¡Cuántos más comentarios actualizaré más rápido Ramé e Infieles próximamente!

10 DE DICIEMBRE

La joven secretaría llamó a la puerta de la Directora del Profeta y su amiga. Elizabeth, cómo siempre le dedicó una amplia sonrisa cariñosa y la dejó entrar. Pero, para esta no pudo pasar notar el nerviosismo que la Linde llevaba corriendo por sus venas.

—¿Scar? ¿Está todo bien?— preguntó Elizabeth al dejarla entrar y cerrar la puerta tras ella.

Scarlett tenía sus manos escondidas tras su espalda, se le veía nerviosa y era fácil de reconocer porque esta siempre jugaba con sus cejas inconsienemente. La Lupin se acomodó en la esquina de su mesa, soltando un gemido frustrada al ver la cantidad de papeles que había en ella.

Sin duda tenía mucho trabajo, y ahora intentaba salir algo más temprano para pasar tiempo con sus hijos pero por desgracia le era imposible. Se sentía terriblemente mal al saber que no estaba siendo lo suficientemente atenta con ellos.

—No, Elizabeth..— mordió su labio inferior el cual estaba temblando. Quería llorar.— Juzga por tu misma..

La mujer Linde le entregó a su jefa una revista que tenía entre manos, lo cuál la extrañó. Lupin-Weasley la tomó entre sus manos, viendola con el gesto levemente fruncido.

No era igual que El Profeta, claro que no. Tenia una disposición distinta y su formato era más pequeño que este, pero lo suficientemente llamativo como para llamar la atención de los lectores que ansiaban saber sobre el mundo mágico.

MANDERLEY

El mundo mágico no está a salvo, ten cuidado o tus secretos más oscuros serán contados.

Nadie, puede librarse.

Por cada línea que leía Elizabeth se extrañaba aún más ante la nerviosa mirada de Scarlett, que tenía miedo por el contrincante que ahora tenían.

No había nada más, era  una simple hoja advirtiendo a las familias procedentes del Mundo Mágico. Elizabeth la dejó en su mesa, siendo acumulada con los demás papeles, no dandole la importancia necesaria.

—Seguro es una idiotez para asustar a la población Scar, no tiene mayor importancia. Es simplemente una hoja a la que muy pocas personas le prestaran atención.— aseguró tomando asiento en la silla que tenía frente al escritorio.

Scarlett tomó asiento en la silla que tenía frente a Elizabeth,  sin saber  muy bien cómo decirle lo que hacía pocas horas le acababan de anunciar.

—No es eso Beth..., yo creo que a la mayoría de la población le ha interesado.— Hizo aparecer con su varita un gráfico en papel— Este gráfico es sobre las ventas que hemos estado teniendo, cómo verás hemos bajado este mes, la gente no le da tanta importancia a El Profeta como hace tiempo.

Murmuró. La Directora se colocó sus gafas que tenía en el cuello de su camisa para poder observarlo mejor. Su ceño se frunció levemente al ver las estadísticas, era cierto que habían bajado considerablemente las ventas. Soltó un suspiro frustrada, no podían dejarla de lado ahora. Era cierto que las noticias que encontraron no fueron demasiado importantes y sus lectores dejaron de seguir al periódico.

Scarlett, apenada vio la reacción de su amiga pues ella se sentía igual que ella. Sabía que la bajada de ventas afectaría tanto a Elizabeth como a cada uno de los trabajadores.

Y aún no sabía la noticia grande.

—Hemos bajado demasiado, pero no tiene que ver con ese papel— aseguró la Lupin— Hoy no tengo tiempo de solucionarlo, es el cumple de mi hijo.

Masculló frustrada, no podía ocuparse de todo.

—Ya Beth.., pero mira— señaló con su varita el papel de la revista y murmuró unos hechizos no verbales, en ese momento se creó otra gráfica sobre las ventas.— Es sobre las ventas. Manderley ha recaudado en un día más que  nosotros en estos meses.

Elizabeth miró la grafica, comprobándolo.  Su corazón se estrechó y sus ganas de llorar aumentaron cuando se dio cuenta de que su amiga decía la verdad.

—Joder..— masculló tomándolo entre manos.—¿Qué querrá el dueño de la revista?

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La mujer se refugió en el pecho de su marido, inhalando el olor a pólvora y canela que siempre la tranquilizaba. Fred besó el cabello de esta y con su varonil y áspera mano acarició la espalda de su esposa pegándola más hacia él.

—Ya después me cuentas que te preocupa— murmuró— Sé que hay algo rondando tu cabeza, Lizzie.

—Esta bien, cariño

Aseguró la mujer soltando un suspiro por sus entrecortados labios.  Sus ojos recorrieron el jardín de su casa, hacia frío pero gracias a un hechizo para calentar el ambiente aún se podía disfrutar los últimos días de invierno en  el gran territorio de la casa Lupin-Weasley.

