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6

La Mckinnon veía con orgullo a su nieta quien charlaba con los invitados cuando de vez en cuando su esposo le robaba uno que otro beso.

Molly se secaba las pequeñas lagrimas que había derramado en la ceremonia, mientras su marido solo soltaba leves risas.

—Parece que estas llorando, ¿No que no te gustaba Elizabeth para Fred?— comentó con burla Arthur, quien adoraba a la esposa de su hijo

—Callate Arthur— demandó seria— No me gusta, pero me causa ilusión que se haya casado

Noareth veía a su amiga, quien estaba deslumbrantemente preciosa. Pero para su desgracia ella había sido colocada en una mesa con George, agradecía que no era el único allí pues también estaban Ginny, Harry, Hermione, Ron, su hermano Adriert y Charlie.

La Weasley alegó su silla hacia la Vance, para hablar con ella junto a  Hermione y que nadie se enterara de su conversación.

—¿Así que conocías a Charlie?— murmuró Ginny por lo bajo, curiosa por la respuesta

—Bueno, Adriert yel trabajan juntos, son grandes amigos— su mirada pasó rápidamente a estos quienes conversaban animadamente— por lo que lo conocía, vino muchas veces a mi casa y le tomé mucho cariño

Explicó la Vance, sin mencionar la parte en la que Charlie Weasley le parecía demasiado atractivo que inclusive le había pedido que posara para ella y tenía algunos bocetos algo íntimos de este.

—¡Nueva cuñada!—celebró en voz baja, con una sonrisa en su rostro. La rubia le había caído demasiado bien en las últimas semanas.

—Merlin, no digas eso— negó rápidamente toda ruborizada

—Y yo que te shipeaba con George—soltó un suspiro bromeando, ganándose una mirada totalmente horrorizada de la rubia — No me malinterpretes, pero me gustan los amores que van de enemigos a amantes ¿sabes?

Estas soltaron una escandalosa risa al escucharlo, causando que la Granger se tiñera de rojo completamente.

—Herms mi amor, deja de leer tanto— bromeó Ginny

—Lo siento Herm, pero eso no pasara con el y conmigo — contestó rápidamente bebiendo un sorbo de su copa.

La azabache  se encontraba  charlando con unos invitados a los cuales la rubia no conocía, cuando su abuela se acercó para informarle que era la hora de lanzar el ramo.

Entrelazó su mano con la de su marido,  para ir al centro de la pista.

Mientras su esposo rodeaba su cintura con una mano en esta, la azabache colocaba su varita a un lado de su cuello para que se la escuchara de manera alta y clara

—Muchas gracias a todos por acompañarnos a mi esposo y a mi en un día tan especial como este,  estamos muy gratos de poder compartir muestra felicidad con ustedes— la mujer acaparaba toda la atención de los presentes— en breves momentos realizaremos la tradicional tirada del ramo, las mujeres que deseen pueden reunirse en la pista, gracias.

Elizabeth tras proporcionar su discurso se giró para ver a su esposo, quien tenía su mirada enfocada en un punto con una mirada de confusión.

Mientras su esposa hablaba, Fred había visualizado a una mujer a las afueras de La Madriguera a quien reconoció como la mismísima Jessica Banes.

Pero era imposible, ella estaba muerta.

—¿Cielo? ¿Estas bien?— preguntó haciendo que la mirara asustada y preocupado

—Si amor, solo creí haber visto a un familiar lejano— contestó rápidamente para no preocuparla, besando su frente— Vamos preciosa, todas están ya reunidas.

Supuso que su imaginación lo había traicionado.

Elizabeth asintió algo extrañada por la actitud del hombre pero decidió no tomarle importancia, dirigiéndose hacia el centro.

—Espera cielo— Fred usó su varita para traer una silla al centro y ofrecerle su mano— Sube, te será más fácil.

Elizabeth rió pues su marido tenía razón, no constaba de una gran estatura como para poder lanzar el ramo. Agarró su mano y levamto la falda del vestido con cuidado de no pisarlo. Una vez subida en la silla, Fred agarró esta  preocupado por que su esposa cayera.

