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13

Podrían ser perfectamente las primeras horas del día, la Vance se encontraba degustando un desayuno en casa del matrimonio Lupin-Weasley. Sentada con Elizabeth, pues Fred  aun estaba descansando.

Debi admitir que la casa se sentia muy sola sin los tres hermanos rondando por ahí, era una pena que crecieran tan rápido, aún recordaba como los conoció cuando vino a ver cómo se encontraba su primo. Movió la cuchara en el café con añoranza al tener esos pensamientos.

—Si, los hecho demasiado de menos— murmuró la Lupin con una sonrisa apenada mientras removía el café — La casa no es lo mismo sin mis pequeños..

Soltó un largo suspiro cargado de tristeza, añoranza y pena. No podía comprender cómo sus pequeños crecieron de manera tan rapida, a veces le gustaría congelar el tiempo para que no sucediera más. La pena la invadía al recordar como se despedían de ellos en el andén, mientras los dos patriarcas los dejaban marchar mientras los observaban orgullosos de las personas en las que se habían convertido.

Sus hijos se convirtieron en dos hombres y una mujer demasiado educados, amables y respetuosos. Era cierto que cada uno tenía una personalidad algo distinta aunque compartian semejanzas, pero sabían los valores básicos.

Fred y Elizabeth no podían estar más orgullosos.

—Normal, esto esta muy solo—admitió riendo leve tratando de aliviar el momento.

—Lo está.., es incluso raro estar con mi marido a solas—rió leve mirando a la mujer— Siempre desde que comenzamos a salir tras la guerra hemos estado rodeado de niños, y nos es muy extraño  que no estén aquí

Murmuró con añoranza, echaba de menos a sus hijos.

—Bueno, también es bueno salir de la rutina

Afirmó la Vance bebiendo un sorbo de café, disfrutando del amargo sabor recorrer su garganta.

En esos segundos el Lupin-Weasley  apareció tras el marco de la puerta, tenía una expresion soñolienta, el cabello despeinado haciendo que algunos mechones se le pegaran a la frente, mientras aún portaba su pijama

—Buenos días...— saludaron ambas mujeres al ver al pelirrojo, quien se frotaba los ojos

—Buen día amor—al ver que este se acercaba a ella se incorporó un poco en la silla para alcanzar a dejar un corto beso en sus labios mientras sus manos reposaban en sus mejillas—¿Desayunas?

—Buen día Lizzie, buen día Noareth— le dedicó una sonrisa a la rubia,  tomando  asiento en frente de su mujer— No cielo, probablemente lo haga más tarde en el trabajo

Informó girando la cabeza para hablarle a su mujer, cuando Noareth quien estas prestando atención a la conversación pudo distinguir una gran marca color rojo que se tornaba algo morada, con algunos puntos de sangre seca saltados , rió por lo bajo.

—Buen día  y buena noche por lo visto— bromeó la Vance llevando su mirada al cuello del pelirrojo quien inconscientemente acarició la marca—Al final, os va a venir bien que no estén los niños

—En esa parte si— comentó con una voz pícara la azabache,  guiñandole el ojo a su marido.

—Me deja marcado Noa, y no hay quien las quite— se quejó de burla , levantándose para comenzar a prepararse por el trabajo, no sin antes besar el cabellobdebsu mujer— Me iré a preparar para el trabajo, fue un gusto verte

—Igualmente Fred— respondió sonriendole al hombre

La azabache, girando su silla para estar frente a ella comenzó con su interrogatorio

—¿Que tal con mi cuñado?— preguntó con una pícara sonrisa en su rostro.

La Vance negó riendoante la actitud que tomaba su amiga y se acordó que había quedado con el pelirrojo

—Mierda—maldijo remangando su camisa para ver el reloj de muñeca que portaba. Soltó un largo suspiro de alivio al ver la hora— Aún me quedan unos minutos.—pausó para relatar— Bien, ayer lo estuve pitando, pero ¡Merlín, Beth..!

Inconscientemente sus mejillas se tornaron carmesíes mientras atrapaba con los dientes su labio inferior

—¿Esta bueno? ¿Es grande?— comezón a atiborrarla en preguntas, al menos agradecia que su amiga no tuviera como tabú el sexo, como le pasó con otras personas que conocía llegando a sentirse incómoda al hablar con otros términos y perdiendo exceso de confianza, pero debia de respetarlo.

—Buenisimo, y muy grande— admitió mirándola recalcando varias veces la palabra "muy"

●●●

Los Slytherins habían pedido el campo de Quiditch para entrenar,  próximamente se avecinaba un importante partido. Pero los Griffindors también tenían que entrenar por lo que el campo tuvo que dividirse.

