Finales de agosto

Hacía demasiado tiempo que no veía a su madre, técnicamente no quería pues no toleraba que le faltara el respeto a su esposa u hijos, además el se consideraba y era considerado una persona demasiado impulsiva,  no pensaba las cosas y la ira solía cegarle, así que temía que algo sucediera mal.

Podia notar la incomodez en el rostro de su esposa, y como la palma de su mano sudaba y temblaba alrededor de la suya.

—¿Quieres que volvamos a casa? Los niños pueden venir a ver a mi padre otro día — alzó sus manos entrelazadas para besar la de su mujer, sin quitarle mirsda—No quiero que estes mal, cielo

Esta negó, debía hacerlo por Fred y sus hijos, aunque tuviera muy pocas ganas de ver a la matriarca Weasley, era la madre de su esposo y ella por nada en el mundo querían que discutieran.

—Freddie, estoy bien te lo prometo— murmuró besando su mejilla.

Los tres hermanos que estaban delante de sus padres también estaban algo incómodos y nerviosos, siempre había algo que salía mal cuando veían a su abuela, pero los jóvenes extrañaban a su abuelo Arthur.

—¿quien llama a la puerta?— preguntó Remus, causando que todos se miraran entre ellos para negar a la vez

—No lo haré— se retiró Jackson del pomo

Hiraeth miró a Remus, quien le negó dandole a entender que el no abriría la puerta, por lo que soltó un largo suspiro y llamó a la puerta dando dos toques con su puño, para después dar dos pasos hacia atrás, gesto imitado por sus hermanos.

A los segundos, la matriarca Weasley abrió la puerta dejando ver la imagen de los tres jóvenes frente a ella: ninguna muestra de cariño por su parte, causando que la decepcionarán cada vez más

—Niños..—murmuró viendo— Pasad, pasad

Sin pensarlo dos veces,  se hicieron hueco por la puerta para ir corriendo a abrazar a su abuelo Arthur que los esperaba impaciente y sonriente en el salón.

—¡Abuelo!— los tres niños besaron su mejilla, lo habían añorado y extrañado demasiado, pues no solían venir a verlo tan a menudo por su abuela

—¡Mis nietos, que grande estais!— sonrió orgulloso cuando se separó del abrazo, inspeccionando a sus nietos uno a cada uno— No crezcais tanto porfavor.

Mientras, la incomodez era palpamente a las afueras de la casa, donde el Fred que le dedicaba tiernas sonrisas a su madre, la abrazaba y besaba sus mejillas había desaparecido el día que comenzó a herir los sentimientos de su esposa y a despreciar a sus hijos.

—Fred, hijo Elizabeth — murmuró apenada viendolo— Pasad

Estaba totalmente triste por la situación, odiaba que Elizabeth le hubiera metido tantas cosas en la cabeza a su hijo para que de la noche a la mañana cambiara.

Consideraba a Elizabeth una persona demasiado "revolucionaria".

La idea del nombre de la mujer primero no le agradaba para nada, pues de toda la vida siempre se tomaba el nombre del hombre primero.

Tampoco le pareció correcto cuando Elziabeth fue llevada hacia el altar por su abuela, cuando es un hombre quien dehe llevarla

Y la idea que más odiaba era el hecho de que adoptaran a dos niños. Por mucho que se esforzarán nunca iban a ser sus hijos, ellos solo serían las personas que malgastaron dinero en criarlos. La única hija del matrimonio era Hiraeth.

Sin duda, los pensamientos de Molly estaban bastante anticuados.

—Madre—saludo por ser educado, tomando la mano de su esposa

—Señora Weasley— musitó intentando guardar la calma, por el hombre que la llevaba a dentro de la casa y los niños que se sumergía en una interesante charla con su abuelo.

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Las miradas que se dedicaban en la comida eran demasiado incómodas. George Weasley había venido a acompañar a la familia Lupin-Weasley en la tensante comida familiar, lo que no sabia es que Noareth había sido invitada por su madre a quien al parecer le había caído demasiado bien la rubia.

Fue una grata sorpresa el verla allí junto a su familia, con su cabello rubio trenzado y un vestido de color azul. Cada que la veía no podía olvidar lo que sucedió cinco años atrás en la boda, una picaresca sonrisa se formaba en su rostro cada que lo recordaba. Fue una verdadera pena haber perdido el contacto con la mujer pero era lo de menos, pues lo volvería a conseguir.

L

os jóvenes no levantaban la cabeza del plato, comían sin decir ninguna palabra. La incomodez en su familia era presente.