—¿Lista chicas?— jugó con el ramo girandose para verlas, escuchando un estruendoso "si" por parte de las mujeres

Fred agarró con más fuerza la silla y con la mano restante la pierna de su mujer preocupado al ver que la vieja silla cojeaba.

—Cielo, cuidado que la silla no está para muchos trotes— bromeó pero preocupado en el fondo

Esta asintió, jugando con el ramo vacilando entre lanzarlo a las mujeres o no.

Lo que el matrimonio no sabía es que gracias a que su mellizo la había cubrido frente a sus familiares, una mata de cabello pelirrojo se coló entre todas las mujeres. Ansiosa, por poder cojer el ramo

Su madre sin darse cuenta de que su hija estaba allí lo lanzó, mientas la pequeña se hacía paso entre todas las altas mujeres hasta que finalmente con una amplia sonrisa en el rostro lo cojió.

—¡Tengo el ramo! ¡Tengo el ramo!— coreba feliz y emocionada

Sus padres fijaron en ella su mirada sorprendidos

—¡Se repite! ¡No te casaras tan pequeña!— aseguró su padre, celoso de que su pequeña hija pensara en el matrimonio a su corta edad.

Tras las insitencias de Fred, y las risas que emitía Elizabeth al ver celoso a su marido, la tradición tuvo que repetirse.

Elizabeth volvió a lanzar el ramo,  mientras su hija estaba ahora cargada en brazos de su hermano mayor quien la impedía escaparse  a pesar de sus intentos. Lanzó el ramo, quien cayó directo a la rubia que lo tomó sorprendida en la mano izquierda pues con la derecha sostenía su copa de whisky de fuego.

Todas las miradas recayeron en ella y en dos pelirrojos de la misma familia : George y Charle Weasley.

Noareth dió un trago al vaso intentando eliminarse de la incomodidad del asunto.

●●●

No podía darse el lujo de quedarse mucho tiempo en la boda, pero veía la necesidad de dar la enhorabuena a los recién casados y aunque con poco tiempo lo hizo.

Con su copa de vino que le ofrecieron al entrar entre manos, y su elegante esmoquin negro se adentró a la boda viendo el agradable ambiente y a la preciosa novia que lucia radiante.

—Enhorabuena pareja— les dedicó una sonrisa a esta quien estaban abrazados.— Una boda preciosa, pero una pena que no pueda quedarme mucho tiempo

—Muchisimas gracias Ced— agradeció la azabache, siendo abrazada por su marido por detrás —¿Trabajo?

Este asintió rápidamente

—Demasiado

Mientras se sumergía en una pequeña charla con la pareja, sus ojos se toparon con los de la mujer que veía la boda desde los exteriores.

—Lo siento mucho, pero debo irme— se despidió con una sonrisa— Enhorabuena de nuevo.

—Hasta luego, ve con cuidado

Sonriendo hacia sus palabras se dirigió hacia las afueras de la boda,  procurando no ser visto por ninguno de los invitados, que para su fortuna estaban extremadamente entretenidos: bebiendo, charlando, bailando u intentando no vomitar.

Finalmente la encontró, mirándola con reproche pues esta sabía que era peligroso salir a las afuera. Por más que el Diggory se preocupara por la salud y protección de la mujer, a esta menos le importaba.

-Sabes perfectamente lo que pienso y opino de esto-  cuando estuvo lo suficientemente lejos de la boda, retiró la capucha negra que llevaba puesta dejando ver las perlas azul cérulo de la mujer, que hipnotizaban a cualquiera.

-¡Necesitaba verlo por ultima vez!- respondió alzando la voz ; su labio inferior tibuteaba mientras trataba de no romper en lagrimas, a pesar de que sus ojos estuvieran ya cristalizados- Es mi manera de dejarlo, soltar todo el amor obsesivo que tuve con Fred para que el ahora pueda ser feliz.- pausó bajando la mirada intentando encontrar sus palabras y no estallar en llanto.- Y también la manera de poder estar en paz conmigo misma, cerrar un ciclo pasado, pasar pagina, reinventarme y ser una nueva Jessica,

Apartó la mirada, no queriendo ser observada rota por los brillantes y penetrantes orbes del azabache frente a ella.