No agradó mucho la idea al capitán del equipo, Corey Avery quien tenía la mandibula tensada y apretada desde que vió a los del equipo contrario.

—Te cáscaras los dientes si sigues así— se burló su amiga, en un banco sentada en el estadio

—Callate Charlotte— pidió molesto sin mirar a la mayor, sin poder quitar el ojo de los jugadores—Alexandre, por milésima vez concéntrate en la Snitch no en Diggory—miró a su amiga esta vez extrañado—¿Hoy no haces de perfecta?

—Hago de perfecta controlandoos aqui— bromeó

La guardiana al darse cuenta de cómo el Flint no paraba de mirarla, tensó molesta su mandíbula apretando con fuerza el palo de la escoba.

Los hombres eran unos idiotas

Flint rodó los ojos, teniendo que acatar las ordenes de su amigo y capitán del equipo.

Los dos Ravenclaws, acaban de llegar a las gradas, Nolan arrastrando a su amigo para que viniera a ver el entrenamiento

—Sigo sin entender el por qué de tu empeño en venir—farfulló tomando asiento en las gradas abriendo su libro para retomar la lectura por la página marcada.

—Tu hermana esta entrenando, debes verla— su mirada buscó rápidamente a la pelirroja quien por sus expresiones faciales no parecía muy contenta— Oh, mierda

Maldeció atento con los ojos abiertos para ver a la mujer. Remus inmediatamente colocó el marcador por la página en la que iba, alzando la cabeza del libro para levantarse y acercarse al filo de las gradas, teniendo una mejor visión de lo sucedido.

Hiraeth apretaba sus puños y tensaba su mandíbula apretada, se estaba tratando de controlar lo reconocía perfectamente. En estas ocasiones sus gestos eran demasiado similares a los de su padre.

Frente a ella estaba la otra cazadora del equipo, Claire Jordan quien al parecer discutía con ella pues sus labios no paraban de emitir sonidos.

Logró escuchar aunque en voz baja como la Lupin alzaba la voz, probablemente fuera de sus casillas hasta que observó como el capitán de su equipo frenaba a las dos haciendo que cesara la conversacion entre las dos golpeadoras de los leones

—A saber que pasó para que se pusiera así— se recargó en la barandilla viendo a su hermana con una expresión de preocupación en su mirada—No suele enfadarse porque si, tendrá un buen motivo para haber explotado de tal manera — murmuró y giró la cabeza para ver a su amigo—¿Sabes quien es?

—Claire Jordan, Gryffindor y segunda golpeadora, cursa nuestro año— relató como si de un diccionario se tratase

—Vaya, gracias

Rió leve por la velocidad de las palabras del Corner. Lo que Remus no había notado como Nolan se removia en silencio nervioso, jugaba con sus manos y sus palmas sudaban, como había insistido para venir a ver los entrenamientos.

En esos momentos estaba muy concentrado en su hermana, pues estaba preocupado y ni siquiera pudo darse cuenta.

—¡Tu, pelinegro!— una voz firme, demandante y alta inundó todo el estadio, haciendo que Remus indiferente girara su cabeza hacia el proveniente de la voz

Corey Avery, capitán del equipo de Quidditch,  Slytherin,  popular, cuarto año, mujeriego y rompecorazones. Altamente atractivo con sus rizos cayendo por su cabellera, sus ojos negros penetrantes y su carnosos labios, su actitud fría y silenciosa como a la vez de curiosa.

Todo el campo pudo girar las cabezas parando el entrenamiento para observar el encuentro que tenían los dos jóvenes.

—¿Si?

Cuestionó sin ni siquiera inmutarse, aún recargado en la barandilla con un aire de seguridad y egocentrismo recorriendo su rostro.

—¡Irse de aquí! Seguro tratáis de buscar estrategias para ganar en Quidditch!— bramó exigente, molestándose ante la pasividad del joven

El estadio era puro silencio, solo se podía escuchar la firme y ronca voz del rizado y ahora la irónica risa que soltó el Lupin sin cambiar de posición

—Oh, ¿crees que me podría interesar el Quiditch,  de verdad?— se burló, formando una picaresca sonrisa en sus labios llendo de seguridad y egocentrismo— Y si lo hiciera, soy lo bastante inteligente como para idear las mejores jugadas, no como otros que ni en estudiar se toman tiempo

Se burló quedándose con un aire de egocentrismo cargado en su cuerpo, echando ahora sus hombros hacia atrás viéndose con más firmeza y seguridad

Todo el estadio se inundó de un estruendoso "¡Uhh!— alagando al pecoso

Corey analizó al peligro con rapidez mientras sus dientes castañeaban, su pelo siendo revolvido por su mano dándole un toque de altanería, sus ojos grises y profundos, su rostro cubierto de pecas haciendo que su rostro se convirtiera en aún más picaresco. Su egocentrismo, su  seguridad, su inteligencia y creatividad.