Si mirabas alrededor podías observar a la familia reunida y amigos del cumpleañero.

Jackson irradiaba de felicidad, no podía estar más feliz, todos sus seres queridos estaban reunidos en aquel momento, presenciando como cada vez se hacía más mayor.

—No me puedes negar una canción, vamos es tu cumpleaños— insistía su mejor amigo.

Jackson bebió un sorbo de su refresco y soltó una leve risa al escuchar como su amigo era tan cabezota.

—Tal vez lo haga, esta bien.— afirmó y miro a su amiga— ¿Jo? ¿Qué dices?

Las miradas se posaron en la morena que miraba su vaso perdida en su mundo, se encontraba algo mal pero hacía el sacrificio de estar ahí por su amigo.

Por más que le doliese verlo con otra chica.

—¿Uh? No se, mejor salir ustedes. Ando algo ronca con mi garganta y no quiero empeorar

Se excusó rápidamente, mirando a los dos varones quien hicieron un mohín para asentir.

—Creo que tengo caramelos en mi bolso, tal vez eso te alivie el dolor.— comentó la joven Linde, rebuscando alrededor de su bolso. Cuando finalmente palmeó lo que buscaba se lo entregó amablemente a la morena—¿Quieres?

Joanne la miró algo impactada, no sabia como podía tratarla tan bien cuando su relación era distante, por su parte. No era que le desagradara pero el hecho de que su relación con Jackson fuera más estrecha hacia que no tuviera ánimos para entablar una amistad.

—Esta bien, gracias Charlotte

Agradeció tratando de parecer amable. Luke disimuló—muy mal— una sonrisa burlona mirando a su amiga. Joanne le  dedicó una mala mirada.

Por su parte, Jackson miraba sonriente a la Linde,  no entendía como en tan poco tiempo la joven se había convertido en alguien tan importante para su persona. Ahora no podia imaginarse una vida sin ella, tras haberlo pensado muchas veces, su familia le abrió los ojos y les agradecía internamente por ello.

Estaba enamorado de Charlotte Linde.

Y se sentía jodidamente bien.

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El gemelo menor se acercó a la rubia con una copa de vino, pues sabia cuán le gustaba a esta. Las cosas entre ellos estaban un poco tensas desde la confesión que ambos vivieron, no volvieron a hablar más del tema.

—Mon ange— se hizo notar, sacándola de su trance pues en esos instantes no se encontraba hablando con nadie.— ¿Te apetece?

Le extendió una copa de vino que la mujer aceptó muy gustosa, formándose una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios. Llevó la copa a estos, disfrutando del líquido recorrer su garganta.

—Gracias, Georgie

—No las des— vaciló en rodearla por la cintura o no, pero decidió no hacerlo por si ella aún no se encontraba segura. Noareth se percató de su acto, y asintió sonriéndole indicándole que podía rodearla. Sin más, George rodeó su cintura y besó su cien— ¿Sabes que debemos hablar, no?

Preguntó. Noareth se fundió en su calor corporal, apoyó su cabeza en el hueco del cuello del hombre mientras asintió murmurando incoherencias. No quería separarse del Weasley, se sentía tan segura a su lado. Era de los pocos hombres en los que confiaba.

—Podemos hacerlo ahora, estamos solos

Dijo la Vance, pues alrededor suya no se encontraba ningún miembro de ambas familias por lo que podían charlar libremente, sin preocupación de interrupciones.

—Como gustes rubia— dijo deleitándose en sus caricias por su espalda.— Sabes que no me gusta presionarte, mon ange pero creo que lo mejor es que vayamos a denunciar cuanto antes posible. Con suerte lograremos una orden de alejamiento y no tendrás que preocuparte más por ese idiota.

Insistió el pelirrojo, con las esperanzas de que su chica pudiera caminar sin el temor de que el Zabini fuera de nuevo a su reencuentro. Quería que viviera sin miedo, sin miedo de que no le harían daño, quería que fuese libre.

Noareth alzó la cabeza para encontrarse con los ojos café que producían preocupación, mientras los suyos terror. George se apenó por su reacción, estaba seguro de que la había hecho recordar aquellos malos tiempos pero necesitaba que ella abriera los ojos y presentara una denuncia, por su seguridad.

La Vance negó y volvió a esconder su rostro en el pecho del pelirrojo, como una niña pequeña que no quiere observar a sus padres tras ser regañada. El vaho salió por los labios entre abiertos de George al tratar de suspirar. Acarició lentamente el cabello de la rubia y esta volvió a alzar la cabeza para mirarlo al sentirse en el mismísimo cielo por sus dulces caricias.

—No me siento preparada Georgie, me da mucho miedo—aseguró, a pesar de todo el pánico aún la recorría.—Siento que si lo denuncio se escapará de cualquier condena, porque por desgracia la justicia es así. Si tienes dinero con que pagues una buena indemnización puedes irte a tu casa como si nada hubiera pasado y es una puta mierda, de veras George. Mi miedo es que eso pase y que vuelva a hacerme eso.. de nuevo. O que os haga daño a ustedes, el amenazó con heriros y de lo que estoy segura es que desde que conozco a Blaise, el siempre ha cumplido sus promesas.