-Te comprendo Jess- soltó un suspiro pasando la mano por su pelo- Pero te pusiste en peligro, tienes que dejar de ser tan egoísta y pensar en solo lo que tu quieres.

Las palabras de este fueron lentas puñaladas atravesando a la Banes.

-¡¿Te atreves a llamarme egoista?!- cuestionó ofendida, mirandolo irreconoziblemente- Cuando literalmente estoy tratando de dejar mi pasado atrás y cambiar, ser una nueva Jessica, no la cruel, obsesiva, vil y mezquina que todos creen conocer- se atrevió a mirarlo a los ojos que la miraban con atención y dolor al ver que los de esta estaban nublados.-  ¿Me llamas egoísta cuando trato de cambiar por ti? ¿Por la idea y posibilidad de que en un futuro estemos juntos?.

Diggory tomó una de sus manos besándola, mientras con la que tenia libre acariciaba su mejilla, retirando con su pulgar algunas lagrimas que habían sido derramadas.

-Perdón por lo que dije, estuvo fuera de lugar- hizo que el azul cérulo lo mirara atento- Y quiero que sepas que no quiero que la idea de cambiar por mi te atormente, pues yo ya conozco a la verdadera Jessica Banes y sé lo que quiero en un futuro- su felicidad aumentó al ver que los labios de esta se curvaban en una leve sonrisa.- Quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti, mon amour.

●●●

 Durante el baile de los recién casados, ambos se miraban con adoración y amor por el otro mientras trataban de no confundirse en cualquier movimiento. Sonreían sinceramente con cada paso, y Fred u Elizabeth respectivamente le robaba cortos besos al otro sin poderse resistir, en medio del baile.

Cuando este finalizó, el turno de las damas de honor y padrinos con sus respectivas parejas dio inicio, tras que la azabache insistiera en que los solteros bailaran juntos.

-No te preocupes Beth, Charlie puede bailar conmigo.- dijo rápido Ginny dejando a todos sorprendidos, hechandole una mirada a su hermano mayor- ¿Que te parece Charls?

Dejó su copa a un lado para mirarla sorprendido y confuso.

-¿Y Harry?

-Oh vamos, hace tiempo que no te veo- insistió haciendo un pucherito, tal y como hacia de pequeña y le funcionaba por lo que esta vez no seria menos.

-Esta bien, vale- rió levantandose para extenderle una mano a su hermana.

Elizabeth miró a los dos ultimos presentes en la mesa con una picara sonrisa en el rostro, George bebía varios sorbos del whiskey de fuego evitando las miradas de todos, mientras que Noareth parecía hacerse la desapercibida jugueteando con su vestido.

-Ni de coña os escapáis ustedes dos- los miró penetrante- Vamos a bailar.

Milagrosamente, logró convencerlos ignorando sus quejidos, bufidos y malas miradas entre el uno al otro. 

Elizabeth junto a su esposo miró sonriente y orgullosa a las parejas que bailaban ; Ron con Hermione, Bill con Fleur , Percy con una "amiga" del ministerio, Ginny con Charlie , Hiraeth bailaba animadamente con su mellizo, Jackson con su abuela Jane y finalmente George y Noareth.

-¿Sabes creo que puedes mirarme a los ojos?- comentó el Weasley burlón.

Y era cierto, Noareth no habia compartido mirada con el pelirrojo en ningún segundo desde que iniciaron el baile, evitandolo. Al oirlo las esmeraldas penetraron con fuerza contra los avellanas.

-¿Ya no me odias?- se burló de la misma manera- ¿Ya no me parezco a la loca de tu exnovia?

Soltó un gruñido por lo bajo al escucharla, lo desquiziaba.

Se había alertado de como de vez en cuando, sus ojos vagaban hacia el dragonista, causando que en esos instantes el pelirrojo le diera una vuelta quitando a su hermano del punto de vista de la rubia.

No hablaron más durante el baile, solo compartieron intensas e incomodas miradas.

●●●

Si al comienzo de la boda le hubieran dicho que iban a acabar de esa manera hubieran objetuado que estaban locos, despues de maldecirles. No sabían con certeza en que momento habian acabado en esa ardiente situación.