El matrimonio, tenían una mano entrelazada por debajo de la mesa. Fred comprendía el gran sacrificio que su esposa estaba haciendo por el, sabia que le dolía venir a La Madriguera con todo lo que le había dicho. Pero Elizabeth comprendia más que nadie la situación, no queria que el Weasley perdiera a su madre por su culpa, pero el hombre era demasiado cabezón sobre todo cuando de su familia se trataba

La rubia y el desorejado, estaban sentados uno frente al otro. Ambos se dedicaban miradas, donde la tensión se podía cortar con un cuchillo.

—La comida está buenísima Señora Weasley — Noareth comentó con una sonrisa, tratando de ser amable a pesar de que la matriarca no era muy de su agrado pues sabía todo lo que le había hecho a su amiga.

—Gracias querida, y llámame Molly porfavor— pidió con una sonrisa agradecida

La rubia si ers una persona que le caía del todo bien, hubiera deseado que Fred se casara con alguien más como ella con la cabeza centrada en el mundo, siendo realista.

Conservaba esperanzas en que ninguno de sus hijos la dejara escapar.

—¿Que tal el trabajo Noareth? Me comentaron que finalmente si podrás exponer tus cuadros en la galería este año— cuestionó la  matriarca llevándose el tenedor a la boca.

—Si, finalmente mi sueño se cumplió— comenzó a hablar emocionada aún cada que lo mecionaba— Me faltan algunos cuadros, ya dibujé a Hiraeth, a Remus, a Jackson a Fred y Beth, a Ginny y Jamie y a Hermione embarazada.— comenzó enumerando— Pero aún necesito un modelo masculino para los cuadros.

Noareth había contado con la particular ayuda de sus grandes amigas, quienes con sus hijos habían sido unas magníficas modelos. Elizabeth se dejó pintar junto a su esposo, siendo agarrada por la cintura mientra sus ojos se encontraban en una pasional batalla. Hiraeth, Remus y Jackson habían sido también retratados, mostrando en la pintura que la familia no tiene porque ser igual físicamente. Ginny Weasley junto a su hijo James posaron, mostrando la maternidad, sus primeras estapas. Y Hermione, enseñó su vientre de embarazada a la rubia para que esta lo plasmara en su cuadro.

Pero no era suficiente,  necesitaba un hombre para dibujar, pero esta vez un cuadro erótico. No lo dijo frente a la matriarca, pues conociendola sabía que esta le iba a juzgar .

Pensó en pedirle a Charlie, pero este estaba muy ocupado en Rumania y ya le había hecho bastantes favores. También en William, pero se conocía cada parte de su cuerpo y su imaginación no daba a más.

Queria algo nuevo.

—Así que necesitas nuevos modelos..– una sonrisa se formó en su rostro al ver que podría darle un empujón a su hijo con la rubia. Sus ojos cayeron en el desorejado que bebía agua tranquilamente— Pues, tienes a George.

Sintió que el agua se le iba por el conducto contrario al escuchar a su madre, y empezó a toser. Para el desconocimiento de su madre, el si sabía que clases de dibujo hacía la Vance.

—Padrino, por Merlín— musitó Jackson dandole algunas palmadas en la espalda a este, hasta que se recuperó.

El matrimonio no pudo evitar dejar escapar una leve risilla a escuchar la reacción del desorejado.

—¿Que dices George?— cuestionó su madre — Se la debes a Noareth, por como la trataste la primera vez

El rostro de George era de fulminacion hacia su madre. Por una parte, la idea de dejar que su cuerpo desnudo fuera expuesto para miles de personas no era algo que lo entusiamara, pero el hecho de estar desnudo frente a la rubia provocandola, y pasando más tiempo con ella hizo que una sonrisa se armara en su rostro.

Habia algo en la rubia que lo incitaba a seguir tras de ella, por mas grande que fuese su reencor esa mujer tenía algo que no le permitía olvidarse

—Bien, acepto — todas las miradas impresionada cayeron sobre el desorejado.

Noareth abrió los ojos como platos, era cierto que el Weasley sería un gran modelo del que podría sacar un buen provecho para sus cuadros, pero por desgracia ahora debía seguir la regla pues era su modelo, y no debían tocarlos.

—¡Que bien!

Celebró la matriarca, mientras el rostro de George era una sonrisa pícara y burlona que veía a la rubia totalmente en shock aún y algo avergonzada ante su mirada.

—Por cierto Beth, ¿cómo va todo el el trabajo?—

Preguntó educadamente Arthur, al ver como su mujer había preguntado a la rubia y no a la esposa de su hijo. Le caía demasiado bien, era una gran mujer.

—Muy bien, gracias por preguntar Arthur— le sonrió ampliamente a su suegro, agradecida de tener una buena relación al menos con el.— Algo de caos, pero nada fuera de lo normal.