George gruñó fastidiado, por desgracia la rubia tenía razón. Odiaba la sociedad en la que existía.

Ahora no se sentía seguro si la rubia tenía que ir sola a su trabajo  o simplemente a caminar vagando por las solitarias calles del mundo mágico.

—Tal vez con ayuda de Hary, Hermione y Percy podamos hacer algo— trató de buscar soluciones, mordiendo su labio inferior acumulando rabia en si mismo. El auror y los dos trabajadores del ministerio podrían ayudarlos, aunque solo hasta cierto punto.

Noareth se hincó de puntillas para acariciar la centellante mata de cabello pelirrojo enternecida por la preocupación del hombre frente a ella. Dejó un corto beso en sus labios para después colocar sus manos en su pecho, apoyándose y mirarlo a los ojos café.

—Te agradezco tu preocupación Georgie pero no quiero involucrar a más personas. No quiero que todos sepan lo que me pasó y empiecen a mirarme con lástima. Con que lo sepa mi familia, tu y los Lupin-Weasley es más que suficiente porque confío en ellos y se que para ellos seguiré siendo la misma Noa.— murmuró, expresando sus sentimientos.—Pero gracias.

—Esta bien mon ange, como tu prefieras.

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La fiesta transcurrió felizmente, Jackson tocó junto a su amigo el batería una canción, e hizo su debut cantando: "I was made for loving you"— de Kiss. Todos los presentes pudieron darse cuenta para quien iba dirigida, pues sus ojos no se despegaron de la Linde en ningún momento.

Para desgracia de su mejor amiga.

Más tarde fue la época de los regalos, miles de objetos electrónicos que le podían servir para tocar, ropa y mucha comida fueron a parar a sus brazos. Jackson no podia estar más feliz, si bien le parecía un exceso todos los regalos agradecía cada uno de ellos por haberse molestado en pensar en el.

Amaba tanto a cada miembro de su familia.

Los mellizos Lupin-Weasley se paseaban de un lado del jardín a otro hablando con sus familiares, tratando de recaudar ayuda para la sorpresa que le prepararon a su hermano.

Gracias a la mayor de los Mckinonn, su abuela Jane pudieron subirse al escenario sin ser vistos por Jackson. Ambos mellizos interpretaron un karaoke de una de las canciones favoritas del mayor— claramente iba a ser una de su banda favorita, Queen.

Las risas no faltaron, pues estos no eran grandes cantantes y ellos lo sabían perfectamente. Solo querían hacer reír a su hermano y presentes.

A mitad de la celebración, el timbre de la casa Lupin-Weasley  sonó. Hiraeth, con su camisa a cuadros blanca y negra y su centellante cabello al aire fue a abrir.

—¡Padrino!

Sonrió entusiasmada cuando Oliver Wood la rodeó con sus brazos, elevándola al aire.

Este seguía en contacto con Elizabeth y la familia, se había convertido en un miembro más incluso fue nombrando padrino de su hija, al haber estado la mayor parte de su infancia junto a ella. Jamás lo olvidaría. Si bien solían verse poco debido al trabajo del hombre, las cartas entre ello nunca eran demasiadas. Era cierto, que al pelirrojo le celaba un poco recordar como este salió con su mujer y cuidó a su hija esos largos cinco años. Pero después recordaba lo que sucedió y que tenía una hermosa familia alrededor de la mujer que amaba y se le pasaba, incluso convirtiéndose en amigo de nuevo del Wood.

—Te he echado tanto de menos peque— aseguró besando su cabello cariñosamente.

Hiraeth sonrió en los brazos de su padrino, pero no fue hasta que notó unos pequeños brazos separándolo de él hasta que rompió el abrazo.

Se trataba de su primo pequeño, James quien corrió al encuentro de Oliver, el rostro de confusión de los presentes era más que evidente.

—¡Ollie!— celebró con su aguda y dulce voz. El Wood lo cargó entre sus brazos sonriente, pero algo nervioso y sonrojado.

Las miradas de toda la familia se posaron en él, extrañados.

¡Estamos de vuelta! 

Este cap sin duda me emocionó bastante y me encantó escribirlo.

¿Qué opináis de él?

¿Qué creéis que vaya a pasar?

¿Alguna teoría?

Os estuve leyendo hoy por el grupo de ig que tenemos y sin duda sois maravillosas os amo de verás JAJAJ. Y sin duda tenéis teorías muy buenas..., no dudéis en compartirlas siempre me encantan escucharlas.

Recordaros que mañana publico el cap 0 de Infieles, un smutfic de Fred y Cedric. ¡Estoy muy emocionada dios al igual que por este nuevo acto dónde se vienen demasiadas cosas!

¡Nos leemos, lxs amo!