Encerrados en el baño, con un hechizo para que no los interrumpieran ; Noareth con el vestido por arriba de la cintura, abierta de piernas donde el desorejado estaba, con los botones de su camisa desabrochados y la corbata aflojada.

Intercambiaban una sesión de calientes y apasionados besos, saboreando al otro con lentitud pero con deseo por sus venas.

George entre las piernas de la rubia, acariciando con sus grandes , varoniles y venosas manos sus muslos. Noareth se cuestionaba el por qué de ese áspero tacto que la estaba haciendo humedecerse descontroladamente.

Tiraba del labio inferior de la Vance entre sus dientes, causando que un jadeo inesperado se escapara de sus rosados labios, mirando al Weasley con impaciencia.

En esos momentos la idea de que su novio le era infiel, se habia esfumado, concentrandose unicamente en el glorioso tacto que el hombre le ofrecía.

Con una sonrisa de completa arrogancia al escuchar el jadeo de la mujer, llevó dos de sus largos dedos al palpitante núcleo de la mujer cubierto por una tela de encaje, ansioso por ser tocado. Notó como el centro de esta estaba mas oscuro, sonriendo para sus adentros.

-¿Tan rápido consigo que te mojas con solo besos?- se burló arrodillandose para retirar la tela con sus dientes sin separarse de los esmeraldas ojos, causando que el cuerpo de la Vance se nublara ante la excitación al ver tal imagen erótica.

Las manos de la rubia serpentearon hacia los hombros del Weasley, acarciandolos. Esto causó que un gruñido se escapara de los labios del desorejado.

-Que no se te suba mucho, Weasley- aclaró atrapando su labio inferior ahogando un jadeo cuando dos de los dedos de este hicieron contacto con su intimidad, pasandolos por sus labios exteriores.

-Imposible viendo que causo tales reacciones en ti- egocentricamente, comentó al ver como la mujer apoyaba su cabeza contra la pared soltando un gemido cuando comenzó a frotar sus dedos.

Su cuerpo se entregaba a cada caricia que le proporcionaba el de George maginificamente, sintiendose en el cielo cuando empuñó dentro de ella dos dedos simulando una seca estocada y su pulgar se encargaba de frotar su clítoris con vehemencia.

-Si te vieses en estos momentos Noareth.., no hay pizca de maldad en tu rostro- se colocó de pie sin frenar sus movimientos, los cuales aumentó curvando sus dedos en su interior para después volver a sacarlos e introducirlos, susurró en su oido para después morder su lóbulo exitandola más ante su ronca voz y el olor a pólvora que emanaba- Toda abierta de piernas y expuesta, deleitandote ante mis cariciias.

Ni siquiera podia formar una oracion con sentido, nublada ante el extasis que sentía. Los dedos del Weasley la bombeaban dentro y fuera, tocando en el punto exacto satisfaciendola increiblemente mientras su pulgar ejercía presión en su clítoris.

Cuándo notaba que una ola de satisfacción estaba a punto de recorrerla, unos golpes en la puerta los sobresaltaron.

-Noareth querida, ¿estas bien?- 

Preguntó Molly tras la puerta al no haberla vista por la fiesta desde que partió al baño.

-Contesta- ordenó el Weasley con una voz demandante y autoritaria .

El  morbo de ser descubiertos le causaba mas excitación. Intentó coordinar sus palabas y no producir ningún jadeo, pues el hombre no frenó sus movimientos, si no que comenzó a acelerar la velocidad, buscando el éxtasis de la mujer abierta de piernas frente a el

-Si.. se-señora Weasley..

Formuló como pudo antes de que una ola de placer y extasis la recorriera para finalmente derramar sus flujos del orgasmo en los dedos de George Weasley.


PTM SE PRENDIÓ ESTO EHH

Y CED Y JESSICA ADORO MUCHO

Y HIRAETH YENDO POR EL RAMO NO PUEDO JAJAJ

¿OS HA GUSTADO TANTO COMO A MI? ¿QUE OS HA PARECIDO?

PERDON MI FANGIRLEISMO JAJAA.

No se olviden de votar y comentar, vamos creciendo poco a poco lxs  quiero muchísimo <3

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