—Mi directora del profeta— besó su cien, su esposo orgulloso de todo lo que había logrado la mujer—Además, también sigue buscando noticias y sigue escribiendo de veras no se como lo haces

Admitió entre risas el ahora Lupin, mientras su brazo estaba hechado sobre los hombros de la azabache.

—Seguro que puede con todo, no me cabe duda—afirmó el Weasley mayor con una sonrisa hacia su nuera, haciéndola sentir aceptada.

De un momento a otro la habitación se llenó de silencio, hasta que Molly optó por comenzar la conversación de nuevo.

—Así que Remus..— dejó de comer para mirarlo, este alzó la cabeza tensandose al momento —¿Caíste en Ravenclaw no?

Sentía sus nervios recorrer su cuerpo, sabia que la mujer no lo aceptaba ni a el ni a su hermano, aunque ellos hacían el esfuerzo de no armar escándalo por sus padres y hermana. Las palmas de sus manos sudaban y  su voz tibuteaba.

—Si.. quede en Raven...

Dijo en un murmullo, ganándose una mirada de apoyo por parte de su madre.

—La única que lleva la sangre Weasley es Hiraeth,  como se nota la diferencia por godric — musitó la matriarca— Ella es la verdadera hija y se puede ver a simple vista, por el aspecto físico ¡y mirenla nada más !  ¡En Griffindor, como todos los miembros de la familia! No como ustedes...

Terminó la oración observando a Jackson y Remus.

Hiraeth odiaba que "su abuela" si podía llamarla así tratara de tal manera a sus hermanos como si fueran menos que ellos.

El sonido de dejar caer los cubiertos y de levantarse de la mesa se hizo presente. Fred Weasley,  tomó la mano de su esposa levantandola también.

—Fuí un ingenuo al creer que esto iba a salir bien y que mantendrías tu boca cerrada. — su mandíbula se apretaba con furia y enojo— Nunca cambiaras madre, fue un error venir aquí. Niños, nos vamos

Habia cruzado la raya. Remus y Jackson se levantaron algo cabizbajos sin decir nada más. Hiraeth fulminó a su abuela,  para agarrar las manos de sus hermsnos sonriendoles para que no se preocuparan.

Elizabeth, soltó un segundo la mano de su esposo para ir a abrazar a su hijo Remus, quien se encontraba peor en la entrada. Pudo distinguir que había derramado algunas lagrimas, lo estrechó contra su pecho.

—Te las he dejado pasar todas porque eres mi madre, pero hasta aquí ha llegado mi limite— sus palabras dejaban impresionada a su madre por la ira que cargaban— No le vuelves a faltar más el respeto ni a mis hijos ni a mi esposa. Olvidate de mi mamá.

Los Lupin-Weasley se fueron dejando dolida a la matriarca y a Arthur enfadado con su mujer.

George y Noareth fueron tras ellos incómodos, sin hablar entre ellos.

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—¿¡Que haremos Ced?!— la Banes estaba a punto de estallar por la frustración.

La carta de sus hijos habia llegado esta mañana, lo que significaba que ambos tendrían que ir a Hogwarts. Seguían siendo pre adolescentes de doce años y eso no cambiaría.

—Amour, todo está planeado — aseguró poniéndose de cuclillas para besar sus manos — Iran ambos a Hogwarts, necesitan educación. Me gustaría que llevaran también tu apellido pero es arriesgarme a exponerte y no pondría tu seguridad en peligro nunca; los niños llevaran solo mi apellido y si les preguntan su madre murió en el parto y nunca la conocieron— La Banes escuchaba el relato— Nadie sabrá nada, esta planeado

Soltó un largo suspiro la mujer para acercarse a dejar un corto beso en los labios del Diggory quien sonrió gustoso.

—Al menos tu pocion funciona, amour— se burló la Banes

—¿Viste? Soy un genio— bromeó viendo a la mujer, cuando escuchó un ruido tras la puerta a lo que rodó los ojos riendo— Niños, pueden salir.

Ambos abrieron la puerta, ruborizados y avergonzados al haber sido pillados.

Los mellizos eran copias exactas de sus padres, más en concreto del Diggory físicamente. Sobretodo Erick quien incluso había heredado la sonrisa de su padre.

Valerie también era muy parecida a su padre, pero su personalidad era más compatible a la de su madre.

Se miraron, debatiendo quien debía preguntar a sus padres pues no pudieron organizarlo al ser encontrados.

—¿Entonces iremos a Hogwarts?— preguntó Valerie decidida a hablar y esperanzada

—Ireis a Hogwarts

AY SI IRAN A HOGWARTS

PD: ODIO A MOLLY

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