Nunca nadie le había hablado de esa manera, nadie se había atrevido en plantarle cara.

Hasta que Remus Orión apareció

●●●

Veía como la rubia trazaba líneas, para luego borrarla arrepentida para mirar otra vez y volver a pintar. Se veía frustrada, su expresión lo decia todo, pasó su mano por su cabello rubio, removiendolo y hechandolo todo hacia un lado, dándole un aire más sexy ante los ojos del pelirrojo.

—¿Estoy bien Noareth? Puedo cambiar de posición — se movió incomodo en la silla que parecía sacada de una tienda de antigüedades pues tenía un aire a la edad media.

—No te vayas a mover George— indicó con una voz cargada de advertencias, mientras sin mirarle seguia dibujando patrones, llegando a plasmar lo que realmente quería.

El Weasley se encontraba sentado en una silla, la pierna izquierda flexionada colocandola encima de la rodilla derecha,  causando que estas estuvieran cruzadas. El brazo del lado contrario al izquierdo estaba apoyado en la silla, con la palma de la mano apoyada en la nuca de su cabeza recostandose en esta. Completamente desnudo y siendo exhibido ante la rubia a quien parecía no darle vergüenza alguna

Frustrada y tratando de relajarse dejó a mitad la futura obra de arte a un lado para incorporarse del taburete en que estaba sentada. Se hizo una coleta para que los pelos no le molestaran en la cara y se acercó hasta la silla donde estaba el Weasley, observando cada lugar y centímetro buscando más creatividad.

Mentiria si dijera que no se tensó ante la mirada de la rubia, trató de controlar un sonrojo.

—Joder, claro — se dirigió hacia un mueble del salón cuando encontró los accesorios perfectos para complementar el dibujo

—¿Qué es eso Noareth?— inquirió sin moverse, pues no quería cambiar de posición y que la rubia tuviera problemas por ello.

—Un collar, una vela y un mechero — informó llegando frente a el— Esto te lo colocas dejándolo caer por tu cuello, exacto

Murmuró pasándolo por encima de su cabeza para que el hombre tratara de no moverse lo menos posible.

—¿para que es la vela y el mechero?— cuestionó viendola con curiosidad

La rubia resguardó la vela del viento , poniéndole su palma alrededor mientras encendía esta con el mechero como podía. Esperó a que la caliente cera empezara a salir, para acercarse al Weasley mirandolo

—¿Puedo?

—Hazlo, rubia— pidió viendo como está inclinaba la vela en su pecho dejando que el caliente líquido lo recorriera desde la clavícula sin moverse de posición—Quema un poco

—Lo siento— hizo una mueca— ahora vengo

Murmuró yendo a la cocina no sin antes indicar que no se moviera para segundos después venir con una copa de vino , para extendersela al Weasley y que la cogiera con la mano restante.

Se separó viendo la imagen frente a ella; el hombre cruzado de piernas, desnudo, con la caliente cera recorriendo su torso pecoso, su brazo derecho flexionado dejando resaltar sus trabajados músculos, sus venas y clavículas mientras que en la izquierda portaba una copa de vino dandole un aire más elegante.

Se veía jodidamente sexy, jodidamente caliente que incluso hizo que el vientre bajo de la mujer cosquilleara. Se sintió extraña pues nunca le había pasado con ningún modelo, pero George Weasley era la excepción.

La tentación era tan grande como aquella fruta prohibida.

Deseaba a George, pero el era prohibido

No podía tocar, manos alejadas tenía que mantener para lograr profesionalidad.— repitió mentalmente el refrán de su maestra.

●●●

Pasaron largas horas en las que la rubia, logrando encontrar la inspiración necesaria y la caliente y sexy imagen que buscaba pudo dibujar con fluidez

Pero en medio del proceso, cuando estaba por acabar un patronous, más bien un perro  "Jack Russell Terrier", que reconoció perfectamente como el de su hermano menor

—Hermione a roto aguas, vamos para San Mugno ¡Rose ya viene!

ME ENCANTA TODO

EL ENTRENAMIENTO

🔥LA ESCENA DE GEORGE Y NOA🔥

¡HERMIONE YA TENDRA A SU HIJO!

¿qué les ha parecido el capítulo de hoy?

¿Les ha gustado? Espero que si


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Ig: Mrs_BlackLupinn

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