uniforme al ver a uno de los primos de Min Yoongi, Kim Taehyung.

Taehyung, conocido por su personalidad dulce y amistosa cuando se lo proponía, en esa mansión siempre mostraba una faceta firme y seria, como era esperado de los Min. Aunque por su apellido no parecía parte de la familia, Taehyung había decidido cambiarlo a los dieciocho años por el de una anciana que lo había acogido en la ciudad tras abandonar su hogar familiar. Esta mujer se convirtió en una figura materna para él hasta su fallecimiento, dejándole su pequeña casa, un suceso que lo devastó profundamente.

Después de pasar por momentos difíciles y trabajar arduamente como mesero, Taehyung ahora era dueño de un exitoso restaurante en Seúl. Aunque a veces se arrepentía de haberse ido tan pronto de la mansión, sabía que aquello le había dado la libertad de conocer al amor de su vida, Jeon Jungkook.

Mientras avanzaba por la mansión, la madre de Yoongi se interpuso en su camino, desencadenando de inmediato la hostilidad acumulada.

━ ¿Qué haces aquí? ━ le espetó, mirándolo con desaprobación. Taehyung la enfrentó con la misma intensidad en su mirada.

━ Voy a hablar con Yoongi ━ respondió con firmeza, ajustándose el suéter. La mujer bufó con enojo y se apartó, permitiéndole el paso sin más palabras. Taehyung subió las escaleras con determinación, ignorando las miradas sorprendidas de los sirvientes nuevos.

Al llegar a la puerta de Yoongi, tocó tres veces sin obtener respuesta. Decidió entrar por sí mismo y se encontró con su primo acostado en la cama, con una toalla en la frente. Era evidente que tenía fiebre o algo similar, lo cual era extraño dado que apenas había pasado un día desde su cumpleaños.

Frunciendo el ceño con preocupación y confusión, se acercó lentamente y acarició el brazo pálido y frío de Yoongi.

━ Mierda... ¿Qué te habrá pasado, Gigi? ━ murmuró para sí mismo, sintiendo frustración al no entender la situación.

Decidió no preguntar a la madre de Yoongi, sabiendo que no obtendría una respuesta clara ni satisfactoria. Se sentó junto a Yoongi en la cama y comenzó a acariciarle el cabello suavemente, esperando pacientemente a que despertara.

Los pequeños ojos de Yoongi se fueron abriendo lentamente, sintiendo cómo la luz penetraba hasta lo más profundo de su mirada. Se frotó los ojos con sus puños cerrados, tratando de eliminar las lágrimas secas que los habían humedecido. Al tocar su frente, notó la humedad de una pequeña toalla y sintió fatiga y dolor de cabeza. Recordaba vagamente el regaño de su madre la noche anterior, pero no tenía idea de cuánto tiempo había pasado dormido.

Antes de que pudiera formular palabra alguna, su vista se cruzó con la figura de alguien que reconocería entre mil. Era su primo favorito, Kim Taehyung. Una sonrisa iluminó su rostro y, con algo de esfuerzo, se puso de pie y se dirigió hacia él.

━ ¡Taehyungie! ¡Estás aquí! ━ exclamó con alegría, sacudiendo ligeramente al mayor. Taehyung se encontraba recostado en un cómodo sillón blanco que había en su habitación, exactamente como le gustaba.

Decidió despertarlo un poco más con movimientos sutiles, pero al recibir solo un golpe en la frente, Taehyung se incorporó de golpe, sobresaltado. Respiraba agitadamente, claramente sorprendido por el susto.

━ ¡Gigi! ━ exclamó Taehyung con una sonrisa, lanzándose sobre el pequeño rubio, quien correspondió al abrazo. Ambos cayeron al suelo, víctimas de la fuerza de Taehyung, pero esto no hizo más que provocar risas entre ellos ━ De veras te extrañé ━ murmuró el mayor con un puchero, recostándose junto a Yoongi en el suelo.

━ Yo también... ━ coincidió Yoongi con nostalgia, observando juntos el gran ventanal de su techo, donde el atardecer pintaba el cielo de tonos dorados. Había dormido toda la mañana, eso era seguro ━ ¿Cómo te ha ido en la ciudad estos días? ━ preguntó con un suspiro. Taehyung inhaló profundamente antes de responder.

━ Bueno... yo... ahs... estoy bien. Mi relación con Jungkook va bien, aunque a veces hay problemas, ya sabes. Pero intento hacer las cosas bien ━ confesó con una sonrisa, contagiando también a Yoongi. Tras unos momentos de silencio, Yoongi decidió hablar.

━ Al menos tú estás bien, me alegra saberlo.

La mirada de Taehyung se volvió seria al notar las palabras elegidas por Yoongi. ¿Significaba eso que su primo no estaba bien? ¿Le estaban haciendo algo? Muchas preguntas pasaron por su mente, pero decidió plantear una que había estado considerando desde hacía tiempo. Un plan que podría ser peligroso e irónico, pero que podría salvar la felicidad de su primo.

━ Yoongi... ¿te gustaría venir conmigo a la ciudad? ━ preguntó con seriedad. Yoongi abrió los ojos con terror y comenzó a negar repetidamente, moviendo las manos nerviosamente.

Suspirando al comprender las razones de su negativa, incluidas las muchas mentiras en las que había creído desde niño, Taehyung notó lo afectado que estaba Yoongi por la simple sugerencia.

━ ¿Qué? No, no... ━ continuó negando, visiblemente nervioso y con una risa forzada. Taehyung lo miró fijamente.

Yoongi intentó desviar la mirada, sabiendo que Taehyung tenía esa habilidad para hacerlo hablar, para hacer que dijera la verdad, para hacer que sus lágrimas brotaran sin remedio. Taehyung era la persona más importante en su vida, su primo, su hermano, quien siempre había estado ahí para él.

━ Tranquilo, Gigi ━ murmuró Taehyung acercándose al cuerpo tembloroso de Yoongi, abrazándolo con fuerza ━ Te prometo que te ayudaré a salir de aquí ━ Yoongi sollozó débilmente, asintiendo mientras las lágrimas volvían a llenar sus ojos. Taehyung sintió un apretón en el corazón al darse cuenta de por qué Yoongi estaba tan alterado. Aunque no tenía pruebas concretas, tampoco tenía dudas.

Estaba seguro de que, de alguna manera, la madre de Yoongi hacía su vida un infierno, tanto física como psicológicamente, y eso no podía permitirlo más.

El corazón de Yoongi latió con fuerza al escuchar un estruendo súbito: la puerta se abrió con brusquedad y su madre entró con furia.

━ ¿Qué estupideces le estás metiendo en la cabeza a mi hijo? ¡Aléjate de él, maldito bastardo! ━ gritó la mujer delgada, avanzando hacia ellos con paso firme. Taehyung se interpuso entre ella y Yoongi, protegiéndolo con determinación mientras la mujer lo golpeaba repetidamente en el pecho con furia.

La madre de Yoongi estaba fuera de sí, con el rostro enrojecido por la ira, las fosas nasales abiertas con cada grito y los ojos oscurecidos por la furia desatada.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09